CAPITULO 25
CAPITULO 25
—Entonces ¿ahora qué Blinky? Es tu gran día —dijo con emoción Domzalski.
—Hay tan poco tiempo y tanto por hacer —respondido con entusiasmo— puedo almorzar, ir de picnic al parque tomar el sol en la playa...
Toby y Jim se dedicaban a escuchar la lista sin fin del susodicho que no paraba de hablar rápidamente logrando que ambas chicas se separaran un poco del grupo con "Enrique" en los brazos de la de mechón azul.
—Eso estuvo demasiado cerca —suspiro la peli azul, jamás habían estado tan cerca de ser atrapados.
—No me quiero imaginar lo difícil que fue antes de que llegáramos.
De repente, Clara sin dudarlo lanzo al cambiante hacia los arbustos logrando que Aurora soltara una mueca al escucharlo caer.
— ¡Muévete! Vete antes de que mamá y papá noten que no estas —ordenó con molestia cruzándose de brazos, ganándose una mala mirada por parte del troll verde para luego irse a toda prisa.
—Creo que tratarlo un poco mejor sea bueno ¿tú que piensas? —comentó la de diadema rosa caminando de regreso.
— ¿Lo crees? —pregunto ganándose un asentimiento por parte de su mejor amiga, así que no pudo evitar soltar un suspiro resignado— está bien, lo pensare.
— ¡Incluso estar detrás del volante de un automóvil!
Al integrarse nuevamente a la conversación, lograron escuchar lo último que el hombre deseaba hacer.
—Bueno, el día casi termino —dijo Clara.
— ¿Pero sabes? Creo que se dé un buen lugar —terminó por decir Aurora, volteo hacia la castaña y esta asintió. Ambas chicas sabían el lugar exacto.
-.-.-.-.-.-.-
—Ya casi llegamos —aviso Aurora.
— ¿Quién...voto...por caminar? —pregunto Toby entre quejidos de cansancio, la caminata de varios minutos no parecían dejarlo respirar bien—yo creí que haríamos actividades al exterior fabulosas —admitió recargándose en un árbol con pesar.
—Solo subimos esta pequeña colina y llegamos —comento la de mechón azul.
Clara se había quedado hasta atrás con el castaño, pues este podía perderse al ritmo en el que daba sus pasos. Al subir por completo la colina lo único que lograron ver era un montón de basura por el suelo.
—Parece que alguien hizo una fiesta —dijo Núñez pateando una botella.
—Es... ¿encantador? —soltó Blinky no muy convencido al recoger una del suelo.
—No, ellas se refieren a esto —habló Jim dándole la vuelta.
Varias nubes adornaban el enorme cielo y junto a los últimos rayos del sol, les daba la imagen tan hermosa y perfecta para cualquiera que lo viese.
—No hay nada mejor que esto —comento Aurora viendo como Blinky había dado unos pasos como si con ello pudiera al menos rozar la hermosa vista que se encontraba frente a ellos.
—Es...impresionante. No hay palabras para describirlo...
—Imagina si tuvieras seis ojos —soltó Jim.
—Así que tu primer día como humano casi termino —recordó el castaño llegando cansado a la par de ambas chicas— ¿algo más que quieras hacer?
—No, solo esto —respondido sin más sin apartar la vista— si tan solo AAARRRGGHH pudiera ver esto. Estoy tan ansioso de contarle nuestras aventuras. Gracias Maese Jim, este será un día que jamás olvidare —el azabache palmeo su hombro— pero para ser honesto, me pregunto cuántos días durara esto y esta piel. Aun me siento incómodo con ella.
—Bienvenido a la adolescencia—respondió Toby divertido.
—Tranquilo Blink, tal vez sea ahora yo quien te ayude a entrenar —comento Jim.
Los cuatro amigos se posicionaron a los costados del hombre, Aurora y Jim por un lado, y a Clara y Toby del otro. Todos admirando la hermosa vista que tenían en frente. La joven Anderson no dudo en sostener la mano del azabache para luego recargar su cabeza sobre el hombre de este, haciendo que se sorprendiera por unos momentos, pero correspondiendo el gesto dándole un ligero apretón a su mano.
Aurora...
Cuidado
La joven peliazul volteo de reojo hacia atrás con lentitud al sentir un escalofrió recorrer su espalda, pero al voltear hacia todos lados, nada se había encontrado. Aquella voz avisándole nuevamente de un peligro ¿Qué estaba ocurriendo? No había nadie a excepción de ellos cinco.
