Capítulo 6
Capítulo 6
Sebastian.
Quisiera que ella se diera cuenta de que nosotros estamos hechos para amañarnos violentamente. Que nuestros corazones no son de nosotros que yo tengo el suyo y ella el mío. Quisiera que ella entendiera lo mucho que me importa. Pero ella es o muy estúpida o lo sabe y no me ve más que como un amigo.
Ella se despegó de mis labios y pude ver como una sonrisa falsa se extendió en sus labios.
- Te quiero Sebastian- aún estoy herido. Y no creo que me pueda recuperar estando en la presencia de ella.
- No lo digas más por favor. No creo poder soportarlo más. – me alejé de ella. Quizás sea la mejor opción. Alejarme y entender que solo somos unos amigos destinados a hundirnos en nuestros sentimientos.
______ me miró tristemente y se fue a nuestra habitación. Voy a actuar de una manera un poco inmadura y posiblemente mi resaca haga que me arrepienta mañana.
Agarré mi móvil y llamé a Britany.
______
Son las tres de la mañana y no he podido pegar el ojo de lo preocupada que estoy por Sebastian. Él se fue sin decir absolutamente nada. Sé que se fue a coger con alguien, y me molesta. Y para empeorar la situación, las palabras que dijo ayer me quedaron marcadas en mi cabeza.
- ¿por qué me tienes que torturar de esta manera? – escuché a un ebrio Sebastian. - ¿Qué más tengo que hacer _____? ¿Qué otra prueba tengo que pasar para que te des cuenta de mis sentimientos por ti? ¡joder! Te quiero tanto que cuando estaba cogiendo con Britany, te imaginaba a ti. Cada vez que besó a otra, es a ti a quien imagino. ¿y por qué lo hago? Porque te quiero... simplemente por eso. Porque soy un idiota que está enamorado de tu sonrisa, de tu voz, de tus labios. Me he enamorado de absolutamente todo tú ser. – no sé qué decir o que pensar. Sebastian, nunca pensé que sentiría eso por mí. Ojala supiera que siento por él, aunque...quizás sé lo que siento y no quiero decírselo o mejor dicho, aceptarlo.
Me acurruqué en mi cama y traté de dormir, sin embargo, no concilié suelo hasta que el idiota de ojos rojos, se hundió en nuestra cama, me dio un beso alcoholizado seguido de unas buenas noches envuelto en un susurro, y durmió al igual que yo.
Sebastian
Me levanté de la cama con un dolor de cabeza que yo no creo que pueda soportar si no me tomo algo.
Caminé hasta la cocina y había una nota.
Dejé preparado un poco de caldo de pollo en la nevera, te ayudará en la resaca y en el posible resfriado que te vaya a dar. Cuídate por favor.
Y en el final de la hoja había algo rayado y el nombre de ________ en él.
Leí al revés de la hoja y pude ver con un poco de esfuerzo un te quiero. No quiero creer que lo borró por lo que le dije ayer. La verdad me encanta cuando dice que me quiere, sin embargo, me duele demasiado asimilar que solo me quiere como un amigo nada más.
No me había dado cuenta de cuando arrugué la hoja de papel en la que estaba escrito todo.
- ¿por qué cada vez que me quiero dar por vencido me vuelves a ilusionar? – no quiero caer más al abismo por ella.
Me pasé la mañana viendo televisión, hasta que tocaron la puerta. Fui, abrí y recibí las facturas.
- Gracias – le dije al joven que estaba de turno.
- Disculpe señor Michaelis- me volví y él estaba con su vista clavada en el piso – sé que la señorita Keelar no quiere ver a su hermano, pero ha estado viniendo a preguntar por ella y realmente creo que es algo urgente.
- Le avisaré. Por ahora continúe diciéndole lo que le ha estado diciendo últimamente. – el asintió y se fue.
Me senté nuevamente en el sofá. Debería conseguir un trabajo. Pero ¿Qué podría ejercer? ¿Quizás me vuelva profesor de matemáticas? No, quiero algo que tenga que ver con _______ para poder estar a su lado. ¿Profesor de la universidad donde estudia quizás?
Quién sabe. Me levanté del sofá, dejé las facturas en la mesa de centro y me metí al baño a darme una ducha fría.
Al terminar mi labor, salí y me coloqué unos pantalones de pijama grises. Fui a la cocina y prepara algo para cuando _______ volviese.
Mientras preparaba la comida, mi teléfono móvil sonó.
- Michaelis – escuché la pequeña y femenina risa de ________, con todo el tono de sarcasmo que pueda aplicar en esa frase.
- ¿por qué tan formal Sebby? - volvió a reírse delicadamente
- Siempre he sido así Keelar – volvió a reír
- Si claro. Oye señor formal, nos acabaron de informar que el profesor de toxicología murió de una sobredosis de un barbitúrico, así que vamos a ir a su funeral, no esperes que llegue muy temprano. No te vayas a preocupar Michaelis...
- Si tranquila, solo espero que llegues para cenar... - sentí una ligera y esta vez, una delicada risa brotó de sus labios.
- Claro que no me perdería cenar contigo, te...hasta la cena Sebastian – y colgó el teléfono.
Ella de verdad me quiere...como amigo.
Terminé de preparar la cena y me acosté en la cama.
¿Qué debería hacer? No es usual en mí confundirme por una mujer. Pero ella no es cualquier mujer, ella es mi mejor amiga, no he tenido sexo con ella, nos hemos besado y vaya que besa de una manera... que me encanta. ¿Qué debería hacer?
Quisiera gritarle que la quiero con todos mis órganos juntos y que me encantaría estar a su lado como algo más que un simple mejor amigo.
Esto es demasiada presión emocional.
- Llegué, ¡huele delicioso! - me levanté y fui hasta la cocina.
- ¿Cómo te fue? - ______ tenía un poco de pollo en la boca.
- B-bien – dijo con la comida aun en la boca. Tragó y sonrió - ¿puedes creer que la esposa quiso que él se muriese? Ahora ella está bajo investigación. Porque es imposible que el profesor de toxicología quisiera suicidarse teniendo tan buen sueldo en la universidad y agregado a eso trabaja para la parte de toxicología en la policía, así que se gana buen dinero.
- Oh, interesante – sus ojos lanzaron la mirada que siempre lanza cuando sabe que algo anda mal.
- Sentémonos en el sofá Michaelis
- Deberías comer primero
- Considérate importante, estás antes que mi comida...te sucede algo Michaelis y no me gusta verte de esta manera, la verdad me duele, pero si no me dices que sucede ¿Cómo piensas solucionarlo? Ya diste un gran paso ayer, me dejaste muy en claro que te sentías incomodo cuando te decía te quiero- te equivocas – tengo una teoría. – ella tragó saliva - ¿acaso tienes novia Michaelis y te sientes incomodo en la forma en que te digo la palabra sabiendo que tienes novia y que soy tu mejor amiga? – estas equivocada, realmente me sorprende que lo diga con tanta naturalidad que duele.
- Estas equivocada en todo lo que estás diciendo _______, totalmente equivocada.
- ¿entonces que mierda es? ¡dímelo porque no lo entiendo! ¡¿Qué mierdas pasa contigo Michaelis?!
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