☁️4☁️

"Oops, lo hice otra vez, jugué con tu corazón, me perdí en el juego."

"Oops, I did it again, I played with your heart, got lost in the game"

Ya era de noche, el ángel y el híbrido, estaban cenando en el comedor junto con la diosa Soojin.

La castaña no paraba de observar a Felix, haciendo que éste se sintiera nervioso... Minho se dió cuenta, así que no dudó en preguntarle a su madre.

-Mamá, ¿Qué sucede? ¿Por qué miras tanto a Felix? -Dejó sus cubiertos a un costado de su plato, donde había arroz con una deliciosa salsa.

-Mmm... No sé si decirlo hijo... -La castaña también dejó sus cubiertos a un costado de su plato.

-Dilo mamá, estás incomodando a mí pareja.

La castaña con ojos verdes suspiró y decidió decir lo que pensaba.

-Siento que lo he visto antes en algún lado... ¿Quienes son tus padres, niño? -Le preguntó al de cabello de color negro.

Felix empezó a sudar, no podía decirle que era Taeyong su padre, pero quizás sí podría decir que era Yeji su madre, tenía entendido que ellas dos en el pasado eran unas grandes amigas, pero su mamá se fue detrás de su padre y jamás se volvió a saber de ella, hasta que Dios fue al infierno a asesinarla...

-Hwang Yeji es mí madre... y mí padre, no lo sé... jamás lo conocí... -Dijo tristemente.

Esperaba que Soojin creyera su mentira, no tan mentira.

-Yeji... -La castaña suspiró tristemente. -La conozco... Pero un día se fue de aquí y nunca supe el porqué...

-Mi madre... ella murió señora...

Soojin se sorprendió al escucharlo. -¿Cómo va a morir si era un ángel? No me digas que fue obra de Dios... -El pelinegro asintió. -Pero, ¿En serio no sabes quién es tu padre? -Felix negó. -Es que te pareces a alguien que me lastimó mucho en el pasado... Se llamaba Taeyong, y él fue el que me mató de forma no literal... -En su voz se escuchaba mucha tristeza.

"La historia ya la sé, pero no la sé con detalles, me gustaría saberla..." Pensó Felix.

-Mamá, si quieres contarnos, creo que a Felix eso no le incomodará. -Miró al pecoso para comprobar, y este asintió, no sé sentiría incómodo para nada. -Así qué puedes contarnos...

La castaña asintió y empezó a contar su triste historia con Taeyong, el rey del infierno...

•❅•°•❈ ❄️ •°•❅•

Una linda muchacha estaba sentada en el lago del cielo, estaba esperando a su novio, pero este no llegaba a la cita que habían acordado...

Se sentía demasiado preocupada, ya que lo había notado raro hace días... Este era brusco, ya no quería besarla, ni siquiera tocarla, y de verdad no sabía el porqué, quizás ella era la culpable, porque no le estaba prestando tanta atención por estar ocupada en la tierra ayudando a los humanos...

Ya que ella les proporcionaba, alimentos con sus plantas, sus animales, y otras cosas que provenían de la naturaleza, quizás estaba descuidando su relación por eso...

Su padre, el creador de todo, le había dicho que podía invitarlo a una cita e intentar arreglar todo lo que estuviera pasando entre ellos, ya que era importante que los dos se unieran en matrimonio para que el cielo y el infierno al fin dejarán sus guerras en paz...

Pero Taeyong no llegaba, ya habían pasado veinte minutos y nada...

Hasta que escucho una rama ser quebrada por alguien que la pisó, cuando busco el lugar de donde provenía el sonido.

Vió algo que le rompió el corazón en miles de pedazos.

Su novio se estaba besando con una muchacha rubia, a la cual no le podía ver el rostro porque la espalda de su pareja la tapaba.

Solo pudo salir corriendo de ahí hecha un mar de lágrimas, dejando a los dos muchachos impactados al verla salir corriendo.

-¡Soojin espera! -Gritó el pelinegro, pero ella no le prestó atención.

