¿Cumpleaños feliz? [BTS]
Fanfic: Beyond the screen.
Etapa: fanfic finalizado.
Especial San Valentín & cumpleaños Elizabeth.
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Scarlett's pov:
—La cena estuvo increíble. ¿De dónde has dicho qué es? — preguntó mi esposa.
—Gravity, un restaurante a dos cuadras. He ido con el chico de recepción, el hijo del dueño, tiene un amigo y... — levanté la mirada al ver como mi hija mayor dejaba de hablar.
Elizabeth había dejado de comer.
—¿Un muchacho? ¿Por qué con él?
—Nos hicimos buenos amigos.
—Pude acompañarte yo.
—Lo he pedido ayer. Mamá y tú estaban en su día de descanso, además han ido Sophie y Mason con nosotros. — dijo rápidamente. Elizabeth no movió un sólo músculo de su rostro. — era catorce de febrero, mamá.
Aquello la hizo dudar un poco en si debía seguir molesta. Conozco a Elizabeth, ella no puede con Rose. Rose incluso a sus dieciséis años es muy capaz manipulando a su madre con sólo decirle "Lilly" o "Mamá".
—¿San Valentín con un muchacho al que conoces hace dos semanas? ¿Por qué? —insistió molesta.
Suspiré. Aquí vamos otra vez. Mi esposa y su lucha interna entre dejar crecer a nuestra pequeña o seguir tratándola como una niña de cinco años. No la culpo, pero... Rose es grande.
—Porque es mi amigo. ¿Acaso no puedo tener amigos? — preguntó molesta.
—No he dicho eso. ¿Acaso oíste que dije algo así?
—Parece que eso insinúas cada que te pones como un perro rabioso al ver a un muchacho cerca de mí. — susurró la pequeña molesta mientras volvía su atención a su comida.
Mi esposa quién hace dos segundos había tomado sus cubiertos nuevamente, los soltó.
Ian imitó a su madre y aplaudió con una sonrisa en el rostro. Le sonreí acariciando su pequeña mano.
—¡Bravo, mami! — festejó y se alejó de su plato. — ¡Bravo!
—¿Estás satisfecho, bebé? — pregunté acariciando su cabello ondulado.
—Ajá, ajá, mami. — señaló su pantalón, así que solté algunos botones dejando su pequeño abdomen salir. Estiró sus pies y se recostó mejor en su trona.
—¿Acaso no puedo preocuparme de mi hija cuándo un buitre le quiere saltar encima?
—¡Ni siquiera lo conoces! — Rose se levantó de la mesa molesta. — ¡Además, si yo quisiera salir con él, es mi problema!
—¡Ese chico tiene bigote! ¿Acaso crees que es un dulce niño de quince años?
—¡Tengo dieciséis, Elizabeth! — dijo Rose molesta. — ¡Ya no corro detrás de ti, ni hago estúpidos dibujos o te llamo Lilly, ya crecí!
Elizabeth no supo que decir, pero también se puso de pie algo nerviosa.
—Rose. — regañé a mi hija de forma leve viendo como sus hermanos la observaban.
—Uh, creo que quiero colorear. — dijo Mason. — Estaba delicioso, adiós. — sonrió jalando el brazo de Sophie para que ambos se fuesen. Tiene seis años y es bastante ansioso, tal y como su madre.
Grace quién aprovechó el momento de tensión para robar el postre de Elizabeth, no dejaba de ver fijamente a su hermano quien ya dormía plácidamente sobre la trona.
—¿Es un delito querer cuidar de ti?
—¡No, pero debería serlo que no dejes de meterte en mis cosas! ¡Ya no te soporto! — se quejó saliendo de la habitación.
—¡Rose Dorothy! — la llamé molesta y vi a mi esposa observar la pared en silencio. — Amorcito...
—Estoy bien... — susurró, pero supe que no lo estaba. — Yo ordenaré esto... Me daré una ducha...
—Lizzie...
Ella salió de la habitación también y yo pasé mis manos por mi rostro.
No esperaba que nuestra cena familiar por San Valentín acabaran de esta manera...
—Creo que otra vez sólo somos ustedes y yo... — murmuré viendo a mi hija de cuatro años y mi pequeño de tres quien seguía dormido.
—Mamá está muy triste. — murmuró Grace.— y eso hace a Grace triste.
—Yo sé, amor, yo sé... Pero no te preocupes. Tenemos todo listo para que mañana mamá sea muy feliz.
—Mami feliz, Grace feliz.
Sonreí y acaricié la nariz de mi pequeña. Es idéntica a su madre.
[•••]
Al entrar en la habitación, Elizabeth me sonrió, pero podía distinguir su notoria aura entristecida.
Es común que Rose y yo lleguemos a tener encuentros, porque mi hija es adolescente, ella no siempre cree que quiero lo mejor para ella, pero siempre Elizabeth lograba hacerla entrar en razón, sin embargo jamás habían discutido hasta hace algunos meses que descubrimos – ya que no nos dijo – que tenía un novio, con el cuál acabó su relación de una semana.
