"¡Yo ... estoy cansado! ¡NO PUEDO SOPORTARLO MÁS! ¡Basta!" - gritó el moro con lágrimas en los ojos.

Los dos padres se miraron desconcertados y preocupados por ese comportamiento.

"Kasui..." - Ochako lo llamó acercándose a él, junto con Katsuki.

"Mamá... sigh... yo..." - trató de formular el niño mirando con ojos llorosos a la mujer que tenía delante.

Ochako preocupada lo abrazó y mientras trataba de calmarlo acariciando su cabello de una manera maternal le preguntó: "¿Qué pasa, Kasui?"

Katsuki observó esa escena con amor y con un toque de nostalgia porque esa visión lo trajo de vuelta a los recuerdos: cuando Kasui era un niño que buscaba varias excusas para llorar y luego correr entre los brazos de la madre para ser mimado, un gesto que en ese momento lo puso celoso.

"Mamá... sigh... ¿estás feliz?"

Esta pregunta despertó a Katsuki de sus dulces recuerdos, dejándolo sorprendido: "¿Qué pregunta es?" - pensó irritado, pero una sensación de inquietud lo envolvió.

¿Tenía miedo de escuchar la respuesta?

Los latidos de su corazón comenzaron a aumentar.

"Por supuesto que sí" - respondió Ochako con una sonrisa y continuó: "¿Cómo podría no estarlo?"

Al escuchar la respuesta, el rubio comenzó a respirar nuevamente, una acción que detuvo involuntariamente después de escuchar esa pregunta.

Kasui suspiró, puso sus manos sobre los hombros de su madre, la apartó un poco y la miró a los ojos y exclamó: "¡No te creo!"

"Deberías, porque realmente lo estoy" - Ochako respondió gentilmente.

"¡MENTIROSA!" - gritó el moro, que llevaba sus brazos a lo largo de sus caderas y apretaba los puños con fuerza.

"Kasui..." - lo llamó suavemente Ochako, tratando en vano de tomar su mano.

"Mamá... Kasui... Papá... ¿qué pasa?" - preguntó preocupada Hanabi, que fue atraída por los gritos...

"Han-" - trató de llamarla Ochako para tranquilizarla, pero fue interrumpida por Kasui quien, señalando al padre, gritó enojado: "¡CÓMO PUEDES SER FELIZ CON UNO COMO ESE! "

"¡¿COMO ESE?!?!? ¡SOY TU PADRE, JODER!" - gritó irritado Katsuki.

"¡Hubiera preferido que no lo estuvieras!" - le gritó Kasui.

Después de esta exclamación, todos quedaron petrificados, especialmente Katsuki.

El silencio cayó en esa habitación.

Silencio que duró unos minutos.

"¡MERECES ESTAR SOLO Y SUFRIR COMO LO HACES CON OTRAS PERSONAS! NO NOS MERECES, PERO SOBRE TODO A MAMÁ. ELLA SE MERECE A ALGUIEN MEJOR QUE TÚ, ALGUIEN COMO EL TÍO DEK-"

¡Slap! El sonido de una bofetada resonó en la habitación.

Kasui se sorprendió por el gesto pero no fue el único, también Katsuki y Hanabi estaban sorprendidos: Ochako había abofeteado al menor de la casa Bakugou.

El moro puso su mano en la mejilla roja por el gesto y miró asombrado a su madre, que tenía la cabeza baja y sostenía la mano con la que lo había abofeteado.

"¡Kasui!" - lo llamó Ochako y con una voz débil continuó: "D-disculpate con tu padre. Él no merece esas palabras".

Kasui lo miró y notó que una expresión seria, que emanaba tristeza y decepción, había reemplazado el ceño fruncido que tanto lo caracterizaba.

Esas palabras habían herido profundamente al héroe Ground Zero.

"N-no sabes nada... sobre nosotros..."

La débil voz de Ochako llamó la atención de su hijo menor que, cuando se encontró con la mirada de su madre, murió.

Sus ojos color chocolate eran brillantes y sus mejillas rosadas estaban llenas de lágrimas.

Su madre estaba llorando.

Por su culpa.

"M-mamá..." - susurró Hanabi.

"¡Tú no sabes nada de mí, de nosotros! ¡No sabes por lo que hemos pasado para llegar aquí! No sabes lo mal que hablaron de tu padre porque estaba conmigo. Nadie creía en nuestro amor. No sabes lo difícil que fue aceptar nuestros sentimientos. ¡Soy feliz, Kasui! Estoy feliz de tener todo esto: un marido que amo, dos hermosos hijos, el trabajo que siempre he soñado hacer. ¡No sabes cuánto quiero a tu padre! Aunque es susceptible, a veces gruñón, pero conozco su lado dulce y cariñoso que esconde de todos. Lo amo tal como es. ¡No merezco nada mejor, porque ya tengo todo lo que es perfecto para mí! Así que, Kasui, discúlpate con tu padre, no se merece esas palabras." - se desahogó Ochako.

La habitación volvió a caer en el silencio.

"Papá..." - lo llamó Kasui y lo miró.

Katsuki devolvió la mirada.

"¡Te odio!"- exclamó Kasui, quien corrió a su habitación.

"¡KASUI!" - lo llamaron madre e hija juntas, pero en respuesta sólo recibieron el golpe de la puerta que se cerró violentamente.

Uraraka cayó de rodillas y terminó en el suelo, su cuerpo se sacudió por el llanto.

"Madre" - la llamó tristemente Hanabi.

"K-ka-katsuki... sigh... lo siento. Él... él... él... él... él... él... él no... él no... él realmente no piensa e-e-esas cosas, perdónalo... por favor..." - dijo la mujer de la gravedad entre lágrimas a su marido.
"Ochako..."
Katsuki se acercó a su esposa, se bajó a su altura y la miró con tristeza.
"Perdónalo... no..." - dijo Ochako devolviendo la mirada de su esposo.
De repente, Katsuki la abrazó.
"Shh... está bien, cara de ángel. No dejaré que tu versión masculina me haga daño".

"K-k-ka-katsukiii... sigh... sigh..." - continuó Ochako llorando en el pecho del rubio, mientras este último trataba de calmarla acariciando su cabello.

"Papá..." - lo llamó Hanabi, que tenía los ojos carmesí velados con lágrimas.

"Ven aquí, spicy mochi" - dijo Katsuki, quien le indicó que se uniera al abrazo.

Hanabi no se lo hizo repetir dos veces y, llorando, también se arrojó a los brazos de su padre.

Lo que sucedió no fue una de las disputas habituales y los tres lo sabían.

ÁNGULO AUTORA:
Aquí estoy con un nuevo capítulo, espero que les guste✨

Besos🌸
~Ale-chan❤️