Advertencia: AU +18

Cuando Yoriichi tiene ganas de "Cariñitos" Sumiyoshi no sabe cómo identificarlo de inmediato. A veces suele ser muy cariñoso, incluso llega momentos en los que Yoriichi prácticamente no lo deja solo ni un minuto, Pero hablaban de Yoriichi Tsugikuni, nunca se sabría con certera que pasa por su cabeza.

— ¿No tienes trabajos que hacer?

El mayor niega, mientras coloca su cabeza en el hombro del menor. Sumiyoshi suspira con algo de resignación y sigue picando aquel tomate jugoso que ensucia sus manos.

—Yoriichi-san— Le llama al seguir en su misma posición, Tsugikuni no dice nada y esto pone aún más responsable al menor— Tienes que hacer tus trabajos para mañana, recuerda que tienes examen

Tsugikuni sigue sin responder, esto enoja un poco al Más pequeño quien iba a reclamarle su ignorancia, sin embargó su enojó desaparece cuándo el Mayor lo sujeta fuertemente de la cadera. Sumiyoshi se tensa ante la brusquedad de su Novio y es entonces cuándo se da cuenta de algo que lo hace enrojecer. Yoriichi sigue sin decirle algo y solo espera que él reaccione, ¿Cómo debería reaccionar?, Si prácticamente su Novio se la estaba apoyando aún con sus prendas puestas.

Un suspiro largó salió de los labios del menor. Sus ojos se entre cerraron y antes de poder hablar un pequeño golpe en su cadera le hizo gemir y soltar el largo cuchillo que usaba. Sus manos seguían mojadas ante los jugos de la verdura cortada, cosa que le incómodo cuándo se apoyó en la barda de la mesa ante otro golpeteo que le hizo gemir suavemente.

—Y-Yorii...Chi-san...

Y otro siguió, casi de manera sublime aun con las ropas puestas. Las gruesas manos de su novio se colaron por debajo de su pijama, tocando su piel con sus fríos dedos, haciéndolo delirar mientras otro golpe se hizo presente. Un jadeo se escuchó solemne cuándo Tsugikuni se atrevió a jugar con sus pezones ahora erizados ante el frío tacto, El mayor se sintió motivado y con total confianza se atrevió a sacar una de sus manos solamente para meterla al frente del Pantalón de su Novio, comenzando a frotar esa parte claramente abultada.

—¡Yoriichi!

El mayor no sonrió ni cambio su expresión, Tampoco soltó sonido alguno cuándo el Kamado hizo hacia atrás con fuerza, rozando sus nalgas con su abultado Amigó. Sumiyoshi se sentía desfallecer, sin poderlo evitar comenzó a gemir ante los toqueteos y las arrimadas, Yoriichi sin duda le estaba haciendo pasar un mal rato.

—¡E-espera!

Chillo Kamado cuándo Yoriichi aceleró los movimientos en su entrepierna por sobre la ropa. Tsugikuni no pudo evitar morderse los labios, muchos menos cuándo Sumiyoshi cedió al placer y término corriéndose dentro de su pantalón. Yoriichi no fue ni lento ni perezoso cuándo sujetó a su pequeño novio de las caderas y bajó sus pantalones, Sumiyoshi, aún sensible ante su reciente orgasmo, no se quedó atrás y empujó aquél cuchillo con la verduras dejando aquél lugar libre para que el mayor lo acomodará allí.

Kamado podría ser lento a la hora de entender cuándo Yoriichi quería hacerlo, pero le gustaba esa manía, esa magnitud de sorpresa que se llevaba a cabo cuándo repentinamente Yoriichi se ponía "Cariñoso" hablando en ese tono. Y es que Kamado no podía distinguirlo, a veces Yoriichi solía abrazarlo y estar así por horas sin querer algo más, incluso estar como estuvo esa noche, pegado a él sin hacer sus deberes.

—¡Ahh!, ¡Yoriichi!

No era la primera y podría jurar que no sería la última vez que lo hacían en la cocina. Lo habían hecho muchas veces después de mudarse juntos, pero aun así seguía siendo tan excitante como la primera vez.

—Estoy por llegar...

Sumiyoshi jadeo con fuerza cuándo escuchó a su novio decir aquello, sus brazos enredados en el cuello del Tsugikuni hicieron más presión, logrando así qué ambos se besaran con fuerza mientras las embestidas rudas del Mayor eran más certeras. Kamado amaba cuando su novio era tan improvisto en esos temas, cuando de un simple capricho podrían terminar teniendo sexo en vez de cocinar.

Fin