Capitulo 2: Enero y Febrero, la calma antes de la tormenta
“¿Has soñado alguna vez con estar en otro lugar? Un mundo en paz y tranquilidad. Un mundo donde abunda la felicidad. Un lugar al que puedas llamar hogar.”
*** ENERO ***.
Taehyung siempre había sido muy inteligente, era una de las cualidades de la que le gustaba presumir, así que se las ingenió para averiguar las condiciones de su nueva vida sin levantar sospechas: efectivamente él y Jungkook jamás rompieron, al contrario, en cuanto terminaron la preparatoria les dijeron a todos sobre su relación. Sus amigos se sorprendieron mucho, pero los apoyaron; Jun-Ho, el tutor de Jungkook tras la muerte de sus padres cuando era niño, casi sufre un infarto, sin embargo trató de aceptarlos luego de superar la sorpresa inicial.
Como era de esperarse, el problema fue con la conservadora familia de Taehyung. Obviamente a sus hermanos no les gustó mucho que él estuviera con otro hombre, les tomó varios años hacerse a la idea, resignarse y volver a entablar comunicación con él. Claro que sus padres no fueron tan considerados; ellos le ordenaron dejar su relación, pero como el joven se negó, lo echaron de casa rompiendo cualquier vínculo con su hijo y actuaban como si éste hubiera muerto.
Los chicos se fueron a vivir juntos a un pobre departamento y comenzaron a trabajar. Ninguno de los dos fue a la universidad, no eran un exitoso empresario ni un reconocido pediatra, en su lugar se esforzaron por ahorrar el dinero suficiente para abrir un pequeño restaurante de ramen. Actualmente vivían en el pequeño departamento ubicado sobre su local y, a pesar de las adversidades económicas, eran una pareja estable y feliz.
—Kookie, dos órdenes más con carne de puerco.
—Enseguida, Tete —contestó sonriendo.
Como Jungkook era el cocinero, Taehyung se ocupaba de atender a los clientes y cobrarles. Entre los dos se encargaban de la limpieza y la administración en general.
—Tu ramen es uno de los mejores, chico —decía un hombre de traje en el restaurante.
—Muchas gracias —respondió el cocinero. —¡Me esfuerzo por mejorar todos los días!
—Por eso me gusta venir aquí a comer —dijo otro hombre mayor sonriéndole a Taehyung.
—Ustedes hacen que el ambiente de este lugar sea muy agradable.
—Muchas gracias.
Por la noche cerraron el local y limpiaron todo, les gustaba dejar las cosas ordenadas para el día siguiente. Después de acabar con eso y cenar, subieron a su departamento para descansar, lo necesitaban luego de la jornada laboral tan ardua.
—Oye, Taehyung, ya va a ser el día de los enamorados.
—¿Y?
—Bueno, estaba pensando que podríamos cerrar el restaurante un fin de semana e ir a la playa. ¡Necesitamos unas vacaciones!
—Mmm… No.
—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!
—No me gusta la idea de ir a un lugar donde habrá mucha gente y tú estarás con demasiada piel expuesta —sonrió de medio lado
—I-Idiota —lo insultó, sonrojado. —Anda, vamos, prometo que será divertido y trataré de no hacerte gastar mucho.
—¿Qué recibiré a cambio?
—Más te vale quitar esa sonrisita pervertida de tu rostro eh. Se trata de pasar tiempo de pareja, no quiero que nos oxidemos como esos matrimonios que se vuelven rutinarios y terminan en divorcio.
Taehyung soltó una ligera risa por la comparación de su novio. Realmente ninguno de los dos era muy romántico que digamos, pero podían tener sus dulces momentos.
—De acuerdo, vamos —aceptó. —Siempre y cuando pueda golpear a quien se atreva a coquetearte.
—¡Olvídalo! No quiero tener que ir a sacarte de la cárcel.
—¡Hum! Te llaman Jungkook el irresistible —se burló.
—Jejeje, bueno que hago Dios me hizo hermoso, en fin, ya no puedes retractarte, iremos a la playa. —Tomó una toalla. —Iré a bañarme para luego dormir.