-.-.-.-.-.-.-
Los minutos habían pasado, la joven Anderson decidido sentarse en la única banca del lugar para seguir disfrutando la gran vista del atardecer, pero sin dejar de pensar en aquella voz que le avisaba sobre algo ¿Por qué ahora le estaría avisando? ¿Algo había cambiado? Aunque tenía un ligero miedo tenía que admitir que desde esos avisos pareciera como si algo estuviese a punto de pasar. Un suspiro no se hizo esperar para salir de sus labios.
—Esta vista es hermosa —la voz de Jim la hizo salir de sus pensamientos, viendo como este se había sentado a la par de ella— ¿Cómo supiste de este lugar?
—Kevin y Logan nos trajeron a Clara a mí —admitió— Kevin quería... invitarme al baile de primavera.
Aquello tomo por sorpresa al azabache.
— ¿Te invitó? ...Entonces tu...
—Bueno, la verdad es que... —volvió a dirigir su vista hacia el atardecer con una pequeña sonrisa antes de voltear hacia el nuevamente— le dije que estaba esperando a que alguien más me invite.
Un silencio algo incómodo fue la única respuesta para ambos, el de ojos azules trataba de tranquilizar su nerviosismo y tratando de encontrar las palabras adecuadas, pero parecía que las palabras se habían atorado en su garganta. En cambio, Aurora lo miraba esperanzada ¿la invitaría al baile de primavera? Pero al ver como el chico había desviado la mirada, eso hizo que ella también lo hiciera un poco desanimada ¿tal vez no era el momento? O ¿tal vez no era a ella a quien invitaría al baile? Fue ella la primera en romper el silencio.
—Pero mira nada más. De verdad odio que la gente tire basura —dijo agarrando una botella del suelo, levantándose en el proceso— Tal vez debería... ya sabes...eso.
Y como si estuviese escapando de ahí, se alejó rápidamente.
—Idiota —se maldijo así mismo el azabache, sin duda había arruinado la oportunidad de poder invitarla y todo por su nerviosismo.
—Metiste la pata —admitió Toby apareciendo detrás de el— Aurora Anderson quería que la invitaras al baile y solo te quedaste ahí sin hacer nada.
—Incluso yo creo que... ¿Cómo dijiste? —trato de recordar Blinky— ah sí, metió la pata.
— ¿Y qué debería hacer dicho? —cuestiono Lake.
-.-.-.-.-.-.-
— ¿Cómo te fue? —Pregunto inmediatamente Clara una vez que Aurora se alejó de ahí— ¿irán juntos? Le dijiste que si ¿verdad? Cuéntamelo con detalles.
La peli azul detuvo su paso y volteo hacia su mejor amiga, se veía muy emocionada.
—No hablamos sobre ello —confeso recogiendo otra botella— creo que no era el momento adecuado o puede que haya invitado a alguien más.
—Espera, espera ¿lo dices en serio? —cuestionó Núñez quitándole las botellas— ¡era el mejor momento para hacerlo! Y eso de que puede a ver invitado a alguien más ¿de verdad lo crees? Ese chico de allá esta que se muere por ti y por invitarte al baile.
— ¿Tal vez debería invitarlo yo?
—Dale unos días y si ves que no dice nada, lo invitas tú —ánimo a la peli azul tirando las botellas en el contenedor por ella. Aurora sonrió ante lo dicho, tenía razón. Si él no la invitaba, podía hacerlo ella y eso la hizo sentir mejor— pero si por una razón justificable te llega a rechazar, yo escuchare tu invitación con todo el honor posible.
—Ja-ja de verdad me honra tu amabilidad —respondió con sarcasmo la de diadema rosa.
— ¿Verdad que si? Por algo soy tu mejor amiga.
Aurora negó divertida ante el gesto de Clara, pero su sonrisa fue borra al instante en el que algo comenzó a salir del contenedor y un grito de la castaña no se hizo esperar. Los chicos corrieron hacia ambas adolescentes.
— ¿Otro golem?—pregunto Blinky al ver a la criatura salir del contenedor.
— ¿No que estaba hecho de lodo? —pregunto Toby temeroso.
—Y no de vidrio —completo Núñez dando un paso atrás.
—Supongo que este es nuevo —termino por decir Aurora.
