Sesión [REDHEAD]
Fanfic: redhead.
Etapa del fanfic: la mitad.
Wanda.
No hay nada más aburrido que tener reuniones en el complejo, nada es tan aburrido como ésto y el no poder estar con mi novia disfrutando de una tarde de películas y helado.
Natasha me mima demasiado, y me he acostumbrado a que ya casi no participamos aquí, siempre somos sólo ella y yo en algún sitio divirtiéndonos.
Ross se paseaba delante de todos mientras explicaba la cantidad de dinero que los vengadores, más específicamente Tony, debían pagar debido a la última salvada de culo que le dimos al mundo. ¡De nada, para la próxima dejaremos que mueran! Amaría decirles eso, pero tanto ustedes como yo sabemos que no soy capaz de permitirlo, ni aunque lo intentara.
Observé el rostro de todos, lo divertido de ser telépata es que puedo saber en que piensan mientras nos reunimos aquí.
Tony está al fondo de todo pensando en que quiere callar a Ross de una bofetada. Steve quien se acaba de girar a ver a Tony, piensa en lo atractivo que se ve con aquél traje gris.
Clint. Minecraft, Natasha y luego salir con Pietro a... Dios, son asquerosos.
Pietro está observándome fijamente, negó y entendí. Él quiere mantener sus sucios pensamientos para él mismo. Lo entiendo, y lo respeto, no quiero saber que clase de atrocidades pasan por la mente de mi hermano mellizo. Sinceramente no quiero, he leído algo sobre los fetiches siendo heredados, por lo que me puedo imaginar que así como soy yo, es él.
¿Thor?
Thor es como una pantalla de televisión... Sin satélite. Sólo ruido.
Mi novia.
Observé a Natasha y ella clavó sus ojos en mí, seria. Ni siquiera estaba cerca de mi radar, estaba delante pero en la esquina, no nos dejan sentarnos cerca la una de la otra.
Tony lo prohibió mientras no estemos casadas y todo eso, es algo absurdo, pero él dice que nos mantendrá lejos del hecho de llegar a ser una molestia en las reuniones.
Hey, amor... Estás hermosa.
Sonreí levemente.
Tú lo estás más, Natalia.
Estaría más hermosa si me tuvieses sobre éste mesón como la última vez.
Mi respiración se cortó de golpe. Ella es siempre tan... Directa.
Me encantaría que me tomes aquí mismo, Wanda.
Mierda.
Wanda, concéntrate en alguien más, por favor.
Me encantaría sentir tus manos subiendo por mis muslos mientras pegas tu boca a mi sexo. Estoy deseándote.
Oh... Dios.
Hazme tuya, Wanda.
La pelirroja mordió su labio inferior observando a otro lugar mientras yo clavaba mis ojos en ella.
Es una idiota. Es una total idiota.
—Silencio —. Murmuré.
—¿Algo que decir, Maximoff?—Preguntó Ross algo molesto. Sentí mis mejillas enrojecer y negué —. Sí no eres capaz de prestar atención a las cosas importantes que tenemos para decir aquí, será mejor que te retires.
—Ross. Tu presentación —. Dijo Tony molesto al verlo tratarme así.
—Es importante y...
—Ross, deja a mi pequeña fuera de tus mal humores.—Dijo Steve sentándose cerca de Tony.
El hombre canoso siguió en lo suyo sin siquiera volver a cruzar mirada conmigo. Observé a Natasha quien tenía una mueca burlona en el rostro.
Fóllame.
Negué lentamente y mi mirada fue a la mesa. La pelirroja acarició suavemente el mármol de la mesa con sus dedos delgados, observé sus uñas. Cortas. Ayer estaban bastante largas.
No haré nada, Natasha.
Y espero que eso le quede claro.
Sé que deseas tomarme aquí mismo, Wanda. Yo quiero que lo hagas... ¿No te gustaría hacerme tuya?
¿Y que todos se enteren de que te mueres por sentirme?
Ella sonrió. Implanté la idea de ella disfrutando de un festín entre mis muslos mientras yo simplemente tomaba el vaso de agua y la bebía. Natasha se sonrojó y carraspeó un poco.
—Bien. Suficiente. Maximoff, estás distrayendo a Romanoff. Vete.
Levanté la mirada sintiéndome avergonzada y regañada. No me gusta que me traten como a una niña pequeña.
—Ross.—Habló Natasha.—Ella no me distrae en lo absoluto. Ni siquiera la había mirado.
—¿Ah, no? ¿Y qué es? Porque desde que Wanda y tú son novias, lo único que haces es distraerte en cada jodida reunión. —Dijo molesto.—No vengo hasta aquí para verlas coquetear entre ustedes. Vengo, porque es lo que debo hacer. Tengo que informar daños, costos, reparaciones y tratados. Ustedes no se toman en serio su trabajo.