—Voy contigo, amor —dijo jalándolo del brazo para encerrarse con él en el baño
La primera noche que Taehyung despertó ahí, le hizo el amor a Jungkook de manera intensa. Ahora aprovechaba cualquier oportunidad para estar juntos como si fuera la última vez, detalle que en un futuro muy cercano se convertiría en realidad.
*** FEBRERO***
Eran mediados de mes cuando Taehyung y Jungkook decidieron tomarse el fin de semana libre por San Valentín. Cerraron bien el restaurante y tomaron sus maletas, no tenían auto, pero viajaron en tren de manera tranquila a pesar de que era época de vacaciones.
—Amo el mar, es tan bello —comentaba Jungkook con emoción
—Lástima que haya tantos… insectos.
Taehyung traía el ceño fruncido, ya que la playa estaba repleta de gente, desde niños hasta ancianos, le molestaba la presencia de tantos chicos y chicas porque nunca faltaban los que se acercaran para coquetearle o peor, intentar coquetear con Jungkook. Eso no lo pensaba tolerar, díganle exagerado y tóxico pero a esas alturas ya tenía ganas de ponerle un letrero en la espalda que dijera “NOVIO DE KIM TAEHYUNG, NO MIRAR”
—Ay Tete, quita esa cara. Van a salirte arrugas muy joven, mejor busquemos un lindo lugar para sentarnos.
—Hum.
Encontraron un pequeño espacio donde colocaron sus toallas sobre la arena, la hielera y sus demás cosas. Jungkook se quitó la camiseta, quedando sólo en shorts, de inmediato captó la atención de varias personas a su alrededor, para mayor molestia de su novio.
—¿Es necesario que expongas tanta piel? —le preguntó fingiendo desinterés.
—¿Ah? Pues a la playa se viene uno a broncearse y nadar, ¿no? No podría con la camiseta puesta.
—Hum…
—¿Qué te pasa, Tete? —sonrió con burla, —¿acaso estás celoso?
…
—Anda, dime la verdad —se agachó a su altura y le picó el ceño arrugado con un dedo. —¿Kim Taehyung está celoso?
—… ¡Sí! ¿Contento? ¡Estoy celoso!
Jungkook cayó de sentón sobre la arena, pues no esperaba que reaccionara de esa manera. Taehyung difícilmente expresaba sus sentimientos de aquella manera tan directa, por eso lo tomó por sorpresa, su sonrisa se suavizó al ver el puchero que inconscientemente su pareja había hecho.
—Taehyung, no seas tonto, tú y yo hemos pasado por muchas cosas para poder estar juntos, jamás tiraría eso a la basura por tener una estúpida aventura.
Taehyung agachó la cabeza, entrelazó una de sus manos con otra de Jungkook y la apretó fuertemente, como temiendo que se le escapara.
—Hemos luchado juntos por años… ¿cierto?
—Por supuesto —rió —Vamos, ahora quita esa cara y anímate, vinimos a divertirnos y a descansar un poco del trabajo.
Taehyung se puso de pie y siguió a Jungkook en dirección al mar. Él tenía razón, en “esa” vida ambos habían dejado muchas cosas atrás en pro de su relación, no tenía sentido pensar en lo que hubiese ocurrido en “otra” vida, de modo que se dedicaría a disfrutar el tiempo con su pareja.
Nadaron durante un rato y luego decidieron salir para comer un refrigerio. Antes de llegar a la playa habían pasado por un supermercado para comprar algunos comestibles, bebidas y golosinas.
—Mi ramen es más delicioso, pero me conformo con esto —decía Jungkook mientras comía alegremente un emparedado.
—Eres tan modesto, Jeon Jungkook.
Un pequeño grupo de cuatro chicas los había estado observando con admiración desde hacía un rato y ellas decidieron acercárseles. Con un poco de suerte dos serían las afortunadas en cortejar a esos hombres tan atractivos.
—Hola, qué tal.
Ambos alzaron las miradas, topándose con las jovencitas, ciertamente todas eran muy lindas. Taehyung arqueó una ceja mientras Jungkook les sonreía amablemente.
—Hola, ¿se les ofrece algo? —les preguntó.
—Nos preguntábamos si nos podíamos sentar con ustedes.
—Sí, los viajes son más divertidos en grupo —añadió otra con coquetería.