—Pues somos cinco y él es solo uno —dijo Jim sacando su amuleto para luego hacer aparecer su armadura — ¡rodéenlo!
Toby agarro la taba de un bote de basura mientras que Aurora activo su magia, aunque todavía no dominaba la magia de ataque algún hechizo que había estado leyendo debería funcionar.
—Maese Jim, parece que tenemos otro invitado —anunció el hombre dándole la bienvenida a otro Golem de vidrio que se dirigía hacia ellos.
Ahora había dos golem con los que lidiar, pero la aparición de uno nuevo a par de Domzalski y Anderson los hizo dar unos pasos hacia atrás a la vez que la peli azul colocaba su brazo en forma de protección hacia su amigo y haciendo que el castaño se ocultara detrás de la peli azul con su "escudo" de metal.
—Jim ¿Qué haremos? —pregunto Clara.
—No lo sé —respondió.
—La última vez había una pequeña figura de roca adentro —recordó la peli azul.
—Un tótem animus —nombro Blinky— debemos arrancarlo del corazón de las bestias y destruirlos.
— ¡¿Tengo que meter la mano en esa cosa?! —pregunto Toby alarmado.
Blinky fue el primero que hacerles frente, diciéndoles que se mantuviera detrás de el para correr en dirección a uno y darle un buen puñetazo, dando un resultado malo, pues no había logrado hacerle nada y en cambio él se había lastimado. El gran Golem al verlo no dudo en levantar su brazo dispuesta a regresarle el golpe dos veces más fuerte que el de él, pero Clara corrió rápidamente y sostuvo una gran piedra del suelo para luego golpear el brazo de este destrozándolo.
— ¡Blinky, corre! —grito Clara, pero para su sorpresa el brazo del golem volvía a regenerarse rápidamente. Ahora la tenía a ella en la mira— Santos guacamoles.
—Aléjate de ella gigante mentecato brillante—amenazo Blinky comenzando a lanzarle rocas. Varios vidrios fueron lanzados en su dirección, pero este con rapidez fue a esconderse detrás de un árbol.
Los golpes parecían no servir para nada, Clara y Toby se encontraban en la lucha contra uno, pero parecía que nada lo detenía. Aurora y Blinky se encontraban en la lucha con el tercer golem, la peli azul se encontraba haciendo un escudo para ambos mientras el golem no paraba de lanzarle pedazos de vidrios. Los cinco volvieron a quedar espalda contra espalda.
—Tenemos que golpear a uno fuerte y rápido para sacar el tótem —anuncio el azabache— lancen todo lo que tengan a la mano.
Todos asintieron y empezaron a buscar cualquier cosa que sirviese para lanzarla. Rocas era lo único que había.
— ¡Bienvenidos a la lluvia de rocas! —aviso el de frenos con euforia lanzando una enorme piedra, pero esta tan rápido como fue lanzada tan rápido cayó al suelo— se veía más genial en mi cabeza —dijo avergonzado.
Clara dejo las rocas de lado para sostener una vara del suelo y comenzar a golpear a uno de los golem. Aurora vio como este estaba a punto de golpear a su mejor amiga, así que alzo su mano para crear un pequeño campo de protección en la parte de arriba de ella, evitando el golpe. Con ello, se había ganado la atención de uno que comenzó a correr en su dirección, pero al formar una barrera Aurora logro retroceder unos pasos por el repentino golpe del golem hacia su magia, logrando que uno de sus vidrios saliera volando haciéndole un pequeño corte en la mejilla.
Aurora...
No puede ser, ahora no. Pensó.
— ¡Aurora!
El grito de Clara llamo su atención, viendo como esta le había lanzado la figura de piedra. Aurora la atrapo al instante y la lanzo al suelo con fuerza rompiéndola. La joven Anderson corrió hacia su mejor amiga.
— ¿Dónde está Jim? —pregunto una vez que noto su ausencia.
— ¡No lo sé! Dijo algo sobre estar escapando —aviso el castaño comenzando a retroceder.
Un golem se dirigía hacia los 3 adolescentes con rapidez, soltaron un grito escondiéndose detrás del contenedor de basura logrando que la criatura chocara con este y cayera dentro, los adolescentes cerraron la tapa para luego sentarse sobre ella para evitar que escapara.
— ¡Buen estratagema Tobías! —felicito Blinky.
— ¡Ese era el plan! —admitió el castaño con una sonrisa.
—Tenemos que darnos prisa y encargarnos de...
