80
─Hola ─susurran a espaldas de la joven que se encuentra observando el espectáculo musical del bar.
La chica siente un estremecimiento inexplicable al escuchar aquella voz, algo muy extraño. Deja su bebida sobre la barra para poderse girar hacia el dueño de aquella voz.
─Hola ─responde tímidamente.
Agradece no haber tomado un trago de su bebida, pues lo hubiera escupido por la sorpresa de tener a semejante adonis frente a ella.
Cuerpo alto y musculoso, no exagerado, sólo lo suficiente para hacerla babear. Un porte elegante y al mismo tiempo despreocupado, una sonrisa encantadora y una mirada que le arranca el aliento.
─Soy Chris Evans ─se presenta el rubio y extiende su mano hacia ella.
La joven le responde con su nombre y toma la mano de aquel hombre. Chris se sienta en el banco contiguo a la joven y se gira hacia ella manteniendo su impecable sonrisa.
─Estaba sentado en una esquina en busca de paz y llamaste mi atención, espero que no te moleste que me haya acercado a ti ─le confiesa el rubio.
─Eres un mentiroso ─murmura ella y suelta una ligera risa ─. No creo que hayas venido en busca de paz, este es un bar ─le aclara.
─Créeme, estar en un sitio lleno de gente y permanecer desapercibido me causa demasiada paz. Además de que aquí parece haber buen ambiente y música.
Se comienzan a escuchar aplausos y la joven se ve obligada a imitarlo, cosa que el rubio también realiza.
─Lamento que te perdieras la canción ─le dice apenado.
─No te preocupes, cada viernes viene un cantante nuevo, pero él es la segunda vez que viene ─menciona.
Chris asiente y se permite admirar el rostro de la joven cuando gira su rostro hacia el músico quien habla notificando al público que volverá en algunos minutos.
─Eso quiere decir que vienes muy seguido aquí ─afirma el actor.
─Sólo cada viernes, es bueno venir y tomar un trago, escuchar buena música y luego volver a casa completamente relajada y lista para dormir hasta tarde. Es como mi pequeña terapia anti estrés ─le comenta y toma un trago más de su vaso.
─Soy una persona muy ansiosa, supongo que es un buen tip para manejar los ataques de estrés ─le dice Chris y se gana una sonrisa de aprobación de la joven.
─Ahora que lo pienso, tú eres nuevo aquí ─menciona la chica ─. Conozco a la mayoría de las personas que vienen los viernes y tú no habías estado en este sitio antes.
─¡Correcto! ─dice él.
─¿Qué te ha traído a este sitio? ─cuestiona ella con curiosidad.
─Ya lo he mencionado, mi búsqueda de paz y tranquilidad. Usualmente vivo una vida llena de estrés y siempre estoy de un lado a otro, necesitaba algo de paz y entré al primer sitio que vi, que fue justo aquí ─dice Chris y la joven asiente ─. Suelo hacer esto cuando me siento demasiado estresado como para poder llegar a mi casa, pero supongo que ahora este será mi escape, es un buen sitio y las bebidas no están mal.
─Tampoco la música ─secunda la chica.
─Ni la compañía ─afirma él con una discreta sonrisa ladeada.
─¿Acaso estás coqueteando conmigo, Chris? ¿Tan pronto? ─cuestiona la joven soltando otra risa.
─Tal vez. ¿Está funcionando? ─le pregunta siguiéndole el juego.
─No he huido, ¿qué crees que esto signifique? ─responde en tono de broma.
Chris carcajea y llama al barman.
─Lo que gustes, yo invito ─le dice el rubio y luego le guiña el ojo.
─¿Ahora intentas embriagarme? ─le pregunta y de inmediato Chris niega.
La joven ríe ante la mirada asustada de su nuevo acompañante, pero apenas llega el barman, ella pide una de sus bebidas favoritas y el pide una cerveza.
─Siendo sinceros, ¿crees que voy por buen camino?
─¿A qué te refieres? ─cuestiona ella.
─A que si voy por buen camino para obtener tu número al finalizar esta noche ─le dice y ella se sonroja de inmediato.
─Creo que sí, Chris.
Apenas las bebidas llegan, ellos continúan hablando de temas variados y de gustos que tienen en común, así como de algunas anécdotas graciosas que les han pasado. La joven se siente demasiado cómoda en compañía de Chris, quien, a pesar de estar coqueteando de forma descarada con ella, se mantiene respetuoso.
─¿Quieres bailar? ─cuestiona el rubio al escuchar que la ronda de música de los 70's y 80's va a comenzar.
─¿Ahora también eres bailarín? ─dice ella en forma de pregunta ─. Eres demasiado perfecto para ser real ─le confiesa, probablemente motivada por el alcohol que hay en su sangre, que es mínimo, pero a alguien debemos culpar.
Chris le vuelve a guiñar el ojo antes de levantarse y ofrecerle su mano, la joven se levanta con rapidez y juntos van a la pista de baile.
