"Sólo es una campaña publicitaria, sólo eso. Nos tomarán algunas cuantas fotografías, algunos spots que serán vistos en televisión, pero nada más. Debo mantenerme tranquila para no retardar las cosas"

Me repito esas palabras desde que salí del hotel acompañada de mi representante, Sara. Después de un par de semanas de espera hoy por fin se grabará todo para la marca de la cual seré imagen junto a Chris Evans, mi actor favorito y amor platónico. ¿Quién diría que después de ser una joven seguidora de Evans ahora estaría a punto de grabar comerciales a su lado?

Mi sueño de niñez ahora es realidad, soy modelo. Aunque comencé mi carrera a una edad "adulta" en comparación a otras colegas, porque me descubrieron hasta los 20 años, los medios aseguran que mi carrera promete mucho. Pero por ahora debo afrontar una cosa a la vez.

Entramos al hermoso edificio donde se harán todas las tomas, mi corazón parece acelerarse a cada paso que doy, subimos los 17 pisos hasta la locación y suelto un suspiro cuando el elevador se detiene, mi representante ríe por mi nerviosismo, conoce la historia.

El fotógrafo viene hacia nosotros y nos presenta a su equipo, me lleva a la habitación donde me maquillarán y cambiarán, pero antes de eso escucho su voz. Trato de caminar más rápido pero me llama por mi nombre, Sara disimula una sonrisa y comienza a charlar con el fotógrafo.

—Hola, Chris —le sonrío y se acerca para besar mi mejilla. Junto mis manos sobre mi abdomen, para que no note que estoy casi temblando.

—Será todo un honor trabajar contigo —dice mientras me guiña el ojo.

—Gracias, pero será más un honor para mí, tienes una enorme carrera que te respalda.

Niega con la cabeza mientras suelta una dulce risa, uno de los gestos provenientes de él que más me enternece. Sé que va a decir algo, pero ambos somos llamados para que entremos a cambiarnos.

La campaña se llama: "L'Amour", igual que el nombre de la fragancia para mujer y hombre, tal como lo señala, todas las fotografías tendrán como tema central el amor. Serán 3 locaciones diferentes, la primera parte me parece muy cómica, ya que me han puesto un vestido estilo 40's pero sencillo y veraniego, mi cabello totalmente ondulado está perfectamente colocado como en aquella época, apenas si se nota el maquillaje, destacando sólo mis labios rojos. Chris, en cambio, lleva pantalones de vestir y una camisa a cuadros.

La escenografía consta de un par de juegos de feria, los demás detalles los agregarán al final. Chris y yo simulamos estar en una cita, así que me ofrece su brazo como si estuviéramos caminando. Nuestras sonrisas son enormes, pero para nada exageradas, los nervios se han ido y ahora actúo con naturalidad. Él va hacia uno de los "juegos" y gana un enorme peluche para mí, lo debo recompensar con un beso en la mejilla. Son unas fotos muy bonitas, al igual que los pequeños cortos de nuestras miradas y sonrisas llenas de timidez, cuando nos las muestran, quedo encantada.

La segunda y última par del día es diferente, ahora me colocan un vestido de un color más oscuro, con un pequeño escote, pero sin perder el tipo de corte de esa época; se esmera aún más en mi cabello y retocan mis labios, agregan algunos otros productos y estoy lista. Cuando estoy lista y salgo me encuentro con Chris, quien está usando un traje muy similar al que usó en Capitán América, le sonrío. El fondo se asimila a un salón de baile o fiesta, me gusta.

—Capitán —lo saludo asintiendo con la cabeza, él me mira y sonríe.

—Señorita, déjeme decirle que se ve muy hermosa —toma mi mano y besa el dorso de esta, escuchamos el sonido de la cámara y volteamos, el fotógrafo nos hace señas para que continuemos, está emocionado.

La mirada de Chris cambia y me hace girar haciendo que mi vestido se mueva con elegancia, sin embargo, quedo de espaldas a él y rodea mi cintura con sus brazos. Pasa su nariz cerca de cuello, subiendo hasta llegar a mi cabello, donde deja un dulce beso. Me ruborizo y no sé cómo actuar, he quedado en blanco con su actitud. Algunos delicados besos y caricias muy sutiles después, escucho una suave melodía que va subiendo de volumen hasta inunda todo el lugar.

