Dormido
La guerra terminaba, victimas faltales, damnificados y una ciudad que desde luego no iba a ser la misma, la amenaza del Frente de Liberación Paranormal había acabado con un solo combate, la pelea que acabaría con todas las peleas, el último retazo de esperanza del símbolo de la paz. La batalla final entre Deku, el sucesor del legendario All Might y aquel joven niño asustado que no podía regresar a la U.A, contra Tomura Shigaraki, un hombre loco con un poder incomensurable y una locura cegadora que aterraba hasta al mas preparado.
La batalla final se vió en toda la zona, en el cielo, un destello de luz, seguido de una onda expansiva, un estruendo abrumador y la figura de dos jovenes cuerpos cayendo inertes desde lo mas alto del cielo. Uno de ellos estaba muerto, y otro estaba inconsciente, una heroina de traje rosa y mejillas redondas salvó al chico, quien aun caía, siendo lo único audible para su persona el agresivo viento de las alturas, mientras unas manos tomaba su torso y lo sacudían, lo primero que pudo ver Deku, fue a una mujer de la misma edad que el, sacudiendolo, gritando su nombre a voz y lagrima vivas, implorando que estuviera aun con vida.
Su oído fue agarrando mas claridad en lo que decía esa castaña, notando que era su amiga, pero su voz perdía fuerza, ahora era mas énfasis en el llanto en su pecho y la respiración era mas agitada y exagerada, repitiendo el nombre del héroe de cabellos verdes en voz baja. Este con sus ultimas fuerzas acarició el cabello de la joven muchacha, suspiró y la de cabellos cortos se sobresaltó al escuchar la calmada respiración de su amigo, al subir la mirada, lo vió sonreir suavemente.
Ochako Uraraka, quien pensó haber perdido al chico que amaba, vió la mirada suave y verdosa y sonrió, abrazándolo, con un alivio inmenso al ver que Izuku Midoriya, todavía estaba con el. El peliverde la abrazó de vuelta feliz de que ella estuviera bien pese al daño de la guerra, solo escuchar su voz lo relajaba, la chica que siempre estuvo para el, una vez mas cumplía con darle lo que nunca nadie le dió, cariño, comodidad, amor.
De pronto, el dolor corporal empezó a aumentar, sentía las fracturas, las contusiones y la musculatura arder como el infierno, Uraraka reaccionó rápido y fueron a tierra firme, donde avanzando, encontró a Hawks y a Tokoyami, aun heridos por la última batalla contra All For One. Volando, Hawks llevó al peliverde agonizante hasta U.A y cargandolo como un caído mas, corrió junto a Tokoyami y una Uraraka hiperventilada a la sala de emergencia para los heroes heridos en batalla, la que estaba justo al lado de la de los refugiados.
Los médicos anestesiaron a Midoriya para que el dolor no lo terminara por matar, el peliverde poco a poco cerraba forzosamente los ojos, viendo a los especialistas moverse de un lado a otro buscando una forma de salvarlo, lo último que podía escuchar es a su madre recitar su nombre en llanto, y con la mirada, buscó a Ochako, pero no podía verla bien debido a lo difuminado de su visión y ante la desesperación, el dolor y la incertidumbre, Izuku Midoriya durmió mientras era salvado por los profesionales.
Dos días despues, las condiciones de Deku iban mejorando, partiendo porque ahora estaba en una sala médica en condiciones, siendo esta la enfermería de U.A, la cual estaba modificada especialmente para la atención del peliverde. Todos sus compañeros presenciaron con dolor en el corazón, el como su amigo, su compañero y una persona tan amable y gentil, estaba en malas condiciones, muerto en vida y sin señales de que iba a despertar pronto, el delegado de la clase y mejor amigo de Midoriya, Tenya Iida puso su mano en el pecho del joven en letargo, en seña de respeto y cariño a un gran héroe y a un amigo.
Shoto Todoroki no pudo seguir mirando a su primer amigo real de esa manera, casi muerto, suspiró aguantando el llanto y salió de la habitación para intentar llorar en silencio y sin que nadie lo viera.
Ochako Uraraka solo se quedó sentada en el banquillo cerca de la camilla, observando al demacrado peliverde, viendo su cara cicatrizada, pero limpia, con el respirador empañandose con el exhalar del joven héroe, enyesado desde las costillas hasta las piernas y lo que mas dolía, su brazo izquierdo amputado, sus lágrimas estaban presentes pero no rompía en llanto, solo veía como Midoriya mantenía los ojos cerrados y dormía.
Pronto, todos los compañeros y amigos de Midoriya abandonaron la sala, exceptuando Ochako, quien se quedó un rato mas. No había nada mas desgarrador que sentirte impotente ante una situación que no puedes controlar, se sentía culpable, pero mas que eso, se sentía rota por dentro, pensaba que si hubiera llegado antes, si tan solo hubiera sido capaz de salvarlo antes de caer al suelo, no estaría en el estado en el que está.
Lamentablemente, el hubiera no existe, por lo que esta era la realidad y la tenía que aceptar.
Quince minutos llevaba en la sala y aun sabiendo que Midoriya seguía vivo, sentía las ganas de disculparse a flor de piel, a pesar de que no estuviera escuchando. Tomó su mano derecha, la cual aun seguía entera, entrelazó sus dedos con los de su amigo y puso su frente en la mano, desatando un llanto silencioso, dejando correr las lágrimas por sus redondas mejillas.
— ... Perdoname Deku... debí... debí haber llegado antes — dijo Uraraka en pleno llanto, dejando caer las lagrimas a la sabana.
— Te prometo... te prometo que seré mejor... seré mejor, Deku — llorando, juraba ante el héroe dormido.