Ambos pierden la noción del tiempo, entre las canciones y la multitud bailando a su alrededor, la pareja parece estar en una pequeña burbuja en donde disfrutan de la noche y de la compañía del otro.
La joven termina exhausta y sedienta luego de poco más de una hora de baile, ambos van al respectivo baño y prometen encontrarse para beber algo más.
Cuando vuelven a tomar asiento en la barra, ambos se encuentran más relajado, probablemente por el alcohol o por la adrenalina que desfogaron mientras bailaban. Sus cuerpos se encuentran más juntos y sus brazos de tocan, un pequeño tacto, pero que no pasa desapercibido para ambos.
─Es tarde ─dice ella al ver la hora en el reloj de su muñeca.
─Es sábado ─se excusa él.
─El día en que se supone que debo dormir más y ahora mis horas de sueño se reducen porque me iré a la cama más tarde ─explica la chica concentrada, como si fuera lo más serio del mundo.
─¿Te arrepientes de haber perdido esas horas conmigo?
─Nunca dije que estaba arrepentida. No te miento cuando te digo que han sido de las mejores horas de sueño invertidas ─le declara y Chris sonríe ─. Pero aun así debo irme.
─Te acompaño.
Chris se inmediato paga y ambos salen del bar. La temperatura del exterior es contraria al calor del interior del lugar, la joven siente un escalofrío ante una ligera brisa de aire. El rubio de inmediato se quita su chaqueta y se la coloca en los hombros.
─Demasiado cliché, Chris ─dice la joven en tono de burla.
─¿Puntos en contra?
─Me gusta lo cliché ─afirma y él la observa de una forma inexplicable.
─¿Traes auto? ─le pregunta el rubio.
─Sería demasiado irresponsable de mi parte, además no vivo tan lejos ─explica la chica.
─Entonces permíteme acompañarte ─murmura él.
─¿Tu sí traes auto?
─Algo así, pero vienen por mí ─afirma y señala una camioneta negra que está estacionada en la esquina.
─Mis padres me dijeron que no me suba a autos de extraños ─dice la chica con seriedad, aunque al ver la cara de pena de Chris, la cambia por una sonrisa ─. Mentira, vamos.
Chris coloca su mano sobre la espalda media de la joven y la conduce hacia el auto, de inmediato quitan los seguros y ambos suben. El rubio le presenta al chofer y le pide que le de su dirección, de inmediato pone el auto en marcha y en menos de 10 minutos ya se encuentran frente al departamento de la joven. Chris baja con ella y la acompaña hasta la puerta.
─Ahora sé en donde vives ─se burla el rubio y ella ríe.
─Supongo que sí, tómalo como un bonus por esta gran noche ─le dice ella.
─Pero si aún no he conseguido tu número de teléfono ─afirma él.
La joven le pide su celular y guarda ahí el número, de inmediato Chris le marca para que ella lo agende. Ella hace el intento de devolverle su chaqueta y él la detiene.
─Luego me la das, además, con el pretexto de que me la devuelvas puedo pedirte que nos veamos el viernes siguiente y pasemos una noche igual de agradable ─afirma Evans.
─Me encantaría ─responde ella.
Chris duda un poco, pero da un paso hacia ella y al notar que la joven no retrocede y en cambio se acerca un poco más, se aventura a robarle un beso que ella le corresponde encantada.
─Otra bonificación por la gran noche ─le explica ella cuando sus labios se separan.
─Eso significa que gané ─dice él y sonríe ─. Descansa ─deja un beso en la frente de la joven y se gira para volver a su auto.
─Descansa, Cap ─responde ella y abre la puerta del edificio. Chris suelta una fuerte carcajada y se gira hacia ella.
─¿Cuándo lo notaste? ─le cuestiona.
─¿Acaso crees que no me di cuenta desde el inicio? Tu nombre, tu imagen y tu voz. Eres mundialmente conocido. Pero llegaste en búsqueda de paz y fue realmente una buena decisión hacerme la desentendida respecto a quien eras, y tener la oportunidad de conocer al hombre detrás del traje ─murmura.
─Gracias por esta noche ─dice él fascinado por la respuesta de la chica ─. Realmente espero volver a verte.
─Espero lo mismo, Chris. Nos vemos el viernes ─dice y entra al edificio.
─Nos vemos mañana para comer juntos ─responde él y ella logra escucharlo antes decerrar, sólo siente con la cabeza y lo ve alejarse hacia el auto para luegoabordarlo.
Definitivamente las noches como esta se repetirán.
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¡Nuevo OS! Espero que les guste, voten y comenten qué les pareció. Ya extrañaba las minis historias así :D
¡Nueva portada! Cortesía de electricholland ¿Acaso no es la cosa más bella? De verdad, muchas, muchas, muchas gracias <3 Razón por la cual este OS va dedicado a ti, espero te guste <3
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