˚ ༘✶ ⋆｡˚ ⁀➷

La mano del rey, Otto Hightower se encontraba sentado en el trono de Hierro en representación del Rey Viserys debido a que este no se encontraba en condiciones para escuchar las peticiones de los Stark y los Velaryon.

—La corona ahora escuchará las peticiones —habló Otto desde el trono—. Lord Bennard de la casa Stark de un paso al frente y presente su petición.

—Mi reina. Lord Mano —mencionó educadamente Bennard mientras miraba brevemente a ambos nombrados—. Estoy aquí para solicitar ante ustedes la gobernación absoluta en Winterfell. Esto, debido a que mi sobrino, Cregan Stark, no está capacitado para tomar el mando. Él siempre ha sido un chico algo salvaje que no piensa antes de actuar, por lo que alguien así al mando es un peligro, ¿no creen?

Ofelia se sintió completamente enfurecida al oír todas las barbaridades que decían de su hermano, por lo que rápidamente protestó. Sin embargo, su tío la mandó a callar porque no tenía derecho a decir nada en un lugar como ese.

—Sin duda alguna alguien así atraerá la desgracia, así que por el bien de la casa Stark, usted debería seguir al mando —respondió Otto, provocando la sorpresa de Ofelia—. ¿Hay algo más que desea solicitar?

—Hay una última cosa que quisiera solicitar y eso sería el unir a la casa Targaryen con la casa Stark —dijo Bennard, ocasionando la confusión en los presentes—. Quisiera proponer la mano de mi sobrina, Ofelia Stark, con uno de los hijos del Rey.

Nuevamente, Ofelia quería protestar, pero sabía perfectamente que, aunque lo hiciera, ella no sería escuchada.

—Lady Ofelia Stark ya se encuentra comprometida con alguien, Lord Bennard —habló Rhaenyra, quien se había colocado frente a Jacaerys para evitar que este se alterase y cometiera algún disturbio en la sala—. Ella será la futura esposa de mi hijo Jacaerys Velaryon, por lo que no puede comprometerla con otra persona.

—Ese ha sido un compromiso que se realizó con el antiguo gobernante del norte —explicó Alicent con seriedad—. Ahora mismo tienen a un nuevo gobernante y este solicita un nuevo compromiso, así que, Lord Bennard, como la reina y esposa del Rey Viserys, acepto el comprometer a Lady Ofelia con uno de mis hijos, el cual será Aemond Targaryen.

El rostro de Aemond radió de felicidad cuando escuchó la noticia, en cambio, Jacaerys se encontraba devastado y a punto de explotar, pero comenzó a relajarse cuando ha sentido la mano de su ahora ex – prometida sobre la suya.

—No haga nada de lo que pueda arrepentirse luego, mi príncipe —le susurró suavemente al momento en que soltaba su mano para así no causar la molestia de Aemond, quien se encontraba expectante ante cualquier movimiento de ellos.

—Está bien, mi lady —susurró Jace, y se movió hacia un lado junto a ella para que así el cuerpo de su madre y su padrastro los ocultara y evitara que Aemond pudiera verlos con claridad.

—Como el asunto con el norte ha terminado. Pasaremos a la siguiente petición —habló nuevamente Otto—. Sir Vaemond de la casa Velaryon de un paso al frente y presente su petición.

Sir Vaemond presentó sus argumentos ante la corona para que así lo nombraran el heredero de Marcaderiva, sin embargo, él no corrió con la misma suerte que Lord Bennard Stark, ya que, en ese momento, el Rey Viserys ingresó a la sala del trono y se hizo cargo de su petición.

—Debo admitir mi confusión. No entiendo por qué se escuchan las peticiones sobre una sucesión acordada —mencionó Viserys desde el trono—. La única que podría ofrecer alguna noción sobre los deseos de Lord Corlys es la princesa Rhaenys.

—Es cierto, majestad —pronunció Rhaenys, quien sonrió brevemente al oír que la estaban tomando en cuenta—. Siempre ha sido el deseo de mi esposo que Marcaderiva sea heredado de Sir Laenor a su legítimo hijo, Lucerys Velaryon. Su deseo nunca ha cambiado y tampoco mi apoyo a él —confesó y Jacaerys tocó suavemente el hombro de su hermano como una muestra de felicitación—. De hecho, la princesa Rhaenyra recién me informó de su deseo por casar a su hijo Lucerys con una de las nietas de Lord Corlys, Baela o Rhaena. Una propuesta que apruebo plenamente.

Otto y Alicent agacharon brevemente la mirada con decepción debido a que solo habían logrado obtener el poder de Winterfell y no el de Marcaderiva.

—Rompió la ley y siglos de tradición al nombrar a su hija heredera —habló Vaemond mientras volvía a colocarse en el centro para captar la atención de los presentes—. No pienso permitir esto. ¡Él no es un verdadero Velaryon! —gritó en el momento en que señalaba a Luke, quien rápidamente fue apartado por su hermano mayor y su madre por si las cosas se volvían desastrosas—. ¡Y mucho menos, mi sobrino!

—Lucerys es mi nieto legítimo y usted un segundo hijo de Marcaderiva.

—Usted puede llevar su casa como le plazca, pero no decidirá el futuro de la mía —dijo Vaemond con rabia—. Mi casa sobrevivió a la perdición y a mil tribulaciones posteriores. Y por todos los dioses, no veré cómo termina por culpa de este...

—Dígalo —le provocó Daemon al ver que este se mantenía callado.

—Sus hijos... ¡Son bastardos! —gritó fuertemente al momento en que miraba fijamente a Rhaenyra—. Y ella es una golfa.

La tensión aumentó ante las palabras de Vaemond, por lo que el Rey lo acusó de traición y lo amenazó con quitarle la lengua. Sin embargo, antes de que él hiciera algo, Daemon se le adelantó y decapitó a Vaemond mientras decía que podía conservar su lengua.

En aquel momento, Aemond frunció levemente el ceño y sintió una gran molestia cuando ha visto a Jacaerys abrazar a Ofelia para que así ella no mirara el gran desastre que se había formado en el centro del salón. El joven príncipe se acercó a ellos con gran desaprobación, y cuando llegó hasta ellos alejó a Ofelia de los brazos de Jace para así comenzar a abandonar la sala del trono.

Jacaerys se quedó de pie mirando como su tío se llevaba a la joven Stark mientras sentía una gran inquietud y un fuego comenzar a plantarse en su pecho.

∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