Tiempo después su padre se enteró de la situación y expulsó a Taeyong del cielo, prohibiendo su entrada, y sobre la otra chica, no tenía ni idea de que había pasado con ella...

•❅•°•❈ ❄️ •°•❅•

Ambos jóvenes quedaron sorprendidos, la verdad no sé esperaban que sí Soojin y Taeyong se hubieran casado, pararía la rivalidad entre el cielo y la tierra.

Igual Felix, agradeció que eso no hubiera pasado, porque si no, su hermana y él no existirían en este universo...

-La verdad no sé qué decirte mamá... Espero que papá te haya hecho feliz, aunque nunca lo conocí...

-Y no necesitas conocerlo, él no vale la pena, yo soy tu madre y tu padre, conmigo es más que suficiente, cariño... -Se levantó de la mesa para acercarse a él y acariciar su cara con cariño. -Bueno muchachos, me retiró, disfruten de su cena. -Les guiñó un ojo y ambos se sonrojaron, la castaña se retiró dejándolos sólos.

-Sigamos con nuestra cena Fefi... Luego te llevaré a dónde te prometí.

El pelinegro asintió y ambos siguieron con la cena.

En los pasillos del castillo, caminaban dos ángeles agarrados de las manos.

Felix tenía un plan, usaría uno de los poderes que sólo los demonios tenían, él y su hermana eran la excepción por ser híbridos.

Ese poder era el de crear alucinaciones que parecían reales, pero no lo eran.

Para que Minho le entregará las alas de su padre, haría que un "demonio" logrará entrar al cielo, y le cortará sus alas, para luego quemarlas frente a sus ojos... Pero ocultaría las verdaderas con el don que usan ambas especies cuando tienen que hacer misiones en la tierra y tienen que camuflarse entre los humanos.

Entonces él fingiría sentirse triste, e intentaría que el ángel le diera las alas de su padre para qué él "las usará".

De repente el vidrio de una de las ventanas se rompió y ambos observaron llegar a un demonio con una katana.

Solo fueron unos segundos cuando Felix "sintió" sus alas ser cortadas, el que las cortó, sacó un encendedor con una lata de gasolina y las prendió fuego.

Para luego irse volando rápidamente.

Felix quedó en shock, mientras tocaba su espalda, unos segundos después, empezó a llorar...

Sus alas, las había perdido... Ya no podría volar...

Cayó en el suelo observando como el fuego consumía sus preciadas alas...

Minho estaba en shock también... todo sucedió en segundos, no se lo veía venir para nada, luego de reaccionar, se acercó inmediatamente al pelinegro intentando no tocar su espalda.

-Felix... ¿Te duele? Necesitas ir al médico, urgentemente... -El pecoso no le respondía, así que lo cargó entre sus brazos, mientras le avisaba a los guardias que inmediatamente vigilarán los alrededores del castillo, para ver si encontraban al maldito que cometió esto... Sin dudar se fue corriendo hacia la enfermería.

En la camilla de la enfermería el pelinegro lloraba sin parar... A su lado estaba un rubio intentando calmarlo, pero no lo conseguía... Y era imposible hacer algo, cómo besarlo, acariciarlo, o cosas que haría una pareja, porque el enfermero estaba ahí con ellos...

-Jungkook hyung... ¿Podrías dejarnos sólos? -El muchacho de cabello castaño claro asintió, hizo una reverencia y se retiró de la sala. -Ya estamos sólos mí amor... ¿Puedes contarme cómo te sientes? Desahogate conmigo... -Acarició la pierna del pecoso sobre la manta con cariño.

Felix empezó a llorar más y se escondió en el pecho del chico más alto que él. -Me siento mal... Perdí mis alas para siempre Min... Lo peor... Es que las quemaron, si al menos estuvieran intactas podría volver a tenerlas, pero las quemaron...

El rubio suspiró. -No sé qué decirte Fefi... Si pudiera conseguir unas alas sin uso para ti...

