Alone|Robert Lewandowski

"El último beso. La última sonrisa. La última lágrima"

No podía creer que él se había ido, que me había dejado sola.
SOLA.

Las lágrimas de tristeza y rabia se acumulaban en mis ojos, fluían y fluían una y otra vez.

-Siempre te dije que esto sucedería -Robert se sentó a mi lado- Él tenía que irse.

-¿PERO DE ESA MANERA? ¿TENIA QUE LARGARSE DE ESA MANERA, SIN DESPEDIRSE? -Pregunte enojada- ¿DEBIA HACERLO ASI, ROBERT?

-No, Hilary, no. Ven, sientate aqui -Palmeo el asiento del sofa-

Me senté a su lado. Me aferre a él, esperando un abrazo, el cual llegó unos minutos después.

Robert siempre había estado ahí desde el comienzo de todo esto. Es mi mejor amigo, no tengo la memoria para describir el día o el mes que nos conocimos, pero desde pequeña ambos habíamos pasados tantos momentos felices como tristes.

***
Me levante en mi cama. Estaba sola. No había más nadie en mi habitación, solo yo. Observe el reloj de mi habitación: 8am.

Me levante de la cama. Busque a Lewandowski en las habitaciones del departamento. No estaba.

Me dirigi a la cocina tampoco estaba. Estaría en el entrenamiento, me dije a mi misma. Estableci mi cuerpo en el sillon. Encendí el televisor, para distraer mi mente, hasta que decidí apagarla.

Observe la hora, 8:30am. Debía alistarme para la universidad.
Subí a mi habitación, me adentre al baño. Aprox. 10 minutos después salí de la ducha para ir a mi armario. En mi closet busque profundamente algo que nesecitaba usar, ya que en estos momentos, no me sentia bien para extenderme en buscar mi outfit y solo queria algo sencillo y casual: multimedia.

Baje al garaje, encontré mi auto, me subí en él y lo encendí, tome rumbo a la universidad.

Llegue a mi destino, me baje de mí auto, recibiendo las miradas de todos encima de mi.

Camine a paso rápido, hacia la puerta principal, me adentre al lugar. Me acerqué a mi casillero, saque los libros de la materia que me tocaba ver ahora.

-Hola -Saludo Jo- ¿Estas bien? -Quite los lentes de mis ojos- Oh... Hilary, debes afrontar todo esto. Todos desde un principio dijimos que esto no iba a llegar a nada.
-Jo... -Coloque mi mano en su hombro derecho- No digas más eso, parece un CD rayado.

Camine hasta el aula de mi clase. Nadie estaba allí, me senté en las últimos asientos.

Poco a poco, los alumnos empezaron a llenar el salón. La profesora entro al lugar, saludando a todos.

-Hoy empezaremos con una lectura, ¿quien quiere pasar? -Preguntó y nadie se decidió hacerlo, valientemente yo, si quería leer- Ven aquí, Hilary.

Me acerqué al escritorio, tome la hoja de papel en donde estaba todo.

-Leerás en tu asiento el texto y luego me dirás cual es tu opinión al respecto -Comentó ella y asentí-

Me senté en mi asiento. Unos minutos después, me coloque de pie y todos se giraron a verme.

-Estar enamorado es el mejor sentimiento del mundo, lo se por que lo estuve o bueno, lo estoy; sientes que todo es felicidad, cariño, entusiasmo y amor, sientes que todo es un cuento de hada. Pero al fin y al cabo. Todo es una estupides. Todo es dolor. Absolutamente todo, son heridas que quedan en tu corazón, Y aunque no lo quieras aceptar, es la soledad que te afecta. No es mala la soledad, más bien es mejor estar solo que mal acompañado. Yo estuve enamorada, como habrán visto al chico que siempre me venía a buscar, que siempre llegaba con un ramo de flores u otro detalle, o a veces, sin nada. No le pedía que hiciera todo eso, lo único que le pedía era que nunca me hiciera daño ¿Que tal? Todo fue una farsa, todo fue una mentira y todo ese amor que yo sentia se fue a la basura, y como han podido saber, se fue de mi vida y de la de sus amigos. Lo que le quiero decir, es que... -Las lágrimas salieron para no volver a entrar- Estar enamorado, puede ser tanto negativo como positivo, quiero volver a verlo pero, besarlo con la misma ganas de antes, ya no se podrá; no será lo mismo.