—Eh…
—Claro, siéntense —respondió Taehyung.
—¿En serio? —preguntaron a la vez las chicas y Jungkook.
Ellas estaban emocionadas y Jungkook impactado, jamás se hubiese esperado que su huraño y muy celoso Tete, accediera a una petición así. Si en el restaurante la sonrisa que dedicaba a los clientes era más que fingida para que siguieran llendo a comer.
—Por supuesto —reafirmó Taehyung.
Las chicas se sentaron tratando de posar de manera sexy. Intentaban presumir y resaltar sus atributos físicos, pero no parecían estar captando la atención de los otros dos a pesar de usar unos diminutos trajes de baño.
—Yo me llamo Sunmi —se presentó una.
—Rosé —dijo otra —¿cuáles son sus nombres?
—Kim Taehyung.
—Jeon Jungkook, mucho gusto.
—El gusto es nuestro, yo soy Hyuna —añadió otra.
—Y yo Jeji ¿A qué se dedican?
—Tenemos un pequeño restaurante de ramen en las afueras de Busán —contestó.
—¿Juntos? —preguntó una de las chicas.
—Sí —respondió Taehyung y pasó un brazo sobre los hombros de Jungkook, —juntos como debe ser.
Las cuatro jóvenes se sonrojaron y los observaron fijamente. Ellos dos parecían tan cercanos, lo cual les estaba dando un mal presentimiento.
—Eh… ustedes parecen llevarse muy bien. Parecen ser muy buenos… amigos.
—¿Amigos? —repitió Taehyung y soltó una risa cínica. —Somos más que amigos.
—¡¿Qué?!
—Oye, Tete…
Las palabras de Jungkook quedaron ahogadas porque el mencionado comenzó a repartirle besos en toda la mejilla derecha, luego descendió al cuello y los hombros. Sus jóvenes acompañantes parecían estar a punto de sufrir un infarto por la impresión.
—Hacemos muy buena pareja, ¿no lo creen? —preguntó sonriendo de manera soberbia.
—S-Sí… Este… con permiso, recordé que debemos irnos.
—T-Tenemos pendientes por… resolver.
Las cuatro se pusieron de pie y se alejaron murmurando maldiciones sobre por qué dos hombres tan atractivos tenían que resultar ser gays y para el colmo también eran pareja.
—Eres muy cruel Kim Taehyung —regaño Jungkook una vez las chicas estuvieron lo suficientemente lejos como para no ser escuchado.
—¿Por qué? Sólo quería ser claro con ellas —se recostó como si nada, sobre las piernas de su novio.
—Ya me parecía raro que las invitaras tan amablemente a sentarse con nosotros. Debí suponer que lo hiciste porque ya tenías un malévolo plan en mente.
—Por favor amor, no me vas a negar que fue divertido. ¿O acaso no viste sus caras de decepción?
Sin poder evitarlo Jungkook soltó una pequeña carcajada. No coincidía mucho con el oscuro sentido del humor de Taehyung, pero debía aceptar que sí fue gracioso ver las expresiones de esas jovencitas al descubrir su orientación sexual.
—Sólo espero que no vayas a provocarles un trauma o algo así, Tete, que tal si se quedan traumadas por ser rechazadas por dos homosexuales —continuo con la burla.
—Pues ellas son cuatro, así que dos y dos y no habrá problema. Además todas eran bonitas. ¡Auch! —Se acaricio un golpe en la cabeza cortesía de un enfurruñado Jungkook, sonrió levemente, pues había olvidado que su novio también era alguien muy celoso, sobre todo cuando se trataba de mujeres que se le insinuaran a su pareja.
—No te pongas así, Kookie. Hay algo de lo que quiero que estés seguro —lo miró a los ojos, —en toda mi vida, jamás amaré a alguien tanto como te amo a ti.
Eso era algo que Taehyung tenía más que claro. Sin importar el rumbo por el que sus decisiones lo llevaron, el recuerdo de Jungkook siempre se había mantenido imborrable en su memoria, era por eso mismo que estaba muy seguro de que nunca se arrepentiría de la última decisión importante que tomó, aun a pesar de sus consecuencias.
“Amar profundamente a alguien nos da fuerza. Sentirse amado profundamente por alguien nos da valor”
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