Todos dicen que el Amor es un sentimiento inexplicable, que no se puede expresar fácilmente y es difícil decirlo con palabras, que es mejor explicarlo con acciones y dejar que éstas hablen por si solas.

Aveces el amor no ve a quién escoge, sólo lo hace porqué si y observa si ésa relación florece. Es algo hermoso cuándo el amor toca la puerta de alguien, aunque aveces sea difícil buscar a la pareja perfecta.

Todos pueden amar, no importa el genero, raza, religión o si tiene algún defecto, a los ojos del amor todos son perfectos.

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Es aburrido saber que vas a volver a mudarte, ya he perdido la cuenta de cuantas veces nos hemos mudado de casa, ciudad o vecindario; ya me es costumbre presentarme en diferentes preparatorias es por éso que no suelo hacer amigos, igual éso no me importa ni me interesa.

— Ya estamos llegando —salí de mis pensamientos al escuchar la voz de mi madre, giré un poco la cabeza para verla se notaba felíz y entusiasmada.

— Sólo espero que nos quedemos más de tres días aquí —musite casi sin interés mirando de nuevo a la ventana, admitía que el vecindario era agradable.

— Lo siento amor, pero sabes que...

— Que papá asciende de puesto y por éso tenemos que mudarnos si ya sé —suspire por lo bajo.

— Tranquilo, ésta vez si nos quedaremos lo prometo —me miró por el retrovisor y me sonrió con dulzura, no pude evitar soltar una pequeña risita.

— Creeré en tu palabra —sonreí del lado y volví a ver por la ventana.

Papá se nos había adelantado porqué debía de hacer algunas cosas en la casa, y hablando de ésta creo que ya hemos llegado. Mamá aparcó el auto en las afueras del garaje a un lado del carro de papá.

— ¿Porqué no bajas y le das un vistazo a la casa? —vi a mi madre— después puedes desempacar —asenti y abrí la puerta para bajar del auto y caminar hasta la...gran casa, creo que es más grande que la anterior.

Negué con levedad y entré mirando la gran sala, habían algunos muebles y demás cosas muy bien colocados y hermosos; la cocina el jardín hasta el segundo piso...todo era mejor que la casa que teníamos antes. La verdad ya ni me interesa cómo es la casa, capaz y no pasemos mucho tiempo aquí.

Entré a una de las habitaciones y observé el alrededor, era de mi estilo y admito que me gustaba mucho.

— Por lo que veo te agrada la habitación —respingué al escuchar la voz de mi padre, me voltee y le miré arrecostado al marco de la puerta y con una leve sonrisa.

— Si, admito que es agradable —me crucé de brazos y le sonreí de vuelta.

— Pues que bueno porqué me costó un poco acomodartela —sonrió más y yo me asombré, jamás pensé que prestara atención a mis gustos y éso— hey, puede que no esté mucho en casa o no interactue tanto contigo pero sé tus gustos —me guiñó un ojo y se fué.

Me quedé estático por unos momentos...creo que será mejor ignorar éso último. Sacudi un poco mi cabeza y volví a salir de la habitación para bajar mis cosas del auto y ayudar a desempacar...será un día largo.

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Primer día de clases, estoy tan emocionado "nótese mi sarcasmo".

— En el día de hoy tenemos a un nuevo alumno —habló una eriza amarilla sonriendo del lado— por favor presentate, no seas tímido —si claro, tímido.

— Mi nombre es Shadow The Hedgehog, en primera les aviso que no quiero amistades ni quiero que se relacionen conmigo, no querrán hacerlo ni yo tampoco igual no durare mucho en éste lugar —dicho éso noté cómo me miraban fijamente y no decían nada, hasta la profesora se había quedado si habla.

— Bueno... —carraspeó su garganta— por favor siéntate en dónde gustes ya comenzaremos la clase —asenti metiendo las manos en mis bolsillos y caminé hasta los últimos pupitres sentandome a un lado de un erizo azul eléctrico, se notaba algo ido aunque me miró de reojo, presté nula atención a éso y desvié la mirada al pizarrón.

