CAPITULO 4
CAPITULO 4
-Genial. No vendrá -Bufó Clara cruzando ambos brazos.
Ya casi caía el sol por completo y la presencia de Jim era lo único que faltaba en el gimnasio. Habían estado esperándolo alrededor de 2 horas, pero no había ninguna señal de parte de este, ocasionando que el enojo de Núñez aumentara. La profesora había decidido venir un rato para ver el ensayo, pero reprocho a la castaña al ver que Jim no aparecía por ningún lado y que tomara medidas con respecto a la ausencia de este.
-Tal vez le surgió algo -dijo Aurora mirando cada cierto tiempo la puerta del gimnasio.
-No trates de excusarlo -se quejó la castaña- se le dijo cuándo serían los ensayos y no viene para variar.
Aurora tenía que admitir que tenía razón Clara en enojarse, solo habían podido ensayar varias escenas de Julieta, pero para lograr complementar la obra se necesita un Romeo que no ha hecho acto de presencia. El abrir de la puerta del gimnasio ocasiono que ambas chicas voltearan esperezadas, pero rápidamente se decepcionaron al ver que el que había entrado era Alexander.
-¿Lista para irnos?
-Solo eres tu -resoplaron ambas comenzando a recoger sus mochilas.
-No brinquen de alegría por verme, no se vayan a desmayar -hablo con sarcasmo mientras que ambas comenzaron a salir del gimnasio- ¿Cómo les fue en el ensayo?
-¿Cuál ensayo? -pregunto con ironía Clara.
Alexander miraba confundido a la castaña por su repentina molestia, conocía a Clara y era demasiado extraño cuando ella mostraba su enojo tan notorio. El pelinegro volteo hacia su hermana en busca de una respuesta, Aurora solamente negó con la cabeza.
-No pudimos ensayar, Jim no se presentó.
El pelinegro chasqueo la lengua al escuchar eso.
-No te preocupes, Clara -trato de animarla abrazándola por el cuello- eres la mejor directora de obras que conozco y sé que...
-Sera porque es la única que conoces, cabezota -se burló Aurora recibiendo un golpe por parte de su hermano.
-COMO DECIA -recalco mirando a su hermana- sé que encontraras una solución para esto, siempre encuentras una.
-Por extraño que parezca, Alex tiene razón -ignoro la cara de indignación del pelinegro- si no hubieras si tú la directora de esta obra, créeme, ni quisiera hubiera pisado el escenario. Así que tu tranquila y yo nerviosa ¿sí?
Núñez suspiro resignada a la vez que les mostraba una sonrisa a ambos.
-Gracias chicos -agradeció para después abrazarlos por el cuello- yo invito los tacos esta vez.
-¿Alex también tiene que venir?
-¡Oye!
Y así, los tres partieron de la escuela, Clara en su bicicleta, Aurora en su scooter y Alex en su patineta. Sin darse cuenta que los días tranquilos iban a cambiar muy pronto.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Era el día donde comenzaban las presentaciones de compresión de español, el profesor se encontraba escribiendo varias oraciones en el pizarrón mientras que Mary se encontraba dando su presentación nerviosa, puesto que se encontraba haciéndola completamente sola y eso la hacía soltar varias frases cortadas.
Varios de la clase se encontraban nerviosos y desesperados, puesto que el profesor era demasiado estricto con respecto a las presentaciones. En cambio, Aurora era la única que se encontraba prestando atención ya que para su mala suerte, había sido la primera en pasar en frente, pero a pesar de estar nerviosa lo había hecho muy bien que hasta felicitaciones del profesor Uhl recibió.
El azabache se encontraba con la mirada puesta en su libro, pero no el que tenía en sus manos, si no el que se encontraba debajo de este que contaban todos los relatos e historias del mundo troll, pero para su mala suerte a lado de él se encontraba Steve, quien no paraba de amenazarlo.
-Rompiste mi diente -le susurro el rubio a la vez que le mostraba un dibujo de Lake mal hecho- ahora te romperé la vida. Cuando acabe contigo vas a desear estar muerto -advirtió volviendo bola la hoja para lanzárselo al de ojos azules.