Es una canción de aquella época, el ritmo es pegajoso y bailable, Chris me ofrece su mano para que bailemos, hacemos contacto visual y sonreímos al mismo tiempo, hace que dé una vuelta y luego me pega a él para que comencemos a bailar, nos movemos demasiado bien para no ser expertos, no pensé que él supiera bailar, y mucho menos este tipo de música. La canción dura poco más de un minuto, lo suficiente para obtener buenas tomas y sacarnos varias sonrisas, que en mi caso, son genuinas.

—El chico te deja, se va a la guerra, despídete de él —escucho la voz del fotógrafo y asiento con la cabeza.

Todo cambia y coloco mis brazos sobre el pecho de Chris, él rodea mi cintura con sus brazos, mis ojos reflejan dolor y tristeza por separarme de él, dejo caer mi cabeza sobre su pecho, fingiendo un sollozo. Lo siento abrazarme y lo imito, permanecemos así cerca de un minuto, mis ojos ahora están llenos de lágrimas y cuando vuelvo a encontrarme con su mirada, todo parece diferente.

Fallando a mi objetivo principal, me pierdo en su mirada, me quedo sin habla y sin razón por varios segundos, siento su ternura y por extraño que parezca, tengo la necesidad de besarlo. Mi sorpresa es aún mayor, cuando noto que su mirada va directo a mis labios y sin necesidad de que nos lo pidan, me besa. Envuelvo mis brazos sobre su cuello y sus manos acarician mi espalda, nos fundimos en un beso demasiado real para ser algo ficticio. No sé cuánto tiempo pasa antes de que escuche unos aplausos y note los últimos sonidos de las cámaras.

—¡Felicidades! ¡Qué escena, es fantástica! —nos felicitan y Chris rodea mis hombros con su brazo.

Sin soltarme, acudimos a ver lo que filmaron y las fotos que tomaron, me siento extraña cuando nos veo besarnos, y más aún por su cercanía. Nos invitan a cenar a todo el equipo, me niego inmediatamente.

—¿Por qué? Sería bueno salir a cenar —dice Chris y noto sus ojos de cachorrito.

—Es que tengo cosas qué hacer mañana, ¿verdad Sara? —mi representante se ríe y niega con la cabeza.

—De hecho, dejé tu agenda libre para mañana, para que te tomes un descanso, ve con ellos, yo tengo una cita con mi esposo y debo irme, no creo que Chris se niegue a acompañarte a casa después —la odio.

—Claro que no, no es ninguna molestia, ¿vamos? —me mira y termino por aceptar.

Durante la cena estuvo en todo momento conmigo, tuvimos una plática muy amena y descubrimos varias cosas en común, realmente la pasé muy bien. Es más de media noche cuando salgo del restaurante acompañada de Chris, su chaqueta se encuentra sobre mis hombros y caminamos hacia el estacionamiento, donde espera su auto. Me abre la puerta para que suba y él luego entra al lado del conductor, mientras maneja en dirección a mi departamento, cuando estamos cerca de llegar, comienza a hablar.

—Entonces tienes tu día libre —afirma y asiento con la cabeza —, ¿te gustaría salir mañana? —me pregunta de la nada.

—¿Perdón?

—Salir, tal vez ir a comer, a una obra de teatro o simplemente caminar, lo que tú desees —sugiere y por primera vez, lo noto nervioso.

—Claro, me encantaría —respondo, notando que hemos llegado a mi edificio.

—Paso por ti mañana, ¿te parece al medio día? —me pregunta una vez que abre la puerta de mi lado y toma mi mano para ayudarme a salir.

—Sí, nos vemos mañana a medio día —me acerco y beso su mejilla, lo siento sonreír y entro al edificio.

¡Tengo una cita con Chris!

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¿Segunda parte?

¿Qué les pareció en general este OS?

Gracias por continuar leyendo y votando, también por agregar esto a sus "listas de lectura", aunque he visto unas medio extrañas.