Algunos alumnos me miraban y eran poco disimulados, me incomodaban sus miradas.

[...]

Las clases pasaron lentas y aburridas, algunos temas ya me los sabía de memoria así que en toda la hora no prestaba mucha atención. Estaba guardando mis cuadernos en la mochila para irme del salón cuándo mis orejitas se movieron al escuchar algo.

— Miren quien tenemos aquí, es el rarito que no habla —se mofaba una voz bastante irritante para mí, recogí todas las cosas y me coloqué la mochila caminando fuera del salón notando a una comadreja púrpura, una zorra roja y un halcón verde que molestaban al erizo azul de antes.

— Heh ¿que vas a decir ésta vez enfermo?, ops es verdad nisiquiera emites ningún sonido —se rió el ave y le propinó un golpe en el estómago haciendo que el cobalto jadeara y se encorvara un poco, frunci el ceño y me acerqué a ése grupito.

— Lástima que nisiquiera puedes gritar pequeña perra —la comadreja levantó su puño para golpearle en la cara pero yo paré ése golpe con mi mano y apreté éste con fuerza— ¿eh?

— Golpealo y será lo último que hagas en tu asquerosa vida —mascullé de forma grave y algo cínica quitando su brazo con brusquedad.

— Ugh —se hizo hacía atrás— tienes suerte rata azul, pero tu nuevo noviecito no va a protegerte todo el tiempo —sonrió chasqueando sus dedos y se fué junto al grupito de idiotas, bufé por lo bajo y me giré para ver al cerúleo que se encotraba cabizbajo y con los brazos en su estómago.

— Hey ¿estás bien? —pregunté algo preocupado ayudándole a incorporarse, éste me miró y asintió sin más— ¿seguro? Te vez algo mal —hice una pequeña mueca y toqué su frente estaba algo caliente, él volvió a asentir y se alejó un poco haciendo una pequeña reverencia para luego tomar sus cosas e irse.

Frunci un poco el ceño por éso, pero que tío tan raro...nisiquiera las gracias me dió. Suspiré por lo bajo y me digné a irme de ahí y volver a mi casa.

Almenos me gustaría saber su nombre...en el salón no le llamaron...que extraño.

Por el camino de vuelta a casa pude notar al mismo erizo pero acompañado de un zorrito amarillo que le hablaba con una sonrisa plasmada en su rostro, el otro sólo sonreía con levedad y asentía a lo que le decía. Desvié la mirada al frente para seguir con mi camino...presiento que vive en el mismo vecindario en dónde estoy.

(...)

— ¿Y bien? —miré a mi mamá— ¿que tal te pareció tu primer día de clases? —estábamos los tres en la mesa comiendo de la cena que papá nos hizo...si, aveces suele cocinar cómo hobbie, aunque admito que su comida es buena.

— Bien, aburrida —musité sin interés comiendo con tranquilidad.

— ¿Hiciste algún nuevo amigo? —preguntó mi padre mirándome de reojo.

— ¿Para que debería? —los miré a ambos dejando un momento de comer— ya he dejado verdaderos amigos atrás cómo para ilusionarme de nuevo, no gracias, prefiero estar sólo sin amigos es mejor así —al decir éso volví a mi tarea de comer, ambos se habían callado.

Me levanté de la silla con el plato y vaso en manos para ir al fregador y lavar las cosas.

— Gracias por la comida —hice una pequeña reverencia con la cabeza y me fui de la cocina directamente a mi habitación.

Sé que no es culpa de ellos, sé que es por los trabajos que tienen...pero no puedo evitar ponerme furioso por el hecho de que cada mes o no sé, debamos mudarnos de nuevo dejando atrás toda una vida hecha...dejando atrás a amigos que quizá no vuelva a ver más...

Solté un alto suspiro de cansancio y me tiré de lleno en la cama cerrando mis ojos por inercia, empezaba a pensar en unos ojos cuál esmeraldas muy bellos...y un color azul eléctrico que daba felicidad al verlo tan radiante...y esa suave sonrisa.