Mientras Wang seguía con su presentación, la mirada de Aurora se encontraba vagando por la ventana, aunque no quisiera admitirlo, aquella voz susurrante llamándola no le causaba mal espina, al contrario, parecía que debía hacerle caso.
¿Necesitare ir con un doctor? Pensó.
Varias preguntas cruzaron por su mente y una de ellas la hizo dejar de pensar en las demás.
¿Cuándo comencé a escucharla?
En algún momento atrás, debió comenzar a escucharla ¿pero cuando? Tal vez le estaba dando demasiadas vueltas al asunto y lo más sencillo seria ir con un doctor, pero algo muy dentro de ella le decía que no serviría para nada. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el repentino llamado de atención del profesor Uhl hacia Wang que al parecer se había equivocado en una palabra, comenzando a decirle que si no completaba su examen la reprobaría mientras le extendía un pañuelo a la pelinegra, Mary agarro el paño y corrió a su lugar en llanto, poniendo a todos más nerviosos de lo que ya estaban. Todo el mundo por fin respiro al escuchar la campaña, comenzando a salir casi corriendo de la clase.
-Señor Lake, estoy esperando su presentación de mañana -hablo el profesor hacia el azabache.
-Si jaja, estoy listo -respondió nervioso antes de salir a toda prisa del salón.
Al salir del salón pudo notar como Aurora se despedía de una de sus amigas para comenzar a dirigirse a su casillero, Jim estuvo a punto de hablarle, pero la peli azul paso de largo de ellos sin siquiera dirigirles una palabra. El azabache de verdad necesitaba que alguien le ayudara en su clase de español y no había persona más calificada para eso que Aurora, la primera de clase.
-Amm Hola Aurora -saludo un poco nervioso- oye ¿sabes? Mi presentación de español es mañana y...-soltó una risa nerviosa- estaba buscando a alguien que quizás pueda...
El sonido del casillero cerrándose un poco fuerte interrumpió a Jim.
-Y yo busque a mi compañero de escena de ensayo de anoche -hablo Aurora comenzando alejarse de él.
-Oh vaya, la obra -recordó Jim tomando su cabeza tratando de seguirle el paso a la peli azul- Aurora, yo de verdad no estaba...
-No sé qué estabas haciendo, pero esta obra es importante para Clara y para mí -interrumpió nuevamente la de blusa rosa- toda la familia de Clara vendrá a ver la obra y si la hacemos parecer una tonta o estropeamos la obra, lo más seguro es que ella va...-hablo preocupada al recordar la preparación y dedicación que la castaña le estaba poniendo a la obra.
-Aurora, lo siento. Te prometo que no faltare a...-trato de disculparse el azabache.
-Solo...llega mañana -comento Aurora con una voz neutra, no quería tratar tan duro a Jim, pero tenía que aprender que tiene un compromiso con los ensayos al momento en que fue seleccionado para Romeo.
-Es que...-quiso decir algo más, pero la joven Anderson ya se había marchado de ahí, dejándolo solamente con Toby que estaba recién llegando. Jim quería de verdad contarle todo lo que estaba pasándole, pero tenía miedo que lo tachara de loco y que el pequeño acercamiento que habían logrado tener se desvanezca en un instante.
Las cosas no parecían ser las mejores para el azabache.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Al pasar las horas, el joven cazatroles se preguntaba cómo es que pudo llegar a esto y encontrarse ahora mismo casi del tamaño de un lápiz, pero ahora se encontraba así y era lo necesario para lograr sacar su amuleto de aquella guarida del gnomo.
-Muy sutil -exclamo- se empieza pequeño lidiar con el pequeño problema ¡este es un enorme problema! -soltó en un grito volteando a sus amigos- ¡No puedo estar encogido, tengo exámenes que hacer, lavamanos que alcanzar! -reprocho.
-Tiene un gnomo que atrapar -interrumpió Blinky con una sonrisa- adelante Maese Jim y enfrente su destino.
Toby se acercó hacia el azabache con un lápiz en sus manos que había logrado recoger de unas de las trampas para gnomos que habían hecho hace poco.
