Capítulo 3

Ha pasado una semana y la situación en la casa de Bakugou no era la mejor. 

Kasui evitaba a todos.
Salía por la mañana para ir a la escuela y cuando terminaba se encerraba en su habitación.

Katsuki, que tenía una mirada ausente, pasaba más tiempo fuera de casa y se retiraba a altas horas de la noche para evitar a los dos niños.

Ochako sufría al ver esa situación e intentó varias formas de reconciliar los dos, pero sus esfuerzos fueron en vano.

Hanabi estaba preocupada, pero sobre todo temía que la situación empeorara.

(...)

Ese día acababa de sonar la campana para indicar el inicio de la pausa para el almuerzo, cuando...

"¿Ne ne has oído hablar de ese tipo con un quirk particular?" - dijo una chica de cabello naranja, llamando la atención de sus compañeros de clase, especialmente la de cierto moreno.
"Obvio, lleva casi un mes hablando de ello" - respondió una chica de cabello rojo largo y liscio.
"¿¡¿UN MES?!?" - exclamó Tetsua sorprendida y gimiendo continuó: "Solo me enteré ayer, sigh".
"¡Tetsua, para ser un gran héroe tienes que estar al día!" - la regañó un chico de cabello azul.
"Cuánto me gustaría ver el futuro yo mismo. ¿Seré un héroe profesional? ¿Entraré en el Top 10?" - dijo con entusiasmo un niño con cuernos pequeños y piel y cabello rosados.
"Todos sabemos que tu único interés es saber si te casarás con Hanabi-chan, kero" - respondió una chica de cabello verde y piel azulada.
"¡¡¡AKI-CHAN !!!" - gritó Reiji avergonzado.
"Vamos Aki-chan, ¿no tendrías curiosidad por saber qué te espera en el futuro?" - le preguntó Mirai con ojos soñadores.
"No quiero spoilers, kero"
"Qué estricta eres, Aki-chan" - la regañó un chico de cabello rubio y ojos verde esmeralda, quien continuó: "Prefiero saber más sobre su quirk, piensa en cómo podría us-" - y entonces el rubio empezó a murmurar para sí mismo.
"AHAHAHAH, Izaya, eres como el tío Deku" - le dijo Hanabi.
"Bueno, además, soy su hijo jejeje" - respondió el chico, rascándose la cabeza con torpeza.
"Lamento destruir tus sueños Izaya, pero se asume que este individuo es parte del Nuevo L.O.V." - dijo un chico de cabello negro.
"Ahora entiendo por qué mi padre y los otros héroes están agitados" - respondió meditabundo Izaya.
"Piensa en cómo los villanos podrían usar ese quirk: ir al futuro y destruirlo o volver al pasado y destru-"
"¿¡¿VOLVER AL PASADO?!?!?" - gritó Kasui de repente llamando la atención sobre sí mismo.
"¡ME ASUSTASTE! BAKA! Escuchaste bien, dije que volvieras al pasado-" - respondió Tetsua pero fue bloqueada por Kasui quien, volviéndose hacia la pelirroja, le preguntó: "Mirai, ¿qué tipo de quirk tiene este villano?"
"¡HEY! ESTABA HABLANDO CONTIGO-" - gritó ofendida la naranja, la cual fue nuevamente interrumpida por Mirai quien respondió a Kasui: "Este villano tiene un quirk que le permite viajar en el tiempo, solo sabemos esto y nada más."
Al final de la frase el niño tomó su bolso con fuerza pero su huida fue interrumpida por la entrada del profesor al aula, quien comenzó la lección.

(...)

Cuando sonó la campana que indicaba el final de las lecciones, Kasui se levantó de su silla y salió corriendo del aula.

"KASUI" - lo llamó Hanabi, pero en vano.
"Hana-chan, ¿pasa algo con Kasui?" preguntó Mirai.
"Ha estado actuando de forma extraña esta semana" - dijo Reiji.
"Sí, Mirai y Reiji-kun tienen razón" - confirmó Izaya.
Hanabi miró a sus compañeros y en sus ojos, notó sus preocupaciones, suspiró y dijo: "Está bien, les cuento lo que pasó hace una semana ..."

