C19. Dos malos tercios.
—Corte.—anuncia la voz del director. Axel suelta un largo suspiro antes de que sus brazos me envuelvan en un largo abrazo.—¡Que excelente toma, chicos! ¡Qué excelente día de trabajo!—añade.—¡Descansen y nos vemos el lunes!
—¿Vienes a cenar con Lily y conmigo?—cuestiona el ojiazul caminando a mi lado.
—La verdad es que no creo que sea una buena compañía para nadie.—acepto.
—Vamos, Dan.—reclama.—No te puedes quedar todo el tiempo encerrada en tu departamento, eso no es sano para nadie.—hace una pausa.—Y tú no estás sola. Tienes a unos amigos increíbles que te adoran y que no van a dejarte sola ni un solo momento.
—Te lo agradezco mucho, Axel…de verdad, pero no quiero que ustedes terminen reducidos a tener que incluirme en todos sus planes solamente para que yo no esté sola. No es así como funcionan las cosas y yo no quiero ser un mal tercio…
—¿Quién es un mal tercio?—cuestiona Levi acercándose.
—Tú, obviamente.—responde Axel en medio de una risita.
—¡Que hijo de puta!—los dos se ríen.—Ya, lo digo de verdad. ¿Quién es un mal tercio?
—Yo.—anuncio.
—Oh, vamos, Danna.—se queja Axel.—Tú de mal tercio no tienes nada.—hace una pausa.—Le estaba diciendo a Danna que podría venir a cenar con Lily y conmigo…pero ella dice que nosotros de alguna manera solo estamos incluyéndola para que no esté sola y hasta se dijo mal tercio…
Levi se ríe.—Entonces ven a cenar conmigo y no lo serás.—responde de inmediato.
—Miren yo no creo que…
—O vengan a cenar los dos con nosotros y entonces serán dos malos tercios…—anuncia Axel. Ambos lo miramos y él se ríe.—¿Qué? Podría ser una buena idea, no lo pueden negar…—se queja.
—Supongo que ser dos malos tercios suena mejor.—acepta Levi.—Vamos, Dan…llevamos trabajando juntos un buen tiempo y sabes que he desarrollado un cariño especial por ti…—hace una pausa.—Anda, Danna…te servirá para que te distraigas…
—De acuerdo, de acuerdo.—me quejo.—Ustedes ganan pero con una condición…
—La que quieras.—responden al unísono.—Pasemos esta cena a mi departamento ¿les gusta la idea? La verdad es que no es que se me antoje demasiado ir a lugares públicos para llamar la atención, supongo que podemos quedarnos en mi departamento, cenar y tener un ambiente tranquilo…
—Claro que sí.—responde Axel.—Me muero por sostener a Teenie de nuevo…—se ríe.—Entonces llamaré a Lily para decírselo y los veremos allá ¿De acuerdo?
—De acuerdo.—contestamos Levi y yo. Axel se despide de nosotros prometiendo vernos pronto y anclo mis ojos en los de Levi que me observa fijamente con una sonrisa tirando de sus labios.
—¿Y entonces…?
—¿Entonces qué…?—cuestiono.
—Bueno, yo no tengo tu dirección, Danna.—me recuerda. Me echo a reír en voz baja.
—¿Te molesta ir en Uber…?—él suspira.
—Tengo mi auto.
—Perfecto entonces.
(…)
—Siempre pensé que los departamentos de las súper estrellas tenían una pared especial para llenarlas con sus múltiples premios…—anuncia Axel cuando entramos en mi casa. Teenie trota hasta mí y la tomo entre mis brazos antes de mirarlo a él.—Ya sabes, supongo que para algunas personas presumir sus logros lo es todo en la vida…
—Pues no soy de esas personas.—respondo encogiéndome de hombros.—Y no tengo una pared especial para llenarlas con mis múltiples premios; tengo una habitación para eso…
—Joder, Danna.—exclama.
—Una habitación a la que nadie a excepción de Teenie entra, ni siquiera yo.—agrego.—Los premios son lo de menos, Levi. Al menos para mí lo son. Creo que hay cosas más importantes por las cuales una persona debería de preocuparse…
—Entiendo.—responde en voz baja.—¿A Christopher no le molesta que estemos aquí…?—mis ojos se encuentran con los suyos de nueva cuenta. Inspiro con fuerza y aparto la mirada un breve momento.—¿Dije algo malo…?
—Christopher y yo terminamos.—anuncio sin más.
—Ay, lo siento en verdad. No pretendía traer recuerdos dolorosos a tu cabeza…—niego.—Ni siquiera lo sabía...
—No te preocupes, no pasa nada.—respondo sincera.—De todos modos en algún momento tienen que pasar y las personas se enterarán, no es algo que pueda controlar…
—Así que además de lo que pasó con tu abuelo llevas el duelo por tu relación con Christopher…—anuncia.
