Hello, again

Sigo mirando el río y no puedo evitarlo, siento que debo dejar de hacerme la fuerte y llorar, bajo la mirada a la barandilla y suspiro, esto no es lo que quería sentir luego de culminar algo, sé que era o que me iba a pasar ya que a pesar de que no siento algún tipo de atracción hacia ella si que sigo recordando todo lo que vivimos, supongo que eso era a lo que le tenía miedo, a que por una cosa u otra aceptara estar a su lado por la nostalgia, es algo por lo que siempre he cometido errores.

Muerdo levemente mi labio inferior cuando una lágrima rueda por mi mejilla, duele tanto estar así, un dolor tan grande en mi pecho va a ser difícil de curar, ni siquiera con un té caliente, Mina siempre dice que eso ayuda pero claro que no, solo necesito que alguien se acerque a mi y me abrace, que me diga que las cosas van a estar mejor aún si me está mintiendo, que le dé igual lo que ha pasado, que no pregunte solo que me consuele, pero es muy difícil que eso llegue a pasar así que debo curar mis heridas yo misma.

El solo hecho de pensar en que le tengo que explicar a Mina para que me pueda decir lo que sea que me quiera decir es una de las cosas más difíciles que voy a tener que vivir esta semana, aprieto mis labios y miro a un costado, ya debería ir al trabajo, creo que ahí no estaría tan mal, de seguro estaría riéndome con Lisa quien me ha hablado mucho de una chica pero no me ha dicho su nombre, lo que me hace pensar que nos la va a presentar en persona, eso me agrada más.

Sonrío levemente al recordar aquello, se veía tan feliz, es de las primeras veces que la veo tan sonriente, incluso cuando le dije que podía comerse ese panecillo que había estado viendo por tanto tiempo, si, es como una niña pequeña con una sonrisa muy linda, ojos llenos de amor y cariño, pero con unas manos tan...

Sacudo la cabeza y frunzo las cejas, el tiempo sin hacer ese tipo de cosas me está volviendo loca, no se por que pienso así de una chica que trato como mi hermana menor, esto es de las peores cosas que han pasado por mi cabeza, es que no soy normal.

Cubro levemente mi rostro para evitar reírme, no quiero que las personas que están pasando piensen que me estoy volviendo loca o algo por el estilo, me doy media vuelta y comienzo a caminar, no creo llegar temprano así que lo mejor que puedo hacer es dar un paseo por aquí para distraerme, así supongo que voy a aclarar mis pensamientos y dejar de pensar tanto en lo que me ha pasado, aunque no puedo evitar tener algo en la cabeza y eso es.

¿Dónde está Chou Tzuyu?.

No debería estar quejándome o pensando sobre ella pero es que es una completa tonta, ruedo los ojos y aprieto los dientes, no entiendo por qué de la nada se alejó así, como si no fuera nada más que una persona que no vale la pena, de seguro piensa eso de mi, no creo que esté tan ocupada como para que no pregunte por mí, es demasiado tiempo el que tenemos sin hablar, ¿será que no me extraña?, tan fácil se olvidó de mi, aunque claro no se qué va a olvidar si solo fueron besos, nada más que eso, tengo que dejar de pegarme tanto a las personas.

— señorita —, volteo confundida y me quitó un auricular con las cejas fruncidas, estoy enojada pensando en una chica y viene alguien a molestarme,— creo que se ha olvidado de mí —, me quedo helada mientras la veo, una sonrisa se dibuja en sus labios y no hace nada más que abalanzarse a mis brazos, para apretarme contra su cuerpo y reírse, no se qué hago, tampoco se por que no me muevo, es que es tan hermosa,— ¡ya! —, me empuja levemente haciendo que retroceda, todavía no puedo asimilar lo que está pasando.

Exactamente de la persona en la que estaba hablando mal en mi cabeza es la misma que está ahora mismo frente a mí con esa sonrisa particular que hace que mi corazón se acelera, trago saliva con dificultad, no se como le hace para que lo mal que me sentía desaparezca cuando se acerca, es impresionante, es como aquel arcoiris después de una larga tormenta, por más que estás en medio de todo el desastre sabes que al momento de verlo te vas a sentir cómoda, es lo que me pasa, es mi extraño arcoiris al que le tengo mucho cariño.

