Capítulo 5

SEBASTIAN

Ella no se resistió, sin embargo, la dicha no duró demasiado cuando apareció el tipo de cabello plateado que tanto odio.

- Ahora querida_____, aléjate de Sebastian y fija tu vista en Under –esto no me lo habían comentado. Mierda, verla que fija sus ojos en otro que no sea yo, me molesta. - ¡esto es hermoso! Ahora acércate a él, abrázalo por la cintura y...- que no diga que lo bese. –bésalo. - _____ se retrocedió un poco, pero lo hizo. Me siento extraño, ella no lo va a hacer. Por su cabeza debió pasar un conflicto interior y luego pasó...

Él tomó la iniciativa y capturó sus labios, capturó los labios de ______ que hace momentos tenían mi nombre y apellido.

Ella seguía el beso algo incomoda, y dolía demasiado verla en brazos de otro.

- Sebastian agarra su brazo y sal corriendo con ella – ambos se miraban fijamente, pero yo rompí aquel lazo de miradas con mi arrebato de ______. - ¡esto es hermoso! Los llamaremos, por ahora se pueden ir – todos asentimos y fuimos a nuestros respectivos vestidores.

_______

No sé qué debería pensar. Cuando besé a Sebastian sentía cosas extrañas al igual que con Under. No fueron las mismas sensaciones, con Sebastian sentí que podía matar a Snow con un cortaúñas de bebé, en cambio con Under todo fue tan tranquilo y lento.

- ¿ya terminaste de cambiarte? – sonó la voz de Sebastian y sin decir absolutamente nada más, entró. Atrevido, eso es algo que me... ¡te callas ______ braga mojada por el imbécil de Michaelis!

- Ya casi – exclamé colocándome la última prenda que me quedaba, una media.

- Apresúrate, no quiero encontrarme con el...

- Señorita _______, tanto tiempo sin vernos – ambos nos volvimos y Sebastian colocó su cara de puño y se acercó a mí.

- Señor Taker nos vimos ayer.

- Y prometimos volvernos a ver, y me gustó como nos volvimos a encontrar – mierda, no quiero que se haga ideas equivocadas.

- Señor Taker, le pido encarecidamente que no vaya a hacerse a ideas raras, solo es una propaganda, y usted y yo, fuera o dentro de la universidad, somos estudiante y profesor de anatomía...- el sonrió y agarró mi mano y posó suavemente sus labios en mi mano.

- Lo que digas preciosa- Sebastian estaba tenso, ¿Cómo lo sé? Lo sé porque él estaba a mi lado y me estaba apretando mi mano. – adiós Sebastian.

Ambos nos quedamos estáticos durante un buen rato. Pero después Sebastian pasó su lengua por donde Under posó sus labios.

- No lo hagas, fue un beso indirecto entre Taker y tú. – me miró y posó sus labios en los míos

- No permitas que él te vuelva a tocar – todo había desaparecido y estábamos ambos solos en nuestro mundo, me da miedo.

- ¿por qué tan celoso Michaelis? Somos mejores amigos ¿no? - no sé por qué me hace sentir incomoda decir eso.

Sus ojos se oscurecieron por un momento haciéndome creer que quizás se iban a ennegrecer- somos unos jodidos mejores amigos – no me volvió a mirar y salió de mi vestier. ¿Y ahora por qué se enoja el imbécil? Salí de la misma manera, no sin antes caerme frente a todos los camarógrafos.

- ¿estás bien? – asentí

- ¿Por donde se fue el volcán gigantesco en erupción? - todos me miraron confundidos- Sebastian Michaelis.

- Se fue por la puerta trasera ¿Qué le hiciste? Parecía molesto – dijo. ¿molesto? ¿Cómo mierdas se atrevía?

Hice un pequeño gesto con la cabeza y salí a buscar a Sebastian. Y no tuve que ir muy lejos, me estaba esperando, o eso quiero creer.

- ¿por qué te molestas conmigo por decir que somos mejores amigos?- hice una pausa para verle a los ojos, que aun para mi desgracia, seguían oscuros- ¿acaso he mentido con respecto a ello? – Sebastian y su puto y perfecto e inmutable rostro... esperen ¿Qué?

- Es lo que más me molesta – ahora sus ojos se habían abierto ligeramente - ¿acaso crees que los amigos se besan como nos besamos nosotros? ¿acaso crees que los amigos dejan toda su vida atrás para solo hacerla con su amiga en un país diferente? ¿acaso crees que un amigo sentiría por su amiga algo más que una simple y frívola amistad? ¡¿por qué diablos no lo entiendes?! ¡que lo nuestro es de todo menos que una amistad! – es demasiada información, no creo poder asimilarla.

- N-no te entiendo lo que me quieres decir Sebastian – suspiró y me miró fijamente.

- No te esfuerces en entenderlo, siempre estaremos estancados en esta misma situación, no podríamos salir de ella aunque quisiéramos. – después de aquellas palabras, Sebastian no me miró durante el trayecto a nuestro hogar.

Al llegar, entramos en un silencio sepulcral.

- Odio que estés así conmigo - ¿acaso soy masoquista o estúpida? Yo creo que las dos.

- ¿a qué te refieres? – y se hace el pendejo

- Sabes perfectamente a lo que me refiero. – el me miraba como si no fuera con él la cuestión.

- Realmente no lo sé, y no quiero saberlo ________ - imbécil. Corrí hacia él y lo abracé como siempre solía hacerlo y me coloqué en puntitas.

- Te quiero – Sebastian rodeó mi cintura y me apegó aún más a él.

No me ilusiones por favor – y me besó.