──── 006.
˚ ༘✶ ⋆。˚ ⁀➷
Ofelia y Jacaerys compartían la calidez del otro en un encantador abrazo. Ninguno de los dos tenía intenciones de romper aquel contacto, no obstante, la voz de Lucerys Velaryon se hizo presente en la habitación, por lo que ambos terminaron por separarse para así mirar al pequeño niño que tenía su nariz rota por recibir un puñetazo de su tío Aemond Targaryen en la noche anterior.
—¿Es cierto que se irá, Lady Ofelia? —preguntó Luke con una voz algo cómica debido a que sus fosas nasales se encontraban tapadas con una tela que evitaba que su nariz continuara sangrando—. ¿Por cuánto tiempo nos dejará?
—No lo sé, príncipe Luke. Pueden ser días, meses o incluso años —dijo, y provocó que Luke agachara la mirada con decepción, ya que eso significaría que no podría continuar escuchando de las historias que ella le contaba siempre que él se lo pedía—. No se preocupe. Yo le escribiré para continuar contándole aquellas historias que tanto le gustan.
—Yo te ayudaré a leerlas —dijo Jace con una pequeña sonrisa—. Así podrás mejorar tu lectura.
—¿De verdad? —preguntó con esperanzas—. ¿Ambos me ayudaran?
—Por supuesto —asintió Ofelia para luego mirar a su prometido—. También le escribiré a usted, mi príncipe.
—Yo también le escribiré, mi Lady.
Jacaerys sonrió levemente, luego sostuvo la mano de Ofelia para así llevarla junto a Luke hacia el lugar donde la princesa Rhaenyra se encontraba esperando. Los tres salieron de aquella habitación, caminaron por los pasillos mientras charlaban sobre todo la diversión que habían tenido en este último tiempo, entonces salieron de aquel castillo y llegaron a su destino, donde han podido ver a la hija mayor del Rey Viserys junto a su dragón Syrax, mientras que a su lado se encontraba Daemon con su dragón Caraxes; ambos se encontraban discutiendo sobre un importante asunto que podría cambiar por completo sus relaciones familiares, pero se mantuvieron callados cuando vieron a los tres niños acercarse.
—¿Está usted lista? —preguntó Nyra con tranquilidad.
—Lo estoy —informó con una pequeña sonrisa para luego fijar su mirada en el Príncipe Daemon—. ¿El príncipe Daemon irá con nosotras? —preguntó educadamente, mientras comenzaba a sentirse un tanto inquieta ante la penetrante mirada que le lanzaba el príncipe.
—Sí. Él se encargará de llevar a su lobo —respondió Rhae, provocando de esa forma la confusión del príncipe, quien no tardó en fijar su mirada en ella—. Podría llevarlos a ambos, pero temo que algo suceda en el vuelo. Syrax no se lleva muy bien con los animales.
—Un momento —habló Daemon y dio unos cuantos pasos hacia su sobrina—. Me has pedido que te acompañe a Winterfell, pero nunca me mencionaste que debería de llevar a un lobo.
—¿No lo hice? —preguntó mientras lo miraba fijamente—. Lo lamento. Debí de olvidarlo.
—No pienso llevar a esa cosa —dijo Daemon al momento en que veía como el lobo de Ofelia corría hacia donde su dueña se encontraba parada—. Caraxes se lo comerá.
—Me has dicho que Caraxes no tiene problemas con los animales de otras personas —dijo Rhaenyra sin dejar de mirarlo—. ¿Acaso me has mentido?
—No. No lo hice.
—¿Entonces cuál es el problema?
Daemon se mantuvo en silencio. Realmente a él solo le agradan los dragones, por lo que se negaba completamente a relacionarse con cualquier otra especie que no fueran ellos; sin embargo, si Rhaenyra se lo pedía, él no seguiría discutiendo.
—No tiene que preocuparse de Fehrir, Príncipe Daemon —habló Ofelia, quien acariciaba suavemente la cabeza de su lobo—. Él se mantendrá quieto, así que ni sentirá que se encuentra junto a usted.
—Está bien—dijo Daemon, quien miró fijamente al Lobo, que tenía una mirada curiosa ante los demás—. Sin embargo, no me haré responsable si de pura casualidad ese lobo se cae de mis brazos.
Ofelia palideció brevemente al oírlo, pero volvió a la normalidad cuando su prometido le dijo que tenía algo que entregarle para que así ella no se olvidara de él cuando se encontraran alejados.
—Luke, ven un momento —le llamó su madre. Su hijo no tardó en acercarse, así que ella junto a Daemon y Luke se alejaron para así darle un último momento a solas a los futuros esposos.
Jacaerys respiró hondo, luego comenzó a buscar algo entre los bolsillos de su ropa y sacó un pequeño collar hecho a mano.
—Hace unos días a Vermax se le han caído unas escamas, así que tomé una y preparé algo para usted —dijo Jace mientras le dejaba a ver a Ofelia aquel collar—. Intenté hacerlo lo mejor posible, pero como verá no soy muy bueno con las manualidades.
—Es muy bonito, mi príncipe —dijo dulcemente mientras sostenía aquel collar que él le entregaba—. ¿Cómo puedo agradecérselo?
—Solo prométame que no me olvidará.
—Por supuesto que no lo haré. Usted se ha vuelto muy especial para mí.
—Usted también se ha vuelto muy especial para mí.
Ofelia sonrió dulcemente mientras recordaba la primera vez en que lo conoció. Al principio, la niña se negaba a que su padre la comprometiera con alguien de la realeza, ya que su hermano mayor, Cregan Stark, le había dicho desde que era muy pequeña que ellos tenían actitudes cuestionables y que solamente la harían sufrir. Sin embargo, cuando conoció a la familia de Jace, se dio cuenta de que no todos eran como su hermano lo había mencionado.
Rhaenyra era una encantadora mujer que la trató de manera amable durante toda su estadía en el castillo, e incluso consolaba a Ofelia cuando se sentía decaída al no estar cerca de su familia. Lucerys al principio la ignoraba porque el pequeño niño había oído de su tío Aegon que las mujeres lo volverían loco, sin embargo, cuando escuchó por parte de su hermano mayor que Ofelia era una mujer espectacular y que contaba las mejores historias, dejó de ignorarla y la trató dulcemente. Jacaerys por su parte, era un chico dulce, amable y por sobre todo respetuoso, por lo que Ofelia se sintió segura de estar a su lado y es por ello por lo que ya no se negaba a su compromiso.
No había duda de quien sea que se casara con Jacaerys, sería la persona más amada y respetada del mundo, ya sea por él o por su propia familia.
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top