Capítulo 3: Marzo y Abril, Una vida agridulcemente feliz

“Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”

*** MARZO ***

El hermano menor de Taehyung, se encontraba de vacaciones y decidió pasar unos cuantos días con los chicos, pues hacía más de un año que no se veían y los extrañaba mucho. Quería ver qué tal les iba, pues por los problemas con la familia Kim debían salir adelante por sí solos. Confiaba en ellos y en que podrían salir adelante sin ayuda, pero eso no impedía que le preocuparan.  

—¿Sabes? Cuando me dijeron que mi visita no sería ninguna molestia, no imaginé que se referían a esto.

Taesol se encontraba usando un delantal y tomando las órdenes de los clientes en el restaurante. Su “adorado” hermano y su cuñado habían decidido utilizarlo (por no decir explotarlo) como mesero gratuíto.

—Oye, nosotros no podemos darnos el lujo de no trabajar —le dijo Taehyung.

—Pues tengo entendido que el mes pasado hasta se fueron a la playa, ¿no?

—Ya cálmense los dos —ordenó Jungkook. —Van a espantar a toda la clientela.

—Pues yo lo dudo, soy encantador y un imán de clientes  —contradijo su cuñado

Y era más o menos cierto, varias chicas habían entrado al restaurante cuando vieron al guapo mesero y ahora le sonreían con coquetería cada vez que pasaba junto a su mesa.

—¿Ustedes los Kim tienen un gen que los hace unos rompecorazones o qué? —murmuró Jungkook ingresando en la cocina.

—Quizá —contestó Taehyung y sonrió cuando su pareja ya no lo estaba viendo. —Pero también somos muy fieles —añadió para si mismo.

Taesol lo miró y sonrió también, aquella relación había provocado muchos problemas entre Taehyung y su familia, sin embargo ahora que veía a su hermano, se alegraba por la decisión que él tomó. Nadie lo hacía sonreír como Jungkook, simplemente le acariciaba el alma con su sola presencia.

—¿Papá y mamá se encuentran bien? —preguntó a su hermano.

—Uh, sí, bien como siempre. Me pidieron que viera si necesitabas algo.

—Diles que no —lo miró a los ojos, —porque tengo a Jungkook y con él no necesito nada más, mi mundo está completo, una vida llena de lujos definitivamente no vale la pena si él no está conmigo.

—Hablas como si hubieses tenido una vida así, hermano.

—Tal vez —sonrió de medio lado

—Estás actuando más raro de lo que recuerdo. Ah, por cierto, el próximo mes es su aniversario, ¿cierto? ¿Ya sabes lo que harás?

—Mmm… No, pero será algo especial. Quiero que tenga el mejor día de su vida.

—Claro —Taesol sonrió y suspiró. —A veces te tengo envidia, yo también quisiera estar con alguien de quien esté tan estúpidamente enamorado.

—Grr, no molestes, idiota.

—¿De qué tanto hablan? —preguntó Jungkook regresando con varios tazones llenos de comida.

—Cosas de hermanos —contestó su cuñado llevando las órdenes sobre una bandeja.

—Siempre he pensado que Taesol es genial, pero está medio loco —susurró Jungkook, haciendo que su novio sonriera.

—Disculpa —llamó una chica al mesero, —no te habíamos visto antes por aquí. ¿Tienes novia?

—No, y sólo estoy aquí temporalmente —la chica puso cara triste y melancólica. —En realidad estaba enamorado de un chico, pero él eligió a mi hermano mayor. Sin embargo mis sentimientos por él son tan fuertes que decidí venir y aceptar hacer un trío con ellos —añadió mirando tanto a Jungkook como a Taehyung, quienes quedaron perplejos al oír sus palabras.

—¡No le mientas a los clientes! —gritó Jungkook con furia.

—¡¿Quién demonios te invitó a hacer un trío?! ¡Jungkookie es solo mío!

Taesol soltó una carcajada al ver las reacciones que provocó en esos dos. Por eso extrañaba no ver seguido a los chicos, en serio era muy divertido molestarlos.

En medio de bromas y comentarios mordaces transcurrió el resto de las vacaciones de Taesol. El día en que debía marcharse la pareja fue a despedirlo al aeropuerto, pues no tenían idea de cuándo volverían a verlo.

—Cuídense mucho —les dijo. —Ya saben, cualquier cosa que ocurra o que necesiten no duden en avisarme.