(...)

Ese mismo día en la casa de Bakugou.

"Kasuiii, abre esta puerta, tenemos que hablar" - le dijo Hanabi llamando insistentemente a la puerta de la habitación de su hermano.
"Vete Hana" - le ordenó el chico.
"¡NO! ¡SEGUIRÉ LLAMANDO HASTA QUE ME ABRES! ¡SABES QUE NO ME RENDIRÉ!"
"Haz lo que quieras" – dicho esto suspiró y se puso los auriculares para con algo de música para ignorar a su hermana.

"Ya han pasado 3 horas, se habrá ido" - pensó Kasui quitándose los auriculares pero un murmullo proveniente de detrás de la puerta llamó su atención.
Se levantó y caminó hacia el murmullo, puso el oído en la puerta y de ese conjunto de palabras dichas en voz baja logró entender su nombre y 'abre'.
El chico decidió abrir la puerta y lo que vio lo dejó sorprendido: su hermana en cuclillas con los ojos enrojecidos por las lágrimas repitiéndose en un bucle para abrir esa puerta.
"Hana-chan" - la llamó el moreno.
La rubia miró hacia arriba y al verlo lo abrazó con entusiasmo."P-por favor.. sigh... Kasui, r-reconcìliate... sigh... con papá" - dijo Hanabi entre lágrimas.
"Hana, ya hemos hablado de eso. Es más."
"¿Q-Q-Qué... sigh... v-vas ... a-a ... sigh ... h-ha-hacer?" - preguntó mirándolo directamente a los ojos.
"Nada, ahora vete" - respondió el chico tratando de apartarla, pero la rubia fortaleció su agarre."N-no... sigh... haz lo que estás p-p-pensando. T-t-te pondrás... sigh... en problemas"
"¡ES SUFICIENTE HANABI! HAGO LO QUE QUIERO" - gritó Kasui empujando a la rubia y cerrando la puerta en su cara.
"¡KASUI!" gritó la rubia golpeando la puerta.

Ochako, que acababa de regresar del trabajo y escuchó a su hija gritar el nombre de su hermano, caminó hacia ella y la llamó.
Hanabi al escuchar la dulce voz de su madre detrás de ella, se dio la vuelta, la miró y con lágrimas en los ojos exclamó: "¡MAMÁ!" - y se arrojó sobre ella, abrazándola.
Ochako con actitud maternal trató de calmar a la rubia acariciando su espalda y le preguntó: "¿Qué pasa, Hana?"
"Nada. Te extrañé mamá" - respondió la hija, aumentando la fuerza del abrazo.
"Pretenderé creerte. Cuando quieras hablar de eso, estaré lista para escucharte, ¿de acuerdo?"
Y en respuesta obtuvo un asentimiento con la cabeza.

Madre e hija permanecieron abrazados unos minutos.

"En el camino a casa me detuve a comprar algunos mochis. ¿Qué te parece? ¿Nos mimamos con dulces?" - propuso Ochako.
"Mamá, sabes que no me gustan las cosas dulces" - respondió Hanabi.
"Ah, que cosa horrible. Mi hija a la que no le gustan los dulces, que decepción" - dijo teatralmente y continuó sonriéndole: "Pero como soy tu mamá, también tomé algunos mochis picantes. ¿Qué dices? ¿Vamos a la cocina?"
"Sii"
Luego, los dos fueron a la cocina para comer cada uno su propio mochi.

Esa tarde, madre e hija la pasaron charlando y riendo juntas.

"Mamá" - la llamó Hanabi.
"¿Si?"
"Te amo" - le dijo sonriéndole y luego la abrazó.
"Realmente necesitas que te mimen hoy, ¿eh?" - la besó en la mejilla y continuó: "Yo también te amo Hana"
"También amo a papá y Kasui también lo ama incluso si no lo admite".
"Lo sé, mi bebé"

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