-Su espada mi señor -entrego el lápiz a su ahora pequeño mejor amigo. Lake tomo con molestia el objeto y le pico con este en su mano. Se volteo hacia el agujero que se encontraba detrás de el con lápiz y un escudo improvisado en mano, soltó un ligero suspiro hasta que por fin se adentró.
-Debe de saber una cosa más cuando lidie con el gnomo Maese Jim y es de suma importancia -comento Blinky cuando Lake ya se encontraba más adentro del lugar- no debe tocar su sombrero.
-Por supuesto, está ahí en una breve recapitulación -respondió Jim rodeando una pequeña roca.
-¡Lo recordó!
-¡Por supuesto que no! -Reclamo Jim caminando de reversa- ¡nada en este mundo tiene sentido! -cuando por fin decidió caminar de frente no pudo evitar soltar un grito de espanto al tener de repente la cabeza de una muñeca vieja frente a el- este es un pequeño siniestro-se dijo para sí mismo.
Cuando por fin llego a su destino, vio como aquel gnomo ahora ya no se veía tan pequeño como antes y sé que encontraba conversando animadamente con un esqueleto de lo que creyó, pudo a ver sido un antiguo amigo de la criatura: de repente la cabeza del esqueleto comenzó a rodar hasta la posición de Jim y el gnomo pudo finalmente notar su presencia.
Fue entonces que una pelea en miniatura dio comienzo, el gnomo era en verdad un escurridizo, pero Jim no se quedaba atrás, aunque era algo torpe en sus movimientos, no quitaba lo ágil que lograba ser. De un movimiento a otro, el gnomo y Jim se separaron por unos instantes, pero el de ojos azules observo lo que tenía en sus manos.
-Hay no puede ser, toque su sombrero -soltó incrédulo. El gnomo toco el cuerno que tenía en su cabeza y comenzó a soltar gruñidos enfurecidos hacia el azabache- ¡Toque el sobrero, toque el sobrero!
Toby miraba con preocupación el agujero por donde se había ido Lake, preguntándose por que estaba tardando demasiado su amigo en salir, tal vez ya se lo habían demorado o podía seguir luchando contra aquel monstruo en miniatura, pero sus preocupaciones se esfumaron cuando vio como el gnomo salía del agujero con ambos brazos amarrados en su espalda y con Jim apuntándolo con su espada por detrás teniendo puesta su armadura.
Todos comenzaron a aplaudir al cazatroles por la tarea cumplida.
-¡Mi héroe! -exclamo Toby con emoción a la vez que metía al gnomo en una bolsa.
-¿Qué hay de este encogimiento? ¿Cuándo se va acabar? -pregunto Jim mientras se señalaba así mismo.
-No se preocupe Maese Jim. Duérmase y en la mañana estará como nuevo -aseguro el de seis ojos- y como se lo ha ganado ¡Jim "el verdugo de gnomos!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Ambos adolescentes se encontraban en la habitación de Domzalski, el castaño inspeccionaba el amuleto mientras Jim se encontraba pensativo viendo el saco donde se encontraba el gnomo.
-¿A quién engañamos? No puedo matar a esa cosa, casi cene con el -soltó un suspiro- nosotros no somos asesinos.
-Yo si...-dijo Toby con desanimo.
Jim lo miro confundido.
-¿Lo eres? -pregunto incrédulo.
Conocía a Toby desde niños ¿acaso se perdió algo durante esos años de amistad que él no se haya enterado? El de frenos dejo el amuleto de lado, preparándose para soltar su historia.
-Detective Snuggles. Nana me advirtió que no dejara mi chocolate por ahí, pero fue justo después de pascua y tenía una buena dotación, nunca creí que ese encontraría mi escondite, pero lo hizo -sorbió su nariz- y para cuando lo encontré, era demasiado tarde.
-Muerte por chocolate -comento Jim- hay peores formas de irse -trato de animarlo.
-Eso no fue lo peor de todo, no tuve corazón para decirle a Nana, así que oculte el homicidio y yo me comía su alimento para gatos para que pareciera que aún estaba -soltó el castaño con tristeza- ¡y sabia rico! -admitió al final para comenzar a llorar.