—Muchas gracias —respondieron al unísono. —Tú también cuídate mucho por favor.

—Te encargo a mi gruñón hermano. Sopórtalo un poco mas, por favor.

—¡Oye! —reclamó el ofendido —En fin, nos vemos después, hermano. Cuida bien a nuestros padres. —Taesol asintió, abrazó a ambos y se marchó para abordar el vuelo.

Mientras caminaba rumbo al avión, sólo podía desear de todo corazón que esos dos continuaran siendo tan felices como hasta ahora, se lo merecían después de todo lo que dejaron atrás con tal de seguir juntos. El hermano menor de los Kim, también estaba contento por la buena relación que conservaba con su hermano mayor, aún a pesar de las diferencias que tuvieron cuando recién se enteró de que Jungkook y él eran pareja.

Taehyung en el fondo de su corazón no pudo evitar sentirse triste al pensar en que su buena relación con su hermano ocurriera únicamente en ese mundo utópico, su mundo real, ese en el que no estaba con Jungkook era completamente diferente, era un mundo gris y frío en el que su homosexualidad jamás sería aceptada por su familia y él estaba muy consciente de ello.

***ABRIL***

Este mes era muy importante para Taehyung, pues el día diez se celebraba un año más, del mejor día de su vida, ese en el que años atrás le pidiera a la razón de su existencia, ser su novio.

Recordaba que cuando eran estudiantes cada año buscaba una nueva forma de sorprenderlo, ésta vez no sería la excepción. Este año, su aniversario número Diez, sería el mejor que su Jungkookie jamás tendría.

Aquél día se encontraban trabajando en su restaurante. Min Yoongi y Park Jimin, grandes amigos de Taehyung y Jungkook desde sus años de escuela, habían ido a visitarlos.

—¡Tengamos una fiesta! —propuso Jimin.

—Oye, primero consúltalo con Taehyung –le dijo Yoongi, —tal vez él tiene planeado algo especial para Jungkook.

—Mmm… No, una fiesta me parece bien —contestó él. —Después de todo es nuestro décimo aniversario, llevar una década juntos, es algo digno de ser celebrado con una fiesta.

—¡¿En serio?! —preguntaron con sorpresa.

—No soy tan amargado como para que reaccionaran así, exagerados.

—Eh… mejor no te responderemos eso.

—¿Que estás insinuando Min Yoongi?

—Jejeje, tranquilos chicos –pidió Jimin, —no te ofendas Tae, es sólo que estábamos seguros de que tendríamos que insistir mucho para convencerte.

—¡Muy bien! ¡Hagamos la fiesta en el restaurante! —propuso el rubio con alegría.

Taehyung sonrió un poco mientras veía a su novio, una fiesta con sus amigos sería perfecta, además le daría a Jungkook una sorpresa que sabía iba a fascinarle.

De esa manera llegó el diez de Abril. Los chicos cerraron temprano el restaurante para tener tiempo de arreglar todo, Yoongi y Jimin, en compañía de sus amigos Namjoon y Seokjin, llegaron para ayudarlos.

—¡Feliz aniversario! —abrazaron a ambos al llegar.

—Muchas gracias, Jin —sonrió Jungkook y se abrazó con su otro amigo. —¡Namjoon Hyung, cuánto tiempo!

—S-Sí —sonrió también con timidez. —Me da gusto verte tan bien, Jungkook. Y también a ti, Taehyung.

—Gracias —contestó el mencionado.

—Pues les cuento que mi hermana todavía sigue decepcionada porque dos chicos tan guapos como ustedes, sean gays.

—¡Nam! —regañaron los demás.

—¿Qué? Yo soy él que tengo que aguantar sus quejas a diario —suspiró y sonrió. —En fin, démonos prisa con los arreglos para tener una fiesta increíble.

Cayó la noche y varios de sus viejos amigos y compañeros de preparatoria llegaron. El ambiente se llenó de música, pláticas y risas. Jungkook estaba platicando con Eun Woo y Bambam, otros dos antiguos amigos y compañeros de clase, cuando Taehyung fue por él.

—Ven —le dijo, —ya llegó tu regalo.

Con sus manos, le cubrió los ojos y lo guió hasta la puerta principal del lugar. Jungkook estaba intrigado, ya que era raro que su novio hiciera ese tipo de cosas.

—Ya dime Tete, ¿qué es?

—De acuerdo —lo oyó decir, —aquí está. —Le destapó los ojos y Jungkook se encontró de frente con un hombre de edad madura que lo contemplaba con una sonrisa.

