Capitulo 4: Mayo y Junio, Hasta que el sueño termine
“Nada tiene sentido si tú no estás allí. Porque tú… Tú... eres mi mundo entero”
*** MAYO ***
Taehyung se encontraba sentado en una banca del parque. Tenía una expresión furiosa en su semblante; esa mañana se había peleado con Jungkook, ya que una descarada mujer había intentado seducir y besar al mesero, provocando los celos de su novio. Sin embargo, ella seguía siendo una clienta, por lo que Taehyung tuvo que defenderla y como consecuencia su Jungkookie se enojó con él y no quería verlo.
—¡Maldición!— suspiró. —¿Cuántas veces hemos peleado por culpa de nuestros celos?
Desde sus tiempos de estudiantes solían discutir porque no faltaban las chicas y hasta chicos que se les insinuaran a alguno de los dos, Taehyung admitía su parte de la culpa por no haberle aclarado a Jungkook los motivos que tuvo para defender a la mujer, pero su novio podía ser muy terco y obstinado.
—Siempre he odiado estar peleado contigo, Jeon Jungkook —murmuró. —Pero este no es un buen momento para lamentaciones, lo hecho, hecho está —se levantó, decidido, ya sabía que era lo que debía hacer y no tenía tiempo para desperdiciar.
Jungkook se encontraba limpiando las mesas del restaurante con aire alicaído, habían pasado ya varias horas después de que Taehyung se marchó para que no siguieran gritándose. En ese tiempo a solas él aprovechó para reflexionar sobre la pelea y ahora se arrepentía por su violenta y exagerada reacción.
—¡Rayos! Sí que soy idiota —se jaló el cabello. —Sé perfectamente lo atractivo que es él y aún así…
Entonces se escuchó un ruido y volteó a la puerta donde se encontró con un serio Taehyung que lo observaba con cara de pocos amigos, se puso de pie y con cautela se le acercó, deteniéndose a unos pasos de él, debía ser cuidadoso, quería aclarar todo, no generar más peleas.
—Taehyung, yo…
—Lo siento.
—¿Qué?
—Dije que lo siento. No quería que los otros clientes pensaran que eres violento con las personas, por eso defendí a esa mujer, sólo que no me esperaba que lo tomarías tan mal.
—¡Basta! — le interrumpió —¡Yo soy el que debe disculparse! —hizo un adorable puchero y desvió la cara. —Es sólo que no me gustó ver que te ponías de su parte, ella parecía tan… complacida con tu atención, y me enoje mucho.
Taehyung sonrió y lo abrazó con fuerza. Jungkook estaba un poco extrañado por su actitud tan cariñosa, pero correspondió gustoso al gesto.
—¿Me perdonas, Tete?
—Mi Jungkookie, no tengo nada qué perdonarte —susurró escondiendo su cara en el cuello de su amado. —Te amo, más que a nada en este mundo, y no quiero perderte por una tonta pelea ni por nada más. Sería algo que no soportaría.
—Oye Taehyung, no fue para tanto, no me perderas por algo tan tonto, así que no hables así —le sujetó de las mejillas para que lo observara. —Me da miedo que digas esas cosas, pareciera como si nos fuéramos a separar para siempre —sonrió. —Y eso nunca nos podría pasar, ¿cierto? Vamos a estar juntos hasta que los dos estemos viejitos y arrugaditos cómo pasitas.
Taehyung en ese momento sintió ahogarse en esos brillantes y profundos ojos marrones, en los que se podían ver estrellas. Soltó un hondo suspiro y apoyó su frente con la de su pareja.
—Sí, mi amor… tienes razón.
Jungkook sonrió más aliviado y volvió a abrazarse a él. Sin soltar el agarre, Taehyung caminó hasta una silla para sentarse ahí con él sobre sus piernas.
—A veces actúas raro, Tete —le oyó decir. —No es común que te disculpes primero que yo cuando discutimos, por lo general eres muy orgulloso y obstinado.
—¿Ah, sí? Sólo digamos que abrí los ojos y decidí ser una mejor persona.
