58

Siento pequeños besos que son depositados sobre mi espalda desnuda, las suaves caricias que hacen estremecer y logran que me despierte por completo. Emito una especie de ronroneo ante de que abra los ojos por completo.

Las paredes de la habitación son totalmente blancas y las cortinas de un azul oscuro, no reconozco los muebles y mucho menos el juego de sábanas en el que estoy envuelta.

─Buenos días, mi bella durmiente ─me dice una voz melosa mientras pasa su brazo por mi cintura y deja un beso más sobre mi mejilla, a escaso par de centímetros de mi oreja.

Tardo unos segundos en reconocer aquella voz, pero lo hago. Es mi ex. Chris continúa besándome, aunque ahora su cuerpo se coloca sobre el mío y besa mis hombros y cuello, no puedo evitar soltar un gemido por sus delicadas caricias.

Con rapidez me giro y me encuentro con su rostro a pocos centímetros del mío. Tiene una sonrisa risueña y me observa de esa manera que me enloquece, pero retomo mi cordura.

─¿Qué pasó? ─cuestiono confundida e intentando cubrirme con la sábana.

─¿No lo recuerdas? ─me pregunta un tanto dolido y yo asiento ─. Pensé que lo harías.

─Tengo una idea, pero quiero que me lo aclares ─afirmo.

─Nos encontramos en el cumpleaños de Scott, me evitaste más de la mitad de la fiesta, luego me aceptaste un trago, bailamos y hablamos por el resto de la noche. Te llevé a tu departamento, cuando llegamos notaste que habías olvidado la llave y no quisiste despertar al encargado por una copia, así que te ofrecí venir conmigo.

─Y acepté ─murmuro recordando esa parte de la historia.

─Sí. Cuando llegamos nos volvimos a poner a charlar en el sillón, de un momento a otro ya nos estábamos besando y luego llegamos a la habitación, lo demás es historia ─dice con seriedad.

Lo miro confundida.

Cuando dimos por terminada nuestra relación, que fue por acuerdo mutuo, quedamos en ser amigos y nada más. No puedo negar que lo quiero demasiado, pero ese avance que había tenido en superarlo se ha ido por la borda al verme enredada entre sus sábanas otra vez.

─Esto fue un error ─afirmo y le escapo de su agarre.

Sin soltar la sábana alcanzo mi ropa interior que no está muy lejos y me la coloco, me levanto y camino hacia mi vestido que se encuentra cerca de la puerta. Salgo de la habitación y escucho a Chris llamarme.

En la sala encuentro mi abrigo y el bolso, de este saco una liga y me amarro el cabello en una coleta alta.

─Para mí no fue un error ─dice Chris entrando a la sala mientras se abrocha los botones de su camisa.

─Lo fue. No somos nada, Chris. Prometimos quedar como amigos y volvimos a caer ─afirmo con molestia, aunque no con él, sino conmigo ─, sabía que esto pasaría, debí irme cuando pude.

Me coloco el abrigo ya que la mañana es fría y camino hacia la puerta con mi bolsa y tacones en la mano.

─¿Por qué no admites que aún funcionamos juntos? Anoche, cuando te tuve entre mis brazos, volví a sentir esa chispa y la magia, todo fue perfecto ─murmura Evans caminando hacia mí.

─Simplemente fue sexo ─miento mirándolo a los ojos, para que me crea ─. Fue un error.

Noto como su rostro se descompone y un semblante serio y dolido lo llena. Sé que no podré tolerar más tiempo verlo de esta manera, así que salgo y camino hacia el elevador. Mientras bajo, me coloco los tacones y limpio las pocas lágrimas que han salido de mis ojos.

Pero Chris no iba a darse por vencido.

Desde aquel día y cada mañana sin falta, llega a mi departamento una rosa con una dulce nota atada a ella.

***

─¿Aún insistes en que es un error? ─me cuestiona Sasha, mi mejor amiga mientras observa la quinta prueba de embarazo que ha dado positivo ─. No me dijiste que estabas con alguien.

─Es que no lo estoy ─murmuro pasando mis manos por encima de mi rostro en un gesto de desesperación.

─¿Entonces, cómo explicas que estés embarazada?

─Es de Chris ─susurro avergonzada ─. Lo encontré en la fiesta de Scott, hace casi dos meses.