—  Debo estar volviendome loco —abrí de golpe mis ojos y tallé con insistencia mi rostro ¿que son estos pensamientos tan raros que tengo?— será mejor dormirme ya.

Me acomodé mejor en la cama y dejé que Morfeo velara por mis sueños cómo siempre lo hace.

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Caminaba por los pasillos de la institución en busca de mi casillero algunos Mobians pasaban cómo almas que se lleva el Diablo debido a la hora, yo en éstos momentos tenía libre así que caminaba tranquilo; al llegar a mi casillero lo primero que mis ojos vieron fué una nota color azul cielo pegada con cinta, frunci el ceño extrañado y miré a los lados me encogi de hombros y la tomé para abrirla.

«Muchas gracias por defenderme ayer, no se que le hubiera dicho a mi madre si llegaba con un ojo morado a casa, no sabes cuanto te lo agradezco enserio...y lamento si no te contesté de forma "normal", soy mudo aunque no llegues a creerlo.

Att: Sonic»

Sonreí del lado después de leer la nota, me había sentido bien al leerla y su letra es muy hermosa...uhmm con razón no me habló ayer, pensé que sólo era muy tímido; reí por lo bajo y guardé la nota, saqué algunos cuadernos de mi casillero y volví a cerrarlo tal vez vaya al patio quiero ver mejor éste lugar.

[...]

Me senté al pié de un árbol algo grande, me pareció muy lindo y la distancia era buena ya que se me era tranquilo y callado, saqué una libreta y tomé de mi lápiz para comenzar a dibujar cualquier cosa que mi cabeza imaginaba en éstos momentos; mis orejitas se movieron levemente al escuchar un sonido no muy lejos de aquí, levanté la cabeza y a lo lejos pude ver de nuevo al erizo azulado que tocaba una especie de...Ocarina, la melodía que llegaba a escuchar era muy bonita.

Mordi mi labio inferior y decidido guardé de nuevo mis cosas para levantarme e ir a dónde él estaba.

— Hola —saludé por lo bajo haciendo que dejara de tocar y levantara un poco la cabeza para verme, sonrió y me saludó con la mano— puedo...¿sentarme aquí? —pregunté algo inseguro por si estaba invadiendo su espacio o no quería que le molestaran, miré cómo asentía y palmeaba con su mano un lado del césped le devolví la sonrisa y me senté en dónde él me indicó— muy linda la canción por cierto —éste se mostró algo apenado y bajó la mirada a su instrumento, no pude evitar soltar una suave risita.

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— Mamá...puede que suene algo absurdo pero...¿uno se puede enamorar a primera vista? —pregunté un tanto apenado a mi madre que se encontraba sentada en el sillón de la sala leyendo el periódico, ésta bajó de golpe el papel y me miró fijamente.

— ¿¡Te has enamorado!? —chillón sorprendida haciendo que me hiciera un tanto hacía atrás, asenti a lo que dijo por lo que ella volvió a chillar y se levantó a abrazarme— ¡pero que emoción! —me abrazó con fuerza.

— M-Ma...n-no respiro —traté de alejarle pero fué en vano.

— Ups, perdón —sonrió apenada y se separó un poco, me miró de nuevo y me sonrió un tanto pícara— y dime ¿quién es la o el afortunado? —levantó sus cejas en forma sugerente haciendo que me sonrojara con levedad.

— Bueno...es un chico que estudia conmigo, se llama Sonic y es tan hermoso —sonreí embobado pero un sonido de mi madre me hizo romper mi burbuja de pensamientos.

— Uhhh~ —tomó de sus mejillas, las mías ardieron más.

— Y...bueno, está el pequeño detalle de que es...mudo —mamá me miró algo sorprendida— pero, éso no me importa en absoluto —me excusé con rapidez.

— Awww mi niño hermoso al fin se enamoró —volvió a abrazarme...por Chaos, es por ésta razón por la cuál no le cuento nada...aunque admito que así la amo— bueno —se separó de nuevo— respondiendo a tu pregunta: ¡claro que si!, enamorarse a primera vista es normal, puede que sea pasajero pero si sientes un cosquilleo en el estómago o te sientes raro o bien a su lado es porqué ésa persona enserio te gusta —sonrió risueña y tomó de sus mejillas— yo también me enamoré de tu padre a primera vista —reí levemente por éso.