-Pero puedes hacerlo... Están las que tiene tu madre en su habitación... -Pensó unos segundos y luego negó. -Espera, eso es muy tonto, no creo que me ames tanto como para hacer eso... -Dijo con voz quebrada.

Minho empezó a negarse desesperado. -¡No es así! -Agarró las mejillas de su lindo chico y le dió un beso en los labios. -¡Las conseguiré para ti, te las daré! Te demostraré cuánto te amo, te lo prometo. -Se levantó de la silla que estaba al lado de la camilla y se fue de la sala con paso decidido.

"Mí plan salió a la perfección... Espero que papá esté orgulloso de mí... Y mí querida madre igual..."

Sonrió, esperaría a que el lindo rubio le trajera las alas, para poder irse con su hermana de una buena vez por todas...

Felix estaba tomando un café que el enfermero Jungkook le había ofrecido.

Ya que tenía que estar en reposo por unas horas, así que para matar el tiempo, el castaño a su lado le había ofrecido algo para beber.

Eligió un café con leche, porque amaba esa combinación.

Pero toda paz que haya sentido en ese momento, se vió interrumpida por su hermana.

El no necesitaba palabras, porque esto era parte de su plan.

—Jungkook hyung, debería ir a descansar, Chaewon noona me cuidará… —Le sonrió amablemente al muchacho con lindos dientes de conejo.

—Pero… ¿Y sí necesitás algo y yo no estoy? No quiero meterme en problemas con Minho…

—No te preocupes, Minho conoce a Chaewon y confía en ella.

El castaño dudó, pero decidió aceptar de todas formas, sinceramente si se sentía cansado.

Hizo una pequeña reverencia al pelirubio y se retiró de la enfermería.

Ambos hermanos esperaron unos segundos, hasta sentir que Jungkook se había retirado del todo.

—Muy bien, tienes que ir afuera del castillo, le diré a Minho que tú lo esperas ahí, si es por SooJin, no te preocupes, está en sus reuniones nocturnas… Si sabés a lo que me refiero. —Felix asintió, sabía perfectamente a lo que se refería su hermana, el único que no sabía de las aventuras de SooJin, era su propio hijo…

Se levantó de la canilla y salió de la enfermería, lo bueno es que en las noches no había nadie en los pasillos, y los guardias, su hermana se había encargado de ellos, dándoles el día libre…

¿Cómo lo hizo? Pues hizo una alucinación de SooJin diciéndole a los guardias que podían retirarse por esta noche, los muy tontos no se dieron cuenta que era ella que estaba a un lado de la diosa falsa…

Minho hace unos minutos se había vuelto a cruzar con Chaewon, y ella le había indicado en dónde se podía encontrar con Felix…

Le había mencionado que era un jardín secreto que ella descubrió por el castillo, que se había asegurado de que nadie lo conociera…

Así que nervioso, iba hacia dicho jardín, con las alas negras de su madre metidas en un aparato especial que permitía meter cosas muy grandes, como un auto por ejemplo, en una pequeña cápsula amarilla.

Se sentía mal por traicionar a su madre, pero de verdad estaba muy enamorado, y no quería perder a Felix solo por no demostrar cuán dispuesto está a darlo todo por él, incluso traicionar a quién más amó en su momento, su preciada madre…

Caminó por un lindo sendero con flores como, lirios, palmeras gigantes, rosas y un montón de árboles gigantes de distintas especies rodeando el lugar, el castillo ya ni se veía, ésto de verdad era un jardín secreto…

Divisó la espalda de su lindo pecoso y se acercó a él, para tocar su espalda.

El pelinegro volteo y lo abrazó cuándo lo vió.

Lo separó de él lentamente, se alejó unos milímetros, buscó en su chaqueta blanco, sacó una cápsula amarilla con detalles negros  y se la ofreció a su amor…

—Felix, para demostrarte cuánto te amo, hay algo que quiero que tengas… —Le colocó la cápsula en las manos del pelinegro.

—Oh, son hermosas… —Admiró la cápsula. —Pero espera un momento, ¿Esto es? —Miró al rubio incrédulo.