─Debes decirle, este es algo que ambos van a afrontar ─me dice. Ella siempre apoyó nuestra relación y estuvo triste cuando rompimos, aunque estuvo a mi lado.

Luego de una charla motivacional por parte de Sasha, salgo de mi departamento con destino al de Evans, llevando en mi bolsa las 5 pruebas de embarazo que marcan positivo.

Antes de salir, reviso en mi correspondencia y no encuentro su habitual rosa. No me da un buen presentimiento. Tonteo gran parte del día y voy llegando a su edificio ya entrada la tarde. Al llegar al piso donde vive, noto gran bullicio y la música alta.

Me aproximo a la puerta, que está abierta, y entro. Hay varias personas ahí, casi todas con una bebida en la mano. Puedo ver a Scott, quien me saluda con una sonrisa y puedo ver la confusión en su rostro, pero su gesto se llena de sorpresa cuando sus ojos encuentran a su hermano al mismo tiempo que yo.

Él se encuentra hablando muy cerca con una rubia, la chica mantiene sus manos sobre su pecho y él rodea su cintura con un brazo. Ahora entiendo lo que ha pasado, se ha dado por vencido por mi orgullo de no darle ninguna señal o respuesta a su amable gesto de enviarme diario una rosa.

El dolor se aloja en mi pecho y mis ojos pican anunciando un inminente llanto que lucho por contener. Scott se acerca a mí con rapidez y toma mi mano con delicadeza, le dedico una sonrisa forzada mientras me debato en anunciarle a Chris de mi embarazo.

─Es un idiota ─murmura Scott.

─No, la idiota soy yo. Tuve que esperar a esto para venir por él, ya es tarde ─digo bajando la mirada.

─Nunca es tarde ─afirma.

─Para mí lo es. Es lógico que él no me esperaría por siempre ─admito.

Él me da un abrazo y un beso de despedida, para luego alejarse. Paso desapercibida en aquella fiesta y camino hacia la puerta, debo desaparecer de su vida. Saco el pequeño paquete que armé con las pruebas de embarazo y lo observo con melancolía, vuelvo a meterlos en mi bolsa, pero no me percato que caen y quedan muy cerca de la puerta.

Es entonces cuando Chris se da cuenta de mi presencia y deja a la rubia antes de besarla, se apresura hacia la puerta, pero cuando llega, las puertas del elevador se han cerrado. Sus ojos encuentran el paquete dentro de su casa y lo abre, las lágrimas escurren por su rostro cuando encuentra las pruebas positivas y la nota: "¡Felicidades, Chris! Seremos padres", junto a ella también va la rosa que me ha enviado ayer, la última.

Maldice antes de correr por las escaleras con el paquete abierto en sus manos. Cuando llega al recibidor, me encuentra caminando hacia la salida mientras limpio las lágrimas que han logrado escapar. Me llama en varias ocasiones hasta que volteo.

Me lleno de miedo cuando veo el paquete abierto que lleva entre sus brazos y me encuentro con sus ojos que muestran que ha llorado.

─¿Es verdad? ─cuestiona al tenerme frente a él ─, ¿seremos padres?

─Perdón por arruinar tu vida con esto, el paquete debió caerse o algo ─murmuro con tristeza.

─¿Arruinar mi vida? ─pregunta incrédulo ─, ¿sabes cuando deseé esto? Eres la mujer que siempre quise que fuera la madre de mis hijos y ahora lo serás ─afirma acercándose más a mí.

─No merezco tu amor. Sé que dije que lo que tuvimos fue un error y lo sostuve hasta esta mañana, me he dejado vencer por el orgullo y... ─pone su dedo índice sobre mis labios para hacerme callar.

─Anoche me di por vencido, supuse que era el fin y que no debía seguir luchando porque me amaras, se me ocurrió hacer una fiesta y dejaría que pasara cualquier cosa. Pero esto cambia las cosas, prometo enamorarte y... ─ahora soy yo quien lo silencia.

─Ya estoy enamorada de ti, Chris. Esta mujer orgullosa y terca te ama con locura, y te quiere en su vida, así que, ¿te gustaría volver conmigo? ─le pregunto ofreciéndole mi mano para que la tome.

─Claro que sí, preciosa ─afirma jalándome hacia su cuerpo para poder besarme.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Siento que la última parte dio un giro extraño... en fin, espero les guste, voten y comenten qué les ha parecido. ¡Hasta la próxima!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top