La castaña sabía que prometerle algo a alguien que no estaba consciente era inútil, pero se sentía destrozada, ver a su primer amor, al único chico que le hizo sentir mariposas en el estómago, aquel que siempre vió con buenos ojos su compañía, su apoyo y su positivismo y que de vuelta, el peliverde siempre la inspiró y la motivó a ser una gran heroína. El pesar de una chica que no pudo salvar a su amor, sufriendo las consecuencias de algo que pensaba que era su culpa.
El día inició y acabó amargo, nubarrones sin agua cayendo, viento pesado y silbando, dando índices de una potencial llovizna. Las residencias de la 1-A estaban silenciosas, aunque no todos estaban reunidos, todos estaban en lo suyo, en la cabeza de los estudiantes no creian que podían darse el lujo de relajarse, ¿Lo merecían?, probablemente, fueron participes de una guerra siendo tan jovenes.
Ochako Uraraka se sentaba cerca de la ventana, viendo las nubes cerradas y tristes, suspiraba mientras la lluvia empezaba a notarse con gotas pequeñas caer al pasto. El ver al chico que amaba en la camilla la desanimó, aun si la guerra había terminado y la gente podía regresar a sus vidas normales eventualmente, no podría decir que lo que obtuvieron era una victoria. Pronto sintió una compañía acercarse, por el reflejo vió que era Shoto Todoroki, quien tenía una taza de té y estaba abrigado con una chaqueta azul.
— ¿No tienes hambre? — Preguntó Todoroki sin hacer contacto visual con Uraraka.
— No, Todoroki, gracias — respondió la castaña apoyando su espalda en el respaldo.
— ... ¿Supiste que Bakugo despertó? — Preguntó nuevamente el bicolor bebiendo su té.
— No, ¿El está bien? — Dijo desganada la castaña.
— Físicamente mejor, pero cuando supo lo de Midoriya, se molestó por... bueno, no poder salvarlo — comentaba el bicolor dejando la taza en la mesita.
— No lo culpo... — Dijo Uraraka suspirando.
La mirada decaída de Uraraka se dirigía al pasto, ese verde lleno de vida recordaba tanto al cabello de Midoriya, ya no podría ver ese color sin pensar en el chico de las pecas que salvó de caerse en la entrada, el mundo era conocedor del estado vegetal del héroe joven que se convirtió en el mayor salvador de la humanidad de todos los tiempos, un verdadero héroe, el numero uno, Deku había quedado en la historia para siempre, pero no podía presenciarlo, no podía ser testigo de un mundo mejor.
— Oye, no te culpes por lo de Midoriya... — Comentó Todoroki.
— ¿Por qué?, no llegué a tiempo, pude haberlo salvado si hubiera estado en el lugar correcto en el momento correcto — Respondía la castaña tratando de aguantar las lágrimas.
— Nadie lo estaba... a Midoriya no le gustaría ver que te culparas de algo que no fue culpa tuya, igualmente, él sabía a lo que se enfrentaba y sabes como era con el heroísmo — argumentó Todoroki.
— Si... pero... no lo sé, esto jamás debió pasar... Deku debería estar aquí, con... nosotros — Dijo la castaña suspirando con los ojos cristalizados.
— Ninguna guerra debería pasar... pero, solo queda seguir adelante y esperar que el tiempo sane las heridas — Decía Todoroki, en parte hablando por experiencia sabiendo de donde venía.
— Yo... le prometí ser mejor... y lo voy a ser — Volteó a ver al hijo del héroe número dos.
Este, al verla, dió una pequeña sonrisa al ver su convicción.
— Eso está perfecto, Midoriya lo apreciaría mas que nadie — Dijo Todoroki bebiendo de su té.
Ochako Uraraka siempre decía que una promesa es una promesa, ya sea a otra persona o a si misma, ella iba a cumplir algo mas que simplemente sacar una sonrisa a los civiles o mantener a sus padres con buena situación económica, ella iba a mantener el heroísmo y la esperanza del símbolo de la paz que Deku quería transmitir, con All Might retirado y Deku en estado crítico, solo quedaba mantener a salvo a las personas inocentes a como diera lugar.
Los héroes necesitaban volver, y lo iban a hacer mas temprano que tarde.
Seis meses después
Parados en un escenario, en fila y vestidos con una túnica azul y amarilla, en honor al retirado All Might, quien estaba frente a un micrófono y una palestra, despidiendo a una nueva generación, una que fue testigo de la peor guerra que ha tenido Japón desde la creación de las particularidades, pero que serán recordados por su valor y su esfuerzo, especialmente por Izuku Midoriya.
— El año pasado fue un año dificil... no solo por mi retiro forzado, no solo por esta horrible guerra que costó miles de vidas... sino porque estos estudiantes, jovenes, con toda su vida por delante, se arriesgaron a luchar en una batalla para la que no estaban preparados y uno de ellos... sacrificó su cuerpo y alma para que toda esta masacre acabara de una vez por todas... por eso, siento yo, que una ronda de aplausos no es suficiente para agradecer todo lo que estos jóvenes han hecho, hacen y harán por la gente, por su ciudad, pero que al menos sepan, que ustedes, son mas que simplemente héroes, son leyendas, son todos un símbolo de la paz a su manera, PLUS ULTRA — El discurso de All Might fue escuchado desde la primera hasta la última fila, siendo uno de los discursos mas emotivos que ha dado el ex-heroe numero uno.
La ronda de aplausos fue envolvente, sumado a las ovaciones de pié de familiares, estudiantes, personal de U.A y héroes invitados, los nuevos héroes recibieron sus diplomas. Ochako Uraraka sonrió al ver a sus padres compartir la sonrisa, eran testigos de como su hija se graduaba de la academia mas prestigiosa, ella no podía sentirse mas agradecida de tener padres como ellos que la criaron bien y con valores positivos. Entonces, volteó levemente la mirada a una mujer sosteniendo el diploma de su hijo ausente, Inko Midoriya estaba presente pero Izuku Midoriya no.