Un fuerte dolor de cabeza llego a la peli azul. Toby y Clara miraron extrañados como una ligera neblina apareció entre ellos.
—Curioso, esto me recuerda a esa noche —recordó el castaño viendo la ligera neblina mientras trataba de evitar que el golem saliera.
— ¿Ya había pasado algo como esto? Aurora, crees que pase algo más...—volteo hacia la peli azul, pero al querer encontrarla a su par está ya no se encontraba— ¡Aurora!
-.-.-.-.-.-.-
—Es muy curioso, no te daré la dulce libertad de la muerte. Aun no, disfrutare esta cacería, pero tranquilo, tus amigos no pueden ayudar.
Angor Rot se encontraba frente a frente al cazatroles, manteniendo una sonrisa basta siniestra al ver la marca brillante que le había hecho al azabache en el rostro y sin esperar más, comenzó a conjurar un hechizo con la vara. Jim a pesar de estar completamente inmóvil aun podían escucharse sus quejidos, usaba todas sus fuerzas para salir de aquel trance, pero pareciera imposible. Durante el conjuro, el gran troll gris estaba a punto de tocar el rostro del cazatroles con la vara, pero una repentina neblina apareció alrededor de ambos y antes de que dicho artefacto tocara al muchacho, una magia alejo por completo a la criatura.
—Veo que las leyendas son cierta.
Jim pudo ver como una figura femenina se posaba frente a el en modo de protección, reconocería aquel hermoso cabello azulado donde fuera, era Aurora, pero a pesar de que la tenía frente a él, algo no estaba bien y su duda se convirtió en sorpresa al ver como la joven Anderson se había volteado ligeramente hacia él, sus ojos mostraban un brillo blanco junto a un ligero destello rosado.
¿Aurora?, se preguntó.
La peli azul volteo nuevamente hacia su contrincante, la magia en sus manos parecían cual llamas de fuego, pero con su tono rosado. Los símbolos en sus hombros y espalda brillaban intensamente que la ropa no podía ser capaz de cubrir su destello.
—Lárgate —ordeno con voz amenazante.
Angor Rot soltó un bufido al ver sus planes arruinados. Bueno, no del todo, ahora había conseguido una información muy valiosa.
—Recuerden; la próxima vez que nos veamos, la luz del día estará bajo mi mando —advirtió creando un portal detrás el, pero antes de cruzarlo volteo por última vez hacia la joven Anderson— nos veremos nuevamente, gran guardiana —susurro para luego cruzar por fin el portal.
— ¡Jim, Aurora! —grito Clara corriendo hasta ambos.
La magia y el brillo de sus símbolos tanto de sus ojos, desaparecieron antes de que alguien más pudiera verlas. Cayo de rodillas al suelo.
—Está en una trampa estática, no toquen las piedras —índico Blinky para luego lanzarse en dirección hacia el azabache alejándolo de la trampa.
— ¡El golem! —aviso Blinky apuntando hacia atrás de todos mostrándoles la llegada de la criatura.
Jim se apresuró en correr hacia el golem con un movimiento de su mano corto a la criatura en dos en el punto medio donde se encontraba la figura de piedra, dejándole el camino libre a la figura que con rapidez de su espada corto en dos. Una vez destruido, el azabache hizo desaparecer su espada y volteo hacia atrás, encontrándose a la joven Anderson sentada en el suelo siendo ayudada por la castaña.
— ¡Aurora! —Corrió Jim hacia la peli azul— ¿Estas bien?
La joven peli azul asintió levemente.
—Jim, tu cara —levanto su mano para tocar la mejilla del cazatroles, pero este aparto con delicadeza su mano para entrelazarla con la suya. De verdad estaba preocupado por ella y eso hizo sonreír ligeramente a la peli azul.
—Los golem eran una distracción —hablo Blinky.
— ¿Eso qué significa? —pregunto Clara levantándose del piso.
—El sello de Angor Rot —el hombre se inclino hacia ambos adolescentes en el suelo— Maese Jim, temo que ha sido marcado con un destino peor que la muerte.
Y con ello, todos sabían que nuevos problemas se avecinaban.
-.-.-.-.-.-
—Lo único que faltaba, otro sueño... —froto su sien con frustración— podrían no mostrarme solo fragmentos y mejor algo concreto, eso me serviría más.