Dos semanas después.

No puedo creer que esté haciendo esto...aunque mi madre dice que se hacen "estupideces por amor", y pensar que hace unas semanas atrás no quería relacionarme con nadie
..he ahí la ironía.

Después de tener esa charla tan necesitada con mi madre me dispuse a...lleva a cabo mi "plan", en el sentido de conocer mejor a Sonic y de vez en cuándo dejarle presentes en su casillero o su casa, sip, tuve la suerte de que vivía en el mismo vecindario en dónde estoy yo.

Se me era tan satisfactorio ver sus sonrisas llenas de alegría y ésos suaves o aveces fuertes sonrojos que invadian sus mejillas cuándo recibía mis regalos o leía mis cartas...si que enserio el amor me pegó con un junque.

En éstos momentos me encuentro caminando directo a su casa, le había enviado un texto diciendo que iría hacía allá para hacer una tarea...Chaos, dame fuerzas para lo que estoy por hacer.

Carraspee mi garganta y tomé una bocanada de aire para luego tocar el timbre de su casa, esperé unos momentos y luego escuché pasos acercarse hacía acá me hice un poco hacía atrás por inercia; una eriza morada abrió la puerta, bajó un poco la cabeza y me vio con una suave y dulce sonrisa en su rostro.

— Buenas tarde señora Aleena —hice una reverencia y le enseñé un ramo de tulipanes— para usted.

— Joven Shadow no se hubiera molestado —se mostró asombrada y tomó el ramo oliendo las flores— muchas gracias —sonrió algo apenada, sonreí negando.

— No tiene porqué agradecerme —miré cómo se hacía a un lado para dejarme pasar— dígame, ¿Sonic se encuentra? —pregunté con cortesía mirando de reojo la sala.

— Si, está en su habitación, se ha mostrado un tanto mal...por éso ha estado en cama todo el día —miré atento a la eriza que acariciaba con algo de tristeza y preocupación los pétalos de las flores— pero puedes subir a verle —cambió rápidamente su mueca y sonrió de nuevo— yo iré a poner los tulipanes en un florero —asenti a lo que dijo y miré cómo se iba con dirección a la cocina.

Me había preocupado su mueca y lo que había dicho antes, decidí no darle más vuelta al asunto y caminé con rapidez escaleras arribas hasta la habitación del cobalto; abrí la puerta con cuidado y entré cerrandola detrás de mí, pude ver a Sonic acostado en la cama con un libro en manos.

— Hola —musité suavemente haciendo que el erizo bajara el libro y girara su cabeza para verme, me sonrió acomodandose con algo de dificultad y me saludó con la mano— ¿cómo éstas? —me acerqué a él y me senté en el orillo de la cama, éste hizo un ademán con su mano moviendola de lado a lado— más o menos ¿huh? —asintió y cerró por unos momentos sus ojos.

Simplemente contemplar su rostro era un deleite visual para mí...si tan sólo pudiese escuchar su voz estaría más que satisfecho.

— Y...¿te encuentras en condiciones cómo para empezar a hacer la tarea? —ladee un poco la cabeza, abrió sus ojos y sonrió asintiendo de nuevo dejó a un lado el libro e iba a moverse pero una mueca en su rostro me hizo fruncir el ceño— creo que no, Sonic no te sobreesfuerces mucho —musité preocupado y me acerqué más a él para acomodarle mejor y pasar una mano a su mejilla para acariciarla levemente.

Miré cómo sus mejillas se enrojecian con fuerza y bajaba sus orejitas de forma avergonzada, sonreí sin poder evitarlo al escuchar su leve ronroneo...es tan hermoso joder.

Ok...es ahora o nunca.

