Aclaración: No hay segunda parte

La chica baja del autobus y revisa de inmediato su reloj, según sus cálculos está a tiempo, pero aún así, decide caminar lo más rápido que puede para asegurarse de que todo saldrá bien.

Apenas entra, se encuentra al hijo de la portera del edificio, un chico un año menor que ella pero que se cree todo un galán, aunque de eso, no tiene nada.

-¡Hola, Kate! -le grita el chico, con demasiada familiaridad para su gusto.

-Hola, Josh -responde la joven por mera amabilidad y sigue su camino.

-¿Cuándo iremos a esa cita que tenemos pendiente? -pregunta él caminando hacia ella.

-¡El 30 de febrero! -le responde y acelera su paso, dejando al chico totalmente confundido.

Apenas va a la mitad del vestíbulo, se da cuenta que uno de sus vecinos ha salido del elevador y al verla le sonríe, la chica se limita a asentimiento leve, pero él camina hacia ella con toda la intención de que hablen.

-Hola, Kate -ahora él la saluda y se detiene frente a ella con una gran sonrisa.

-Hola Dustin -le saluda, de nuevo por pura cortesía.

-Oye, ¿escuchaste del nuevo centro comercial que abrirán a unas cuadras de aquí? Dicen que vendrán varias tiendas como... -empieza a decir.

La pobre de Kate pone la cara más interesada del mundo, sin embargo, no presta atención en las palabras del pobre chico que habla como si su vida dependiera de ello.

La chica sólo observa a su alrededor y se limita a asentir con la cabeza cuando su compañero afirma algo. Está contando casi los segundos y planeando forma de escaparse de él.

Pero de pronto las puertas del ascensor se abren de nuevo y entonces lo ve salir. Chris, su vecino que vive en el 512, ese sueño hecho realidad al que actualmente sólo saluda por los nervios que le causa tenerlo cerca. Es demasiado guapo que por donde pasa, roba miradas, pero a pesar de eso, es todo un caballero, no hay persona en el edifico que no congenie con él, además de que es prometedor abogado.

Chris al verla le dirige una bonita sonrisa, Kate observa la forma en que sus ojos se ven con la luz artificial del vestíbulo y lo apuesto que se ve con aquella chaqueta de cuero. La chica no puede más que sonreírle tímidamente mientras siente sus mejillas tomar un tono carmín.

Apenas Chris sale del edificio, Kate debe salir huyendo y simplemente le dedica un rápido "adiós" a Dustin y entra al elevador para ir a su piso.

Camina por el pasillo y no puede evitar dirigir una rápida mirada al apartamento 512, sonríe levemente ante la bonita sonrisa que Chris le dedicó. Ella llega hacia el suyo, el 515, y entra a su departamento.

Pasa el resto de la tarde de buen humor, el encontrarse con Chris la mantiene animada. Por la noche, luego de haber terminado todo lo pendiente va a su habitacion y saca ese pequeño cofre que guarda en lo más profundo de su armario.

68 pequeñas cartas esperan por ella. Todas ordenas por la fecha en que fueron escritas, la primera tiene marcado el día en que ella se dio cuenta de su enamoramiento por Chris. Sólo la primera es una larga carta de 3 páginas escritas por ambos lados, en donde describe las razone por las que se ha enamorado de él; el resto son pequeñas notas de media cuartilla o unos cuantos renglones. En fin, no hay día en que no se dedique a escribirle, sin embargo, es algo que nunca le entregará.

Esa noche le cuenta su emoción al saludarle por la tarde, además de lo apuesto que se veía con aquella chamarra de cuero. Una vez que finaliza la pequeña nota, se va a dormir.

A la mañana siguiente, Kate se levanta muy temprano para ir a su trabajo. Alista sus cosas y desayuna, se da los últimos toques y sale de su departamento en dirección al ascensor. Cuando camina, escucha el sonido de una puerta abrirse y ve a Chris salir de su departamento con ropa para correr. El ojiazul le dedica una dulce sonrisa y luego se dirige hacia las escaleras para ir calentando, mientras que Kate se queda completamente hipnotizada por verlo tan temprano.

El resto del día de la chica es muy bueno, pasa la mayor parte del tiempo libre que tiene, soñando despierta con aquellos ojos oceánicos.

-Probablemente si le dijeras lo que sientes, las cosas serían diferentes -le dice su amiga durante el almuerzo.

-Las cosas serán diferentes porque me dejará de hablar -asume rápidamente Kate.