Sin duda esto ya la estaba cansado ¿Por qué aquellos sueños solamente muestran pequeños momentos? Eso solo la dejaba más confundida, inclusive podía jurar que su cabeza explotaría en cualquier momento con tantas cosas sin resolver. Ahora, como sabía que el sueño nuevamente no la haría poder moverse, decidió observar su entorno. Otra vez estaba en aquel extraño, pero familiar bosque, el día despejado, la suave brisa golpeaba las hojas haciéndolas danzar junto con el viento. Tantos sueños que la han mantenido en este lugar que ya se sentía como en casa, lo que era algo raro. Lo único diferente del lugar y que agradeció la peli azul, fue ver algo distinto, un hermoso rio a tan solo unos metros de ella.
— ¿Qué esperas? ¡Deprisa!
El grito de un hombre la hicieron levantar la mirada extrañada, esa voz jamás la había escuchado, pero un extraño sentimiento había golpeado su pecho. A lo lejos diviso como un joven pelinegro se encontraba del otro lado del rio ¿Qué estaba haciendo ahí? Aunque quiso verlo mejor, su rostro no era del todo visible a esa distancia, logrando solo ver su antigua vestimenta; una camisa blanca algo holgada y de mangas largas, un pantalón marrón ajustado junto a unas botas del mismo color, pero lo que más destacaba de su vestimenta era aquella espada que colgaba de su cintura. Antes de hacer cualquier movimiento, una nueva presencia paso a su lado corriendo.
— ¡Eso fue trampa!
Aquella presencia femenina y aquella voz, no era la primavera vez que Aurora la veía o escuchaba, ya había soñado con ella. Vio como la joven mujer comenzó a correr en dirección al rio, su revoltoso cabello verde/azulado danzaba con el son del viento, pero sin perder ninguna flor que adornaba un poco su cabello. Aquel corto vestido blanco que a pesar de estar rasgado, pareciera estar hecho con la tela más fina y aquellos símbolos, esos símbolos que Aurora portaba en su espalda se encontraban en los brazos de aquella chica. Por instinto, la joven Anderson llevo su mano a su hombro como si pudiera tocar aquellas marcas por sobre su ropa. Tenía un nombre en la mente, pero algo la detenía para decirlo ¿y si no era su antepasada? Las cosas se verían más revueltas de lo que ya están, las marcas era lo único que afirmaba que había un vínculo con ella ¿pero por qué? ¿Solo por compartir sangre?
— ¿Diana?... —murmuro, pero más como si se lo estuviera diciendo a si misma que como si estuviera tratando de llamarla.
Pero su respuesta fue contestada al instante. Aquella mujer detuvo su paso de repente y sin dudar, volteo hacía atrás conectando su mirada violeta con los de ella. Aurora pudo sentir un hormigueo en su pecho, sus ojos eran iguales, pero cuando quiso volver hablar la mujer la interrumpió.
—Trata de enfocarte en tu presente, no te agobies con cosas que no puedes manejar por ahora —dio varios pasos hacia el frente—pues tus respuestas llegaran cuando estés lista.
De verdad se estaba dirigiendo a ella, Aurora no sabía cómo sentirse con ello ¿feliz? ¿Enojada? ¿Irritada? ¿Consternada? Por todo lo que le estaba sucediendo desde que empezó a escuchar aquellas voces, pero ahora que escuchaba con más claridad la voz de la mujer un ding hizo en su cabeza, era aquella voz que le avisaba de los peligros y de todo lo anterior. Tenía tantas preguntas que hacerle, pero solamente una salió de su boca.
— ¿Por qué yo?...
La joven de vestido blanco solo se limitó a verla con melancolía, pero Aurora pudo notar algo más allá; una profunda tristeza se veía reflejada en aquellos ojos violetas.
—No te desesperes —levanto su mano para acariciar la mejilla de la peli azul— sigue así, vas por buen camino.
Nuevamente escuchaba esas palabras, por buen camino ¿A qué? ¿Qué estaba haciendo bien? La chica inclino ligeramente la cabeza para después separarse de ella, Aurora vio como esta volvía a retomar su camino hacia el rio.
—No te desesperes, Aurora... —se animó a sí misma— todo...estará bien.
La joven Anderson trató de aceptarlo, no tenia de otra ¿verdad? Sin imaginar que la presencia de aquella chica sería tan importante con lo que enfrentarse en un futuro no muy lejano. Pues la gran guardiana de los cazatroles por fin estaba despertando y esta vez para quedarse hasta el final.
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