C8. De hecho no.


—¿Dan…?—giro mi cabeza y una pequeña sonrisa se forma en mis labios cuando me encuentro con Belenn caminando en dirección a mí.—¿Te sucede algo?

—No.—niego.—Solo estaba escribiendo un poco…pero la inspiración se me ha ido de repente…—confieso encogiéndome de hombros.

—Eso es genial.—anuncia.—¿Te molesta si te hago compañía?

—No.—niega de inmediato.—Para nada…

Belenn toma asiento a mi lado y ambas nos quedamos en silencio un largo momento contemplando la oscuridad de la noche y el cielo repleto de brillantes estrellas. Dejo escapar un prolongado suspiro y niego lentamente.

—Westfield es precioso…—comenta la chica en voz baja. Llevo mi atención a ella y asiento débilmente.

—Lo es…—hago una pausa.—¿Sabes? Creo que lo que más me gusta de Westfield es esto…la tranquilidad con la que se vive aquí…y creo que eso es precisamente lo que le hace falta a mi vida, algo de tranquilidad…

—¿Fue complicado?—pregunta de repente.

—¿Complicado en qué sentido?—cuestiono en voz baja.

—Pues en todos.—responde.

—Sin duda alguna lo más complicado de todo fue tener que dejar a Christopher atrás…a mi familia…

—Pero todo eso es pasado, Dan.—repone de inmediato.—Ahora lo tienes. Caminas de la mano de Chris por la vida y eso es sin duda alguna lo mejor de todo.—hace una pausa.—El amor de ustedes es lo más lindo que he visto alguna vez ¿sabes? La manera en la que se aman el uno al otro…

—No tienes ni idea de lo afortunada que soy por tenerlo conmigo al final de cuentas.—suspiro.—La vida fue realmente buena conmigo  por haberle dado a Christopher el corazón más grande de todos, tan puro y tan sincero como para poder perdonar todas mis estupideces y seguir amándome así…

—Se merecen el uno al otro, eso es lo importante…

Le ofrezco una pequeña sonrisa a Belenn y ella la corresponde de inmediato.—Eres la mejor amiga-cuñada que he tenido alguna vez.—anuncio sin más.—Es decir, la única…pero siempre la mejor…

—También eres mi mejor amiga, Dan…nuestra amistad no comenzó de una manera tan…tradicional, quiero decir…—asiento.

—Pero es para siempre, Belu…para siempre…
 

Tres meses después…

Las luces se apagan y los gritos de los fanáticos mezclados con los aplausos llenan el aire.  Mi corazón da un gran respingo dentro de mi pecho, siento mi piel estremecerse de golpe y una amplia sonrisa se forma en mis labios de manera inmediata sin que pueda evitarlo de ninguna manera.

¡Oficialmente el Starving World Tour ha finalizado!

Camino con pasos lentos para bajar del escenario y cuando llego hasta la escalerilla me encuentro con Gabrielle que me observa con una sonrisa de orgullo pintada en los labios. Sus brazos me envuelven  en un gran abrazo de inmediato y unas increíbles ganas de llorar se apoderan de mí.

—¡Lo hiciste, Dan!—asiento lentamente.—Dios, me siento tan orgullosa de ti, Dan.—anuncia.

—Gracias.—murmuro completamente feliz.—Apenas me puedo creer que acabo de terminar una gira mundial… ¿sabes lo que eso significa, no?

—Me encantaría decir que significan vacaciones para ti pero creo que sabes que no es así…—bromea la rubia delante de mí. Niego lentamente.—De todos modos es algo realmente increíble todo lo que has hecho y estoy segura que todo lo que viene es mucho más increíble y mucho más asombroso porque tú no paras un momento y eso de por sí ya es asombroso…

—No importa.—respondo sin más.—De todos modos ahora trabajaré desde Los Ángeles y será mucho más sencillo pasar tiempo con mi familia viajando a Westfield continuamente y con Christopher…—Gabbe asiente.

—Supuse que dirías algo así.—Me echo a reír de inmediato y niego lentamente.—Entonces, señorita Silvetti…en vista de que su tour se acaba de terminar creo que podríamos ir a cenar todos juntos para celebrarlo. Como equipo…—hace una pausa lanzándome una amplia sonrisa.—Uno no termina un tour mundial todos los días…

—Gabrielle…—la llamo.