-¿Cómo lo sabes? Por lo que me contaste, tu vecino es muy dulce y no creo que por eso se aleje de ti, además, la vez que fui a tu casa y lo encontramos, te echó una miradita de tonto enamorado -se burla y le da un ligero golpe con su codo al costado de la chica.

Kate de inmediato se sonroja al escuchar eso. Aunque aquellas palabras le sirven para que el resto de su tiempo laboral medite en hablar con Chris. De camino a casa, decide ir por el camino largo y pensar más las cosas. Su amiga tiene razón, ¿qué puede perder?

En esta ocasión no se lo encuentra cuando llega y gracias al cielo llega al elevador sin ser interrumpida. Durante el pequeño viaje sigue meditando y cuando llega al piso, avanza con lentitud hacia la puerta de Chris, pero antes de tocar se detiene y se va hacia su departamento.

Sin embargo, ya que abre la puerta, una corriente de valor le atraviesa y sólo lanza sus cosas al sillón, cierra la puerta y toma sus llaves. Camina toda decidida a la puerta del 512 y toca con fuerza, escucha pasos acercarse y siente un escalofrío recorrerla.

-¡Un segundo! -grita una voz femenina y Kate siente su corazón romperse. Nunca antes había pensado en la posibilidad de que Chris tenga novia o algo similar, aunque realmente en todo el tiempo que llevan como vecinos, nunca ha visto que lleve a alguien.

Comienza a arrepentirse de su pequeño acto de valor, está pensando en salir huyendo o esconderse en el pasillo de las escaleras, para no declararse entrando a su departamento. Pero es tarde y una chica rubia abre la puerta y la observa con una amigable sonrisa, probablemente la cara de Kate sea indescifrable.

-¿Buscabas a mi hermano? -le pregunta con curiosidad.

Kate no puede responder, pues detrás de aquella mujer, el cuerpo de Chris sale y le sonríe de inmediato. La chica, que se presenta como Carly, es su hermana mayor y luego de un breve intercambio de palabras, vuelve adentro del departamento. Chris cierra la puerta y se queda afuera con Kate.

-Hola -le dice el ojiazul.

-Hola -responde Kate, la chica baja la mirada hacia sus zapatos, se ha olvidado todo el discurso que preparó para decir.

-¿Necesitas algo? -le pregunta Chris con demasiada amabilidad, ella se siente desfallecer ante la forma en que él ha hablado.

-Y-yo... Y-yo... ¿Podrías regalarme una taza de azúcar? -suelta de la nada la pregunta más tonta que se le ocurre.

-¿Y la taza? -le cuestiona, pero sonríe cuando se da cuenta que la chica busca inútilmente entre sus manos aquella taza invisible.

-¿P-puedes prestarme una? -suelta con una sonrisa llena de vergüenza.

-Espera un segundo -dice Chris y entra a su departamento, para luego de unos instantes salir con una taza casi hasta el borde de azúcar -. Aquí tienes -le dice.

La chica toma la taza que él le ofrece y es cuando las puntas de sus dedos se tocan. Kate reúne todo el valor que puede para fingir que nada pasó y no dejar caer aquella bonita taza.

-Gracias, Chris -susurra y le dedica un pequeño asentimiento con la cabeza, para luego caminar hacia la puerta de su departamento ante la atenta mirada del ojiazul.

-¡Kate! -la nombra el abogado y la chica se detiene junto cuando ha abierto la puerta, luego se gira un poco hacia él -. ¿Tienes algo que hacer mañana en la tarde? -pregunta.

-N-no -murmura con una pequeña sonrisa.

-¿Quieres ir por un café? -le cuestiona y ella se siente desfallecer.

-Me encantaría -susurra.

-Perfecto, ¿paso por ti a esta hora? -le pregunta luego de revisar su reloj que marca las 6:30pm.

-Sí, está bien.

Y luego de dedicarle una pequeña sonrisa más, la chica entra rápidamente a su departamento y se pega a la puerta para soltar un suspiro enamorado. Tiene una cita con Chris.

***

El chico del apartamento 512, es al que le hago cartas noche y día, que no puedo entregar 🎶

Espero que les guste, no hay segundas partes.

Hay como más de 1,000 lecturas en el oneshot anterior y sólo como una quinta parte de votos. No a los lectores fantasmas. Voten, ¡es gratis! 🤨

No sé de quién puse el nombre, sólo elegí uno aleatorio de mi listita. Bai