C7. Amantes mariposa.


—Una peonia para la mujer más bella del mundo.—anuncio tendiéndole una flor recién cortada a mi novia que permanece sentada sobre el césped algo alejada del resto.

Una extensa sonrisa se forma en sus labios y niega un poco.—Gracias, mi amor.

—¿Qué pasa?—Pregunto tomando asiento a su lado. Sus ojos han vuelto a estar fijos en el partido improvisado a unos metros delante de nosotros pero ella parece no estarles prestando atención de todos modos.

—La última vez que estuvimos aquí estaba llorando porque no sabía muy bien cómo hacerte entender que eras el amor de mi vida y que estaba realmente arrepentida por la manera en la que terminaron las cosas entre nosotros…—comenta de manera lenta.

—Solo comenzaban…—replico dejado un beso fugaz sobre sus labios y Danna suspira.

—Richard y Erick parecen haberse llevado de maravilla con Axel.—comento.—No han dejado de bromear con él y hasta escuché que lo estaban invitando a jugar fútbol en las próximas vacaciones que Axel tenga o en las que ellos puedan ir a Los Ángeles…

—Supongo que sería interesante.—admito encogiéndome de hombros. Danna se ríe en voz baja antes de volver a mirarme a los ojos en completo silencio.—¿Por qué me miras así?

—No todos los silencios significan cosas malas.—repone.

—Pero te conozco como la palma de mi mano y sé que esa cabecita tuya algo está pensando…—ella se ríe en voz baja y niega lentamente.

—¿Algunas vez te has arrepentido de habértelo hecho?—pregunta Danna en voz baja. Sus ojos miel me están contemplando tan fijamente que me hace estremecer.

—Sí.—acepto.—Muchas veces.—Ella asiente lentamente.—Fue durante el tiempo en el que estuviste lejos…tener un tatuaje en pareja de alguna manera para mí significaba un jodido dolor en el trasero…quería borrarlo a como diera lugar…pero al mismo tiempo sabía que no podía y aunque hubiese podido tampoco hubiese sido capaz de hacerlo porque eso era algo nuestro. De los dos y nunca dañaría algo de los dos.  Digo,  de todos los tatuajes que pudimos haber elegido elegimos una mariposa que no es rudo de ninguna jodida manera pero la historia detrás es lo mejor…—una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

—¿La recuerdas?—pregunta en voz baja.

—Como si me la estuvieses contando la primera vez…

...
—¿Entonces…?—cuestiona la voz de Danna. Sus ojos miel me miran un segundo y una amplia sonrisa se forma en sus labios. Dejo escapar un pequeño suspiro y niego lentamente.

—Debo de estar realmente loco pero sí.—acepto y sus brazo rodean mi cuello. Su aliento cálido choca contra mi garganta y mi piel se eriza de inmediato.

—¡Eres el mejor!—decide.

—Vamos, Dan…es solo un tatuaje.—ella niega.

—No es solo un tatuaje. ¡Es el tatuaje!—me rio en voz baja dejando un pequeño beso sobre su frente.

—No es que una mariposa sea el tatuaje más masculino que exista pero bueno…—ella niega lentamente.

—Es la historia, no la forma.—replico.—¿Quieres que te la cuenta?—pregunta.

—Sí.—asiento. Danna nos encamina a ambos hasta el sofá de mi casa y tomamos asiento uno al lado del otro. Entrelaza nuestras manos y me quedo en silencio un momento observando fijamente nuestra pequeña unión.

—Hubo en China hace muchos años, en la región de Shangyu, una joven bella pero también ávida de conocimiento. Zhu Yingatai, que así se llamaba, aspirada al igual que los chicos de su edad poder estudiar en la prestigiosa escuela de Hangzhou, conocido en toda la provincia. Pero por desgracia, la sociedad de China de aquellos tiempo se regía por valore arcaicos que dictaminaban que la muer no podía tener acceso a los estudios, sino que se debían dedicar a otros menesteres dentro de sus hogares.—hace una pausa mientras me mira como si estuviese tratando de adivinar si estoy escuchándola o no.—Así que la joven Zhu, que no estaba dispuesta a ser considerada menos que los demás,  tomó la determinación de disfrazarse de hombre para poder ingresar en la escuela y aprender pasando desapercibida.