Todos empezaron a aplaudir y no pude esconder mi sonrisa pero a la vez no pude detener mis lágrimas.

-Puedes salir por un momento, Hilary... -Camine hasta la puerta, Jo también salio conmigo-

Me senté cerca de uno de los casilleros.

No pude dejar de llorar por un rato. No me sentía bien, sentía un dolor inmenso en mi corazón. LO AME, LO AMO ¿Por que tengo que pasar por todo esto?

Entre de nuevo al salón, siguiendo con la clase actual. Al finalizarse, tome mi bolso para salirme de la universidad. Jo estaba conmigo, ambas iríamos al estadio.

Cuando llegamos, nos bajamos del auto y nos adentramos al mismo.

Me senté en una de las gradas, saludando a Guardiola.

Todo esto me daba recuerdo a él, no podía, no podía, ¿Por que hiciste todo esto? ¿Por que causaste este dolor que tengo? ¿Por que te sigo amando y queriendo después de todo?

Tome mi celular, empece a ver mi galería de imágenes y la mayoría eramos él y yo. Mi mundo era él.

Cuando se termino el entrenamiento, Jo bajó rápidamente para abrazar a Thomas.

-Hola Hilary -Murmuraron todos-
-¿Quieres ir a comer? Vamos por unas hamburguesas -Robert comento y posó su brazo en mi hombro-
-Está bien...

Caminamos a Maiki's, el grupo completo. Almorzamos entre risas, bueno, ellos entre risas, yo solo daba sonrisas falsas.

Sabía cómo se sentían ellos, fatales, pero no lo demostrarían ahora y mucho menos en la cancha.

Robert me acompañó al departamento, mientras que Jo decidió pasar la tarde con su novio.

Me subí a mi auto, Robert al suyo y ambos conducimos al lugar.

*
*
*
Estaba sentada en el sillón, tenia al dormido Robert en mis piernas, mientras comía palomitas.

Acariciaba su cabello una y otra vez.
Robert siempre había estado allí, para soportarme en todo, inclusive en mis peores días.

No sabia como había soportado todos mis llantos, todas mis malcriadeces.

Estaba muerta del sueño, desperté por un momento a Robert, quien gruñó enojado.

Subimos a mi habitación, Robert se abalanzó en mi cama, me puse mi pijama en el baño. Me acosté en mi cama, apague la lámpara, ahora... a esperar el siguiente día.

*
*
*
Me desperté en la cama, Robert seguía dormido. Era sábado, me levante de la cama, me dirigi a la cocina y prepare el desayuno.

-Huele muy bien -Se acercó a mi y me abrazo- Me encanta cuando cocinas.
-.-Comence a reirme- claro que no!
-Dije y él sonrio-
-Claro que si! Cocinas excelente!

Serví el desayuno en unos platos, los coloque en la mesa y empezamos a comer.

-¿Que quieres hacer? -Preguntó él-
-Quiero quedarme aquí -Murmure y me aferre al sillon-

*Meses Despues*
Estaba en el departamento leyendo un libro, el timbre del hogar sonó. Musite un 'ya voy'. Abrí la puerta y él estaba ahí.

-¡Hilary! -Emocionado dijo Manuel-
-¡Quítate de encima! -Me di una sacudida quitando los brazos de él de mi cuerpo- ¿Que haces aqui?
-Volví, Hilary, volví -Dijo él y me sonrio-

Robert se acercó a la puerta -¿Que haces aquí Manuel? -Preguntó Robert molesto-
-Un momento... ¿viniste aquí creyendo que volvería como si nada a tus brazos? -Asintio- Lo siento, me perdiste en el peor momento y no pensaste en lo que causaste, llegó alguien mejor y que ahora, si me ha de tomar en serio.

Cerré la puerta en la cara de Manuel.

-No me separaré de ti, Robert. Nunca
-Dije y rodee mis brazos en su cuello- Te amo, Robert.
-Yo también te amo, Hilary. Yo también... -Beso mis labios-

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