6.

6.

Enero.

Jungkook resguardo a ambos bajo aquel kiosco, Taehyung no dejaba de temblar, el azache intentaba darle calor o por lo menos calmarlo, pero nada resultaba. Jungkook cerro sus ojos he intento no perder la calma él también.

Una casa, un hogar.

Pidió mentalmente y cuando abrió los ojos se encontraban dentro del departamento del azabache, Jungkook soltó a Taehyung y corrió hacia su habitación por toallas, no importaba, no quería detenerse a pensar en cómo había logrado aquello, solo tenía que atender al chico, tomo dos toallas de su armario y corrió hacia el chico quien aún se encontraba temblando, Jungkook se dio cuenta de que la tormenta seguía, abrazo al chico con la toalla y lo arrastro hasta su habitación.

Taehyung un poco más tranquilo miro la habitación en la que se encontraban, su cuerpo no dejaba de temblar y su corazón no dejaba de tener esa taquicardia, noto al azabache caminar dentro de aquella habitación buscando algo, unos minutos después regreso a Taehyung y limpio su rostro con una pequeña toallita húmeda.

—Taehyung por favor déjame ayudarte, solo no te asustes por favor. —Pidió el azabache y el castaño asintió sin dejar de temblar.

Jungkook se quitó su camisa húmeda y su pantalón solo quedando en ropa interior, Taehyung no presto atención a aquello ya que estaba más concentrado en no morir de una hipotermia, Jungkook noto lo pálido que se encontraba el castaño y conforme el tiempo avanzaba no dejaba de templar, al contrario, empeoraba la situación.

—Suelta esto.

Dijo Jungkook y le quito la toalla, Jungkook jalo a Taehyung a la cama y le pidió alzar los brazos, el castaño obediente lo hizo y Jungkook le quito aquel pijama de rayas que portaba, Taehyung quedo en bóxeres expuesto ante el azabache, Jungkook jalo su manta y los abrazo a ambos con ella, tiro a ambos a la cama y empezó a mover sus manos sobre la fría espalda del castaño. Poco a poco el calor de ambos cuerpos empezaba a regresar, Taehyung reaccionaba claramente a la situación en la que se encontraban y aunque se sonrojo al masivo sabía que aquella técnica era utilizada por personas que estaban a punto de morir de una hipotermia asegurada si no conseguían calor y nada mejor que dos cuerpos semidesnudos para contraer calor, Taehyung sabía que Jungkook era un profesional con respecto a su profesión.

Jungkook noto al castaño balbucear incoherencias mientras sus ojitos se cerraban, Jungkook suspiro al ver como quedaba completamente dormido entre sus brazos, el azabache suspiro cansado y poco a poco sus ojos empezaron a pesar, ambos quedaron dormidos bajo aquellas mantas y sobre aquella cama de sueños.

Jungkook abrió los ojos sobresaltados y se giró alarmado, se levantó de la bañera rápido y tomo una toalla, se la envolvió en su cintura y salió del baño importándole poco el frio que pudiera sentir.

—Taehyung. —Dijo dentro de su habitación y miro su cama vacía y acomodada adecuadamente.

Suspiró frustrado y maldijo en voz alta mientras caminaba a su cama, se aventó a su cama sin percatarse o mejor dicho recordar su moretón, cuando azoto sobre su cama soltó un quejido, llevo sus rodillas a su estómago mientras se quejaba por el dolor que sintió, la respiración le falto ante aquel golpe, se movió en su cama desesperado por que aquel dolor no bajaba, empezaba a sudar frio y empezaba a desesperarse.

Jungkook prendió su lampara de noche y busco su teléfono, recordó dejarlo en la entrada junto a sus demás cosas, como pudo se bajó de la cama y camino hacia la entrada, busco su teléfono entre su bata y lo encontró, marco el número de Yoongi rápidamente.

—¿Jungkook? ¿Qué pasa? —Preguntó en voz ronca el pálido y Jungkook soltó un gemido de dolor mientras se sentaba en el piso.

—Ven a mi departamento por favor. —Pidió y Yoongi se alarmo ante aquel pedido.

—La contraseña de mi departamento en mi fecha de nacimiento, Yoongi por favor ayúdame no soporto el dolor.

Dijo entre quejidos y dejo caer el teléfono a un lado mientras él se recostaba en el piso.