—Eso suena como esa película de princesas que le gusta a Yan.—protesto. Danna entorna sus ojos y niega un poco.

—Ya lo sé.—admite.—Y se llama Mulan. Pero esta historia es mejor que la de Mulan y obviamente acá no tiene nada que ver con una princesa en apuros o algo así. ¿Puedes dejarme terminar?—se queja.

—De acuerdo, de acuerdo.—exclamo elevando mis manos en señal de rendición.—Sigue.—Ella se ríe en voz baja y niega un poco antes de estirarse un poco para poder besarme.

—Así pues, se encaminó hacia la ciudad de Hangzhou. Pero durante el viaje ocurrió algo que la cambiaría para siempre; conoció al apuesto joven Liang Shanbo, del que quedó prendada al comienzo. La conexión fue mutua pero Zhu, en su papel de chico, no podía mostrar a su amado su verdadero yo.—hace una pausa.—Así que dejaron fluir la amistad y pasaron los siguientes tres años de estudios en un profundo estado de amor y hermanamiento como amigos y compañeros de estudios. Pero llegó el momento de la separación, después de los años de aprendizaje, Zhu ya no era capaz de separarse de Liang, el amor de su vida. Así que inventó una historia para que su amado viajara a su casa y la pudiera conocer en su faceta de mujer, hablándole de una supuesta hermana casadera que lo esperaba en su hogar.—suspira.—Liang viajó al hogar de la joven y cuando por fin conoció a la verdadera Zhu Yingatai y descubrió su esencia de mujer comprendió que esos años había sentido amor por ella más allá de lo que creía una amistad y ya no quiso separarse de ella jamás.

Asiento lentamente.—Es una linda historia de amor…

—Pero acá viene la mejor parte…—anuncia apoyando su cabeza sobre mi pecho. Dejo un beso sobre su cabello y ella suspira de nueva cuenta.—Pero la horrible verdad es que Zhu estaba ya comprometida. Sus padres habían arreglado una boda de conveniencia con otro hombre y ya no había marcha atrás. Liang no pudo resistir la idea  de ver a su amada con otro hombre y acabó muriéndose de amor.

—Joder, Danna. Para.—reclamo y ella se aparta de mí para poder mirarme una vez más.—La cosa comenzó a ponerse turbia ¿no es así?

Ella se ríe.—¿Vas a llorar?

—No.—exclamo.—Pero ya no entendí que tienen que ver nuestros futuros tatuajes con esto…

—Mantén la boca cerrada y sabrás.—bromea. Entorno mis ojos y ella suelta una risita llevando su mano hasta mi mejilla para dejar en ella una suave caricia.—Está llegando la parte final, lo prometo…

—De acuerdo.

—El día de la boda, Zhu con su corazón roto avanzaba hacia el altar pasando delante de la tumba de su verdadero amor Liang Shanbo.—hace una pausa y suspira lentamente.—Pero llegados a ese punto, un fuerte viento huracanado se levantó  impidiéndole el avance de toda la gente que se dirigía a la boda escoltándola. De repente la tumba de Liang se abrió como por arte de magia y Zhu, sin pensarlo salió corriendo hacia ella lanzándose dentro para estar con el único hombre que siempre había amado.  Se dice que de la tumba salieron dos mariposas revoloteando juntas y que estas eran sus almas que por fin estaban juntas. Ahora para siempre y nadie ya podría separarlos jamás…así como los amantes mariposa…

—Guau.—susurro.

