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Luego de que su alianza con Winterfell haya fallado, el príncipe Aemond Targaryen se dirigió hacia Bastión de Tormentas para forjar una alianza con Lord Borros Baratheon y así no irse con las manos vacías hacia Desembarco del Rey. El joven príncipe se encontraba tan enfurecido por el hecho de perder a su prometida que podría explotar en cualquier momento y desquitarse con cualquiera que osara molestarlo, afortunadamente, la persona que podría enfurecerlo con su simple presencia había ya emprendido vuelo de regreso a Rocadragón.

Lucerys Velaryon aterrizó en Rocadragón horas después de que Aemond aterrizara en Bastión Tormentas, y a diferencia del menor, Aemond si pudo formar una alianza con Lord Borros al proponerle matrimonio a una de sus hijas.

—Lo lamento, madre —se disculpó Luke cuando llegó con su familia—. No he podido formar una alianza con Lord Borros.

—Está bien, Luke —dijo suavemente su madre, quien se acercó para acariciar su juvenil rostro—. Hiciste lo que pudiste. Lo importante es que has regresado a salvo.

Lucerys sonrió y luego notó la presencia de su hermano mayor, por lo que rápidamente se acercó a él y así preguntarle como le había ido en Winterfell.

—Hemos formado una alianza —dijo Jace, y Luke sonrió felizmente de que él haya triunfado—. Lo único que debo hacer es casarme con Lady Ofelia.

—Finalmente, se te cumplirá el deseo de estar con ella —dijo Luke, provocando que su hermano sonriera—. ¿La boda será aquí? ¿Dónde está Lady Ofelia?

—Se casarán en Winterfell —habló su madre, quien los miraba con una sonrisa—. Ese ha sido uno de los requisitos de Lord Cregan.

—¿Iremos hasta Winterfell?

—Jace irá. En cambio, yo me quedaré aquí a recuperar fuerzas —dijo—. Todavía no puedo montar en Syrax y no puedo arriesgarme a ir por tierra porque los verdes podrían tenerme una emboscada.

—Podríamos posponer la boda, madre —dijo Jace, pero su madre negó—. Los Stark lo entenderán.

—No podemos hacer eso —dijo mientras se acercaba a él y sostenía sus manos—. Uno nunca sabe lo que podría suceder el día de mañana. Así que lo mejor será que se casen lo más pronto posible.

—¿Puedo ir con él? —preguntó Luke.

—Si Jace está de acuerdo.

—Por supuesto que estoy de acuerdo —dijo con una sonrisa al momento en que miraba a su hermano—. Cuidaré de él allí en Winterfell.

—Está bien.

Rhaenyra acarició suavemente las mejillas de sus hijos para luego besar sus frentes y alejarse. Jacaerys y Lucerys sonrieron brevemente ante el contacto cariñoso de su madre.

Varios días después, el príncipe Jacaerys Velaryon regresa a Winterfell volando sobre el lomo de Vermax para así darle las buenas noticias a Lady Stark de que La Reina, Rhaenyra Targaryen, había aceptado la propuesta de Cregan de casarlos en Winterfell a cambio de que él le entregara su poder para recuperar su trono.

Los copos de nieve cubrieron parte del cabello de Jace, quien brevemente sacudió su cabeza para que estos desaparecieran, entonces, logró ver la casa Stark a lo lejos y no tardó en sonreír cuando aterrizó y vio a su prometida esperarlo.

—Príncipe Jacaerys —mencionó su nombre con dulzura cuando vio que él comenzaba a bajar del lomo de su dragón—. Me alegra tanto volver a verlo —dijo una vez se acercó para abrazarlo de forma cariñosa.

—También me alegro de verla —dijo, y se separó brevemente de ella para así depositar un casto beso en sus labios—. Le he traído una sorpresa —dijo al momento en que miraba hacia atrás a la espera de que su acompañante aterrizara.

Ofelia lo miró brevemente confundida, pero luego su mirada reflejó felicidad cuando ha visto a Lucerys Velaryon sobre el lomo de su dragón Arrax. El joven príncipe pronunció unas palabras en valyrio y su fiel acompañante aterrizó junto al dragón de su hermano, luego bajó de la silla y se acercó hasta los futuros esposos que lo miraban con alegría.

