Capítulo 15


Capítulo 15

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- Muy bien ______, con lo que me dices, es de muy buena ayuda para averiguar qué tipo de anemia puede tener la pequeña Annie. Sea cual sea el resultado...no debes sentirte culpable por ello. - ¿Cómo no hacerlo? Mi hija se deteriora con el tiempo y no puedo sentirme culpable por ello, dulce ironía.

- Y considerando que sea Talasemia ¿Qué medidas deberíamos tomar?

- Mira Franz – el doctor se retiró los lentes y nos miró- hay un cincuenta por ciento de que sea Talasemia, como puede ser anemia depranocítica... no lo sabemos, ya hemos descartado el cáncer, lo cual es muy bueno, sin embargo, dbeemos someterla a mas análisis.

- Bien Julián, comencemos cuanto antes.

- Muy bien, pero antes haremos una transfusión, y supongo que ______ serás la donante – asentí, Franz no es compatible con Annie y es algo que no es muy fácil. – deberías considerar contarle al padre _______, no te lo digo como tu doctor, también te lo digo como amigo, no es bueno que estés donando tu sangre muy seguido, recuerda que eres mujer y...

- ¡lo sé! Eso no me hace sentir mejor Julián, encontraré el momento idóneo para decirle que Annie es su hija. – Franz se veía frustrado. y como no. El tipo que me hizo daño es el padre de nuestra hija y es uno de los pocos que le pueden salvar la vida.

- Vamos a ver a nuestra pequeña. – Annie corrió hacia el doctor y le extendió el dedito. Ya estaba acostumbrada a este procedimiento. – eres una chiquita valiente.- Annie se limpió una lagrima y sonrió. Corrió a mis brazos.

- Mira mami – Annie me mostró su dedo índice y le di un suave beso en la yema – papi soy fuerte – Franz le besó la yema igual y la tomó en brazos.

- Muy bien, tienes la hemoglobina en 10, es un nuevo record. – Annie sonrió, me duele que un bebé de dos años tenga que pasar por este sufrimiento. – te has ganado una galleta.

- ¡si! – sonreí y el doctor Julián le entregó la galleta.

- Gracias Doc., ahora no va a comer gracias a usted.

- De nada. – nos despedimos del doctor y concretamos que la cita para los exámenes serán dentro de la próxima semana. Para rematar semana de parciales finales.

- Tendremos que comunicarnos con Michaelis – espetó

- Sí, todo sea por el bien de Annie – miré a Franz y el sonrió.

- Creo que me debe usted algo señorita Grey.

- ¿yo? ¿no me estará usted confundiendo señor Grey?

- ¡claro que no! Es la segunda mujer hermosa en mi corazón...

- ¿segunda?

- Primero está nuestra querida Annie – estábamos a pocos centímetros de darnos un beso, pero la desgracia llegó primero.

- Señores Grey. – exclamó Sebastian. Franz asintió y juntó nuestros labios brevemente.

- Sebastian debemos hablar algo sumamente urgente que no requiere ser aplazado.

- ¿con respecto a...?

- Annie...

- ¡¿le sucedió algo?! ¿está enferma? ¿Qué sucede? – se preocupa demasiado, bueno no es para menos...pero ¿sospechará algo?

- Vamos a la cafetería del hospital. – al llegar, nos sentamos en la primera mesa habilitada y pedimos un café.

¿Por dónde debería comenzar?

- Annie es tu hija – que sutil _____, que sutil.

- ¿qué? – él estaba algo golpeado, pues es algo lógico no fui muy sutil. – si nosotros solo... mierda.

- Ya es muy tarde para arrepentirse, eso fue hace ya dos años. Pero te necesita ahora más que nunca, no en la parte paternal, sino más bien... necesita de tu sangre. Yo he estado donando mi sangre ya que soy compatible, pero Franz no, así que hazlo por ella... lo necesita. – Sebastian estaba atónito.

- ¿por qué no me dijiste antes? – mierda.

- No estamos para hablar cosas frívolas del pasado Michaelis, mi hija...

- Nuestra.

- MI hija necesita de tu ayuda para poder seguir y salir adelante. Franz está de acuerdo, así que esperamos que cooperes y no le digas nada a Annie. No es edad para que se enteré de la verdad.

- ¿por qué no me dijiste? – maldición. Me levanté de la silla y me fui sin mi café.

- Zanjado el tema Michaelis, debo ir donde mi hija. – salí por la puerta principal casi corriendo.

- ¡¿por qué no me dijiste?! – mierda ya me sacó de mis casillas.

- Tú estabas ocupado con tus putas y la verdad con hombres infieles, por mí se pueden ir al quinto culo – que madura _____, que madura.

Caminé hasta el estacionamiento y vi a Franz jugando con Annie.

- Volví

- ¿y que dijo?

- Está dispuesto a colaborar.

- Pero me refiero al otro asunto...

- Hablaremos de ello luego. Ahora solo quiero pasar tiempo con nuestro bebé.

Espero que hayan disfrutado del especial del fin de año, demasiadas emociones ¿quizás? No lo sé díganme sus opiniones. Les deseo un feliz año y que la pasen bien con sus seres queridos y que a pesar de que posiblemente falten algunos, nunca olviden que siempre estarán allí en sus corazones o cabezas... lo que sea. El punto es que sean felices.


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