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Me río por algo que ha dicho Robert, como ya es costumbre; escucho la fuerte risa de Sebastian y Anthony que apenas si lo pueden controlar. Intento salir del círculo, pero cuando levanto mi pie se enreda con la chaqueta de Jeremy que tiene una manga casi en el suelo y me hace tambalear, pero no caigo.

─Cuidado, linda ─me dice Chris, mi salvador, en un susurro muy cerca de mi oreja lo que me causa escalofríos.

─¡Capitán América, siempre salvado el día! ─exclama Sebastian con orgullo y alza las manos para darle mayor dramatismo a su frase.

─¡Ya no le den de tomar a esa niña o terminará inconsciente! ─secunda Robert riendo.

─Sólo tomé una margarita y sabía a todo menos a alcohol ─reclamo ya estabilizada, pero con el brazo de Chris aun rodeando mi cintura con fuerza ─. Si mal no recuerdo, tú me la preparaste ─señalo a Robert.

─Le puse literalmente un chorrito de alcohol y mira lo que ha pasado, debes agradecerme por preocuparme por ti ─replica con inocencia. No puedo evitar reír.

─Ven, salgamos un rato ─vuelve a susurrarme Chris de la misma manera.

Sin soltarme y ante las burlas de los demás, caminamos hacia una de las salidas del lugar que tiene vista a un enorme balcón. Permanecemos en silencio mientras observamos el bonito paisaje que nos ofrece el lugar.

─Llegas tarde ─digo, no en tono de reclamo sino de burla.

─Perdón, salí tarde de esa reunión y luego encontré mucho tráfico ─se excusa haciendo una carita de cachorro.

Le sonrío en forma de respuesta mientras lo observo caminar hacia mí para quedar lo suficientemente cerca como para que nuestros zapatos choquen, él acaricia mi mejilla con sus dedos.

─Podemos quedarnos o huir para ir a cenar a otro lado ─murmura sin detener su caricia.

─Chris, ¿acaso me intentas sonsacar? Llegaste tarde y ahora esto ─finjo molestia, pero no puedo evitar mi sonrisa.

─Te estoy proponiendo un trato que nos beneficia a ambos, linda ─afirma colocando su mano libre sobre mi cintura.

─Acepto, pero voy a elegir el restaurante ─le advierto con diversión mientras giro y comienzo a caminar.

─Sólo si yo puedo elegir el postre ─murmura tomándome fuerte por la cintura para que mi espalda choque con su pecho, haciendo que suelte un jadeo casi involuntario.

Sin despedirnos de nuestros amigos, caminamos hacia la salida y nos subimos a su auto con destino al restaurante que yo le he mencionado.

Realmente mi relación con Chris se ha dado de manera "lenta", pero ahora ha tomado un ritmo muy rápido. Nos conocemos desde hace un par de años pero, nuestras salidas siempre eran con amigos y muy esporádicas, sin embargo, desde hace 6 meses, hemos salido o nos hemos visto casi todos los días. Todo verdaderamente comenzó en una reunión similar a la que estábamos, nosotros comenzamos a platicar y no pudimos dejar de hacerlo hasta que todo terminó, él me llevó a casa y ahí me pidió salir al día siguiente. Luego una cita más y otra, en los días que no nos vemos, hablamos por teléfono o por mensajes.

Lo que quiere decir que realmente estamos saliendo, no se puede negar que la química y el cariño que sentimos uno por el otro es evidente.

─¿Y bien? ─cuestiono a Chris con diversión cuando entramos a su casa y lo noto quitarse la chaqueta ─, ¿qué quieres de postre? ─pregunto, aunque puedo adivinar la respuesta.

Me mira con una intensidad que me causa escalofríos, camina hacia mí con decisión colocando sus dos manos sobre mis caderas y haciendo que choque con su creciente erección.

─Ya sabes lo que quiero ─murmura con voz ronca.

─¿Helado? ─le pregunto para molestarlo, pero lo único que hace es soltar una gran carcajada.

Yo también me encuentro riendo cuando sus brazos me capturan cargándome sobre su hombro y llevándome a su habitación. Me pongo a gritar como una loca quejándome por su actitud, pero la verdad es que disfruto la buena vista que tengo de su trasero.

Me recuesta de manera descuidada sobre su cama y casi de manera inmediata él se coloca sobre mí. Antes de que pueda reaccionar, sus labios besan aleatoriamente mi rostro haciendo que ría.

─¡Basta! ─exclamo, pero no funciona y comienza a hacerme cosquillas, me siento realizada cuando puedo devolverle el juego y ambos terminamos exhaustos sobre la cama, uno acostado al lado del otro.

No pasan ni dos minutos antes de que él vuelva a hablar.

─Ahora quiero mi postre ─dice.

─¡Chris! ─le reclamo y él vuelve a colocarse sobre mí.

No puedo replicar porque sus labios capturan los míos de manera demandante. Como por inercia, mis manos comienzan a desabotonar su camisa azul hasta que se la logro quitar del cuerpo, para este momento, mi falta está a la altura de mi cintura y sus manos acarician mis piernas.

Se separa un poco de mis labios para poder retirarme la bonita blusa que llevaba, sin importancia la lanza a alguna parte de la habitación. Poco a poco las prendas se van perdiendo en medio de una batalla de besos y caricias estremecedoras.