El de ojos azules en cambio, no pudo evitar soltar un bostezo cansado.
-No te tortures Tobes. Tuvimos un mal día y no es el momento de lidiar con esto, lo resolveremos mañana cuando todo esto vuelva a ser normal -trato de tranquilizarlo a la vez que se recostaba en una almohada.
-Pero no puedes Jim, tienes que dedicarte a tu examen -le recordó el de frenos al ver las intenciones de dormir de su mejor amigo.
-Buenas noches Tobes -respondió Jim antes de quedarse dormido.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Al día siguiente.
Un fuerte grito de Jim se escuchó por toda la habitación o más bien, por toda la casa de muñecas que pertenecía a Nana.
-¿Por qué sigo pequeño Toby? -pregunto desesperado el azabache viéndose.
-No lo sé -respondió mientras Jim se subía a sus manos para bajarlo de la casa de muñecas- tal vez funciona diferente en troles y humanos.
El joven Lake volteo hacia el saco vacío y se asustó rápidamente.
-No puede ser. El gnomo ¿lo hiciste? Te dije que se suponía que yo ¡oh no! La escuela -exclamaba Jim exaltado al ver toda la situación.
-Repórtate enfermo, dile que comiste demasiado chocolate. Siempre me funciona -animo Toby pasándole su celular para que pudiera llamar.
-No, el señor Uhl puede oler una mentira a un kilómetro de distancia -le recordó Jim alejando el celular, pero de repente su vista se vio enfocada en la gran laptop que se encontraba en el escritorio del castaño- Toby, necesito que me hagas un enorme favor. Bueno, tal vez un pequeño pero enorme.
Toby lo miraba sin entender por completo el plan de su amigo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Las clases daban comienzo y para la mala suerte de todos, era la hora de la clase de español con el profesor Uhl. Los que habían presentado estaban un poco más relajados a comparación a los que les tocaba ese día, pero aun así a nadie le emocionaba estar en un salón con aquel maestro estricto.
-Te veo en la salida, bella durmiente -se despidió Alexander de su hermana para comenzar a dirigirse a su salón de clases.
Aquella mañana no había sido la mejor para Aurora, al parecer se estaba volviendo costumbre el no tener unas buenas mañanas para la peli azul. Se había quedado investigando toda la noche sobre personas escuchando voces de repente cuando antes nunca las había escuchado, pero todo apuntaba hacia un solo resultado. Aunque los síntomas no eran los mismos que salían, sabía muy bien que no padecía de ello. Podía sentir que esto era algo más, pero que no podía explicarlo con palabras, así que pensaba seguir investigando más sobre ello cuando llegara a casa, ahora mismo tenía cosas más importantes que hacer. Por ejemplo; ver la presentación de Jim.
Todos se encontraban en completo silencio, Aurora podía ver la hora en el reloj que estaba arriba del pizarrón faltaban tan solo 2 minutos para que el retardo máximo se acabara y no había ninguna señal del azabache para variar, el profesor se encontraba contándole los segundos.
Cuando estuvo de acabarse el tiempo, Toby entro al aula corriendo jadeante con su computadora en mano.
-No hay problema, Jim está aquí...virtualmente -aclaro el de frenos colocando el computador sobre el escritorio del profesor, presiono varios botones que hicieron aparecer en un instante la imagen de Jim.
Aurora podía notar algo extraño en todo eso.
-Hola, siento no poder estar en la escuela señor Uhl, pero estoy enfermo en casa -se excusó apenado- lo que es adecuado porque hare mi presentación de español de Ponce de Leon que muerto de una grave enfermedad -dijo atreves del monitor.
-¡Oye! Muerto no es una palabra -se quejó el rubio apuntando a Lake.
-No, no. Tengo curiosidad por ver a donde va esto, continúe señor Lake -dijo el profesor dándole la palabra al joven Jim.