—Contestando a tu pregunta, me distrae ese mostacho horrible que te dejaste, pero... ¿Quién soy yo para pedirte que te lo quites? A diferencia de ti, yo respeto las libertades de las personas y no me entrometo.—Mencionó ella con suficiencia. Sonreí. Es... Linda, me gusta cada vez que hace callar a algún hombre que intenta ponernos el pie encima. Incluso ha discutido con Steve por seguir tratándome como una niña pequeña.
—Romanoff.—Habló Steve.—Basta, ambos. Por favor.
—Fui sincera.—Dijo abriendo un poco la parte de arriba de su traje negro. Vi la camiseta de deporte, aún tiene una marca de sudor en ella. Vino de la ducha, ni siquiera tuvo tiempo en de subir por otra camiseta, pero noté que se ha cambiado el resto de la ropa.
No es sudor. Mariah ha caído café en mi camiseta.
Mis ojos cambiaron de color. Incliné mi rostro y la observé en silencio.
¿Por qué? ¿Estaba distraída observándote? No sabía que Mariah era tan torpe.
La vi sonreír.
Estaba distraída viendo a Valkyrie. Sin embargo, le mentí a Ross.
¿Qué tiene que ver eso?
No me distrae su estúpido mostacho mal recortado. Me distrae imaginarme bajo la mesa y entre tus piernas, dándote todo el placer que me gustaría darte.
Tragué saliva y cerré las piernas ejerciendo presión. No me gusta que juegue conmigo de ésta forma.
No cierres las piernas, brujita. Las necesito abiertas para poder comer de ti. ¿No te gustaría eso en éstos momentos? Yo acariciando tus muslos y siendo completamente tuya, mientras tú eres completamente mía.
Eres injusta, Natalia.
Soy justa con lo que deseo. Te deseo a ti, Wanda. Sólo finge algo, te tomaré donde sea. En la escalera, el ascensor, el pasillo. No me importa.
Me arrepentiré de ésto. Pero no hoy.
—Me siento mal. Creo que algo me ha caído mal.—Hablé y vi a Ross hacer una mueca de molestia.
—Sí, vete. Deja de interrumpir.
Me levanté y caminé fuera de la sala de reuniones. Oí los pasos de las botas de Natasha, suspiré en cuanto mis piernas temblaron debido a eso.
Ella sabe como tener poder en mí, es tan simple como caminar un poco y saber que es ella. Su seguridad en cada paso harían que fácilmente me ponga de rodillas por ella y para ella.
—¿Estás bien, amor? Te acompañaré.—Oí su voz y me detuve al sentirla tomar mi cintura.—Decide en que sitio antes de que te tome en el elevador.—Murmuró y asentí.—¿Dónde?
—La habitación de Thor está vacía.—Susurré y la sentí sonreí contra la piel de mi cuello.—¿Lo harás?
—Haré todo lo que me pidas...—Susurró. Envié una ráfaga de calor a su entrepierna y se echó hacía atrás. —¿Por qué no hiciste eso en la sala de reuniones? Podrías haberme controlado...
—Porque a diferencia de ti, tengo principios, Natalia.—Murmuré y ella me besó con brusquedad. Su lengua interceptó la mía y la aparté.—Y quiero que me folles. Ahora.
Ella sonrió.
—¿Aquí, en el ascensor?—Gruñó contra mi cuello.
—La habitaciónde Thor... Aún tiene la cama.—Murmuré en su oído. Natasha presionó el botón que iba hacía el piso donde solía dormir, no pude evitar reír contra su cuello al sentirla tomar mis muslos.
—Dios, odio a Tony por poner a quien vigile las cámaras de los pasillos, te tomaría allí si pudiese.
—¿Recuerdas aquella vez en la que lo hicimos en el pasillo de mi habitación?
—Estabas con la tostadora.—Dijo molesta mientras yo acariciaba su espalda clavando mis uñas en ella.—Lo recuerdo... Nuestro acuerdo de amantes.
El ascensor se abrió en el piso y rápidamente guiada por mi prometida, avanzamos hasta la habitación. Desde que duermo con ella, no he vuelto a éste sitio, Thor unió su habitación y la mía, es enorme.
Caí en la cama de la habitación, estaba deshecha. Natasha bajó rápidamente sus manos hasta mis muslos, sin importarle demasiado bajó aquella parte de mi ropa.
—Natasha. —Gemí al sentir la brusquedad con la que tomó aquello.
—Agradece que no voy a romperla.—Susurró contra mi abdomen. —Te necesito, Wanda.
Sus palabras como súplicas me hicieron temblar internamente.
—Debes dejar de provocarme en las reuniones—me quejé quitándome la parte superior. Ella pasó sus manos por mi espalda recostándome en la cama. Separé las piernas y la ayudé quitando mi ropa interior.
La pelirroja simplemente besó mis muslos desnudos en cuanto tuvo acceso a ellos.
No tardamos demasiado en quitarnos la ropa, y creo que eso es algo que agradezco de la manera en que conectamos sexualmente.
—Solamente quería ver si podrías controlarte... Tú comenzaste esto.