Una vez terminada la ceremonia, todos fueron con sus familiares, notó a lo lejos que Katsuki Bakugo, quien logro sobrevivir a sus heridas en la guerra, hablaba con Inko, era lógico considerando que se conocen desde la infancia. Los pensamientos sobre Deku volvieron inevitablemente, la tentación de visitarlo como lo hacía todos los días al hospital se hacían presentes, pero debía ser fuerte y disfrutar de este día y que ahora, Uravity iba a ser una heroína profesional.
Las siete de la tarde, el hospital tenia poca gente pero seguía operativo, Uraraka caminaba por los pasillos del recinto médico, entrando en la tercera puerta a la derecha y encontrando un ambiente silencioso, muy diferente al de la fiesta en las residencias. Ochako se sentaba en una silla al lado de la camilla, mirando melancólica al inerte pero aún vivo cuerpo de su amigo peliverde. Su estado físico seguía manteniendose similar, pero su piel cada vez se veía mas pálida, la intravenosa estaba por la mitad de la bolsa y el respirador se empañaba con cada suspiro del peliverde.
Acarició suavemente la mejilla pecosa del recostado en la camilla y sonrió levemente.
— Nos graduamos, Deku — Dijo con sus marrones ojos empezando a cristalizarse, pero sin dejar de esbozar una sonrisa.
— Bakugo estuvo con tu mamá... es una gran persona — Dijo ella haciendo posteriormente contacto visual con el brazo de su amado.
— Si hubieras estado en el discurso de All Might, seguramente hubieras llorado un montón — Rió al imaginar lo adorable que hubiera sido, le encantaba lo fanático que era de All Might.
Pensando en lo que pudo ser y no fue, la castaña suspiró, se acercó a su mejilla y le dió un suave beso, aun si no lo iba a sentir del todo, era un gesto que gustaba darle cada vez que venía y quería pensar, quería creer que servía de algo.
— Te extraño mucho Deku... no puedo imaginar un mundo sin tu sonrisa — Dijo ella mirando a su amigo con el corazón roto.
Tocó su pecho, su corazón latía, a un ritmo pausado, pero solo sentir ese retumbar lento la tranquilizaba, un retazo de esperanza había en que despertara.
— Te veré mañana, Deku... te amo — Dijo la castaña sonriendo ante lo ultimo dicho, porque aun cuando no podía oírlo, podía decirle lo que sentía sin temor.
La castaña abandonó la habitación de hospital, el cuerpo del peliverde seguía inerte pero algo parecía estar cambiando, la respiración era mas constante y el pulso tomaba un ritmo mas normal, parecía una anomalía... o la señal de algo bueno que se avecinaba.
Un año después
Un villano gigante se hacía presente en las calles, con una cola hecha una bola de demolición y un casco amarillo con franjas negras. Los héroes Dynamight, Ingenium y Shoto se encargaban de neutralizar al enemigo gigante, que con su cola llegó a derrumbar un edificio residencial, en el cual habían inocentes dentro. El daño colateral es el mas importante, y Uravity era la encargada de salvar a la gente inocente de los escombros, ella se presentó en la escena y con total valentía y habilidades avanzadas de parkour, se adentró al polvoriento inmueble.
— ¡Bien, escuchenme, todos diríjanse a la puerta principal y esperen a las autoridades!, ¿¡Queda alguien en los pisos superiores? — Preguntó la castaña tratando de poner en orden la situación.
— Quedan residentes en los últimos pisos — Respondió el recepcionista asustado por la situación.
— Perfecto, ahora, todos los presentes, salgan del edificio, ¡Ahora! — Ordenó Uravity y todos los civiles dentro del edificio, salieron.
— Froppy, Cellophane, necesito que vayan al sector 7G del mapa y tranquilicen a la multitud, si se viene abajo el inmueble, protejanlos y llevenlos a un lugar seguro — Explicó Uravity, como una verdadera capitana.
— Copiado, estaremos ahí, kero — Contestó Froppy.
Uravity rápidamente abrió las puertas del ascensor, notó los cables salidos que chispeaban. Los ascensores estaban caidos. Primero bajó hasta el piso -3 y revisó si había gente en los ascensores, en el primer ascensor no hubo nadie, en el segundo, por suerte, tampoco, la heroina gravedad cero se alivió y corrió por las paredes hasta el octavo piso, el penúltimo piso, vió a los residentes fuera de sus casas tratando de huir, pero no había caso.
— ¡Civiles, no teman!, ¡Hay una salida y es por la azotea!, ¡Siganme a la escalera de emergencia! — Los residentes dudaron por un momento, pero al ver su salida por medio de Uravity, la siguieron.
Los del noveno piso tambien fueron por detrás de la castaña, en estos momentos ella era la esperanza de toda esa gente y no podía dejarlos a la derive, despues de todo, un heroe protege, un heroe rescata, Uravity ya era conocida por su eficiencia, lo iba a lograr.
Llegaron a la azotea, donde todos se pusieron en una posición lejana a los bordes, niños abrazando a sus madres, hombres, mujeres y ancianos asustados por lo que pudiera pasar, pero Uravity estaba serena, no debía perder la compostura en situaciones así, no es lo que haría un héroe, no es lo que haría Deku. Puso su mano en el auricular y contactó a un par de héroes más para servir de apoyo, unos muchos mas experimentados que ella.
— Hawks, Mount Lady, necesito apoyo extra para sacar a civiles del 7G del mapa — Dijo Uravity.
— En camino, a 400 metros de tu posición, salva mientras a los que puedas en lo que llegamos — Dijo el héroe de las alas rojas.
De pronto, el edificio comenzó a temblar, la inercia hacía que una parte se cayera por el hueco que dejó la cola del villano gigante, se precipitaban a una muerte horrible, pero Uravity detendría eso, tocó el suelo y por unos momentos sintió todo el peso de los cuatro pisos en sus hombros. Detuvo una catástrofe eventual, dando tiempo a que Froppy y Cellophane sacaran a todos los civiles debajo de la zona de impacto.