El joven cazatroles dio comienzo a su presentación, Aurora sin darse cuenta mostraba una sonrisa encantada hacia el azabache, había estado preocupada por el al momento en que creía que no llegaría para su presentación, pero ahora mismo se encontraba solamente lo lindo que se veía presentando. Todo parecía ir muy bien hasta que un molesto ruido comenzó a escucharse atreves de la cámara para después mostrar un comportamiento extraño por parte de Jim, borrando la sonrisa de la peli azul.
¿Qué ocurre Jim? Pensó.
Todos en el saló, incluido el profesor, miraban atentos y extrañados el computador, pero de un momento a otro, todos vieron como Lake trataba de quitarse lo que estuviese encima de él. Nadie podía ver con exactitud que era puesto que Toby cubría con su brazo la mitad de la pantalla nervioso.
-Y esa seria toda mi presentación -finalizo Jim volviendo a enfocarse en la cámara.
-Según mis cuentas, faltan tres palabras señor Lake, si no termina el examen tendré que reprobarlo -hablo el profesor mirando en sus papeles.
Jim balbuceo un poco antes de poder continuar.
En ese caso, había muchos problemas en el nuevo mundo, eran tantos que... -volvió a ser interrumpido al momento en que el gnomo salto sobre el atacándolo- pero al final, se encargaron de ellas y esa es mi presentación. Espero no haber molestado señor Uhl, hasta luego -termino por decir. Eli se puso de pie y comenzó aplaudirle al azabache con ánimo.
-Muy, muy informativa señor Lake. Tiene siete -dijo el profesor. De repente, Jim comenzó a retorcerse un poco extraño- bien, siete punto cinco -se corrigió al ver la actitud del de los ojos azules, pero los constantes quejidos junto a su forma extraña de actuar seguían sin parar, extrañando por completo a todos.
-¿Qué está pasando? -pregunto Eli.
-¡Está pasando! -grito Jim.
-¿Qué es lo que pasa, Jim? -pregunto esta vez Aurora levándose de su lugar para acercarse a la pantalla, le estaba comenzando a preocupar la actitud del azabache.
Toby al ver lo que en verdad estaba ocurriendo, cerró la computadora rápidamente para despedirse después y salir prácticamente corriendo del salón, dejando a todos completamente confundidos. Aurora quiso ir detrás de él, pero al momento en que cruzo la puerta ya no había ninguna señal de la presencia del castaño.
-Jim... -susurro para sí misma al ver el pasillo completamente vacío.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Domzalski abrió su puerta rápidamente en busca del azabache.
-¡Jim! Estas bien ¡Y grande! -soltó Toby feliz viendo nuevamente a su mejor amigo estar en su tamaño normal.
-Creo que mi brazo cambio de lado, pero ya todo está mejor -dijo Jim mostrándole una sonrisa.
-Siento haberte fallado, Jim. Debí hacerlo en cuanto pude -trato de disculparse el de frenos dándole un gran abrazo rápido hacia el cazatroles, en cambio, este apunto detrás del castaño donde pudo ver como aquel gnomo violento de hace unos momentos, ahora se encontraba todo relajado comiendo chocolate junto a una muñeca.
-Creí que estaba atacándome, pero solo quería un hogar -relato Jim. Ambos jóvenes observaron como el gnomo le ofrecía caramelo a la muñeca junto a el- mira, encontró una amiga -señalo a la criatura que ahora se encontraba tocando un instrumento haciendo sonar una extraña, pero gratificante melodía que parecía dedicársela a la muñeca.
Toby no pudo evitar soltar un suspiro.
-Tiene mente de alimaña, pero alma de artista.
-Blinky dijo que me encargara de él, pero que tal si nos encargamos de él. Sé que no es exactamente la segunda regla de cazar troles, pero por esta vez, tal vez podríamos hacerlo a nuestro modo. Sin tener que matarlo -explico el azabache.
-¿Nos lo quedamos? -Pregunto con emoción el de frenos- Jim, ya le tengo nombre -exclamo rápidamente- gnomo Chompski.
-¿Chompski? Me agrada -sonrió ante el nuevo nombre de gnomo- muy bien. Para ser la primera misión, dos crisis resueltas y estas cosas no se ensayan -dijo con una sonrisa de orgullo, pero rápidamente fue borrada al recordar cierta cosa- ¡OH NO, EL ENSAYO!