Nuestra hija llegó a casa llorando, ambas estábamos tan preocupadas y cuando nos comentó lo que había ocurrido, Elizabeth se sintió dañada, no por el hecho de que Rose tenga un novio, sé que aquello le cuesta, porque la sigue viendo como su pequeñita, pero esta vez fue porque creyó que Rose no confía lo suficiente en nosotras.
—La noche está estrellada. — comentó mientras se quitaba la camiseta. Se acercó a mí para pedirme ayuda con su sujetador.
Besé los lunares de su espalda, casi imperceptibles.
—Te amo, noche estrellada. — hice alusión a sus lunares.
Ella sonrió, pude verla de reojo. Se puso la pijama y se recostó a mi lado.
—¿Quieres hablar? — pregunté mientras acariciaba su muslo. Ella negó. — Amorcito... No te hace bien guardarte todo, lo sabes, ¿no?
—Yo... Yo lo sé, es sólo que... — suspiró. — es mi pequeña, y de pronto parece odiarme, Scarlett... No estaba preparada para esto...
—Llevas uno de cinco, prepárate, solecito... — dije mientras estiraba mis brazos para dejarla esconderse en mi pecho. — No te lo tomes personal, conmigo comenzó así a los doce... Ya sólo le quedan un par de años tercos y créeme que entenderá...
—Me hizo sentir mal. — hizo un puchero. Noté como algunas lágrimas se escabullían por sus mejillas.
—¿Estás llorando, mi amor? — ella asintió. — Ven aquí, amorcito...
Mi esposa se aferró a mí comenzando a llorar contra mi cuello. Rose es realmente su punto débil.
—Sé que Rose dijo cosas feas, pero créeme, ella te ama con la misma locura con la que tú la amas. Eres todo para ella, no lo dijo en serio, ambas estaban tensas y ambas presionaron de la forma incorrecta.
—Simplemente tengo miedo de que la dañen o no tenga la confianza para recurrir a nosotras cuando necesite. No quiero que cometa errores, además... — suspiró. — su padre no es el mejor estando presente y yo... Intento acompañarla, sabes que jamás juzgaría a tu ex, pero... He estado más aquí que él, y me he ganado esto... Me he ganado ser la esposa de su madre que es molesta y que no deja de entrometerse, pero si Romain no le advierte sobre ciertas cosas...
—Amor, yo sé, yo sé que tú sólo deseas cuidar de Rose, nadie ha dicho que no, pero ella es... Ya sabes, una adolescente... va a cometer estupideces, incluso si confía en nosotras... — acaricié su cabello. — he charlado con ella, confía pero tiene sus tiempos, necesita su espacio, no se trata de que nos diga de inmediato, se trata de que sea capaz de elegir la ocasión para comentarlo.
—Tal vez exageré al decirle lo de este muchacho... Sólo no quiero que la lastimen o...
—No seremos abuelas, amor. — me reí. — Rose... no está interesada en eso.
—No lo sabes, yo estaba interesada en eso.
Sonreí.
—Ella me lo dijo hace unos días...
Elizabeth levantó la mirada.
—¿No le daremos la charla?
—Oh, claro que sí, lo harás tú. — acaricié su mejilla. — hablaremos de eso otro día. Ve a dormir, bebé. Mañana será un día muy largo.
—¿Ah, sí? — preguntó emocionada. — ¿A qué se debe que mañana dieciséis de febrero será un día largo? — sonrió.
—No iremos el diecisiete, debemos empacar. — me estiré apartándome de ella. — Bien, a dormir. Buenas noches, preciosa.
Besé sus labios de forma rápida y me di media vuelta para dormir. La dejé con la palabra en la boca, eso servirá para mañana.
Rose es malvada, pero sé que planeó todo excelentemente.
[•••]
Lizzie's pov:
—Buen día, familia. — saludé entrando en la cocina.
No había nadie.
Bah. Tampoco me han llevado desayuno a la cama. Es extraño. Observé por el balcón y tampoco los vi en la planta baja desayunando.
Enarqué una ceja y me senté en el salón, de cualquier manera volverán temprano y ya me he duchado. Solamente debo esperar la invitación para salir de casa.
Comencé a ver una película en el televisor, se me pasaron las horas hasta que recordé que hoy era mi cumpleaños y mi familia parecía desaparecida.
Marqué varias veces el número de mi esposa y mi hija mayor, sin embargo no obtuve respuesta.
No fue hasta las dos de la tarde cuando los vi entrar en casa con un montón de cosas y en fila.
—Sophie, Mason, harán sus maletas con Rose, no pueden llevar tantos juguetes fuera, sólo dos, Grace ve al baño ahora. — habló mi esposa mientras yo veía a mis hijos avanzar.
—Sí, mamá. —dijeron al unísono.
Rose pasó por delante y ni siquiera se giró a saludar. Suspiré.
—¡Mami! — Ian subió al sofá.
—¡Ian! ¿Algo para decir a mamá? — pregunté sonriente.
—¡Hice popó! — sonrió. Mi sonrisa se borró poco a poco.
—Que bien, amor...
—Ian, ven aquí. Debo quitarte esa ropa y darte un baño. — se quejó mi esposa alejando a mi pequeño y dejándome con los labios estirados esperando un beso.