— ¿¡ESTÁN... TODOS... BIEN!? — Decía la castaña en un esfuerzo por mantener la fuerza necesaria.
Las respuestas oscilaron entre respiraciones agitadas y llantos de los niños que eran calmados por sus madres, Uravity mantenía los ojos cerrados y las manos en el suelo, ella conocía sus límites, y aun con entrenamiento intensivo, no podría resistir mas tiempo, necesitaba ayuda a como diera lugar, por suerte para ella, la suerte estuvo de su lado.
Mount Lady logró sostener la parte caída de los escombros, dando tiempo a que Uravity liberara y pudiera guiar a los civiles al helicóptero de rescate. Hawks los aseguraba y lograron subir a treinta de los treinta y cinco civiles atrapados, no había mas espacio y era deber de Uravity actuar, y rápido.
— ¡AGH, ESTÁ CEDIENDO! — Decía Mount Lady tratando de sostener el edificio.
— Bien, los que quedan, conmigo — Ordenó la heroina gravedad cero.
Tocó los hombros de los cinco restantes, un joven, una anciana, un adulto, su hija pequeña y el conserje, Mount Lady, cuidadosamente dejó caer el edificio en la calle para evitar levantamiento de polvo en exceso y figurando que no hubieran civiles en la calle, Hawks y el helicóptero se fueron a resguardar al resto de los ocupantes, el edificio se derrumbó bajo sus pies y los damnificados se salvaron flotando en el aire gracias a la particularidad de Uravity, gracias a los héroes presentes liderados por la heroina gravedad cero, nadie salió herido.
Los transeúntes que observaron el suceso desde fuera de la situación vitorearon con sus voces al unísono, Uravity dejó a los cinco restantes en un lugar seguro. A pesar de que los damnificados se sentían mal por perder sus hogares, se podría aplicar perfectamente la Ley Kamino, dicha ley aprobada el año pasado tiene estipulado que los daños colaterales serán compensados con una vivienda temporal asignada por el comisionado de héroes, 500.000 yenes para abastecimiento para cada ciudadano y la reconstrucción del edificio original con plazo de un año, bajo la tutela de la empresa Construcciones Uraraka, por lo visto, desde la guerra, las acciones han sido muy rigurosas desde el final de la guerra.
— ¿Están bien todos? — Dijo Uravity parandose en frente de la multitud.
La multitud se veía cansada, aliviada y decaida, la perdida de sus hogares es una tragedia, pero lo peor hubiera sido que las víctimas fatales hubieran aumentado, Uravity y compañía salvaron vidas, y los civiles damnificados se lo agradecieron con una ronda de aplausos y vitoreos.
— ¡GRACIAS POR SALVARNOS URAVITY! — Gritó una mujer que vivía en el edificio.
— ¡ERES LA MEJOR! — Exclamó uno de los civiles en un tono eufórico.
— ¡Gracias Uravity! — Dijo la niña que estaba en los hombros de su padre.
La castaña no podía creer lo que estaba viendo, una multitud que acababa de salvar la estaba alabando, nunca se sintió merecedora de esos halagos porque nunca sintió que hizo algo digno, pero recien se dió cuenta de que hasta Deku la llegó a halagar muchas veces. No pudo evitar sonreír ante todos los presentes, aquella promesa que se hizo a si misma se estaba cumpliendo, estaba viendo sonrisas en las personas alrededor, al final, ella quería que todos pudieran sonreir aun cuando todo pareciera gris.
El día pasó, la noticia de que el villano gigante había sido capturado y llevado al renovado Tartarus resonó, Dynamight, Shoto e Ingenium lograron retenerlo en la costa y Uravity y compañía evacuaron a los residentes de un edificio. Los héroes tenían una mejor reputación que nunca, ahora todos daban la mejor cara del heroísmo, sin lado oscuro y con cada vez menos escalas de grises, la nueva era que Deku desencadenó para los heroes estaba a flor de piel, y Uravity era de las caras mas representativas.
Durante la tarde, Uravity usó su última media hora de trabajo para visitar a Deku, como iba a haciendo cada día de la semana desde que su amigo entró en coma, en ese cuarto de hospital ya no estaba Uravity, era Ochako Uraraka hablandole a Izuku Midoriya.
— Hola otra vez, Deku... — Se quitó el casco y observó a su amado con la respiración mas constante.
— Hoy salvé a muchas personas y... creo que estoy cumpliendo mi propósito — Contaba Uraraka animada pero con la voz baja.
— Me hubiera encantado que lo hayas visto... pero el hubiera no existe — Dijo la castaña tomando su mano.
— Se que parezco loca hablandole a un cuerpo inmovil pero... es por ti que quiero seguir mejorando, Deku — Decía Uraraka sin soltar la mano del chico que amaba, conciente de lo que hacía.
— Si algún día llegas a despertar... te contaré todo lo que ha pasado en el último año y medio — Sonreía explayandose en lo que deseaba.
Miró al cardiograma, el pulso del peliverde seguía constante, un rayo de esperanza aun prevalecía en ella, tenía aun la certeza de que iba a despertar, tal vez no hoy, tal vez no mañana, o en semanas, meses, incluso años, pero aun tenía la esperanza de que Izuku Midoriya iba a despertar, la falta que le hacía a la sociedad, a su madre, a sus amigos y a ella misma. La leyenda de Deku crecía a medida que pasaba el tiempo, el joven que se sacrificó por el mundo y que se mantiene en las puertas de la vida y de la muerte, con la intriga de saber cual sería la dirección que iba a tomar.
La vida en la que es visto como una leyenda o la muerte que lo reclamará como el héroe mas grande jamas visto.
— Me tengo que ir Deku... mañana volveré, te lo prometo — Dijo la castaña y le dió un beso en su mejilla por cada peca que tenía el peliverde.
— Te sigo amando desde el primer día — Lo miró, sonrió, se levantó y se fue de la habitación de hospital.
