11

Camila: 

Veía como Sofia caminaba de un lado a otro en la sala hablando sobre lo increíble que era Lauren por todas las cosas que trajo en los últimos días y lo que me decía. Lo cual no era nada comprometedor, más bien eran palabras de aliento sobre mi inteligencia y mis gustos.

Me irritaba mucho saber que todo lo que Lauren me había regalado, lo había disfrutado Sofía. Había perdido un concierto de Ed Sheeran con la persona que me gustaba. Quería morir.

Claro, no literalmente.

Mis padres le prestaban atención a cada palabra de Sofía con sus ojos puestos en mí. Sabía que se divertían de la situación y era algo que me frustraba.

¿No podían parar el entusiasmo de Sofía?

—Entonces Lauren comenzó a bailar como loca. — Mi hermana pequeña rió, sonreí imaginándola en pleno estadio bailando. — Y una chica se le acercó, no recuerdo muy bien su nombre. — Sentí mi cuerpo hervir de repente. Mis padres me miraron, prestando atención a mis gestos. — Igual eso no importa, Lauren la alejó y siguió bailando. Luego de eso hubo una pausa y fuimos a comprar burritos.

Respiré aliviada. Lauren había hecho algo bueno.

—No digas esas cosas delante de Camilita porque ni dos kilos de bananas la van a calmar. — Mi madre rió del chiste de mi papá. Rodé los ojos. — Hey, compórtate conmigo, señorita. — Rieron los dos, esta vez más fuerte.

Verlos así me daba ganas inmensas de encontrar a esa persona para mí. Alguien que esté en las buenas y en las malas, que me haga reír y que seamos cómplices juntos, que nada ni nadie pueda romper nuestro fuerte.

—Mija, este sobre tiene tu nombre. — Me asusté al ver a mi madre parada frente a mí estirándome aquel papel. ¿En qué momento pasó de un lugar a otro?

Tomé el sobre con cuidado. Mi madre se sentó a mi lado, puso la palma de su mano en mi espalda y comenzó a acariciar ésta.

—E-es la letra de Lauren.

—Lo sé, ella la trajo.

—¿Por qué no entró?

—Estaba más nerviosa que tú, cariño.

—La leo después. — Coloqué el sobre en mi muslo derecho y miré al frente, dónde estaban Sofi y mi papá viéndome a la expectativa.

—Puedes leerla ya mismo.

—Solo lo dices porque quieres saber que tiene el sobre.

—Claro que sí, es hermoso ver las cosas que Lauren hace por mi hija. — Rodé los ojos.

—Vamos, Mila. Ábrelo. — Sofía aplaudió.

—Sí, mija. Así sé si protegerte de Lauren cuándo venga o no.

—¿Cómo sabes que Lauren vendrá más veces?

—Presentimiento de padre experimentado.

Los miré a todos. Tenían razón, muero por abrir ese sobre. Todas las cosas que Lauren hizo por mi entre la semana fueron fantásticas pero siento que nada se compararía con este momento.

Abrí el sobre con desesperación. Sofi dio un gruñido diciendo que pensó que sería algo genial y hermoso, no una carta. Así que fue a su habitación a jugar.

—Quedan ustedes...

—Quedamos nosotros... — Dijeron al mismo tiempo. Sonreí.

—Eso significa que me voy a mi habitación a leerla.

—No, eso significa que si hay una parte sexual, puedes decirla sin tener que taparle los odios a Sofi.

—¡Sinuhe!

—¡Mamá!

—Ya, léela.

''Hola, Camz. Es Lauren.

Ugh, soy una idiota. Es obvio que sabes quién te está escribiendo esto.

También quiero que sepas que no solo soy una idiota por lo que escribí anteriormente. Soy una idiota por todas las cosas que te hice pasar. Te hice creer que estaba con ese idiota de Blake cuándo en realidad soñaba estar contigo, pasear contigo, coquetear contigo, besarme contigo.

Camila Cabello, eres una mujer de mis sueños y de mi realidad eterna. No te quiero perder. Sé que somos muy jóvenes para prometernos un futuro y decir que estaremos juntas por siempre pero hay un problema y es que, contigo veo mucho más que un para siempre. Nos imagino estando juntas en otras vidas de alguna u otra forma con la otra, amándonos de maneras diferentes.

¿Sabes por qué?

Porque somos almas gemelas. Cosa que va más allá que un simple cuerpo de carne, huesos y órganos raros.

