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—¿Dirán quien comenzó o no? — inquiere la superior por quinta vez en los últimos cinco minutos. Pues sí, lo ha preguntado un ves por minuto y ha aguardado hasta ahora por una explicación.

Está sentada en su escritorio esperando que alguna de las dos hable, Proba junto a Irina en frente, y no tienen pinta de acceder a hablar. Están en la dirección de la residencia como si fuesen dos colegialas castigadas por comportarse mal en el instituto, sólo con la diferencia que no hablamos de dos niñas, sino dos mujeres que se comportan como si no lo fuesen

Ya sé lo que les pasa.

Se preguntan ¿qué pasó en la pelea?.

Pues yo les contaré todo con lujos de detalles

Cuando Proba se levantó del suelo con más aspecto a comida que ha persona le propició un piñazo a Irina, un piñazo que le rajó el labio inferior provocando que saliera una tira de sangre. Sí, fue grabe, a mí también me dolió.

Entonces fue cuando intervino Bran

—Vamos nena, yo sé que tu das más —le dijo todo emocionado embullándola a seguir. Pues sí, tremendo compañero

Irina dejó de sobar su cara que dolía sobradamente y fue a devolverle el golpe a Proba. Sólo que la rubia fue más ágil, sujetó su mano hecha puño y jaló de ella para darle un cabezazo cuando la tuvo cerca. Todos en el comedor estaban emocionados, y locos por ver quién sería la ganadora. Algo que no era difícil de intuir.

Entonces fue cuando otra vez intervino nuestro querido Bran

—Cincuenta a por Proba —dijo el desgraciado. Ni siquiera apostó a por su amiga

—Me apunto —gritó otro desde el final del comedor

—Yo voy treinta a Proba —gritó un castaño que estaba sentado en una de las mesas disfrutando del espectáculo

—Yo también le doy, y con el doble de cantidad —otro que también se sumó

—Voy diez a por Irina —dijo una chica atrayendo la atención de todos. No porque fuese a apostar, sino por darle a la evidente perdedora

En lo que Irina se levantaba del suelo Bran fue con un vaso desechable recogiendo el dinero que todos habían apostado, incluido el suyo. Proba seguía en posición lista para acabar con Irina, y todos expectantes del gran final

—Vamos Proba, me harás ganar una buena pasta —dijo Bran eufórico

Irina se recompuso y le echó una mirada de las que dan miedo a Bran, lo fulminó con la mirada y luego la desvío a Proba

—Espero que lo hayas disfrutado —dijo seria viéndole con saña

—Aun me falta un poco, pero si — respondió ella toda divertida. Estaba que no le cabía un alpiste más, porque claro todas las apuestas estaban a su favor, con excepción de una ilusa que apostó a por su contrincante

—¿Te falta?, a pos seguro se la darás a tu culo —dijo ella y seguido le dio un piñazo

Esperó a que Proba se despegara del suelo y cuando esta volvió a su posición defensiva le propinó jimaguas dejándola atolondrada

—Vamos Proba, que no puedo perder esta pasta — comunicó Bran al ver que su aliada daba pena

—Pasta será lo que te meteré por la cara cuando termine con ella — gesticuló Irina echándole una mirada peor que la de antes y agarró la cabeza de Proba para meterla contra la meseta del servido

Proba cayó al suelo y de ahí no se levantó para nada, lo intentó mucho, pero sus manos no tenían la suficiente fuerza para alzar su cuerpo, y cada vez que hacía por alzar la cabeza esta rebotaba chocando con el piso.

—¡Vamos Proba! —gritó Bran al verla tendida en el suelo

—De ahí no la para ni dios, así que dame lo mío —dijo la chica que había apostado a favor de Irina

—Mierda —protestó él y le entregó el dinero. Las protestas del público no tardaron en hacerse presentes al ser conscientes de su pérdida efectiva

Irina agarró un bol lleno de pasta y se lo viró a Bran en la cabeza haciendo que esta se le regara por todo el rostro

—Para la próxima, si vas a apostar por mí has una oferta que valga la pena — le dijo a la chica que había dado diez pesos a su favor, y le quitó todo el dinero dejándola solamente con los diez pesos que eran suyos.

Agarró una bandeja con todo lo que le apetecía y se sentó a una mesa para comer su cena. La pasó aislada y solitaria, deseando que Jen estuviese allí acompañándola en ese momento.

Debo destacar que el día para ella no fue de los mejores.

Minutos después había terminado, devolvió su bandeja con restos de comida y se dispuso a salir del comedor para regresar a su departamento donde le esperaba su cómoda cama y su hermoso cachorro. Sólo que al cruzar la puerta se encontró con un soldado que aguardaba por su aparición, y que solamente se limitó a accionar dos palabras

—¿Ha terminado ya? —ah, pues fueron tres; y agarrándola del brazo casi que arrastrándola la encausó hasta la oficina de la superior al mando, la Sr. Ana

La guió hasta el asiento y la sentó en el mismo, ella por supuesto le propinó patadas y piñazos durante todo el transcurso, y ni crean que ese comportamiento cambió cuando la encaminaron con la superior

—Irina —gesticuló la superior en un tono que a kilómetros se sabía que era de molestia

Entonces fue cuando ella se relajó, y luego de bramar y darle unos buenos golpetazos al brazo del asiento se estuvo quieta mostrando respeto hacia su superior

A los pocos segundos llegó otro soldado con Proba colgando de su hombro derecho, quién le golpeaba la espalda con insistencia a la vez que de su boca salían todo tipo de insultos sumamente vejatorios. A este no parecía insultarle en lo absoluto, y era tan fuerte y musculoso que los golpes de Proba no le causaban molestia alguna.

