Termino mi cocktail en compañía del resto de las damas de honor, son unas chicas muy agradables y algunas ya las conocía de un tiempo atrás. Estoy en la boda de mi mejor amiga, soy su dama de honor "principal", fui su mano derecha en el proceso de organización que ella misma realizó y su apoyo en muchos momentos de su relación. Veo discretamente la hora en mi reloj, los invitados han comenzado a llegar al salón donde será la recepción, prácticamente el lugar está casi lleno, así que es momento de que la vaya a buscar y le notifique a la bella pareja que pronto será su entrada como marido y mujer.

Cuando me despido momentáneamente de las chicas para ir en busca de los novios que esperan en la parte trasera del salón, es cuando lo veo entrar. Chris llega portando un exquisito traje de color negro con una camisa y corbata del mismo color, intento desviar la mirada, pero no soy lo suficientemente rápida y hacemos contacto visual.

Me sonríe de manera cálida, y por más que lo intento, mi sonrisa debió de parecer una mueca realmente tonta. Me doy cuenta que debo caminar hacia su dirección si es que quiero llegar pronto con los novios, así que me armo de valor y emprendo mi caminata.

Él me mira en cada momento, puedo sentirlo a pesar de los cientos de personas que nos rodean, de un momento a otro, estamos frente a frente.

─Hola ─me nombra seguido de una dulce sonrisa y siento que me derrito.

─Hola, Chris ─le respondo y ahora sí consigo que mi sonrisa sea más decente.

─Te ves preciosa, eres la más hermosa a decir verdad ─afirma y de nuevo esas tontas mariposas no sólo recorren mi estómago, sino todo mi cuerpo.

─Gracias, aunque espero que no te escuche Sarah, ella será la más bella ─afirmo y me dispongo a seguir mi camino ─. Si me disculpas, debo ir por los novios.

No lo dejo responderme y me alejo. Mientras continuo caminando hacia la pequeña sala donde ellos esperan con sus pequeños pajes y sus padres, no puedo dejar de pensar en esos hermoso ojos azules que han rondado mis pensamientos en los últimos meses.

¿Cómo conozco a Chris? Bien, hace casi 2 años, en el cumpleaños de Aaron, el ahora esposo de Sarah, nos presentaron. Inmediatamente nos pusimos a charlar hasta que la fiesta terminó, él me acompañó a casa y eso fue todo. Me tuve que ir por unos viajes de mi nuevo empleo y él tiene una vida que me permite, para su desgracia o fortuna, largos y algunos improvisados viajes.

El tiempo al parecer se encargó de reunirnos, ya que hace 8 meses volvimos a vernos, nos encontramos de manera casual en un restaurante, ambos ibamos solos y terminamos comiendo juntos. Desde ese día salimos por dos meses, sin etiquetas ni nada formal, aunque si nos besamos en varias ocasiones y algunas otras cosas. De un momento a otro, nuestros caminos volvieron a separse, él tuvo que irse a una grabación en Europa que le llevaría más de 3 meses, mientras que yo no pude seguirlo, por mi empleo y la organización de la boda de Sarah.

Perdí a varios contactos, entre ellos estaba su número, luego supe que de igual manera cambió su teléfono. Cuando él llegaba a la ciudad yo tenía que salir, las cosas se tornaron raras, él salió con otras personas, yo ni tiempo para citas tenía. Todo era un cáos. Y ahora llega a la boda, pensé que no lo haría, ya que no lo vi en la ceremonia, pero aquí está, tan guapo y perfecto como siempre.

─Ya han llegado casi todos los invitados ─les digo a los novios y ellos se levantan emocionados del sillón donde descansaban ─. Sólo necesito avisar para que los presenten, pero ustedes deben estar listo.

─Entonces vamos, ¡muero de emoción! ─exclama Sarah y Aaron la mira con ternura.

La maravillosa entrada de los recien casados, junto a sus padres y pajes, es todo un éxito. Tienen su hermoso primer baile como marido y mujer, para luego proceder con la cena. Una vez que todo esto termina, comienza la verdadera fiesta y la pista se llena de parejas para bailar.

Discretamente paso mi mirada por todo el salón en búsqueda de Chris, pero es en vano, no hay señales de él por ninguna parte. Me resigno a que tal vez se ha ido, pero noto que alguien se detiene frente a mí y me extiende su mano, en señal de invitación para bailar.