Al cerrar la puerta, la habitación se oscureció, apenas caía la noche y la ausencia de la castaña se sentía, la piel del peliverde se veía cada vez menos pálida con el tiempo, se notaba que el tratamiento estaba surtiendo efecto... o quizás era algo mas.
Un año después
"Tendencias en Japón: #Dynamight #KatsukiBakugo #Dynalovers
El héroe Dynamight es tendencia mundial en Twitter debido al anuncio de su incursión fuera de Japón, el pro-heroe ha hecho oficial que continuará sus servicios fuera del país por un tiempo indeterminado."
Las noticias tenían titulares claros y sin dejar mucho a la imaginación, por lo visto, Katsuki Bakugo, Dynamight, se iba de Japón. El último trabajo del heroe explosivo en el país del sol naciente iba a ser una redada de drogas, acompañado de Chargebolt, Uravity y la policía, el héroe eléctrico se encargaba de dejar a los traficantes sin luz dentro de la fabrica abandonada, desde la posición de Dynamight y Uravity podían revisar bien el perimetro y la policía se podía encargar bien desde la puerta principal y arrestar al cartel.
— ¿Cuanto te falta, chispitas? — Habló Dynamight por el auricular.
— Estoy a la mitad — Dijo Chargebolt continuando con su labor.
— Bien, avisa cuando estés listo — Dijo Dynamight y quitó su dedo del auricular.
Uravity ajustaba su casco mejorado y Dynamight se sentaba en el suelo del techo de una casa residencial.
— Tu nombre aparece en todos los noticieros — Señaló Uravity.
— Si, una noticia así no pasa desapercibida — Dijo Dynamight bebiendo una bebida de limón con su imagen puesta en la lata, la mercadotecnia de Dynamight era muy vendida.
— ¿Quieres seguir los pasos de All Might como héroe número uno? — Preguntó Uravity aun ajustando su casco.
— No... quiero replantear varias cosas... a veces siento que no soy el número uno, el único reto que tengo es el bastardo mitad y mitad, y yo se que todavía se contiene, y el unico capaz de rivalizar en un uno versus uno está postrado en cama... no se si soy suficiente — Dijo Dynamight, abriendo sus sentimientos con su compañera de trabajo, cosa que no suele hacer.
— Pues creo que tu error es seguir viendo el ser héroe como una competencia, porque a nivel de rescate siempre creí que lo estabas haciendo bien... a tu manera, además tienes una gran fanaticada y has dejado tu huella— Dijo Uravity, alentando a su compañero mas agresivo y potente, cosa que no suele hacer.
— Eso si es tener un buen feedback, eres el numero uno por tu impacto y por tu efectividad como héroe, si vieras todas las papeadas termonucleares que le haces a los villanos, te darías cuenta de lo genial que eres — Habló Chargebolt desde el auricular, diciendo cosas inteligentes y acertadas, cosa que no suele hacer.
— Gracias chispitas y cara redonda... igualmente, siento que me falta algo, y sigo sin saber que es... pero no lo se — Dijo el heroe explosivo viendo su mano.
— Sea lo que sea, espero que lo averigües pronto, de momento... — Dijo Uravity señalando la fabrica abandonada, la cual de pronto apagó sus luces, era la señal.
— Hay que hacer lo que mejor sabemos hacer — Uravity dijo antes de tocar a Dynamight, flotar y caer justo en las narices de los mercenarios.
Dynamight y Uravity acababan uno por uno a los mercenarios presentes, utilizando un estilo de combate avanzado, la heroína gravedad cero usaba artes marciales que aprendió durante su pasantía con Gunhead a sus 15 años, a uno de los mercenarios le hizo una llave y pisó tras la rodilla de este para dejarlo inmovil, lanzandolo contra la camioneta negra posteriormente, otro de los mercenarios fue con un cuchillo, pero con una llave lo mando al suelo, se deshizo del arma y lo noqueó.
Uno de los guerrilleros intentó disparar a la distancia, pero Dynamight de una explosión lo desarmó y de un golpe lo noqueó, fueron por los demás, dando una exhibición de golpes y patadas antes mercenarios que disparaban, pero Chargebolt, quien atrás tenía a la policía, logró con su electricidad desarmar a los mercenarios y con uns patada doble neutralizó a dos de ellos, Dynamight mandó a otros dos a dormir en la pared de una explosión y Uravity barrió a uno de ellos con otro ya flotando y los noqueó golpeandolos contra el suelo.
Dynamight rompió la puerta con una explosión y la batalla se desató, Chargebolt fue rapido y logró inhabilitar las armas con su electricidad, las cuales dispararon pocas balas. Uravity se encargó de los primero 10 del frente, mientras Dynamight se encargaba de los del piso de arriba y Chargebolt iba a la cámara donde guardaban la mercancía, la paliza de los héroes a los narcotraficantes era fulminante, esta era la parte mas movida de ser héroe, los movimientos tenían que estar bien calculados, nada podía ser dejado a la deriva y siempre tenían que velar por la seguridad de todos, y ahora estaban demostrando que los héroes profesionales estaban dispuestos a todo para lograrlo.
Uravity limpió de enemigos el primer piso, dejando al último noqueado en una de las repisas de metal, no sin antes lanzar a otros dos que iban a atacarla por la ventana. Dynamight lanzó a dos de esos mercenarios del segundo piso directo a unas cajas y Chargebolt se encargó del sótano, donde, como si fuera una pelicula de artes marciales, se encargo de todos y cada uno de los mercenarios, usando su combate con electricidad. La policía se encargó de los que tenían la posibilidad de escapar, algunos queriendo ir por mar pero la ley fue mucho mas rápida.
Las drogas fueron requisadas, por lo que se veía, habían cantidades grandes de Trigger, una poderosa droga liquida que potenciaba las particularidades de las personas a un nivel que provocaba adicción, ademas de haber contrabando de Red Ice, una droga similar a la cocaina, pero roja y con un efecto cien veces mas estimulante que el polvo blanco, una droga proveniente de los Estados Unidos de América, primer destino de Dynamight en su viaje por el mundo.