—Sí, sí lo es, son las alas que querías… —Dijo un susurro, con esto esperabas que Felix no dudara de cuánto lo amaba.

—Pero pensé que tu madre las guardaba en su habitación…

—Tienes razón, cariño, entre y las tomé por tí. —Sonrió dulcemente a su ángel y lo abrazó por la cintura.

—Aww, no deberías haber hecho eso… Pero lo valoro mucho mi amor… —Lo abrazó por el cuello y besó sus labios.

Usando otro de sus dones de demonio, adormeció al pelirubio con ese beso, hasta el día siguiente él no despertaría, eso le daría tiempo suficiente para que él y Chaewon logren escapar… Sostuvo el cuerpo de Minho entre sus brazos, lo cargó, lo dejó sobre un banco que había ahí en el jardín, lo acostó, de forma de que él durmiera cómodo, saco una manta de su mochila la cuál tenía en su espalda, lo cubrió, y se despidió con un beso en su frente.

Podría haberlo traicionado, pero eso no significa que no lo amará…

“Oops, lo hice de nuevo, destruí el corazón de alguien a quién amaba… Y todo por una misión de mi padre… Perdí el juego otra vez, terminé siendo yo el más afectado y lastimado…”

Pensó tristemente, mientras iba volando invisible para que nadie lo pudiera ver, ¿Cómo logró eso? Es gracias a un collar que siempre llevaba con él, su padre se lo había regalado para las misiones…

Este tenía distintos tipos de poderes, como la teletransportación, o abrir portales que te lleven a donde quieras, y eso mismo hizo, abrió un portal hacia la habitación de Chaewon, quién la estaba esperando.

La muchacha se acercó a él, lo abrazó por el cuello, la agarró por la cintura para asegurarse de que no se caiga o algo mientras se teletransportan a casa.

Abrió otro portal, luego de cerrar el otro, y al fin, los dos llegaron a casa luego de tantas semanas, años en el caso de la rubia, llegando específicamente a la habitación de Felix.

TaeYong automáticamente sintió la presencia de su hijo, y otra que hace muchos años no sentía, que lo hizo correr hacia la habitación abriendo la puerta de golpe.

—¡CHAEWON! —Gritó con lágrimas en los ojos, se acercó a ella y la elevó por los aires. —Mi princesa volvió a mis brazos… —La abrazo fuertemente hundiendo su cara en el hombro de su niña.

—Papi… —Dijo con voz quebrada haciendo lo mismo que su padre, llorar en su hombro, se habían extrañado mucho…

Felix observó la escena también con lágrimas en los ojos, mientras se dedicaba a cerrar el portal que había abierto.

—Lamento interrumpir la escena, pero conseguí lo que querías papá…

—Estoy orgulloso de tí, hijo mío… —Se separó del abrazo que tenía con su hija, y se acercó al otro pelinegro para ver la cápsula amarilla entre las manos del pecoso.

Felix le entregó la cápsula y le pidió si se podía retirar, el pelinegro mayor aceptó, su hijo se merecía tremendo descanso, agarró la mano de Chaewon y ambos se retiraron de la habitación.

Al fin estaba solo, y podía llorar por haber perdido a quién amaba ahora…

Se tiró en la cama, puso una almohada en su boca y pegó tremendo grito, mientras pataleaba y lloraba con muchas fuerzas.

Odia salir siempre afectado en estas misiones… él no es de piedra, no pudo resistirse a las atenciones del rubio, y se terminó enamorando como un bobo…

Pero ahora ya no había marcha atrás… Minho se había enamorado de un falso él, cuando sepa cómo es en realidad, seguro dejará de amarlo, y él será el único sobrellevando este amor…

“De verdad lo siento, Minho… No era está la forma en la que teníamos que conocernos…”

Lo de las cápsulas amarillas donde se pueden meter objetos grandes, lo saqué de Dragon Ball, descansa en paz Akira Toriyama…

El capítulo es muy largo... De verdad espero que el capítulo los atrape...

Janne

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top