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La joven camina con rapidez por la concurrida calle en NY, lleva algunas cajas en sus brazos, no son muy pesadas, pero si lo suficientemente estorbosas para que tambalee y choque con las personas varias veces. Luego de varios golpes, el último es el que hace caer.

─Lo siento tanto ─dice una voz masculina.

Esa voz. Esa maldita voz.

Su mirada se aparta del piso y con ayuda de aquel sujeto, se levanta para luego comenzar a levantar las cajas, que por suerte no se han abierto. Aquel hombre toma la mitad de las mismas y las sujeta con fuerza.

─Chris... ─dice la chica al verlo frente a ella, luego de tantos años.

─Hola ─saluda él, totalmente asombrado ─. No pensé encontrarte aquí.

Y es verdad, con toda la concurrencia que hay en NY, era casi imposible encontrarse con Chris Evans en una calle y chocar con él. La joven se mueve nerviosa, la última vez que vio al actor fue en el aeropuerto, cuando ella se iba a realizar sus estudios universitarios a Europa y él buscaría cumplir su sueño de ser actor; ese día él le había confesado que la quería y después no volvieron a verse.

Ahora ella era una importante diseñadora y él, un afamado actor, modelo y director mundialmente reconocido por ser el Capitán América. Habían escuchado uno del otro, pero nunca se habían visto de esta forma.

─No has cambiado demasiado ─dice él con una pequeña sonrisa.

─No puedo decir lo mismo, ¿vas al gimnasio? ─cuestiona la chica con un tono de burla refiriéndose a su bien trabajado físico.

─A veces, sólo en mis tiempos libres ─responde el actor siguiéndole el juego.

─Oh, las cajas ─dice ella percatándose que el actor tiene más que ella.

─No te preocupes, te acompaño a donde debas ir, estoy libre ─se excusa.

La joven piensa en negarse, pero con la ayuda de él, tiene más visibilidad para caminar. Acepta y retoman el camino hacia un edificio en donde la chica tiene su oficina de trabajo mientras se encuentra en la ciudad.

─¿Por qué no pedirlo por internet o llamada? ─le pregunta Chris.

─Soy muy quisquillosa para elegir mis materiales, prefiero elegirlos yo, y si debo hacer un cambio, tomar ahí mismo esa decisión. Además, no quedaba muy lejos y pensaba en llegar intacta ─afirma.

─Pero no fue así.

─Gracias al cielo el Capitán América llegó a mi rescate ─le dice.

─Siempre, ¿lo recuerdas? ─cuestiona él, haciendo referencia a su antigua relación de amistad.

La chica no responde y cuando llegan al edificio, juntos suben por el elevador en silencio. Ella abre la puerta de un gran estudio con enormes ventanales que brindan una perfecta iluminación y una vista preciosa de la gran manzana, él deja las cajas sobre una mesa que ella le indica.

─Escuché que estarás aquí varios meses ─dice él.

─Sí, necesito realizar varios trabajos aquí en NY y me tendré que quedar aquí ─afirma la joven.

─Realmente es impresionante habernos encontrado, después de tanto tiempo ─murmura.

─Sí, ha pasado demasiado tiempo. Pero ambos cumplimos nuestros sueños, tú eres un actor reconocido y yo logré escalar en esta industria, lo logramos.

Chris no responde y se limita a curiosear por el gran salón, donde hay varias telas y demasiada pedrería, así como demás material.

─¿Y qué fue de tu vida? ¿Te casaste? ─cuestiona el actor, lo último con cierto temor a una respuesta afirmativa.

─¡Qué va! Muchos hombres se asustan al ver a una mujer con metas y que desea ser alguien importante, tuve un par de relaciones en este tiempo, pero todo terminó por la misma razón ─dice ella.

─Le tuvieron miedo al éxito ─dice Chris ─. Al gran honor de tener una gran mujer a su lado.

Ella se sonroja, como si fuera una adolescente, y baja la mirada. Chris aprovecha para acercarse un poco más a ella.

─¿Y tú? ─le pregunta la chica.

─Casi toda mi vida está al alcance del internet ─responde él con simpleza.

─Lo sé, pero quiero escucharlo de ti ─afirma.

─Sigo soltero, claro que me gustaría formar una familia, pero no he encontrado a la chica adecuada ─dice él ─. O tal ve la encontré, y la perdí ─susurra.

Ella alza la mirada y se encuentra con la profunda mirada de Chris. A pesar de que se nota más maduro, su mirada sigue transmitiendo esa dulzura que tuvo durante su juventud. Ella se siente desfallecer, con el corazón latiendo desbocado como aquella tarde que se despidieron.

─Chris... ¿qué estás haciendo? ─le cuestiona en un susurro, su voz apenas si sale de su garganta.

─Algo que tuve que haber hecho en ese aeropuerto, antes de que fueras.

Y diciendo esto, la besa.

La chica siente volar entre los brazos del actor, que la sujetan con fuerza, como si tuviera miedo a que se fuera. Ella como puede, lo rodea con sus brazos y le devuelve el beso con la misma intensidad. Es totalmente mágico.

─Dime que no es tarde ─musita él manteniendo su frente unida a la de ella, ambos respiran con dificultad.

─Nunca es tarde para comenzar, Chris ─responde y ahora es ella quien lo vuelve a besar.  




***

Espero les guste <3 ¡Gracias por leer y por la paciencia a mis actualizaciones! <3 

Este OS es en conmemoración a mis 3 años en wattpad :D

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