—Hola, Jungkook.

—¡Bang pipí! Eh que digo ¡Bang PD!

—¡Que no me llames así, mocoso grosero y atrevido!

Ignorando su enojo por el apodo, se lanzó a abrazar con fuerza al otro hombre, quien lo recibió gustoso. Taehyung se limitó a observarlo, sintiéndose satisfecho. Él sabía muy bien que su pareja quería mucho al señor Bang Si-hyuk , su profesor en la preparatoria, pero por el trabajo de éste casi no podían verse. Sin embargo él se esforzó por convencerlo para que pudiera asistir a la fiesta al menos por un rato.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jungkook.

—Vine a desearles a los dos un feliz aniversario, por supuesto —rió. —No todos los días tu amargado novio me pide que venga a visitarlos y además me compra el pasaje para venir.

—¿Ah? —Sorprendido, volteó a ver a Taehyung quien desvió la cara para tratar de ocultar su sonrojo. Jungkook sonrió y le sujetó la mano.

—Sí que me sorprendiste, Tete.

—Hum.

La fiesta continuó entre bailes y bebidas, Bang Si-hyuk acosaba a algunas mujeres, por lo que Jungkook tuvo que darle algunos golpes para calmarlo. Llegado un momento ambos fueron al pasillo para platicar a solas, pues tenía rato que no se veían.

—¿Eh?, ¿no podrás quedarte más tiempo? —preguntó Jungkook.

—Debo revisar tareas y preparar clases, ya sabes ¡La vida de un profesor de colegio es dura! —contestó. —Lo lamento, pero te prometo que la próxima vez vendré a pasar unos días con ustedes —sonrió con malicia. —Es muy divertido atormentar a Taehyung.

—No deberías molestar tanto a Tae.

—Se lo merece por ser culpable de llevarte al lado oscuro —bufó. —Si no fuera por él, en estos momentos me acompañarías en mis viajes de investigación para mis clases.

—Lo dudo mucho.

—Bueno, pero ahora podrías ser abogado, arquitecto, o tal vez un doctor. Siempre fuiste bueno para los estudios, sin embargo ya me resigné a que nunca te veré convertido en un profesional —le revolvió el cabello con fuerza, —porque sé que sin Taehyung no serías feliz, ¿cierto?

—¡Así es! —rió Jungkook.

Sin que ellos se dieran cuenta, Taehyung había escuchado su conversación. Era consciente de todo lo que Jungkook tuvo que dejar para estar con él, pero por una vez, haría de oídos sordos y seguiría siendo el mayor egoísta del mundo con tal de tener a su amado Jungkookie a su lado, al menos durante un año, le remordía la conciencia pero se repetía así mismo que después de su muerte todo sería como antes y le regresaría su verdadera vida.

Poco a poco los invitados comenzaron a irse, al final de la noche, sólo sus cuatro amigos más íntimos los ayudaron a limpiar el local. Una vez que ya habían terminado, también estos se retiraron, dejando a solas a la pareja. Ellos subieron a su habitación y de inmediato Jungkook se tiró sobre la cama, estaba realmente exhausto.

—Fue una fiesta muy divertida.

—Admito que lo fue.

—Jejeje, suenas tan poco sincero como siempre —lo miró con cariño. —Muchas gracias, Tete. Realmente me hizo feliz ver al profesor Bang. Fue el mejor regalo de todos.

—Me alegra oírlo, pero ese no era todo tu regalo.

—¿Ah, no? —Taehyung se sentó a su lado y del bolsillo sacó una cajita y se la dio para que la abriera, y éste se sonrojó cuando vio su contenido: eran dos sencillas pero bonitas sortijas de matrimonio.

—Taehyung…

—Aquí en Corea todavía no es legal el matrimonio igualitario, pero eso no significa que no me gustaría tener una relación así contigo.

—Yo… ¡te amo, Tete! —gritó abalanzándose para besarlo.

Definitivamente él siempre sabía cómo sorprenderlo y estaba feliz por ser él quien lo tuviera a su lado. Por supuesto Taehyung era de la misma opinión, se sentía dichoso por la vida que podía tener junto a Jungkook. Lástima que en el mundo real, él se equivocó en su decisión y Jungkook no le pertenecía de verdad.

“Quiero que cada minuto, cada segundo a tu lado, dure una eternidad para que siempre estemos juntos”


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