ESPECIAL: HBD Chris Evans*
Advertencia:
No es taaaan explícito, pero tomen sus precauciones.
Termino de acomodar las almohadas y pequeñas sábanas y cobijas, sobre la gran manta/alfombra que he comprado especialmente para esta ocasión, es realmente cómoda y afelpada. Es una noche lluviosa y la temperatura ha disminuido un poco, por lo que enciendo la chimenea eléctrica de la casa. Me levanto y corro hacia la habitación para tomar mi ropa e irme a dar un baño; me coloco un sencillo y cómodo vestido de tela suave color rojo, el hecho de que yo use un vestido le da más formalidad a la noche, seco mi cabello y lo peino de la mejor manera que puedo, por último, un poco de perfume, enchino mis pestañas colocando un poco de rimel después y me coloco lapiz labial.
Desde que nos conocemos, hace más de 5 años, Chris y yo hemos creado una celebración pre-cumpleaños para ambos, la noche antes de nuestro cumpleaños salimos a cenar o al cine, para que así al pasar la media noche, seamos la primera persona en felicitar al otro. Ahora es el tercer cumpleaños que paso con él siendo su novia, tenía la maravillosa idea de acampar pero todo fue arruinado por la lluvia que comenzó anoche a caer de manera intermitente.
Así que optamos por pasar la noche en la casa que compartimos, yo he adecuado la sala para que aquí cenemos y he preparado un pequeño pastel de cumpleaños; Chris se ofreció a traer la cena a lo que no pude negarme.
Verifico que el pastel esté en el refrigerador y el decorado siga intacto, la velita que compré junto a los fósforos; justo en ese instante escucho su auto que se estaciona. Me acomodo el cabello por última vez frente al espejo y me apresuro hacia la puerta.
De todos los platillos o posibles comidas con las que pudo llegar, Chris ha optado por pizza, aunque huele bien y se ve mucho mejor que las más comerciales.
─¿Pizza? ─lo reprendo con mi rostro lleno de burla, sin decir nada, me la entrega, deja un beso en mi mejilla y uno más en mis labios, y comienza a quitar su chaqueta que está un poco húmeda.
Camino hacia la pequeña mesita que he dejado junto a la cama improvisada y ahí coloco la pizza. Me apresuro a sacar la botella de vino que ahora está fría e igualmente la llevo a la mesa con unas copas, acerco también platos y servilletas. Chris regresa con el cabello seco y descalzo.
─Ahora sí puedo saludarte. Hola, cielo ─dice tomando mi rostro entre sus manos y dándome un dulce beso ─. Me encanta como quedó esto.
─¿De verdad? No se compara con acampar pero... ─sus labios me interrumpen en un beso más demandante que el anterior, que realmente me deja sin aliento.
─Es perfecto, la ventaja es que no moriremos de una hipotermia por el frío que hace allá afuera ─afirma acariciando mi espalda ─, me gusta ese vestido.
─Deberías probartelo, el color te queda ─me burlo y lo escucho reír, amo su risa.
─No, estoy totalmente seguro que a ti te queda perfecto ─sus manos decienden hasta mis caderas.
─Ahora vamos a cenar, la pizza se va a enfriar ─afirmo soltándome de sus brazos y tomando su mano para hacer que se siente en la alfombra.
Acomodamos los cojines, la pizza queda en medio y él sirve un poco de vino en cada copa. Hacemos un pequeño brindis y comenzamos a comer, o al menos lo intentamos. Chris comienza a platicarme su día y yo el mío, luego extrañamente cambiamos de tema y me va contando la celebración de cada uno de sus cumpleaños, algunos son dulces recuerdos y otros causan que interrumpamos la cena para poder reír a gusto.
Hablamos por un par de horas hasta que es media noche, cuando veo que el reloj marca las 00:01 me subo a horcadas sobre él y lo beso. Chris me corresponde inmediatamente, nos besamos lo suficiente para que sienta mis labios hinchados.
─Feliz cumpleaños, amor ─murmuro dejando pequeños besos en su rostro, él cierra los ojos ─. Te amo, y había preparado un cursi discurso para decirte en este momento pero sé que si sigo hablando voy a romper en llanto y no quiero ─realmente no miento, siento las lágrimas venir.
─Gracias, cariño ─dice y vuelve a besarme.
─Espera un momento ─digo interrumpiendo el beso, con dificultad me levanto y corro por el pastel, coloco la vela que curiosamente es la Antorcha humana y la enciendo, río ante la ironía. Chris logra verla cuando entro de nuevo a la sala y suelta una fuerte risa.
─Y eso que aún no ves el pastel ─me acerco lo suficiente para que observe el decorado que hice con betún y que forma sobre el pastel el escudo del Capitán América.
─Me encanta, cielo, gracias ─dice acercando su dedo al pastel para probarlo.
Le tomo algunas fotos antes de que apague la vela. Corto una rebanada para ambos, ya que la pizza nos ha dejado satisfechos. Chris me felicita por el sabor del pastel, ya que aunque la cocina en general no es mi fuerte, los postres sí. Retiramos
Me acurruco sobre el pecho de Chris cuando enciende la televisión para que veamos una película, él tiene la opción de elegirla. Al principio la trama me atapa, pero casi inmediatamente Chris comienza a dejar suaves caricias en mis brazos que van decendiendo hasta colocarlas sobre mi cadera.
