35
Por octava vez en lo que va del mes, los medios amarillistas se llenan de noticias que afirman una supuesta infidelidad de Chris hacia Natalia. La joven ya está cansada y desesperada por los constantes ataques hacia su relación con el actor, y peor aún, hacia su persona.
Escucha el sonido del auto de Chris cuando llega a la casa que comparten, últimamente parece más distante y la relación una simple rutina; las discusiones se han incrementado exponencialmente, pocos son los días que de verdad disfrutan juntos, como pareja, como lo que son.
Evans entra al salón principal y deja caer las llaves sobre la mesa, Natalia sabe que su novio está molesto por la expresión rígida en su rostro. Él se acerca con lentitud a la chica, y una vez que quedan frente a frente, Chris la besa con demasiada efusividad que la deja sin aliento por unos segundos.
—Te amo —murmura el rubio una vez finalizado el beso.
—Chris las noticias... —Natalia intenta hablar pero su novio la interrumpe.
—Olvidémoslas, por favor —dice nervioso.
—No, es suficiente, ya están sobrepasando la línea, todo tiene un límite, Chris —la chica permanece seria en cada palabra que dice —. Ahora hasta están diciendo que estás saliendo con Sarah.
Natalia espera alguna respuesta que refutara lo que ella había mencionado o dijera una broma tonta, pero esto no sucede, en cambio, Chris permanece con la mirada baja, eso sólo puede significar que los medios no mienten.
—Chris... —la voz de la chica suena un tanto desesperada.
—Amor... —él intenta acercarse, pero la chica se pone de pie y se aleja —, déjame explicarte, por favor.
—No, no necesito saber los detalles —responde con amargura y al borde del llanto.
—No es como lo piensas, yo salí con ella como lo hago con mis compañeros de trabajo, pero en estos últimos días las cosas cambiaron, no sé cómo explicarlo, pero lo evité, hasta ayer. Nos besamos.
Esas dos palabras hacen que el corazón de Natalia vibre y no de felicidad, sino todo lo contario. Aunque por el momento no sabe cómo reaccionar, siente inmensas ganas de llorar pero al mismo tiempo, está enojada.
—Yo no...
—Ahórrate tus excusas, no quiero escucharlas —lo corta.
—Pero yo te amo, ese beso no significó nada.
—No mientas ni te preocupes por inventar excusas. No te queda ese papel —la chica está a punto de desplomarse en llanto pero, se aferra a la idea de permanecer firme ante él.
—Nat...
—Vete Chris, por favor, no quiero verte —la joven camina hacia la habitación de ambos cerrando la puerta con seguro. Chris golpea por varios minutos la puerta en espera a que le abra, pero no lo hace, en cambio, se acuesta en la cama en espera de quedarse dormida.
Apenas el sol comienza a salir, Natalia ya no puede dormir y se levanta con una idea en mente: saca una maleta de tamaño grande y la comienza a llenar de manera con ropa y artículos personales. Sale de la habitación ya bañada y cambiada, jalando de su maleta.
Chris se encuentra sentado en uno de los sillones, con una manta desdoblada junto a él y una taza de café humeante en sus manos; su rostro es una clara muestra de que no ha podido dormir en toda la noche, al igual que Natalia. Los ojos de Chris la examinan de pies a cabeza, pero se detienen en la maleta que se encuentra muy cercana a la puerta.
—Natalia, ¿qué vas a hacer? —se atreve a preguntarle con temor.
—¿No lo ves? Me voy, no le veo caso estar aquí, contigo, con alguien en quien me ha defraudado y engañado —dice firmemente.
—Natalia, por favor, déjame explicarte cómo fueron las cosas —le pide dejando su taza de café en la mesa de centro para levantarse y acercarse a ella —. Hablemos, por favor.
—Chris, no tenemos nada que hablar, tus acciones son suficientes —dice, sin embargo, no se va y se queda viendo fijamente a Chris, quien aprovecha para comenzar a hablar.
—Yo comencé salir con Sarah como lo hago con todos mis colegas, desayunábamos o comíamos juntos, le comencé a tomar confianza y una tarde, simplemente nos besamos, pero sólo fue esa vez, no hubo otra —explica.
—¿Sentiste algo, verdad? O peor aún, ¿hubo algo más que un beso entre ustedes? —en vez de parecer pregunta, se escucha más como una afirmación, Chris baja la mirada no quiere verla a los ojos y mentirle, pero no es necesario que lo haga, ella puede leer la verdad en sus gestos —. Es suficiente, no voy a escuchar más, necesito salir de aquí.
—¿Nos daremos un tiempo?
—No, estamos terminando. Tú sabía que mis últimas dos relaciones terminaron por infidelidad, ¿por qué tuviste que hacer lo mismo? Hubiera preferido que me dijeras que ya no me querías y que termináramos, para que luego pudieras estar con Sarah, pero no, preferiste mentirme, es lo que más me lastima —ahora sí el dolor y los sentimientos la vence, haciendo que la joven rompa en llanto ante la mirada de su ahora ex.