Y sin perder más tiempo, salió de la habitación a toda velocidad. Sin duda alguna lo regañarían severamente.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-Muy bien, Aurora. Inténtalo una vez más, pero con más sentimiento -pidió Clara a su amiga mientras veía el libreto.
-Oh Romeo, Romeo ¿Dónde estás? Que no te veo -relato la de blusa rosa juntando ambas manos.
-Seguiré escuchando... -trato de continuarle Jim al momento de llegar al gimnasio y alcanzar a escuchar las líneas de Anderson, pero rápidamente fue interrumpido por otra voz masculina.
-Seguiré escuchando más o le hablare en este...-continuo con las líneas Steve, acercándose más a la peli azul tomándola de ambas manos para que así ambos se acercaran lo suficiente.
Jim soltó bufido de disgusto. Palchuk noto su presencia así que tosió un poco para luego apuntar en la dirección del azabache.
-Veo que llegaste, Jim. Tus continuos retrasos nos obligaron a tomar algunas precauciones -informo Clara volteando hacia Jim- Así que convertimos a Steve en tu suplente.
Aurora le dedico una media sonrisa incomoda. Había tratado de abogar por Jim con Clara, pero la castaña estaba cansada de la ausencia del chico, debido a que si la profesora se volvía a dar cuenta de que faltaba nuevamente a un ensayo, ella sería la que se metería en problemas y no pudo abogar más por Lake aunque quisiera.
Sin más que decir, Jim salió del gimnasio cabizbajo y resignado. Cuando al fin las cosas parecían salir a su favor en su nueva vida como cazatroles, su vida como adolescente parecía ir en picada. Sin duda alguna las cosas no serán sencillas para nada.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
La noche era oscura, las calles se encontraban desoladas por completo. El sonido de los grillos y algunos pájaros se escuchaban por el bosque. Sin embargo, cierto museo se encontraba despierto a pesar de tener todas sus luces apagadas.
-Llegas tarde -exclamo una voz furiosa.
-Y tú eres impaciente -le respondió una voz más calmada- estaba esperando que llegara un paquete más.
Un gruño salió del gran troll oscuro, pero el humano frente a él ni se inmuto. La gran criatura le arrebato la pequeña caja que tenía este y la abrió de un golpe, mostrando el contenido de esta. Cuando al fin tenía la roca en su mano se acercó hacia un gran bulto de piedras frente a él, ocasionando que la roca fuera rodeada por una luz extraña para luego encajar perfectamente con las demás comenzando a parpadear unos segundos antes de apagarse.
-El puente muertenfrente pronto estará completo -comento el humano con gusto- pronto nuestro hombre de Alemania llegara con más piezas pronto.
-Y mi padre vera la liberta... y la gloria -sonrió con malicia el troll.
-También surgirá nuevamente la destrucción en persona, no puedo esperar para que el día llegue muy pronto.
Sin embargo, en un lugar oscuro como la noche misma, alejado de todo ser vivo o existente, una tierra oscura ya se presente, donde abundan criaturas malvadas y egoístas gobernadas por un troll oscuro lleno de ira y venganza, pero no era los únicos residentes en ese lugar, junto aquel monstruo negro ya se una hermosa mujer, tan pálida como la muerte misma y con un cabello negro tan oscuro como un abismo sin fin. Aquella mujer de repente comenzó a sentir un palpitar donde se supone se encontraba su corazón, en lugar de preocuparla se dedicó solamente a soltar una risa llena de malicia.
-El tiempo de encontrarnos está cada vez más cercas -hablo con voz extrañamente gentil, pero que cualquiera sentiría un escalofrió de temor al escucharla. Así que volteo detrás de ella sin quitar aquella sonrisa- ¿No lo crees...querida?
Aurora abrió los ojos exaltada con la respiración agitada. Volteo hacia la ventana donde se podía ver claramente como la luna estaba en su punto más alto y su luz entraba por esta alumbrando un poco la habitación de la peli azul.
-¿Qué está ocurriendo?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top