— Buen trabajo Dynamight y Chargebolt — Felicitó Uravity mientras el procedimiento de arresto y confiscación era llevado a cabo por la policías.
— Gracias... yay... Tu tambien estuviste increible... yay — Decía Chargebolt, controlando mas sus quiebres neuronales por el uso desmedido de la electricidad.
— Gracias cara redonda... — Dijo Dynamight y agarró una caja con mercancía, la cual tenía una etiqueta con las banderas de Japón y Estados Unidos.
— Creo que iré a la tierra de los libres — Dijo el rubio observando la caja.
— Parece que si seguirás los pasos de All Might — Dijo Uravity.
— ¿Me traerás un gorro de los Lakers? — Pidió Chargebolt.
— No — Respondió Dynamight seco.
— Lo intenté — Agachó la cabeza el héroe eléctrico.
Uravity miró su reloj digital, ella había quedado con la mamá de Midoriya para algo relacionado a Deku, asi que tenía que partir al hospital.
— Bueno, creo que la policia se encargará del resto, yo tengo que irme, nos vemos mañana para la despedida — Dijo Uravity.
— Si, no te preocupes, nosotros hablamos con la prensa y los policías para el informe, cuídate — Dijo Dynamight.
— Suerte en lo que tengas que hacer — Dijo Chargebolt ofreciendo un choque de puños, el cual Uravity recibió con gusto.
La castaña usó su particularidad para salir del lugar, hizo parkour por los techos de las casas, en poco y nada llegó al hospital. Sabia que Inko Midoriya estaría en la habitación donde su hijo dormía, después de todo, era quien mas lo visitaba, incluso mas que la castaña, no hay peor pesar de una madre que el tener a su hijo a puertas de la muerte, ella siempre pensó que le debió mucho a su hijo, no lo apoyó desde el principio en su sueño de ser héroe porque no tenía poderes, algo necesario en una sociedad donde el 80% de la población tiene dones únicos, pero nunca dejo de quererlo, ni aunque tuviera la peor enfermedad lo dejaría de querer.
Es por eso que Inko Midoriya creó la "Fundación Izuku Midoriya" para ayudar, inspirar y motivar a niños que nacieron sin particularidad, asi como niños cuyo don le ha generado problemas mentales, conductuales, sociales o fueron víctimas de bullying, era una organización sin fines de lucro, a pesar de que All Might era uno de sus mayores patrocinadores.
Ochako entró a la habitación, ahí estaba Inko, contemplando a su hijo, pero no con una expresión melancolica, sino que con una sonrisa leve. La castaña avanzó a traves de la habitación, tratando de explicarse por qué de la expresión de la madre de su enamorado.
— Señora Inko, ¿Como está? — Saludó la castaña a la mujer de cabello verde oscuro.
— Ochako, querida, que bueno que viniste — Dijo Inko tomando las manos de la heroina gravedad cero.
— ¿Está todo bien? — Dijo y volteó a ver al paciente de cabello verde, notando a dos personas de cabellera dorada cerca del recostado.
Melissa Shield, la aclamada genia de la mecánica y soporte, junto a la leyenda aún viva, All Might. Una estaba terminando los ajustes de un brazo mecánico, plateado, con una estructura exoesqueletica avanzada, típica de un Shield, era el reemplazo del brazo amputado de Deku, y el héroe numero uno, observaba a su pupilo, pero con mas curiosidad que melancolía, como si estuviera analizando algo, Ochako solo se preguntaba por qué su mejor amigo estaba vuelto una rata de laboratorio.
— ¿Melissa?, ¿All Might?, ¿Que es todo esto? — Preguntó Uraraka.
— Oh, Uraraka, jeje, tanto tiempo, ¿No? — Dijo Melissa saludando.
— Joven Uraraka, bienvenida — Levantó la mirada All Might.
— Perdon si no te contamos, pero durante las últimas semanas le estuvieron haciendo revisiones médicas a Izuku para ver como instalarle su nuevo brazo — Explicó Inko.
— ¿Y es seguro? — Preguntó la castaña.
— Lo es, pero Deku se va a acostumbrar muy lento, no tienes nada de que preocuparte — Dijo Melissa levantando el pulgar.
— Creo que al despertar va a asustarse... — Dudó la castaña.
— Es normal, pero... ojalá y pueda ser servicial... yo a Deku le debo mucho y esto es lo menos que puedo hacer — Dijo Melissa pausando por un momento su trabajo de mantenimiento.
Ochako volteó a ver a Inko, ella sabía que estaba afectada por el estado de su hijo, y le sorprendía ver que estaba de acuerdo con las modificaciones.
— Señora Inko... — Dijo Ochako.
— Se que es abrupto Ocha, pero... creo que es lo mejor para mi bebé... yo daría lo que fuera por tenerlo de vuelta — Dijo Inko llevandose una mano a su pecho.
— Si es así... estoy de acuerdo — Sonrió la muchacha castaña de casi veinte años.
— Huh... — Musitó el ex héroe numero uno.
— ¿Pasa algo Toshinori? — Preguntó Inko.
— Siento algo extraño en el Joven Midoriya — Señaló All Might.
— ¿Es algo malo? — Preguntó Uraraka acercandose.
— Siento que su energía del One For All... está... enlatada — Comentó el ex símbolo de la paz.
— Osea, ¿El One For All sigue ahí? — Preguntó Melissa recien terminando de ajustar los últimos detalles del brazo.
— Probablemente... pero no quiero asegurar nada, el día en el que despierte, sabremos todo — Dijo All Might.