Jungkook no soportaba aquel dolor por que sin darse cuenta presentaba alta temperatura sobre bajando las defensas de su cuerpo y causándole dolor en aquel golpe a un costado de su dorso.

Al otro lado de la ciudad Kim Taehyung se quejaba de la temperatura que presentaba, entro a su tina como pudo sintiendo escalofríos al tacto del agua con su piel, su respiración caliente lo mataba lentamente, Taehyung empezó a mover su cabeza de un lado a otro mientras el sueño lo invadía, miro a su alrededor borrosamente y recordaba a Jungkook abrazarlo, recordaba el parque, la lluvia, recordaba temblar, recordaba sentirse en casa entre los brazos del chico. A los minutos se quedó dormido olvidando todo lo que pasaba a su alrededor.

Ambos sufrían lo mismo en diferentes lugares, dicen que aquellos que son Onironautas son personas que practican esto de manera espiritual entre otras descripciones. Pero Taehyung y Jungkook no practicaban aquello, ellos se encontraron en sus sueños sin pensarlos, sin desearlo, sin pedirlo.

La capacidad de ambos no solo de convertirse en Onironautas sin querer, si no de ser capaces de sentir lo que pasaba dentro de aquellos sueños. Los onironautas son personas que tienen una capacidad muy particular, que sobre todo se experimenta en los seres humanos durante las etapas de niñez y también durante la adolescencia, pero que no tiene por qué manifestarse en toda la población.

Esta capacidad consiste en ser conscientes de que se encuentran en el estado de sueño y esto les permite disfrutar de los sueños conocidos como sueños lúcidos, para resumirlo de forma sencilla, podríamos sintetizar explicando que se trata de una forma de vivir los sueños siendo conscientes de que estamos soñando, pudiendo así recordarlo todo con mucha más facilidad una vez que pasamos a estar despiertos.

Pero estos sueños ya estaban destinados a pasar y aunque ellos no lo recuerden, lo harán en algún momento, en el tiempo correcto.

Un pequeño castaño lloraba sobre el pasto de aquel parque, sus labios hacían un pequeño puchero y sus ojitos derramaban lagrimas desesperadamente, Taehyung había despertado en aquel parque solitario y sin ninguna persona que lo pudiera ayudar, camino por todo el parque alrededor de veinte minutos en busca de alguien, pero cuando no encontró a nadie sintió feo estar solo y se detuvo sobre aquel pasto para sentarse y llorar.

Taehyung alzo su vista hacia un arbusto frente a él, noto a un pequeño niño con ojos de bambi asomarse con miedo mientras lo observaba, tallo sus ojitos y miro detalladamente al niño que salía de su escondite para acercarse a él.

—Mi mami me dice que los príncipes no deben de llorar. —Dijo el pequeño mientras se sentaba en forma de buda frente a él.

—No soy un príncipe.

Dijo Taehyung mientras sorbia de su nariz moquienta.

—Entonces déjame convertirte en uno a partir de ahora, eres un príncipe para mí. —Dijo el azabache y Taehyung se sonrojo ante las palabras.

—¿Quién eres? —Pregunto Taehyung y el azabache abrió su boquita y ojos en sorpresa mientras hacia una reverencia sentado y después miraba al castaño.

—Mi nombre es Jungkook, pero dime Kookie o Jungkookie.

Dijo y Taehyung sonrió ante tan tierno niño.

—Mi nombre es Taehyung, pero me puedes decir Tete o Tata. —Dijo el castaño y se sonrojo al ver como Jungkook se acercaba a limpiar sus lágrimas con la manga de su suéter.

—Serás mi amigo, ya puedes dejar de llorar, aquí estoy yo y no estarás solo jamás. —Taehyung sonrió ante las palabras de Jungkook y se lanzó sobre él para abrazarlo.

Y si, jamás se encontraría solo, Jungkook se lo prometió a Taehyung cuando ellos tan solo eran unos niños de seis y ocho años. Y aunque hayan olvidado aquellos recuerdos de su infancia, aquellos sueños de pequeños, siempre se llevaron en sus corazones, porque ambos siempre han sido el hogar del otro y por eso el destino se encargó de juntarlos una vez más, juraron encontrarse en esta vida o en otra y porque estaban listos para encontrarse después de mucho tiempo.

Y la Onironauta seria la cómplice perfecta para esta historia.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top