Oh, de acuerdo...
Hoy están ocupados.
Tal vez luego de eso.
[•••]
Las horas pasaron, mucho más de lo que esperaba y no es que yo sea alguien egocéntrica, porque no lo soy, pero claramente necesitaba un poco de atención. Está siendo de noche y... Mientras veo el cielo oscurecerse, no escucho absolutamente nada de mi familia, aquello me pone mucho más triste de lo que ya estaba por la discusión con mi hija.
—Supongo que es todo. — susurré poniéndome de pie para ir a preparar mi maleta, pero entonces la luz se apagó. —Oh, mier...
Vi unas velas aparecer desde la cocina y la puerta de la entrada se abrió dejando ver a mi suegra y mi madre.
Mis hijos aparecieron detrás de su madre cargando un cuadro enorme y cantando la canción del cumpleaños.
Mis ojos de forma automática se cristalizaron, y ni siquiera cuando los tuve delante de mí pude creer que realmente lo habían recordado.
—¡Feliz cumpleaños! — gritaron mis hijos pequeños.
Mi esposa dejó el pastel en manos de mi suegra, y se acercó para besarme.
—Feliz cumpleaños, amor de mi vida. — susurró. — espero tener todos los años que nos queden para compartirlos juntas.
Sonreí y asentí, ella limpió el labial que seguramente dejó en mis labios y sonrió.
—La idea de ignorarte fue de Rose, no te enfades, era necesario para traerlas y acomodarlas en un hotel. — señaló a las mujeres que nos veían con amor. — además, nos quedaremos otra semana.
—Pero tu rodaje...
—El director es mi amigo, es una semana, estarán bien. — sonrió.
Volví a unir nuestros labios.
—Muchas gracias, preciosa.
—Te amo. — susurró. —gracias por hacerme tan feliz con tu existencia, Elizabeth Olsen...
—Olsen Johansson, mi amor...
Rocé mi nariz con la suya y cerré los ojos antes de alejarnos comenzando a recibir el amor del resto de mi familia.
Mi suegra dijo que ella y mamá se llevarían a los niños por dos días para que Scarlett y yo pudiésemos descansar, lo agradecí enormemente. Ser madre es asombroso, pero ser esposa es mucho mejor.
Mientras nuestra cena con pastel y chucherías comenzó, mis pequeños eligieron una película familia para ver. Una en donde justamente trabajó mi rubia preciosa.
—¿Lilly? —Rose me llamó. Me puse de pie y la seguí hasta la cocina en donde se encontraba el cuadro que sus hermanos habían cargado. — no quise dártelo de inmediato porque quería hablar contigo antes... Lamento haber sido una idiota ayer, no debí decir ciertas cosas... — comenzó y suspiré.
—Ya no importa, cariño...
—No, Lilly. Déjame acabar, no debí decir ciertas cosas, pero algunas son verdad. — susurró. — he crecido, y alguna vez tendré novio... Pero eso no significa que no sigo siendo tu pequeña, y que no lo diga de inmediato no significa que no confíe en ti, porque lo hago y mucho... Tampoco soy la niña pequeña que jugaba a las escondidas todo el día, amaba nemo y te llamaba Lilly... Ahora te llamo mamá, me gusta nemo a veces y... No soporto jugar con mis hermanos. — reí levemente mientras algunas lágrimas caían por mis mejillas.— y sí, tal vez ya no hago dibujos para ti como antes... Pero gracias a los talleres de verano que alguna vez me hiciste tomar, a la academia de artes que pagaste y todo lo que te esforzaste en cuidar de mis habilidades artísticas... Hice esto. — volteó aquél cuadro y pude distinguir mi rostro y el de su madre. Ambas allí, pintadas y delante de nosotras, sus hermanos y ella. Sus manitos plasmadas allí y sus firmas.— Es para tu oficina, ya sabes, como volveremos a mudarnos porque la casa ya es pequeña... Supuse que tu nueva oficina será más grande y tendrás una pared vacía, entonces creí que...
No la dejé acabar, me aferré a su cuerpo entregándole todo mi amor en aquél abrazo. Ella apoyó su rostro en mi hombro.
—Te amo, mami Lilly. Feliz cumpleaños.
—Te amo, cariño... Gracias por tanto... — susurré. — lamento haber exagerado las cosas... no puedo evitar sentir que creces demasiado rápido y yo no puedo congelar los momentos a tu lado...
—Siempre seré tu pequeña...
—Siempre, amor. Siempre. — susurré. — mi primera hija... Mi pequeña Rosie...
La sentí sollozar. No quería alejarme de ella. Definitivamente todo esto fue la mejor sorpresa de cumpleaños.
Y tengo a todos los que amo aquí...
El mejor cumpleaños del mundo.
—Lamento hacer que te ignoraran.
—Lamento haber dicho que Billy y Tommy estaban en una granja. —murmuré avergonzada.
—¿Que ellos, qué? — preguntó y tragué saliva.
—Nada.
Oh, oh.
Nota de autor:
¡Hey! Al fin un one shot.
Feliz cumpleaños, elizabeth olsen, t amo 😭
—Codito.
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