Esa era la incertidumbre, no sabían si Izuku iba a despertar, han pasado dos años desde la batalla final contra Shigaraki, y aunque presentaba mejoras físicas, seguía dormido, en una lumbre que parecía eterna. A Ochako le parecía esperanzador saber que el One For All seguía ahí, y que el brazo de su enamorado estuviera con los últimos ajustes para ser reemplazado, de todas formas, las visitas al hospital, iban a ser igual de frecuentes que siempre.
Un año y medio después
Un fondo blanco y difuminado, como si estuviera viendo una luz fulminante directo a su cara, la vista se hacía cada vez mas y mas clara, ese fondo banco ahora tenía lineas paralelas horizontales y verticales, formando recuadros con puntos negros, a un lado habían unas luces, apagadas, era un techo. A un lado había una ventana, que dejaba entrar al radiante sol y al otro lado había un asiento vacío, miró su cuerpo, tapado en una sabana azul, su boca tenía un respirador donde llegaba el frío oxígeno y unos sueros donde suministraban fluidos.
Su oído se hizo mas claro, la habitación estaba en silencio, lo único audible era el pitido del cardiograma sonando lentamente, parpadeó dos veces y trató de asimilar la situación, estaba acostado, en un hospital, no era la primera vez que lo estaba, pero no estaba seguro de como llegó, lo último que recordaba era a una chica, no cualquiera chica, sino una que siempre estuvo ahí para el y que lo salvó del abismo muchas veces.
— Uraraka... — Recitó, la primera palabra que decía en 3 años.
Izuku Midoriya, había despertado.
Horas despues
Las noticias se volvieron locas, los titulares solamente tenían una exclusiva: Deku despierta de su estado vegetativo. Una noticia que conmocionó al mundo del heroismo, puesto que eran pocos los que creían que el coma inducido del mayor salvador de Japón iba a terminar este año, los estragos de la pelea contra Shigaraki seguian vigentes, y el heroísmo estaba en su mejor momento.
Uravity corría por los techos de los edificios de Japón, hiperventilada, se abrió paso sobre los periodistas que querían la última de Deku y su despertar repentino, entró al hospital corriendo, viendo al hospital mas activo que nunca, con gente hablando del tema del momento y los médicos haciendo su trabajo. Llegó hasta las afueras de la habitación, All Might e Inko estaban ahí, la mujer necesitaba aire y las lagrimas caían como cascadas y el ex símbolo de la paz trataba de tranquilizarla, Ingenium y Shoto tambien se presentaron y esperaron, notando a Uravity.
— Uraraka, que bueno que llegaste — Resaltó Iida.
— Si, vine lo mas rápido que pude, ¿Deku como está? — Preguntó la castaña prioritariamente.
— Le están haciendo pruebas medicas, el proceso es largo, asi que tenemos para rato — Dijo Todoroki sentado en una de las sillas.
— Entiendo... vaya... no, no pensé que llegaría el día — Dijo Uraraka tratando de procesar lo ocurrido.
— Lo se... creo que tendrá muchas cosas que procesar — Dijo Iida limpiando sus lentes.
— Yo estoy ansiosa por contarle todo lo que ha pasado estos años — Dijo Uraraka sonriendo.
— ¿Solo eso? — Preguntó Iida.
Uraraka se sonrojó como un tomate, Todoroki soltó una pequeña risa, Inko se limpió las lagrimas, All Might le pasaba unos pañuelos para que se limpie e Iida también rió levemente.
— Ay yaaaa, si les conté era porque pensé que no llegaría el día — Reclamó la castaña manteniendo su sonrojo.
— Si... pero, solo esperemos a que terminen sus revisiones médicas, el pobre debe estar muy confundido — Señaló Iida.
Esperaron un rato mas, era la primera vez que intercambiaban palabras en mucho tiempo, no sabía ni como se sentía en estos momentos, pero a través de esa puerta, recuperaría la dulce sensación de escuchar esa tierna voz que tanto le encantaba a la castaña, esa suave mirada que la hacía sentirse protegida y esa amabilidad que tanto lo caracterizaba.
Había leído que tras los comas inducidos, el individuo no era el mismo tras los años dormido, ¿Y si Izuku no volvía a ser quien era?, ¿Y si había perdido a ese gentil chico de las pecas que salvó el primer día en U.A?, un escalofrío recorrió el cuerpo de la castaña, ahora solo era cuestión de tiempo.
La castaña se quedó unas horas esperando, Inko Midoriya ya estaba saliendo de la habitación, con una sonrisa merecida, su arcoiris fue encontrado tras años de pura tormenta, pudo volver a ver a su hijo despues de tanto tiempo, era como volver a ser madre de nuevo, ver los ojitos verdes que ella misma llenó de luz le devolvió la calma y la felicidad. Ochako se acercó a Inko para enterarse del panorama.
— Señora Inko... ¿Como está Izuku? — Preguntó Uraraka.
— ... Ansioso por verte — Respondió Inko con una sonrisa sincera.
Ochako se sorprendió por lo asegurado por la madre de su amado, no sabía que quería verla con tantas ganas, o mas bien, nunca lo pensó. Entró en silencio a la habitación, la ventana mostraba el rojizo anochecer, las luces encendidas y el peliverde recostado, pero con los ojos abiertos, viendo su brazo metálico. La castaña se sentó, sus ojos expulsaban lagrimas tan suaves que no las sentía, el peliverde la vió y su piel se erizó, le sonrió, demostrando lo feliz que estaba de volver a verla.
Esa sonrisa que tanto la enamoraba estaba de vuelta, la castaña por dentro se sentía como si estuviera flotando en el espacio, algo que no sentía desde que empezó a ver a Izuku como algo mas que un simple amigo, volvió a ver sus ojos verdes brillando como una esmeralda en una cueva, esas geodas verdosas se echaban de menos de una manera que no se imaginaba, de pronto otra cosa que extrañaba, apareció.
— Hola — Dijo Izuku sonriente y con una voz algo grave pero tan tierna como la última vez que lo escuchó.
— Hola — Respondió Ochako en un suspiro que desató su llanto emocional.