—No, Levi…
—Se entiende, Danna.—repone de inmediato.—No te estoy juzgando en absoluto, cada persona que pasa por tu vida es importante. Cada persona es un ciclo. Y tal vez el ciclo de Christopher por tu vida ya llegó a su fin. Ahora supongo que no te queda más que continuar y enfocarte en tus cosas…
—Supongo que en eso tienes razón.—susurro.—Pero bueno, cambiemos de tema…—decido colocando a Teenie en el suelo de nueva cuenta.—¿quieres algo de tomar? No suelo beber mucho pero en el mini bar supongo que habrá algo…sírvete lo que quieras…
—Gracias.—susurra.
El sonido del timbre de la puerta se hace presente. Camino con pasos lentos para atender y la sonrisa de Axel en compañía de Lily me dan la bienvenida.—Hemos llegado y hemos traído una botella de vino…
—Ya sabes, dicen que el alcohol es la mejor manera de lidiar con los días difíciles.—anuncia la voz de la rubia sin perder la sonrisa de sus labios.
—Y mañana tenemos un día libre así podemos embriagarnos sin remordimiento alguno…—me echo a reír haciéndome a un lado para dejarlos entrar.—Teenie…—exclama Axel y ella ladra como si estuviese emocionada echándose a correr en dirección a él.—Dios, eres una cosa bella y peluda. Me encantas.
—¿Entonces que vamos a pedir para cenar?—cuestiona Levi.—Me muero de hambre y Dan de camino hacia acá decidió que pediríamos hasta que ustedes llegaran.
—Era un trato justo.—decido encogiéndome de hombros.
—¿Qué les parece sushi? Dios, mataría por un rollito ahora ismo…—anuncia el ojiazul.
—Supongo que sushi suena un buen plan…
La noche transcurre tranquila. Levi y Axel no han parado de hablar ni un solo segundo desde que se sentaron sobre el sofá de la sala sosteniendo copas de vino. Tomo asiento junto a los chicos dejando sobre la mesilla de la sala un platón con frituras.
—¿No ha pasado un buen rato desde que pedimos la comida?—cuestiono.—Ellos ya deberían estar aquí…
—Demanda, supongo.—responde Axel encogiéndose de hombros al tiempo que el sonido de la puerta se hace presente.—Al fin.—dramatiza.—Yo voy por el sushi…—anuncia poniéndose de pie.
—Mira esto, Danna…—inquiere Levi mostrándome la pantalla de su celular donde nuestras fotografías de nuestra primera sesión de fotos para la película.—Joder, eres la Amber perfecta…—me echo a reír en voz baja y niego.
—Bueno no te quedas muy atrás.—respondo de inmediato.
—Eh, Dan…—me llama Axel. Levanto mi mirada y mi corazón da un vuelco dentro de mi pecho.
No es la comida que ha llegado. Christopher está aquí.
—Vamos, Vélez…—me ánimo a mí mismo.—Solo tienes que ser valiente. Ten la valentía que tuviste para terminar confesándole todo a Danna y no te eches para atrás ahora…
Inspiro con fuerza y sin más comienzo a caminar dentro del edificio. El guardia de seguridad me lanza un saludo cuando paso delante suyo que correspondo amablemente. Sostengo con más cuidado el cuadernillo de composición de Danna para no extraviar nada y programo el ascensor. Espero pacientemente odiando la estúpida música de fondo y cuando finalmente llego al piso de Danna mis manos comienzan a sudar. Los latidos de mi corazón se multiplican y las ganas de salir corriendo se hacen presentes.
Las puertas se abren y con ellas el valor que tenía se esfuma de golpe. Canino con pasos lentos aferrándome más al cuadernillo hasta que llego a su puerta. Inspiro con fuerza y oprimo el pequeño botón del timbre.
Espero pacientemente a que ella atiende pero cuando la puerta se abre lo primero que veo es la sonrisa de Axel.—Hey…—me saluda y automáticamente su rostro se torna serio. Llevo mi mirada hasta la sala donde puedo escuchar algunos sonidos y risas. Entonces lo veo. Ahí sentado junto a Danna mientras ella le sonríe—Eh…—comienza Axel tratando de llamar mi atención de nueva cuenta.
—Hola.—saludo en voz baja.—Yo solo…yo solo quería hablar con Danna…
—Claro, Danna.—responde.
—¿Podría hablar con ella…?—pregunto.
—Eh, Dan…—la voz de Axel la llama. Danna ira en nuestra dirección. Sus ojos se encuentran momentáneamente con los míos antes de apartar la mirada.