─¿Me concedes este baile? ─cuestiona en voz alta, ya que el volúmen de la música es fuerte.

Sus ojos me hipnotizan por unos instantes a tal grado que no puedo responder de manera inmediata, hasta que por fin termino asintiendo con la cabeza. Su mano toma la mía con delicadeza, levantándola lo suficiente para dejar un beso en el dorso de esta. Me conduce a la pista y hasta ahora me percato que es una canción lenta. Con timidez rodeo su cuello con mis brazos mientras siento los suyos acomodarse alrededor de mi cintura.

No decimos nada, simplemente nos limitamos a movernos con delicadeza y al compás de la música. Su cercanía me deja abrumada y su suave y varonil colonia invade mis fosas nasales. Siento sus dedos acariciar mi espalda con suavidad, provocándome aún más nerviosismo de que ya tengo, pero de pronto la música baja de volumen y el animador informa que es momento de que el novio aviente la "liga" y la novia el "ramo".

Para mi buena o mala suerte, Chris gana la liga. Opto por no acercarme por el ramo, pero soy arrastrada por el resto de las damas de honor, quedando casi hasta el frente de la pequeña multitud de mujeres emocionadas por atrapar el ramo. Como si fuera totalmente planeado, el ramo cae en mis manos cuando las estiro un poco y la mirada de los novios se posa sobre mí con una sonrisa socarrona.

─El destino los quiere juntos ─me dice Sarah cuando me coloca el pequeño velo para seguir con el juego.

─Chris estará encantado con lo que sigue ─afirma Aaron con una sonrisa.

El animador anuncia que la "pareja" formada por ambos ganadores, tendrá un pequeño baile, ya que según la tradición, son la posible siguiente pareja en casarse.

Chris se acerca tímido, puedo notar su nerviosismo que es muy similar al mío, de nuevo me ofrece su mano para invitarme a bailar, la diferencia es que ahora estaremos solos en la pista, los reflectores y miradas de todos están sobre nosotros.

La canción comienza a escucharse y me muevo suavemente con Chris, pero lucho por no verlo a los ojos. Pasamos un par de minutos así ante de que los novios se nos unan en la pista y poco a poco lleguen más parejas. Cuando noto que hay más personas, estoy lista para alejarme de él, pero su mano se coloca sobre mi rostro haciendo que lo levante y sus ojos hagan contacto con los míos.

─Te pido disculpas por lo que haré, pero te advierto que no me voy a arrepentir ─dice. Le voy a preguntar a qué se refiere cuando me besa.

Pensé que había olvidado qué era besarlo, todas esas sensaciones que me causaba, pero ahí están, intactas como la primera vez que nos besamos. La conexión mágica que se produce cuando sus labios tocan los míos, la suavidad con que me besa y la manera en que sus brazos me envuelven. Me permito disfrutar aquel momento, pero una vez que nos separamos me alejo de él, camino hacia un pequeño jardín que contiene el salón y sé que él me sigue.

─¿Por qué te empeñas en continuar con esto? ─le digo una vez que noto que se detiene a poco más de un metro de mí.

─Porque te quiero. Tal vez las cosas no se dieron antes porque no era nuestro momento, pero no puedes negar que me quieres y yo a ti. Esta noche lo ha demostrado, no suelo creer en la suerte, pero ha sido un gran coincidencia que nos nombraran como la próxima pareja que va a casarse, creeme que no me disgusta la idea ─confiesa haciendo que lo mire ─. Quiero que esto funcione, quiero intentarlo de la manera correcta.

Lo miro con duda pero me acerco a él, lo suficiente para que sus brazos me rodeen.

─¿Aún me quieres? ─pregunta acariciando mi mejilla.

─Nunca he dejado de hacerlo ─le confieso desviando mi mirada hacia sus labios.

Entiende mi mensaje y me besa, esta vez es con más necesidad, quedamos sin aliento. Estoy temblando, aunque no reconozco si es por frío o por todas las sensaciones que me invaden. Pero sé que este es el verdadero inicio de nuestra historia. 

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Avengers: Endgame. Quedé devastada, fue demasiado para poco más de dos minutos que duró. Las dejaré con esto para sufrir juntas... 💔