—¿Qué pasa?

—Gracias por guiarme en esto…—murmuro sincera.—Es el tour más grande y más largo que he hecho a lo largo de toda mi carrera y sin ti nada de esto habría sido posible así que todo este crédito también es tuyo…—Gabbe niega lentamente sin apartar sus ojos de los míos.—Siempre estuviste ahí sosteniéndome y diciéndome que podía cuando sentía que no podía continuar…

—Eres tú quién logró todo esto, Dan. Nadie más que tú…—me sonríe.—Pero ahora vamos a dejarnos de sentimentalismos y vámonos de una vez…—inquiere sin más.—Te lo dije, tenemos que ir a celebrar…

—¡Me encanta!

(…)

—No tienes ni idea de lo orgulloso que me siento de ti.—anuncia Christopher mirándome fijamente a través de la cámara de su computador portátil.

—Gracias.—bromeo.—Esto es algo realmente emocionante, Chris…

—Lo sé.—susurra.—Eres la persona más dedicada que conozco…la más hermosa y sobretodo la más talentosa…—sonríe mientras los latidos de mi corazón apenas y pueden dejar de latir con una velocidad tan extrema que se podría considerar anormal.—Te mereces absolutamente cada cosa buena que te ha pasado en la vida y todas las cosas buenas que vienen también…

—Te amo.

—También te amo.—responde él.

—Te echo mucho de menos, Chris…—inquiero en voz baja.—Hace más de un mes que no nos vemos…es decir, que no estamos juntos.—Christopher inspira con fuerza y niega lentamente.

—No tienes ni idea de la manera en la que te echo de menos…—susurra.—Pero…solo es cuestión de días, Dan…

—Lo sé—asiento.—Pero eso no quita el hecho de que en serio esté desesperada por poder abrazarte…son solo dos días más…—hago una pequeña pausa.—Mañana iré al estudio, Gabbe me dijo que había conseguido uno de los mejores así que grabaré una canción antes de volver a Los Ángeles…sería este el primer lanzamiento de Only You…

—No pensé que en serio fueses a ponerle ese nombre a tu álbum…—me rio.

—No estaba jugando.—respondo.—Tampoco jugaba cuando te dije que este álbum al igual que Starving estaría inspirado en ti…eso también era verdad…Only You es para ti...

—Pues entonces yo estaré más que agradecido, feliz y afortunado por el hecho de que estés pensando en mí con semejantes temas…—le sonrío ampliamente.—Dan, las canciones que has escrito hasta el momento han sido cada una más hermosa que la anterior…—hace una pausa.—Te he visto ponerle todo tu empeño, tu esfuerzo y tu amor a este trabajo y cuando salga a la luz te prometo que seré el novio más jodidamente orgulloso del mundo entero…—Mi corazón se acelera ante las palabras bonitas de Christopher. Mi sonrisa se hace presente de inmediato y me muerdo los labios.

Golpes se hacen presentes en la puerta de mi habitación.—Dan…—me llama la voz de Gabbe. —¿Estás lista?

—Creo que es momento de dejarte.—anuncia Christopher. Dejo escapar un suspiro y asiento.—Vamos, ve a disfrutar de tu noche…

—Te adoro y extraño demasiado, Chris.—le recuerdo. Él me lanza un beso a través de la cámara del computador y me muerdo los labios.

—También te adoro y te extraño, mi amor.—responde.—Pero vamos…ve a disfrutar de tu éxito y diviértete mucho…—hace una pausa.—Ya tendremos tiempo para nosotros cuando vuelvas y te juro que cuando eso pase no verás la luz del día en una semana…—me promete.

Me echo a reír de inmediato y asiento firmemente.—Oh, sí. Necesito eso definitivamente…


—¿Por qué no se lo dijiste?—pregunta Richard en cuanto la llamada con Dan finaliza. Anclo mis ojos en los suyos un breve segundo y niego lentamente.

—Porque conociendo a Danna querrá tomar un vuelo directo a Los Ángeles y no quiero eso.—respondo cerrando mis ojos un breve segundo.—Además no es nada grave…

—Christopher, te fracturaste un tobillo.—me recuerda.—Eso es grave definitivamente…

—Richard…

—Vas a estar fuera de las canchas por más de un mes y no puedes solo decirle a Danna que no te pasa nada cuando en realidad sí te está pasando algo.—hace una pausa.—¿No se supone que estas cosas son definitivamente el tipo de cosas que uno le cuenta a su pareja?—reclama frunciendo sus cejas. Me rio en voz baja.