De la misma forma que hizo el soldado anterior la sentó al asiento frente a la superiora, junto a Irina.

—Gracias Polo —agradeció la superiora y este salió de la oficina dejándolas a solas —Acá tengo a mis dos gaticas ariscas —dijo Ana refiriéndose a Irina y Proba —¿dirán quien fue la primera en causar el bullicio? —preguntó con mucha calma, pues sabía que con ellas dos debía ser muy paciente

Las chicas no dijeron absolutamente nada, permanecieron en silencio como si la superiora no hubiese realizado pregunta alguna

—Los códigos de guardar silencio en caso de interrogatorios no tienen que emplearlos conmigo—explicó Ana, pero ellas seguían con el mismo mutismo

5 minutos después

—Bien, tengo muchísimo tiempo. De todas formas ya me han sacado de mi casa, y comodidades, así que puedo estar aquí hasta que gusten —dicho esto sacó una lima de la gaveta de su buró y comenzó a limar sus uñas con una tranquilidad sorprendente

Nuevamente las puertas se abrieron y esta vez trajeron a Bran. Llevaba otra ropa y el cabello mojado

—Hemos tardado porque exigió tomar una ducha antes —explicó otro de los soldados y le dio un empujón para seguido cerrar la puerta

—Buenas noches Bran, ¿o debería llamarte Ludópata? —preguntó Ana con la misma tranquilidad y una molestia notoria

—Señora yo…

—¡Silencio! —demandó ella —No quiero que me expliques nada porque se supone que un soldado evita el desorden y escándalo público, que es lo que acá tus compañeras hicieron hoy. Pero tú en vez de desapartar te pones a hacer apuestas como si esto fuese un rin de boxeo —dijo bastante estresada dejando la lima a un lado.

Bran por su parte bajó la cabeza

—Discúlpeme señor —dijo Bran avergonzado

—Yo sé perfectamente que fue lo que sucedió en el comedor, se quién comenzó y quien finalizó —dijo ella alternando la vista entre Proba y Irina —lo que pretendía es que ellas fuesen sinceras y luego se pidieran unas disculpas, pero como veo que no podrá ser, iré a la fase dos

Los tres abrieron los ojos al escuchar las últimas palabras, pues la superior Ana es una soldado que pone castigos extremadamente punzantes, y la cara que lleva justo ahora no tiene pinta de ser la excepción

—Polo —llamó ella haciendo que el soldado bien fornido se hiciera presente en la oficina

Este caminó hasta ella y le entregó una caja de magnitud mediana

—Gracias —dijo ella con su molestia sumamente aminorada permitiendo que el soldado saliera de la sala

Entonces, Ana se levantó del asiento y tras abrir la caja sacó unas esposas que colocó en el brazo derecho de Proba y el izquierdo de Irina

—¿Que haces? —protestaron ambas a la vez, jalando cada una para su beneficio. Pero fue en vano, pues las esposas estaban puestas

—Pasarán toda la noche en el campo de entrenamiento corriendo de un lado a otro, Irina debe llegar al tanque azul con Proba a su lado, y Proba debe llegar al tanque rojo con Irina a su lado. Sólo una de las dos puede ganar, y la que pierda será enviada tres meses a trabajar en la policía de la ciudad poniendo multas, sin nada de acción ni dada que no sea multas. Ya he hablado con una fuente de mi confianza para enviarlas allá, será una de ustedes dos, la que pierda, por supuesto.

» Como veo que les encanta ser ariscas pueden darse tantos golpes como gusten. Ahora, saben que su rostro es algo muy importante para su trabajo, la que tenga el rostro magullado no me funciona para nada, así sea la ganadora. Entonces, les haré un resumen: Solo habrá una ganadora y pueden darse tantos golpes como gusten, la perdedora se va tres meses a poner multas y la que tenga un solo golpe así sea la ganadora, está fuera de la organización. Es eso o que se pidan perdón

Ana se quedó aguardando por las disculpas,  pero estas seguían igual de silenciosas, ninguna quería pedirle perdón a la otra.

—Lo que pensé —dijo Ana igual de calmada —el campo ya está listo para ambas

Las dos se levantaron de las sillas y tras ellas la superior

—Ya casi me olvido de ti. Estarás limpiando todos los departamentos de la residencia en los próximos tres días, y empiezas hoy —le explicó a Bran antes de salir

—Pero son muchísimos departamentos, no me alcanzaría el día —protestó él

—Pues te aconsejo que comiences cuanto antes, en el baño te esperan los utensilios de limpieza

Las tres junto a los soldados fueron hasta el campo de entrenamiento, y uno de los soldados les abrió la puerta para que entraran al lugar

—Aún están a tiempo de pedir disculpas —habló Ana dándoles una última oportunidad. Pero las chicas siguieron igual de mudas, una de espalda a la otra con las manos esposadas

Ana soltó un suspiro y los soldados las guiaron hasta el centro del campo, dejando la misma distancia de un lado como de otro para cualquiera que fuese la ganadora. Cada tanque se encontraba a dos kilómetros desde sus posiciones. Los soldados las dejaron en el centro y salieron del campo dejándolas a la espera de la señal

—He olvidado decirles que hay lobos, serpientes y trampas. —explicó Ana hablando por un megáfono

Irina y Proba se quedaron heladas al escuchar aquello. Las tres eran aterradoras, pero los lobos eran animales que las despellejarían sin pestañear, y no contaban con armas ni nada. Creo que ahora sí comenzaban a arrepentirse

—¡Suerte! —les deseó Ana y seguido apretó el gatillo lanzando un tiro al cielo.

La señal

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