Está a punto de quitarme mis bragas cuando lo siento detenerse, sus dedos dejan una suave caricia sobre mis caderas.

─¿Yo hice esto? ─cuestiona con cierta preocupación.

─¿Qué? ─respondo llevando mi atención hacia el sitio señalado y viendo las marcas de sus dedos sobre mi piel que fueron causadas hace un par de días que salimos y todo terminó de una manera similar a esta ─. Bueno, la última vez estuviste muy exigente ─le digo en tono de burla para aligerar el ambiente.

─No era mi intención ─dice antes de dar un suave beso sobre las marcas.

─No importa, ya me vengué con las que hice sobre sobre su clavícula izquierda ─confieso haciendo que él sonría acercándose de nuevo a mis labios.

─Sé que puede parecer muy precipitado, pero, te amo ─murmura para luego besarme.

Esto me hace sentir abrumada: su confesión y sus perfectos labios besándome de una manera que me roba el aliento y me deja con ganas de más.

─También te amo ─susurro cuando logro separarme de él.

Lo noto sonreír y se estira para tomar un condón de su mesa de noche, se lo coloca y manteniendo su mirada fija en mis ojos entra en mí. Me permito gritar ya que estamos solos en toda la extensión de su casa, y en medio de esto y la oscuridad de la noche, sólo se escuchan nuestros cuerpos chocar, y los jadeos y gemidos que se escapan de nuestros labios.

Noto que Chris de nuevo lleva sus manos hacia mis caderas, por donde ha dejado las marcas y sonrío. Busco sus labios de manera desesperada en donde se ahogan un poco de nuestros gemidos.

Una sensación creciente me invade desde el centro de mi cuerpo y busca expandirse a lo largo de este, aprieto mis caderas y recibo un gruñido de parte de él.

Sus simples jadeos que suelta cerca de mi oído me estimulan más y las caricias que reparte por puntos estratégicos en mi cuerpo me conducen a la locura y al ansiado éxtasis, a donde lo llevo conmigo.

Permanecemos en la cama por varios minutos hasta que comienzo a sentirme adormecida, debido a sus delicadas caricias y besos tiernos que reparte por mi rostro y cabello.

Pero todo se viene abajo cuando escuchamos ruidos en la sala de la casa, Chris se tensa levantándose de manera inmediata y buscando su bóxer para luego tomar unos jeans. Se detiene cuando distinguimos la risa de Sebastian seguida de la de Jeremy, luego escuchamos a Robert llamarnos.

Chris me mira con cansancio para luego colocarse una playera blanca y delgada, se acerca a la cama donde me cubro con una sábana y me besa.

─Iré con ellos, ve cuando estés lista ─dice y vuelve a besarme.

Una vez que sale y lo oigo hablar con nuestro no-invitados, me levanto hacia el baño donde lavo mi rostro ya que no queda mucho del maquillaje que llevaba esta noche. Mi cabello es un caos así que lo tomo en un chongo para luego volver y buscar algo de ropa. Debido a que me he quedado en varias ocasiones aquí, ya cuento con un par de cajones con mis pertenencia de donde saco una muda de ropa interior, un pantalón corto de dormir y tomo prestada una camiseta de Chris.

Cuando llego a la sala me encuentro con nuestros amigos comiendo pizza y un par de cajas más de esta sin abrir, están todos los "Vengadores", literalmente, y Loki. Me siento sobre las piernas de Chris quien me ofrece de la pizza que tiene, pero yo quiero de otra.

─Tom, ¿puedes darme una rebanada de pizza, por favor? ─cuestiono, pero inmediatamente me arrepiento.

Ambos "Tom", Hiddleston y Holland, están sentados al lado de una caja de pizza con diferentes ingredientes. Es muy tarde cuando me doy cuenta porque ambos me ofrecen una rebanada haciendo que todos rían.

─Me refería a Loki, lo siento Peter ─digo aceptando la que me ofrece Hiddleston quie sonríe en respuesta.

─Me siento herido ─afirma el chico Holland.

─Ahora me referiré a ustedes así ─aclaro.

─¿Por qué no llamarlos por su apellido? ─cuestiona Elizabeth.

─Es más divertido llamarlos por el personaje ─rectifico.

─Tendrás que decirle "Steve" a tu novio cuando grabemos con Pratt y Hemsworth ─menciona Sebastian.

─No, él es "amor" ─recalco ganándome una mirada burlona de Anthony y un beso en mi mejilla por parte de mi novio.

─Bueno, pero de los restantes, uno sería Thor y el otro Peter, ¡tenemos dos Peter! ─explica Scarlett.

─Pero uno es "mocoso", podríamos llamarte así ─dice Robert mirando a Holland.

─No, será el "niño araña" ─sugiere Anthony.

─Entonces "niño araña" será ─afirma Robert y desde ese día, así conocen al joven Tom.


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¿Doble smut en la misma semana? ¡alguien deténgame! No es bueno para mi salud mental

En fin, espero que les guste, voten y comenten qué les pareció esto, ¡estamos cerca de los 100k y no sé que hacer porque eso pasará cuando esté en clase! ¿Les gustaría un especial? ¿De qué sugieren?

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