—Estás siendo paranoico.—le espeto al tiempo que enciendo el televisor. Richard entorna sus ojos de inmediato y niega con firmeza.

—En dos días cuando Danna llegue a Los Ángeles y te vea con usando esa mierda de bota ortopédica querrá saber por qué diablos no le dijiste lo que te pasó.—reclama sin más.—Y cuando se entere que yo lo sabía…

—¡Y yo también!—agrega Erick caminando hacia nosotros con un platón lleno de comida chatarra.

—Va a enfadarse con nosotros.—replica Richard. Erick toma asiento junto a mí y antes de ofrecerme comida.

—Mira entendemos que no quieras que Danna se preocupe por ti pero ella ya de por si lo hace, Chris…no es algo que tú puedas controlar así que cuando tu novia llegue y te vea ahí vas a tener que lidiar con su furia por no habérselo dicho…—anuncia el ojiverde.

Dejo escapar un largo suspiro y niego lentamente anclando mis ojos en el televisor encendido.—Supongo que cuando eso pase tendré que lidiar con Dan pero por el momento…—hago una pausa.—De todos modos ella cuando vuelva a Los Ángeles estará demasiado ocupada porque comenzará con la filmación de su película así que no es que vaya a durarle demasiado el enfado o algo menos eso es lo que espero.—me rio.—dejemos de preocuparnos…

—Bien…—susurra Richard dejando escapar un largo suspiro.—Como digas…

—¿No extrañan Westfield…?—pregunta Erick de repente. Lo miro un segundo.

—¿Qué quiere decir eso exactamente?—cuestiono en voz baja.

—Eso.—señala.—Westfield. Nosotros jugando fútbol. El mirador. La antena de radio. Las largas tardes charlando y pasando el tiempo sin hacer nada.—enumera.—A veces lo echo de menos, tengo que admitirlo…

—También lo echo de menos…—susurra Richard.—Es decir; sé que los tres estamos haciendo cosas asombrosas, sobre todo tú, Chris…—hace una pausa.—Juegas para un equipo estupendo, vives en una ciudad increíble y tu pareja es una de las mujeres más jodidamente hermosas del jodido país por no decir que el mundo entero la ama…—sonrío lentamente.—Te ama con locura…

—Bueno, no hablen como si sus vidas no fueran buenas.—reclamo.—Erick está a punto de venir a jugar para el equipo, seremos compañeros y tú Richard también juegas para un equipo increíble…

—¿Pero no echas de menos Westfield…?—cuestiona Erick de nueva cuenta. Dejo escapar un prolongado suspiro y asiento lentamente.

—Hay días en los que todo lo que quiero es estar en Westfield y seguir siendo el mismo Christopher de hace cinco años atrás…—susurro.

—¿Incluso aunque no tengas a Dan?—pregunta Erick.

—No.—niego.—No tener a Danna no es una opción, nunca sería una opción.—respondo.—Encontraría la manera de tenerla incluso aunque no pueda…pero tampoco cambiaría nada de lo que ha pasado…tal vez suene masoquista o algo parecido pero no lo cambiaría...

—Danna siempre ha sido lo mejor que te pasó en la vida ¿Verdad?—cuestiona Richard sin apartar sus ojos de los míos.

—Es eso y mucho más.—respondo sincero.

—¿En qué  momento nos convertimos en tres hombres a los que les gusta hablar de la vida?—reclama Erick dejando escapar una risita cargada de diversión.—Nuestras charlas antes solían ser…diferentes…más divertidas…

—Crecimos…—anuncio encogiéndome de hombros.

—Solo nos falta tener un hijo para tener el paquete completo.—bromea Richard.—Y no es por presionar, Christopher…pero eres el elegido…

—Sí…puedes esperar sentado…—respondo de inmediato.

—¿No sería lindo que Dan y tú tuviesen un bebé…?—mis ojos se posa en Erick antes de mirar a Richard otra vez. Inspiro profundamente y niego.

—No, de hecho no…
 
 
 

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