A pesar de que puedo contar el tiempo que nos llevamos con los dedos, es una chica se a colado rápidamente en mi corazón,— ¿pensaste que no volvería? —, me transmite mucha felicidad pero eso no quita que siga pensando en lo que pasó, así que solo le brindo una pequeña sonrisa antes de evitar tener contacto visual,— ¿pasó algo? —, asiento, no le quiero decir porque se seguro va a estar arisca al tema y supongo que tengo que comprender el por qué aunque no tenga ni la menor idea de las razones por las cuales es que odia tanto hablar de mi ex.

— no es importante —, me limito a decir y miro hacía el lugar a donde iba.

— vamos a mi casa, yo invito la cena —, al parecer ahora voy a tener que pagar la cena, más adelante.

— entonces vino una amiga y le dijo que se callara lo que me encantó porque a ver...es un pesado —, lleva media hora intentando contar sobre un chico que la ha estado molestando, solo me limito a sonreír, porque no le voy a dar el gusto a mis sentimientos de explotar en este día, quiero estar bastante tranquila, relajada y feliz por su compañía.

— puedo notar en tu sonrisa —, pincho su hoyuelo,— que estás feliz por ello —, tomo un poco de soju y suspiro, se me queda mirando y asiente, cuando hace ese tipo de cosas provoca que mi corazón lata con mucha fuerza, no debería ser así, es tan tonta, ruedo los ojos.

— y yo puedo notar en tu rostro —, se acerca más de lo que debería, es que está tan cerca de mi rostro que apenas y puedo respirar, se me aprieta el corazón por tanta cercanía, no estoy muy acostumbrada a ello, esto no es lo mío, quiero salir corriendo ahora mismo, me voy a desmayar, las luces de alerta se están encendiendo, voy a morir, estoy segura,— que no estás bien —, a veces es tan buena en esto que me enoja levemente.

No quiero contarle nada sobre eso porque de seguro se va a alejar de mi por más tiempo, y la verdad es que la necesito para poder tener algunas sonrisas al día o yo sacarle otras sonrisas para que estemos pares.

— estoy perfecta —, oculto las ganas que tengo de llorar con otro trago de soju, prefiero el silencio antes de explicarle lo que me está pasando y estoy sintiendo, es una mezcla de alivio por la repentina libertad que estoy viviendo pero a la vez un sentimiento de perdida enorme que me está costando soltar,— así que no hay de que preocu-cuparse —, lo último lo digo con dificultad ya que me toma del mentón y hace que la mire a los ojos, estoy a dos segundos de desmayarme,— ¿qu-que haces? —, no quiero verla bien porque es que si lo hago voy a querer, no es buena idea.

Tengo que buscar la manera de librarme de esto antes de que mi corazón se reviente,— solo quiero que me mires —, sus suaves dedos acarician mis mejillas, justo en el momento en el que cierro los ojos y suspiro es cuando me doy cuenta de que ya he caído en lo más profundo, he perdido la batalla y eso hace que el poco oxígeno que tenía se me escape por completo, tal vez por eso siento que mis mejillas arden o por lo sonrojada que estoy, aunque también el alcohol influye,— ¿Es tan difícil para ti hacerlo? —, ¡claro que lo es!.

¡Esta tomándome de las mejillas, nuestras narices rozando al nivel en el que si me muevo o se mueve nos besamos!.

— no —, un bufido se escapa de mis labios intentando hacerme la que estoy súper sobrada cuando estoy a pocos segundos de caer muerta.

— ¿Entonces por qué estás temblando y mirando a otro lado? —, esa voz que está usando no es algo que me está agradando, ya se que es lo que se viene y aunque es algo bueno siento que ahora no debería pasar,— ¿Cuánto tiempo vas a tardar en darte cuenta que te quiero ayudar? —, eso sí que me hizo sentir mal, lo sé pero después de lo de la última vez ya no se qué creer,— ¿Cuánto tiempo vas a tardar en darte cuenta que quiero que me beses? —.

— estás llena de preguntas —, entre abro los labios para decir algo pero es inútil, sus labios se pegan a los míos y no tengo otra opción que no sea corresponderle el beso,— muchas preguntas —, murmuro en un jadeo cuando se separa unos segundos para verme a los ojos y sonríe.

— me gusta que me contesten cada una de ellas, pero eso lo harás luego —, vuelvo a entre abrir los labios para responder pero es muy tarde, muerde mi labio inferior y me acerca, aplicando tanta fuerza en mi cuello que siento que me lo va a romper pero me gusta, el ardor que siento en mi nuca al igual que en mis labios es incluso más disfrutable que hablar sobre lo que me ha pasado, tal vez debería ahogar mis penas en este beso, así no tendría que estar triste nunca más.

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