— Sonic...¿puedo decirte algo? —él me miró de nuevo y asintió, yo seguía acariciando su mejilla y parte de sus orejitas— bien...—quité mi mano y las entrelace bajando un tanto la mirada— éstas...dos semanas que han pasado...ésos regalos que has recibido... —Chaos, se me hacía demasiado difícil el hablar, carraspee mi garganta— todos ésos presentes que has visto, fueron míos...las flores, los chocolates, los peluches y...ésas penosas cartas —bajé mis orejitas un tanto apenado— palabras que son cien por ciento ciertas y...y...—sus manos no me dejaron continuar, se posaron en mis mejillas y me levantó la cabeza para que le mirara, tenía una hermosa sonrisa que enserio me gustaba observar...sus ojos se notaban brillantes y un tanto cristalinos además que sus mejillas hasta orejitas estaban tan rojas cómo el color de mis vetas— Sonic ¿p-porqué llo-...

Abrí mis ojos cuál platos cuándo sentí sus labios apegarse a los míos de forma suave, me sorprendí tremendamente que me haya besado; negué internamente rodee su cintura con cuidado para acercarle más a mí y profundizar un poco más ése beso, cerré mis ojos y sentí cómo sus brazos rodeaba mi cuello apretando con levedad mis púas.

Le arrebaté varios jadeos y después de unos momentos me separé del beso respirando un tanto frenético, Sonic se notaba igual o peor, me preocupé por éso.

— ¿E-Éstas bien? —pregunté tomando de sus mejillas para acariciarlas, me miró y asintió sonriendo, suspire un poco más calmado y sonreí también uniendo mi frente con la suya— Sonic...sé...sé que esto puede ser un poco rápido para ti o no sé pero...¿quisieras...quisieras ser mi novio? —le miré de reojo más que avergonzado, noté cómo se sorprendía y sonreía emocionado asintiendo frenético y lanzándose prácticamente hacía a mí para abrazarme con fuerza.

Reí por éso y le devolví gustoso el abrazo escondiendo mi rostro entre la curvatura de su cuello, no puedo creer esto.

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Ha pasado ya un año desde que le pedí a Sonic que fuera mi pareja, éste tiempo que hemos pasado juntos enserio fueron maravillosos mis padres aceptaron felices nuestra relación...y a mamá casi le iba dando algo la primera vez que se lo presenté cómo mi novio oficial je...ella nunca va a cambiar; la madre de mi novio también nos aceptó y estaba más que felíz por Sonic.

En éste preciso día era nuestro aniversario y ya tenía preparado un sorpresa para él, antes me había comentado que nunca ha ido a una playa y por su hidrofobia se justifica más...así que hoy le ayudare a vencer su miedo y le haré pasar un gran día.

A unas horas de aquí se ubicaba una playa muy conocida y muy hermosa, le agradecía a mis padres que en ése lugar teníamos una cabaña apartada y sólo para nosotros. De reojo miré a Sonic se veía un tanto nervioso y de vez en cuándo apretaba su pantalón.

— Calma SunSun todo estará bien —le sonreí con dulzura y tomé de sus manos para tranquilizarle, me miró y suspiró sonriendo un poco y acercándose a mí para abrazarme.

Vaya...quién diría que yo iba a llegar a enamorarme...je, el karma.

Cuándo llegamos a la cabaña dejamos las maletas a un lado y miré de reojo a mi novio que observaba cuál crío todo el lugar, reí levemente y me acerqué a él para tomarle de la cintura y atraerle a mí.

— El turismo para luego —besé sus mejillas, nariz y frente con ternura éste se mostró risueño— primero vamos a la playa —sonreí del lado, noté cómo su sonrisa se borraba y cómo se tensaba entre mis brazos— tranquilo lindo, conmigo estarás bien —le di un piquito a sus labios y tomé de su mano para cambiarnos e ir a la playa.

[...]

— Ven, no pasa nada, sólo es la orilla —extendi mis brazos hacía él para que se acercara pero éste negaba con miedo y se hacía más hacía atrás, suspire por lo bajo y caminé fuera del agua para acercarme y tomar de sus manos— hagamos algo, cómo una prueba de confianza —me miró un tanto curioso— si enserio confías en mí cierra tus ojos y déjate llevar.