Porque esto es amor, Camila. Lo sabes y sabes que sobrepasa cualquier cosa.

En ningún momento quise que dañarte y hacerte sentir menos, hacerte sentir que no podías ser amada por mí. Estaba confundida pero al mismo tiempo decidida. Decidida por mis sentimientos hacía ti y confundida por cómo afrontarlos contigo.

Estoy enamorada de ti.

No te doy todas estas cosas materializando lo que siento por ti. Te las regalé o más bien se las regalé a Sofi para que tengas presente que recuerdo todo lo que decías cuando estábamos a solas o con las chicas.

Lo que pongo en esta carta es pidiéndote disculpas por lo idiota que fui, aunque tú, Cabello, también rompiste una parte de mi mostrándome a todas esas mujeres.

Me disculpo en letra porque no me quieres ver y te conquistaré personalmente porque es mi deber.

LMJM.''

Mi vista estaba nublada apenas comenzando la carta. Sabía que mi rostro en este punto era un asco. Me sentía tan aliviada. Lauren me ama y quiere estar conmigo.

—Yo quiero a alguien en mi vida como Lauren. Papi ¿Puedo tener a alguien como Lauren? — Me sobresalté al escuchar la voz de Sofia detrás del sofá. Limpié mis lágrimas lo más rápido que pude.

—Si pero dentro de veinte años. — Respondió mi papá. Reí.

—Eso es mucho tiempo. Es injusto que Mila pueda tener una Lauren y yo no.

—¿No que ibas a tu habitación? — Preguntó mi papá.

—Sí pero tengo hambre y vi que Mila abrió la carta y la leí con ella.

—Mija, toma el consejo de Sofi. Puedes tener a Lauren. — Miré a mi madre. Ella tenía lágrimas en sus ojos. — Ella te quiere mucho. Las personas pueden cometer errores ¿O crees que tu padre fue un santo de su devoción? Él también ha hecho cosas que me dañaron y que sé que no se enorgullece de ello pero aquí estamos.

Mi papá carraspeo nervioso.