Con una sonrisa, se lanzó contra el peliverde para abrazarlo, lo tenia en sus brazos, llorando en su hombro, tenía de vuelta a su amado, despues de tanto tiempo, tanta incertidumbre por fin acabaría. Todo ese pesar, todas esas ganas de llorar por pensar que no iba a volver a ver a su mejor amigo, su enamorado, estaba saliendo con el sollozo, a lagrima viva. Izuku Midoriya ocultó su rostro en el hombro de su mejor amiga, con una sensación de comodidad evidente, correspondió el abrazo sin chistar, aun se necesitaba acostumbrar al brazo metálico, pero eso ahora no le importaba mucho, solo quería abrazar a su luz de esperanza.
— Perdón por preocuparte, Uraraka... es que me quedé dormido — Bromeó Izuku, pero a Ochako no le hizo mucha gracia.
— No hagas esas bromas... tonto — Dijo en un llanto, se separaron y ella lo miró a los ojos.
— Yo... pensé que te había perdido... pensé que no te iba a ver otra vez... no sabes cuanto me dolió saber que estabas casi muerto en el hospital esa vez... — Lloraba Uraraka tratando de limpiar sus lágrimas y llorar en el pecho de Midoriya.
Este solo se limitó a acariciar su cabeza con su mano buena, a ella le gustaba, era una nueva sensación que experimentaba con un Deku recien llegado de un coma inducido.
— Tranquila Uraraka, todo está bien... yo estoy aquí — Dijo referenciando la frase de su héroe, la castaña rió tras saber que no cambió nada desde que se fue.
— Adoro tenerte de vuelta Deku, no sabes cuanto — Dijo Uraraka manteniendo el abrazo.
— Yo me alegro tanto de que estés bien... wow, me gusta el traje nuevo — Comentó Midoriya sobre el nuevo traje de heroe de Uravity.
— Gracias Deku... tu traje sigue intacto — Dijo Uraraka.
— Genial... — Dijo el peliverde mientras alzaba su mano al frente y sacaba sus látigos negros.
— Creo que Deku aun tiene cuerda — Dijo guiñandole el ojo.
Uraraka sonrió, el heroe que la inspiró a seguir adelante estaba por regresar a sus andanzas, este ya de por si se estaba convirtiendo en un buen día, y los próximos meses iban a ser ejercicios constantes para recuperar la movilidad de las piernas y aprender a acostumbrarse al nuevo brazo. Era el mismo Deku, pero con nueva inspiración y el mundo lo iba a saber, la primera en encargarse de que todos vieran el regreso del salvador de Japón, era la misma Uravity.
— Ah, Uraraka... quería darte las gracias — Dijo Izuku cambiando a un tono mas tierno.
— ¿Por qué?, No he hecho nada — Dijo Ochako.
— Al contrario, hiciste mas de lo que piensas... — Dijo y sonrió.
— ¿A-a que te refieres, Deku? — Se sonrojó.
— Gracias por haberme salvado en la guerra... no una, dos veces — Dijo Midoriya tomando su mano.
— Ah, ¿Eso?, no le des tanta importancia, no fue nada — Resaltó Uraraka aun con el rojo prominente en su rostro.
— Para mi lo es mas de lo que te imaginas... eres la primera que hace todo eso por mi y de verdad siento que fuiste mi luz de esperanza en la guerra... creí que todo estaba perdido hasta que me guiaste hasta mi hogar... sin ti no existiría Deku, pero no el Deku sin particularidad que estaba por debajo de todos, hablo del Deku que pudo superar sus miedos y logró ganar una guerra que todos creían perdida... sin ti, yo no sería lo que fuí hace unos años ni lo que seré en el futuro... — El pequeño monólogo de Midoriya hacia Uraraka fue lo mas conmovedor que pudo escuchar.
El ver que Midoriya si valoraba todos sus esfuerzos, todo lo que hizo por el, hizo pensar que si cumplió su promesa, no solo la de ser mejor de lo que ya era, sino de ver sonreír a las personas, especialmente si era del hombre que amaba, la mejor forma de volver al mundo era diciendole el equivalente mas hermoso y rebuscado del "Te Amo", al menos así lo vió Uraraka, pero entonces, Deku se quiso adelantar a ciertos hechos.
— Creo que gracias a eso... me hizo verte como algo mas que mi mejor amiga... — Dijo Midoriya sonrojado y ocultando su cara con su brazo bueno.
Uraraka vió una oportunidad e hizo un movimiento que desde hace mucho quiso hacer.
— Shhh... lo sé Deku — Ella puso sus dedos en sus labios y el peliverde se sorprendió.
— ¿En serio? — Arqueó una ceja el de las pecas
— Si Deku... y yo siento lo mismo por ti — Dijo Uraraka tambien sonrojada.
Ambos estaban con nervios y verguenza, Uraraka reía y Midoriya se mantenía rojo y temblando, la castaña quiso tomar la iniciativa, y tratando de aguantar la emoción, le dió a Izuku un beso suave, uno que significaba mucho, era su primer beso. Izuku lo correspondió sin dudarlo, sentía la necesidad de probar sus labios y ese momento de amor, de intimidad, se convirtió en su espacio seguro, ambos sentían sus cuerpos flotando en el aire, solo eran ellos dos y nadie mas.
El primer beso en el lugar menos ortodoxo posible, pero no importaba mucho, mas aún cuando era el acto de amor y afecto mas puro y hermoso que habían compartido, al separarse, rieron nerviosamente, el primer beso de muchos mas. Deku y Uravity iban a la acción e Izuku Midoriya y Ochako Uraraka no iban a separarse ni aunque muchas guerras vengan a futuro.
La promesa de una mujer astronauta a una verde estela de esperanza, ha sido cumplida.
Hola gente
Dios, en serio me costó terminar este Oneshot, pero espero que valga la pena.
Gracias por leer, por su estrellita y su comentario y nos veremos en el próximo oneshot, chau <3
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