Pareció dudarlo un poco pero al final suspiró por lo bajo y asintió cerrando sus ojos, sonreí y empecé a caminar hacía atrás aún tomando de sus manos; miré cómo se estremecia al sentir el agua bajo sus pies...me pregunto cómo hará para bañarse entonces.

— Imagina que estás llenando la tina de tu baño y que te meterás en ella —hablaba con suavidad para tratar de calmarle más, resultaba lo que le decía ya que poco a poco se dejaba llevar— bien...ahora imagina que sumergiras todo tu cuerpo en la tina y que te relajarás en ella.

Poco a poco nos íbamos metiendo más en el agua hasta que ésta nos llegó más arriba de la cintura, sonreí triunfante al mirar que Sonic aún no se daba cuenta. Besé sus labios con cariño y rodee su cintura adentrandonos más en el agua.

— Ok...ahora abre lentamente tus ojos y fijalos en mí —obedeció a lo que dije y sus orbes verdes se posaron en mi rostro, sonreí aún más y besé su frente— lo hiciste —le felicité, él me miró sorprendido y luego a los lado jadeó anonadado— tranquilo, no voy a soltarte —acaricié su espalda con cuidado.

Sonic sonrió entusiasmado y rodeó mi cuello besandome sorpresivamente, reí para mis adentros y le seguí con gusto el beso abrazandole más.

Después de enseñarle a nadar, caminamos por la playa recogiendo caracolas y piedras que se nos hicieron bonitas.

— Mira ésta caracola —sonreí mostrandole una color blanco perlada— si te la colocas en la oreja podrás oír aún mejor el mar —se la tendi y él hizo lo que dije.

Su sonrisa tan encantadora y su angelical rostro...verlo de esa forma me hace sentir tan bien que me siento cuál tonto en éstos momentos...él es mejor que contemplar la puesta de sol

Mis pensamientos fueron desviados al sentir una mano acariciar mi mejilla, parpadee varias veces notando que Sonic me miraba con una sonrisa apenada, le sonreí de vuelta y me acerqué para besar sus labios.

— Ven, vamos a la cabaña, ya se está haciendo de noche y no quiero que el sereno frío te caiga mal —entrelace mi mano con la suya y caminamos de vuelta a la casa.

Aún sigo preguntandome, cómo sería su voz...tal vez melodiosa y suave o algo aguda o puede que sea grave...nunca lo sabré, pero igual no me importa, con él junto a mí me basta y sobra.

(...)

— Felíz aniversario Morita —tomé de sus manos y besé el dorso de ambas con cariño, se mostró apenado y sus mejillas rojas me lo confirmaban— te amo.

Me miró sorprendido puesto que desde nuestra relación no le había dicho ésa palabra sólo "te quieros", pero ahora si me atreví a decirla ya que enserio lo sentía, estar con él me hace sentir felíz y quiero estar toda mi vida a su lado. Sonrió emocionado y con sus ojos empañados de lágrimas me devolvió el "te amo" y me abrazó con fuerza, sonreí más que satisfecho y le devolví el abrazo.

Puede que algunos digan que el amor es algo ridículo o que nisiquiera es importante, pero realmente lo es. Para todos el amor es algo vital y que siempre se lleva consigo, sólo queda esperar el momento indicado para amar de verdad e incondicionalmente, así cómo yo lo hice.

Creo que no hace falta explicar lo demás, éso queda a imaginación de cada quién.

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Felíz día de San Valentín *atrasadoporcierto* para todas/os mis hermosos y hermosas lectores/as uwu.

Les traigo un pequeño Shot hecho con amor de mí para ustedes, espero que les haya gustado y espero que hayan pasado un lindo día de los enamorados y amigos claro nwn.

(Según iba a escribir un pequeño especial para ése día pero debido a algunos problemas con la señorita inspiración y pereza no pude terminarlo :'v, así que se queda para el año que viene o idk).

Ésta procrastinadora se despide UwU ♡♡♥♥.

Mitzuki love's all people!~.