—Tu madre también cometió errores y... — Se calló al mi mamá mirarlo con una ceja levantada. — Y ya yo la perdoné por ello.

~~~

Narrador omnisciente:

—Ya pasó una hora ¿Creen que debo ir a casa de Camila y preguntarle si leyó la carta? — Lauren se levantó rápidamente del sofá pero Ally la sentó a la fuerza.

—No, ni sabes si se ha tomado el tiempo para leerla. Debes darle tiempo.

—Pero ya le he dado mucho. — La ojiverde lloriqueó.

—Es cierto. — Luna estuvo de acuerdo con su cuñada. — Si va y Camila no la leyó, entonces que le diga lo de la carta frente a frente. — Al decir eso, Lauren abrió los ojos por el extremo pánico creciendo dentro de sí.

—Emm... Creo que espero a que ella venga. — Dijo mirando al suelo. Ally le sonrió a su novia y en silencio le pronunció un: ''Gracias''. Luna le guiñó un ojo al entender lo que quiso decir.

—Okay ¿Listos para cenar? — Preguntó Clara.

—¡Yay! Tengo mucha hambre. — Nella entró a la sala en brazos de su abuelo Mike y al lado de su abuela Clara.

—¿Ya es hora de cenar? ¿No es muy temprano? — Lauren preguntó confundida.

—Iremos al restaurante favorito de Ally, está a media hora de distancia. Debemos irnos ahora antes de que se llene el lugar, vamos.

—¿Y si Camila viene a buscarme?

—Camila te va a esperar. — Clara levantó una ceja. No quería que Lauren dijera una sola palabra.

—Pero-

—Vamos. — Pronunció lentamente la mujer. Lauren decidió callarse y subió a buscar una chaqueta.

Camila corría apresuradamente por toda la calle. Por primera vez en su vida no se sentía agitada por correr demasiado. Estaba eufórica por hablar con Lauren, por tocarla, por estar juntas, por abrazarla. La necesitaba más que a nada.

Tocó la puerta de la casa de los Jauregui pero nadie salió. Sin esperar a recuperar el aire en su totalidad, corrió a casa de Dinah, que era prácticamente volver a su casa.

Pensó en tocar la puerta y hablarle a su prima sobre lo que pasaba pero decidió subir a la casa del árbol y esperar a Lauren por un tiempo. Le mandó un mensaje rápido, esperando que la ojiverde lo leyera.

La casa del árbol significaba mucho para ellas. Fue el lugar dónde pudieron hablar por primera vez y decidieron conocerse mejor, después de allí las cosas fueron para mejor y se dio cuenta de que tener a alguien como Lauren Jauregui es un lujo que no cualquier persona podrá tener.

Lauren se atoró con un pedazo de pollo en el momento que leyó el mensaje de Camila diciéndole que la esperaría en la casa de Dinah para hablar. Su apetito se fue y ella también quería irse. Mike y Clara no pudieron enojarse después de todo lo que había luchado su hija para volver a tener contacto con Camila. Mike dio de sí para no arruinar la cena, accediendo a llevarla a casa de Dinah y luego regresar al restaurant. Así eso significara una hora de viaje, lo cuál Lauren agradeció en silencio.

—¿No se supone que estabas en una cena en honor a Ally? — Dijo una Dinah muy dormitada con su pijama de osos en la entrada de su casa, viendo a su mejor amiga.

—¿Camila está por aquí? — Lauren fue a lo directo. Dinah la miró confundida.

—¿Debería?

—Creo. Sí...

—No está aquí, Gasparín. Pero si me dice que viene para acá y quieres intentar hablar con ella, te avisaré. — Dinah le sonrió buscando confortar a Lauren, cosa que no funcionó.

Camila le había dicho que estaría allí.

¿Por qué habría que mentirle?

—Gracias, Di.

—¿Irás sola a casa? Te acompaño, solo deja que me cambie de ropa y-

—No, tranquila. Llamaré a mi papá, no debe estar lejos de aquí.

—Te creo. Cuídate mucho, Gasp.

Lauren llamó a Mike tres veces sin respuesta. Probablemente tiene música en el auto y por eso no escuchaba su celular. Pensó.

Caminó un poco por el jardín de Dinah mientras esperaba que Mike le respondiera. Justo en ese momento escuchó el sonido particular de un celular. Específicamente del teclado de no. Solo una persona tenía el celular con sonido por ser muy torpe.

Con alegría, Lauren subió lo más rápido que pudo a la casa del árbol. Encuentra a Camila de espaldas con sus audífonos y completamente concentrada en algo en su celular, cosa que se le hizo muy tierna y sin temor, la abrazó por detrás, la volteó hasta que quedará boca arriba en el suelo y la besó.

Camila entró en pánico, pensando que era otra persona quién la besaba. Hasta que en el beso pudo detallar el rostro de la persona que amaba.

De Lauren.

Besar a Lauren era una de las cosas más majestuosas por las que vivía. Sus labios eran tan suaves y se sincronizaban perfectamente con los de ella. Sin preguntar, sin separarse, sabían cómo querían que fuese aquel beso.

Lauren tenía razón, ellas iban más allá que cualquier vida dónde se encontraran.

—Qué lindo, ya están juntas. Ahora, quiero saber si las noches de Netflix van a volver. Normani es insoportable para ver películas y con ustedes se calma porque Lauren siempre encuentra algo para hacerla callar.

—¡Dinah, dejalas ser! — Se escuchó la voz de Normani desde abajo.

—Es que no sabía si se estaban matando aquí arriba, Mani. Debía confirmar.

—Deja de mentir, eres una entrometida.

—Pero-

—Ni coger dejas en paz. — Dinah abrió los ojos. Sus mejillas estaban ahora completamente rojas.

—¡Normani! Mis padres están adentro, esas cosas no se gritan.

—Sí, claro. Capaz hasta te oyeron alguna vez conmigo mientras-

—Chicas, las dejo antes de que Normani haga que me castiguen hasta la graduación. Las amo y me alegro de que estén juntas. — Les guiñó un ojo a una Camila y a una Lauren completamente sorprendidas.

—Entonces...

—¿Entonces?

—Quiero que hagas algo por mí. — Lauren dijo. Camila levantó una ceja a la expectativa.

—¿Sobre qué?

—Debes tachar la parte de la lista dónde dice que te conquisto. — Camila rió.

—¿Ya sabes de la lista?

—Sip. De hecho, dónde vas a tachar no es la de Dinah, es una que... Hice yo.

—Oh, Lauren Jauregui hizo una lista sobre conquistar a una chica.

—Debía organizarme y no es cualquier chica, eres tú.

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