—Amor piensa las cosas —las súplicas de Chris sólo logran lastimarla más.
—¿Qué debo pensar? ¿Por qué no lo hiciste tú antes? Me decepcionas, Chris. Por un momento pensé... —toma un momento para suspirar y calmar un poco sus lágrimas —, por un momento llegué a pensar que eras el hombre adecuado para mi, aquel hombre con el que viviría eternamente, pero, no será así. ¡Demonios, Chris! ¿Sabes cuánta gente me dijo que terminaríamos de esta manera? Y yo, como la ilusa enamorada que era nos los escuché, y ahora estoy como una tonta aquí parada. ¡Dime qué hice mal, en qué fallé!
—No fue culpa tuya, fue un momento estúpido en mi vida que me gustaría borrar. Natalia, yo te amo y también imaginaba, no, también imagino una vida a tu lado, podemos solucionar esto.
—¿Cómo vamos a solucionar algo que sólo una persona destruyó?
La chica mira por unos segundos más a Chris, toma las llaves de su auto y su maleta, para luego salir de la casa. Maneja por unos minutos sin un rumbo fijo, hasta que decide dirigirse a la casa de su mejor amiga. Su celular comienza a sonar, en total se juntan 15 llamadas sin responder, todas de Chris. Lo peor, es que el tono del celular es la canción, su canción de pareja; así que toma el teléfono para al menos ponerlo en vibrador. Las cosas pasan muy rápido, un simple descuido antes de que escuche el pitido de un alto y luego sienta un fuerte golpe.
***
Chris se encuentra en la sala de espera, junto a varios familiares y amigos de Natalia. La chica sufrió un fuerte accidente automovilístico, invadió el carril contrario en aquella pequeña calle y se estrelló con un auto de transporte de mercancía. La chica recibió el golpe, pero según los médicos, sólo tuvo una contusión en la cabeza y algunos golpes en el cuerpo, nada realmente grave viendo la magnitud del choque. Por ahora está inconsciente y en espera de que se le realicen más pruebas para verificar las secuelas que pueda tener.
Evans no puede dejar de sentirse culpable, porque aunque no hay nada que lo demuestre, sabe que sus llamadas tuvieron que ver con el accidente de Natalia. Los oficiales lo interrogaron acerca de la infinidad de veces que le llamó a la chica, y les confesó lo de su infidelidad, explicó todo como sucedió y luego lo dejaron ir. Ellos, al revisar el teléfono se dan cuenta que ella nunca respondió así que creen que fue otro tipo de distracción.
Los padres de Natalia escuchan parte de la declaración de Chris y simplemente ignoran su presencia, ellos imaginan el daño que su hija ha sufrido, pero prefieren no preocuparse por eso y esperar sólo noticias de la salud de la joven.
Pasan un par de horas antes de que un médico se les acerque y comience a explicarles la situación e Natalia, al parecer, el golpe que ha sufrido afecto la memoria a largo plazo y despertó totalmente confundida y desorientada, sin saber quién era ni nada sobre su vida; presentó una crisis de ansiedad y ahora se encuentra más tranquila. Le pide a los padres o a algún familiar, que se encuentre tranquilo y en condiciones para hablar con ella de la manera más tranquila posible, que pase. Sus padres deciden que pase su hermana mayor, quien al pasar junto a Chris lo mira con reproche.
Una vez que se han retirado, Evans se acerca a los padres de Natalia.
—No necesitamos nada de ti, sólo te pedimos que te retires —le dice el padre de Natalia antes de que Chris pueda hablar.
—Necesito verla, por favor —suplica al borde de la desesperación.
—¿No es suficiente ya el daño que le hiciste? —le reprocha la mejor amiga de Natalia —, puede que seas un actor pero la cara de víctima no te queda. Por una parte, es bueno que ella perdiera la memoria para que se olvide de ti y de lo mucho que la lastimaste. Hazle un favor y olvídate de ella.
Chris intenta hablar pero sabe que no puede reprochar nada, la chica tiene razón. Si dice amar a Natalia, debe dejarla comenzar otra vida, lejos de él y de lo mucho que la lastimó. Sin embargo, con el paso del tiempo, no cumple su palabra por completo.
Él sabe, que todas las mañanas sale a correr al parque que se encuentra a un par de cuadras de la casa de su mejor amiga, sí, ellas viven juntas. Así que acude a verla ejercitarse, siempre se toma un café mientras la cuida a lo lejos y en el anonimato. Esto se vuelve una costumbre, y en sus días libres la va a ver; aunque las cosas, con el paso de los meses, han cambiando, ahora no sale a correr sola, sino con un acompañante, quien tiene ahora el privilegio de tomar la mano de la chica y hacerla reír, ahora, él es el dueño de sus sonrisas, y posiblemente, de su corazón.
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Espero realmente les guste (a todas) y @AlyDeEvans lamento si no es como lo imaginabas, pero me costó mucho escribir este OS.
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