—Lady Ofelia —saludó educadamente para luego aceptar el abrazo que ella le entregaba—. Felicidades por su compromiso.

—Gracias, príncipe Luke —agradeció dulcemente mientras se separaba de él y miraba a su prometido.

—Luke no quería perderse mi boda, así que ha decidido venir conmigo —dijo Jace, quien brevemente sacudió el cabello de su hermano para así quitarle la nieve que todavía cubría su cabeza—. Mi madre ha enviado sus disculpas y sus felicitaciones. Ella quería estar aquí, pero todavía no se recupera del parto desafortunado que tuvo.

—Podríamos haber pospuesto la boda.

—Es lo que le dije, pero ella ha mencionado que no había tiempo de esperas —dijo mientras soltaba un pequeño suspiro—. «Uno nunca sabe lo que podría suceder en el día de mañana». Esas fueron sus palabras.

—Es probable que los verdes intenten alguna maniobra ahora que hemos detenido sus provisiones —habló esta vez Luke.

—Lo entiendo —asintió Ofelia—. En ese caso, vayamos dentro. Hemos preparado un banquete como bienvenida.

—Me vendría bien algo caliente —dijo Luke, quien brevemente frotó sus brazos en busca de calor—. Jace me dijo que habría frío, pero no me imaginé que fuera tanto.

—La primera vez que vine no hacía tanto frío —confesó Jace—. También debí venir más abrigado.

Ofelia soltó una pequeña risa para luego girarse cuando escuchó una dulce voz llamándola. Una dulce joven que parecía tener la edad de Lucerys se acercó a ellos mientras llevaba consigo un pequeño bulto que ocultaba entre sus brazos.

—Lady Ofelia. Mire esto —mencionó dulcemente e iba a mostrarle aquello que ocultaba. Sin embargo, su mirada se detuvo en los dos invitados que la acompañaban—. ¿Ellos son?

—Ellos serán nuestros invitados —respondió Ofelia con tranquilidad—. Él es Lucerys Velaryon, príncipe de Rocadragón y heredero de Marcaderiva —dijo mientras señalaba a Luke, quien rápidamente mostró su mejor sonrisa a la muchacha que lo miraba con curiosidad—. A su lado se encuentra Jacaerys Velaryon, príncipe de Rocadragón, heredero del trono de hierro y también mi futuro esposo.

—Es un gusto conocerlos —saludó educadamente mientras realizaba una torpe reverencia—. Soy Sara Snow, hija de Rickon Stark. Oh, bueno, los demás me llaman la bastarda.

Jacaerys miró brevemente con sorpresa a Ofelia, ella nunca le había comentado acerca de una hermana bastarda.

—¿Qué es lo que querías mostrarme? —preguntó Ofelia con total tranquilidad. Sara dejó de mirar a los príncipes para así poner atención al bulto que tenía en sus brazos, entonces, le dejó ver a su hermana una pequeña cría de Lobo—. ¿Te lo ha dado Cregan?

—Sí. Dijo que debería de tener a un fiel acompañante de ahora en adelante.

—Felicidades —sonrió—. ¿Por qué no lo dejas con los demás? Todavía es muy pequeño para estar rodeado de tanta gente.

—Está bien —asintió Sara, y volvió a mirar a los príncipes—. Si me permiten —dijo mientras volvía a realizar una reverencia.

—Nunca me hablaste de una hermana —habló Jacaerys, quien miraba fijamente por donde Sara se había ido—. Además, no la vi por aquí cuando vine por primera vez.

—Yo tampoco tenía ni idea de su existencia —confesó, y Jace la miró confuso—. Mi hermano la encontró mientras realizaba su búsqueda en respuesta a la muerte de nuestro padre. Cregan la trajo a vivir con nosotros cuando se volvió guardián del norte, por eso cuando viniste no se encontraba aquí.

—Entiendo —asintió y miró brevemente a su hermano, quien todavía se encontraba mirando la dirección por donde la joven Sara desapareció—. ¿Sucede algo, Luke?

—¿Uh? No, nada —respondió con un poco de nervios—. ¿Podríamos buscar algo de calor? Creo que me estoy congelando.

—Por supuesto —sonrió Ofelia, y los guío hacia dentro para que así obtuvieran calor y disfrutaran del banquete que pronto estaría por comenzar.

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N.A: Bueno, Luke está con vida... A no ser... -risita-