Danna camina en dirección a mí con pasos lentos pero cuando llega hasta mí y nuestras miradas se encuentran de frente finalmente es cuando mi pulso se acelera y cuando las ganas de salir corriendo lejos de ella se vuelven más intensas. Danna camina al pasillo junto a mí cerrando la puerta detrás de sí misma.
—Hola…—murmuro pero ella no responde.—¿Podemos hablar…?—cuestiono.
—¿De qué se supone que podemos hablar…?—pregunta sin dejar de mirarme.—Realmente nosotros no tenemos absolutamente nada de qué hablar, Christopher. Ya hemos hablado de todo lo que tendríamos que haber hablado así que realmente no le veo ningún punto…
—Creo que yo no supe explicarme y tú tampoco me dejaste hacerlo…quiero saber cómo estás…
—Estoy bien, gracias por preguntar.—contesta sin más.—Y no vale la pena seguir hablando sobre el tema; escuché lo suficiente. Sé lo suficiente.—responde.—Mira…tienes razón. No pudiste lidiar con todo lo que viene conmigo. No pudiste lidiar con la vida que llevo y está bien, diste tu mejor intento para conseguirlo pero no lo conseguiste al final de cuentas…pero lo intentaste y eso es lo que cuenta…no lo entendí en el momento en el que lo hablamos porque tenía el corazón hecho miles de pedazos por la partida de Ben, todo era tan reciente, todo pasó al mismo tiempo pero después tuve mucho tiempo para pensar y ahora lo hago, Christopher. Entiendo tu punto, créeme. Y no te juzgo.
—¿No te importa que hayamos terminado?
—¿Te importa a ti?—pregunta frunciendo sus cejas.—No soy la villana en este cuento, Christopher. Tampoco tú lo eres. No hay un villano. No hay nadie a quién culpar. Sólo…sigue adelante sin confundir las cosas.
—Yo no te quería perder…—confieso.—Nunca te quise perder…
—Pero tampoco querías tenerme que para el caso es lo mismo. Eso ni siquiera era sano para ninguno de los dos.—replica.—No me confundas más, por favor…—pide en voz baja.—Las cosas pasaron de la manera en la que lo hicieron y nos toca seguir adelante con eso…ya está. No te guardo rencor si eso es lo que estás pensando…—hace una pausa.—Busca paz y amor, Christopher. Ahora puedes tener paz en medio de tanto caos como lo es tu carrera por sí sola, ya no tienes que vivir bajo mi sombra ni tienes que lidiar con todo lo que viene junto a mí. Sólo eres tú.
—¿Encontraste paz y amor con Levi Edevane…?—las palabras salen solas de mis labios. Danna lleva un mechón de su cabello castaño detrás de su oreja.
—Levi no tiene nada que ver.
—Pues parecías bastante cómoda a su lado.
—No te importa, Christopher.—replica de inmediato.—Nosotros ya no somos pareja y lo que yo haga o deje de hacer con mi vida privada con quien se me dé la gana de la puerta de mi casa para adentro es solamente asunto mío, no es dominio público.
—Me estoy muriendo de los celos.—confieso sin dejar de mirarla.—¿No lo entiendes?
—Pues peor para ti entonces.—responde.—¿En serio sólo querías hablar conmigo para esto…?
Suspiro.—No.
—¿Entonces?
—Esto es tuyo.—anuncio tendiéndole su cuadernillo. Los ojos de Danna lo miran como si no pudiese creerse que yo lo tenga y lo toma entre sus manos.—No lo leí si te preocupa que lo haya hecho…—agrego pero niega.
—Compartí por lo menos la mitad de mi vida contigo, no me molestaría que los hubieras leído de todos modos…—responde.
—Escribiste sobre mí…—sus ojos me miran de nueva cuenta dándome la impresión que se echará a llorar en cualquier segundo.—Tu nuevo disco, quiero decir. Escuché cada una de tus canciones, todo el tiempo parecen ir detrás de mí. En la radio, en el televisor, en el ordenador. Estás en todos lados…
—Pues al menos puedes presumir que Danna Silvetti hizo dos álbumes inspirados en ti…—anuncia.—Y si no te molesta, tengo que irme. Mis amigos me esperan…gracias por haberme devuelto mi cuadernillo, no había notado que no lo tenía conmigo y es realmente importante para mí…—Danna me lanza una última mirada y cuando está por llegar a su puerta mi las palabras salen solas de mis labios.
—No tienes ni idea de la manera en la que me arrepiento haber sido un gran hijo de puta contigo…—sus pasos se frenan pero no se gira.—No tienes ni idea de la manera en la que lamento no haber tenido el suficiente valor para sostenerte cuando más me necesitabas. Por haberme dado por vencido…
Danna niega lentamente.
—Buenas noches, Christopher…
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top