Taehyung sonrió ante la expresión confundida de su novio y lo besó. Jungkook no tenía por qué preocuparse, lo tendría ahí para él hasta el último instante. Hasta que ese precioso sueño se terminara.
***JUNIO***
Taehyung llegó a una pequeña cafetería y al entrar comenzó a ver al resto de los clientes. No le tomó mucho tiempo encontrar a quien buscaba y se dirigió a una mesa ocupada por una mujer de largo cabello azabache y ojos negros. Vestía elegantemente y miraba a su alrededor con aire despectivo, pero ansioso, suspiró con decisión y se sentó delante de ella.
—Tiempo sin verte, madre —la saludó con seriedad.
La señora Kim lo observó fijamente, estuvo así durante algunos minutos hasta que suspiró también para liberar la tensión que se había formado en el ambiente.
—Sí, desde que te graduaste de la preparatoria —contestó ella. —Tu padre no quiso venir a visitarte.
—Me lo supuse. Pero realmente me sorprendió que tú accedieras a venir.
—Lo hice porque tú hermano Taesol me insistió mucho, dijo que querías hablarme de algo importante.
—Así es.
—¿Finalmente abriste los ojos y piensas dejar a ése chico?
—No creo que quieras oír mi respuesta a eso, deduzco que ya la sabes.
—Una madre siempre mantiene la esperanza de que su hijo tome el camino correcto.
—El camino correcto —repitió él y desvió la mirada hacia la ventana. —Eso es precisamente de lo que quería hablarte —le devolvió la mirada. —Dime, madre, ¿cómo sabes que el separarme de Jungkook es lo mejor para mi? ¿por qué estás tan segura de que puedo ser feliz sin él?
—Taehyung, no importa cuánto haya crecido la gente en cuanto a la tolerancia, una relación entre hombres sigue siendo muy juzgada por la sociedad. Tú vienes de una pudiente y exitosa familia ¿Cómo es posible que prefieras perder todos tus privilegios a cambio de estar con un hombre?
—Dinero, prestigio, autos, mujeres… todo lo que cualquier hombre soñaría —sonrió de medio lado. —¿Sabes, madre? Yo sé bien que incluso teniendo eso, siempre añoraría la presencia de Jungkook en mi vida. Cada día al despertar me preguntaría cómo estaría él y al irme a dormir soñaría con la vida que podríamos haber compartido juntos —volteó a verla. —Me preguntas que ¿cómo es posible que prefieras perder todos mis privilegios? pues te responderé que los cambié por una persona que me ama tal como soy, que no le importa si poseo millones o no tengo ni dónde caerme muerto, alguien que es capaz de soportar mi carácter, alguien que me hace querer mejorar cada día y tratar de volverme una mejor persona. En todo el mundo, por más que busque, jamás encontraría a alguien tan valioso como Jungkook.
Su madre lo observó con un nudo en la garganta. Las palabras de su hijo eran tan sinceras, estaban tan cargadas de cariño y firmeza, pero aún así…
—Taehyung… entre ustedes nunca nacerá nada que los termine de unir para siempre como lo hace un hijo.
—Lo sé, pero nadie estará con otra persona para siempre, tarde o temprano llegará la hora de la despedida —volvió a sonreír. —Es por eso que quiero disfrutar al máximo el tiempo que pueda compartir con él, eso es lo que quería decirte, madre, que nada ni nadie podrá separarme de él, no hasta que se acabe nuestro tiempo juntos.
Cuando regreso a casa y su novio lo vio entrar al restaurante, le regaló una de sus hermosas sonrisas de conejito —¿A dónde fuiste Tete?
—Sólo tenía algo importante qué hacer —le sonrió. —Pero ya estoy en casa, Jungkookie.
Sí, definitivamente aquél era el hogar al que siempre quería regresar. No importaba por cuánto tiempo más pudiera ser así.
“Aunque no pueda verte... Incluso si nuestros caminos se tornan diferentes... Siempre regresaré a ti... Incluso si no puedes verme, siempre estaré junto a ti”
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