No emitió queja alguna, pues su lengua se abrió paso a mi entrada. Mi mano se perdió en su cabello y no pude contenerme más.
—Siempre... Logras encenderme —gemí cerrando las piernas cerca de su rostro. Ella levantó la mirada y pude notar su sonrisa solo por la forma en que sus felinos ojos se cerraban —. Te amo... No te detengas...
Sentía mi abdomen contraerse gracias al placer que la lengua de Natasha me hacía sentir.
El calor que desprendía mi cuerpo, la humedad que recorría mis muslos, su boca suave y su lengua peligrosa, rápida y muy, muy... Rítmica. Todo era perfecto mientras sus manos tomaban mis muslos.
—Nat...
Ella dejó su trabajo oral para acomodarse sobre mi cuerpo con una sonrisa.
—Adoro probarte... —susurró contra mis labios. La besé. Tan lento, tan paciente, tan dulce... Su lengua jugando con la mía mientras mi mano bajaba por su abdomen y se acercaba hasta su sexo.
Ella soltó un gemido contra mi boca. Estaba húmeda.
—¿Deseas esto, cariño? —susurré contra sus labios. Ella asintió.
—Te deseo desde que llegaste a la junta con tu rostro angelical... Sé que me deseabas...
—Con todo el cuerpo —admití. Ella sonrió. Egocéntrica —. Tanto que duele...
—¿Oh, sí? —preguntó ella.
Bajé la mirada. De forma suave mi mano comenzó a acariciarla, ella suspiró contra mi rostro. Se escondió contra mi cuello.
—Me fascinas, Natasha...
Se dejó caer en la cama, subí sobre su cuerpo y tan rápido como pude, me hundí en ella. Dos dedos en el interior de la mujer más sexy de todo este sitio...
—Wanda... No te detengas tampoco —suplicó tomando mi nuca.
Sus besos eran necesitados de mí, de sentirme cerca y eso me fascinaba tanto que sabía que necesitaba hacerla venir.
Quería sentir su orgasmo en la palma de mi mano, aquello era mi trofeo. El único que necesitaba, eso y su linda voz ronca con mi nombre.
—Dios, Nat... Quiero que te corras una vez y luego otra... y otra —supliqué contra sus labios, ella dejó escapar un gemido.
—También quiero eso... Solo tú podrías conseguirlo —susurró.
Sonreí.
—¿Solo yo?
—Nadie me excita como tu, brujita.
Aquello era miel en mi paladar. Solo yo podía ponerla de esta manera. La gran viuda negra parecía rendida de amor por mí.
Mantuve los movimientos de mis dedos, ella me necesitaba. Cuando su orgasmo llegó, sollozó mi nombre haciéndome sentir gloriosa.
—¿Me amas de la manera en que yo lo hago? —pregunté en un susurro mientras ella recobraba el aliento.
La oí reír.
—No te rías de mí.
—No lo hago... —dijo tomando mi cintura —. Me pareces adorable, porque te amo como a nada en el mundo, Wanda Maximoff... A ti y tus habilidades que usas para... Llevarme a la cama —bromeó y dejó un corto beso en mis labios.
Sonreí.
—Te amo...
—Créeme, yo te amo más.
No dije nada. Nuestros ojos conectaron y oímos el golpe tras la puerta. Ambas levantamos la mirada.
—¡Romanoff, deja que mi hija salga de ese cuarto, joder!
—¡Vete a la mierda, Tony! ¡¿Por qué no vas y te follas a Steve?!
Él no dijo nada.
Reí.
Natasha jamás cambia, y es así como la amo profundamente.
Nota de autor:
Yo sé que debería haberlo mencionado hace mucho, y agradecer hace mucho, pero no lo hice porque no tenía mucho tiempo
Este one shot es por recordar como comenzó todo esto, y ver lo lejos que hemos llegado, ya somos 5k, y digo hemos, porque yo sé que esto es algo que no he construido solo yo, sino también ustedes que me leen y bancan mis fanfics, uno tras otro, los que me siguen acá, en ig, en tw, en todos lados... Los que le dan like de los primeros a mis tiktoks, y los que corren a leer cada actualización, los que recomiendan y los que me hablan para contarme como leerme les ayuda o les acompaña, gracias. Mil gracias, me faltan palabras y significados para agradecer todo lo que hacen por mí, ustedes siempre me dicen que lxs ayudo, y yo cada vez que leo todo eso siento que soy una mejor persona, que puedo seguir logrando algo y que no es una pérdida de tiempo hacer esto, gracias por eso, gracias no solamente porque 5k es un número al que no pensé llegar jamás, sino gracias por confiar en lo que hago, y por dejarme acompañarlos, por hacerme sentir que realmente puedo cambiarle el día a alguien y motivarme. Soy feliz gracias a esto, y quiero que sepan que ustedes tmb cambiaron mucho la forma en que veo la vida. No sé de que manera agradecerles más que siguiendo como hemos ido hasta hoy, se vienen más fanfics y más cosas, todo por ustedes, abracito ❤️🩹
—Codito.
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