─Creo que ya estoy listo para mi otro regalo ─murmura con voz ronca muy cerca de mi oído, muerde con sutileza el lóbulo de mi oreja y deja pequeños besos en mi cuello.
Lo miro con una sonrisa e inmediatamente apaga el televisor, atrayendome hacia su cuerpo logrando que que quede encima de él. Acaricio con suavidad su rostro, pasando las yemas de mis dedos sobre su apenas creciente barba.
─Me gusta así ─murmuro y beso cortamente sus labios.
Chris para este instante ya ha subido mi vestido lo suficiente para dejar mis piernas descubiertas, así que comienzo a desabotonar su camisa hasta retirarla, dejando su torso desnudo. Me entretengo un poco besando con suavidad su cuello.
─Te amo, Evans ─le digo acariciando su pecho.
─Entonces vamos a amarnos ─responde mientras comienza a levantar mi vestido hasta quitarmelo.
─¿Te gusta lo que ves? ─bromeo al sentir su mirada recorrer cada parte que cubre o no mi lenceria.
─Demasiado ─afirma para luego besarme con demasiada intensidad.
Los besos y las caricias aumentan en número, sus manos acarician mi cuerpo con descaro y yo no me quedo atrás, en pocos minutos le he quitado el pantalón y se encuentra recostado sobre mí.
─Una gran elección ─lo escucho murmurar cuando se da cuenta que mi bra posee el broche por delante.
Con facilidad lo suelta dejándome totalmente desnuda de la cintura hacia arriba. Sus labios y manos hacen maravillas sobre mi piel. Sus manos lentamente bajan la ultima prenda que me cubre, acariciando premeditadamente mis piernas, su mirada es diferente. Lo veo quitarse el boxer y alejarse un poco en busca de un preservativo en su cartera.
─Espera ─lo detengo cuando se coloca encima de mí, tibubeo un poco antes de poder hablar ─, yo...ehh... quiero ir arriba.
Alza una ceja con un gesto de burla pero asiente, toma una almohada y coloca su cabeza sobre ella, acostándose boca arriba. Lo miro con una sonrisa y me coloco sobre él, lo beso por algunos minutos hasta que la confianza vuelve a mí, me alineo a él para bajar lentamente sobre su miembro, lo escucho gemir y hago lo mismo. Comienzo a moverme de manera lenta, de arriba abajo, luego de adelante hacia atrás, en toda la gran habitación sólo puede escucharse el sonido de nuestros cuerpos chocando y, los gemidos y jadeos que provienen de nuestra boca.
─Nena... ─su voz suena más ronca y pronfunda, sus manos se aferran a mi cadera con fuerza ayudándome a aumentar el ritmo de los movimientos y mantenerlos.
Sé que estoy por llegar, pero quiero que él llegue primero, mantengo un ritmo constante hasta que siento su miebro tensarse, es cuando realmente pierdo el control. Los siguientes instantes son una serie de sentimientos y sensaciones que terminan por explotar en lo más profundo de mi ser, y me hacen caer exhausta sobre él.
Nos tomamos unos minutos antes de poder hablar, mientras él se retira el preservativo y desdobla una de las mantas para ponerla sobre nosotros, me acurruco sobre su cuerpo en espera de que mi respiracion y ritmo cardiaco se regulen.
─Debería cumplir años todos los días ─murmura con la voz aún ronca, lo miro con una sonrisa ─. Fue el mejor regalo de cumpleaños.
─Lo mismo dijiste el año pasado ─le reprocho con fingida molestia.
─Porque me diste lo mismo ─se burla y lo golpeo suavemente en el brazo.
─ Si quieres el siguiente año cambio de regalo.
─¡No! Este es perfecto ─se apresura a decir para luego besarme ─. Si quieres podemos repetir ─sugiere.
─Amor, mañana debo ir temprano con Shanna para comprar lo que falta para tu parrillada de cumpleaños, cuando termine todo podemos retomar el tema de tus regalos ─digo y él hace un gesto fingido de niño berrinchudo.
─Bien, pero correré a todos a las 8pm.
─¿Hasta tus padres?
─No, bueno, daré indirectas para que puedan dejarme a solas con mi hermosa novia ─besa mi frente ─. Necesito más de mi regalo.
─Mañana te daré otros, pero no es lo que te imaginas.
─Pero lo conseguiré de todos modos, cariño. Soy el chico del cumpleaños ─dice engrandecido.
─Bien, espero tengas suerte con eso ─murmuro acomodándome sobre su pecho ─. Buenas noches, amor, y feliz cumpleaños.
─Gracias, cielo.
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Publicado el 13 de junio de 2017
Nuestro hermoso y perfecto Evans cumple años, falta una hora para en que en México termine su cumpleaños, así que el OS está a tiempo. Espero que les guste, no salió como me lo imaginé pero salió :D
Gracias por leer, votar, comentar y agregar la historia a sus listas de lectura. ¡Estamos tan cerca de las 80,000 lecturas! ¡Gracias! <3
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