—¿Ves como si es la historia y no la figura?—cuestiona divertida.—Es una historia preciosa, Chris. Una historia de amor en todas sus formas…por eso he pensado en esto. Sé que una mariposa no tiene nada de masculino para los hombres pero…

—Si me pidieras que me tatuara contigo un unicornio en la frente sin pensármelo dos veces lo haría, mi amor.—anuncio interrumpiendo sus palabras.—Haría por ti cualquier cosa con tal de verte feliz…

—¿Sabes que es algo que vamos a llevar con nosotros toda la vida, verdad?—murmura sin dejar de mirarme a los ojos.—Sé que dije que es la historia pero si tú quieres que elijamos otra cosa por mí está bien…

—Entendí el punto que trataste de resaltar con esa historia, Dan.—acepto.—Sé lo que quieres decir y amo que pienses de esa manera porque definitivamente yo quiero quedarme contigo lo que dure mi vida e incluso después de morir me las arreglaré para seguir contigo así como ellos…

—¿Por qué eres lo más lindo que hay en mi vida?—pregunta en voz baja.—No puedo enamorarme más de ti, Christopher Vélez y aun así lo consigues todos los días…

—Yo me enamoro más de ti a cada momento que te veo.—anuncio y una extensa sonrisa se forma en sus labios.—Te amo con todas mis fuerzas, Dan. Y te voy a amar para siempre…

—Yo también te amo con todas mis fuerzas, Chris.—mis labios buscan los suyos como si tuviesen vida propia y mi corazón da un vuelco dentro de mi pecho cuando la siento estremecerse bajo mi toque.

—Entonces, señorita Silvetti…una mariposa será el símbolo de nuestro amor…—anuncio y ella me sonríe ampliamente mordiéndose el labio inferior.—Y cuando esa mariposa se borre de tu piel, Danna…ese será el día en el que yo voy a dejar de amarte. Mientras no…

—¿Te das cuenta que incluso aunque me muera y mi cuerpo siga ahí la mariposa también lo estará, verdad?—cuestiona en voz baja y yo asiento.

—Soy totalmente consciente de eso y mi respuesta sigue siendo la misma.—inquiero y sus ojos se humedecen un poco.—No sé exactamente en qué momento me enamoré de ti como un loco pero lo hice y no me arrepiento de haberlo hecho ni me arrepentiré jamás…

—¿Lo prometes, Chris?—murmura entrelazando su mano con la mía.

—Lo prometo, Dan.

—Chris…

—Mi promesa sigue siendo exactamente la misma, Danna.—respondo sin dejar de mirarla.—Cuando esa mariposa se borre de tu piel: ese será el día en el que voy a dejar de amarte.—hago una pausa mientras una amplia sonrisa que es solamente para mí se abre paso en su boca.—Mientras no.
 


—La verdad es que nunca se me ocurrió pensar que  Christopher podría tener un paraíso así en este lugar…—anuncia Axel. Christopher le sonríe un poco y niega lentamente.

—En realidad esto es de Danna.—responde sin más. Mi corazón da un vuelco dentro de mi pecho y llevo mis ojos a los suyos. Una pequeña sonrisa se abre paso en sus labios y deja un beso sobre mi cabeza.

—¿En qué momento pasó a ser mío?—cuestiono alzando una ceja. Axel y Lily se ríen mientras los ojos de mi novio continúan observándome con fijeza.

—Desde siempre. Te regalé un campo de peonias porque son tus flores favoritas…—le sonrío.

—¡Eso es demasiado dulce, Dan.—exclama la rubia entres los brazos de su novio.

—Christopher Vélez y la palabra dulce; son la mejor combinación que te puedas imaginar y que definitivamente jamás existió…

—Te adoro.—anuncia besando mi cabeza.

—También te adoro.—respondo—Hasta que la mariposa desaparezca de tu brazo…
 

××××××××
¡Feliz San Valentín!❤
 
 
 
 

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