- ¡Unos villanos se han infiltrado en la USJ! - exclamó Midnight - ¡La clase 1A está allí!

Hizashi se levantó de su asiento al instante, abandonando el aula junto con su amiga. Ambos corrieron hacia la entrada del edificio, dónde ya los esperaban en el autobús que los llevaría a la USJ. Una vez subidos, el autobús arrancó y fue lo más rápido posible.

- Ey, deja de morderte las uñas - dijo Nemuri, poniendo una mano sobre el hombro de Hizashi - Shota va a estar bien, sabemos que es fuerte de cojones ese condenado.

- Tienes razón, pero aun así... - suspiró - Estoy preocupado.

Finalmente llegaron a la USJ, entrando todos de golpe al recinto. Snipe disparó varias balas contra algunos villanos, y Yamada emitió un estruendoso grito para desestabilizar a los villanos que continuaban en pie. Dos alumnos llegaron a lo alto de las escaleras cargando a Aizawa, que se encontraba muy malherido.

- ¡Nezu, lo llevo a la ambulancia! - exclamó Yamada, tomando a Aizawa en brazos.

Salió de allí lo más rápido que pudo, cargando a su inconsciente novio hacia la ambulancia.

- ¡Está inconsciente, sangra mucho y tiene fracturas en el brazo y en la cara! - exclamó, llegando junto a los auxiliares.

- Bien, nos lo llevamos al hospital.

Cargaron a Aizawa en la camilla y lo subieron a la ambulancia, pero cuando Yamada trató de subir lo frenaron.

- Solo familiares - dijo el auxiliar.

- ¡Es mi prometido! - exclamó él - ¡Déjame subir y vámonos de una vez!

Dejaron que subiera y cerraron las puertas para empezar a conducir hacia el hospital.

- Shou', por favor, por favor... Tienes que salir de esta, mi amor, te lo suplico... - imploró, al borde de las lágrimas.

- 'Zashi... - susurró, casi sin voz.

- ¡Shota! - exclamó - ¡Quédate despierto, ¿vale?! ¡Ya vamos hacia el hospital, estarás bien!

- L-lo siento... - susurró.

- ¿Qué? No, no sientas nada, vas a estar bien, ya verás.

Aizawa volvió a desmayarse, pero finalmente llegaron al hospital. Los auxiliares se llevaron a Shota en la camilla hasta la entrada de urgencias, donde los doctores tomaron el relevo y lo llevaron a quirófano. A Yamada no le quedó nada más que sentarse en la sala de espera, aguardando a una respuesta.

Pasaron las horas, sin ninguna señal, y Hizashi estaba perdiendo la paciencia, hasta que finalmente una doctora llegó a la sala de espera.

- ¿Alguien aquí por Shota Aizawa? - preguntó la doctora.

- ¡Yo! - exclamó Hizashi, levantándose de su asiento - ¿¡Está bien!?

- Verá...

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Unas semanas después, ambos se encontraban en la azotea de su apartamento, mirando tranquilamente el atardecer.

- Echaba de menos estos momentos - comentó Hizashi, apoyando la cabeza en el hombro de Shota.

- Sí, yo también... - respondió el otro - Es una pena que no sea real.

- ¿De qué hablas? - rió levemente.

- Sabes de lo que hablo.

Hizashi se giró para mirar a su novio, encontrando algo que le heló la sangre: Shota estaba pálido, con obvias fracturas en el rostro de las que caía más de un reguero de sangre, y los ojos en blanco.

- No no no no - susurró Yamada.

- 'Zashi, tienes que dejarme ir...

- ¡No!

Yamada se incorporó de golpe en la cama, llorando y llevándose la mano al pecho. Lloró y lloró hasta que ni siquiera podía controlar su don, pero los vecinos no iban a quejarse; después de todo, ¿quién podía culparlo? Había perdido a su prometido unas semanas antes.

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¡Gracias por leer!

Quería haber publicado esto la semana pasada, pero no pude xd

Bueno, el día de hoy os traigo una pequeña dosis de dolor. Publicaré la segunda parte en una semana o dos.