Zaphiri x Krest 2

-- El pasado de Krest --

Krest finalmente estaba contento, llevo una mano a su vientre plano, emocionado por la linda noticia que le daría a su pareja, había cubierto muy bien esos moretes y golpes durante su examen en el doctor. Cuando llegó al pequeño departamento fue sujetado de una manera brusca, haciendo que este quedará confundido y en cierta manera preocupado su cuerpo comenzó a temblar de sobremanera.

— ¿Que sucede querido?

— No hables sin que yo te pregunté.

Cómo si fuera una sudadera fue lanzado al sofá, aquello asustó tanto al chico que intento decirle la noticia pero en cambio solo recibió golpe tras golpe, haciendo que sus esperanzas que alguna vez tuviera de formar una familia se perdieran.

Horas más tarde, Krest estaba en la cocina, su mejilla estaba hinchada, tenía unos cuantos moretes en su mejilla y uno en el ojo, sin contar los dudos abusos todo por a ver salido de aquel departamento sin decirle a su pareja. Estaba un tanto triste, se culpo por no a ver avisado, pero aquellos pensamientos se esfumaron, cuando los brazos de aquel tipo lo rodearon.

— ¿Cuál era esa maravillosa noticia que me dirias?

La curiosidad fue tal, su manera de dar amor era tan extraña, pero esos suaves roces hicieron ver a Krest que su pareja estaba contenta y que su mal humor se había esfumado, fue ahí cuando tomo la iniciativa y de nuevo sus esperanzas de formar una familia creció.

— Seremos padres. Tengo casi tres meses de embarazo.

Krest estaba tan contento, ese hombre a principio no parecía gustarle la idea, pero después de aquello, termino por aceptarlo, dándole un pequeño beso en la frente al más pequeño.

Una hermosa familia nacía, sin embargo los abusos, ya sea golpe y de maneras sexuales no se detuvieron y en muchas veces Krest trataba de portarse mejor pero incluso por cualquier mínimo movimiento era realmente golpeado, uno de ellos fue, cuando apenas su vientre fue notorio, cuando intento levantar unas cajas pesadas cosa que a principio le costó y aunque pronto terminaron en el suelo, eso molesto tanto a la pareja, que lo castigo después de darle unas cuantas bofetadas y empujarlo hasta la habitación en dónde era el castigo usualmente de Krest.

La siguiente fue algo gracioso, sin embargo había terminado tan mal, ya que ese día, el pequeño castaño cenaba con su pareja, su vientre era más notoria incluso intentaba cubrirla sin mucho esfuerzo ya que no podía lograr tales acciones debido a su ropa pequeña, ya que su pareja no quería gastar dinero en el. Por desgracia en esa cena Krest termino derramando el vaso de jugo sobre una de las piernas de su pareja, con su vientre, esto le hizo gracia aunque mirar el rostro de enojo de si pareja aquello lo termino por ignorar.

La última y lo que terminó con sus esperanzas fue una tarde tranquila, Krest regresaba de las compras estaba algo cansando sostenía las bolsas de las compras, pero al subir se encontró con su pareja quien no parecía muy contento.

— ¿Que haces afuera? Sabes que no tienes permiso.

— Lo siento, solo fui por lo que necesitaríamos durante la semana...

— No me mientas Krest, acaso te has ido ver con alguien más, acaso ese bebé es de alguien más.

Aquel tipo hacia que Krest sintiera miedo, incluso el mismo castaño le explicó que no, incluso le demostró, pero eso no fue así, lo había terminado empujando, esto provocó el accidente del castaño, ya que este rodó escalera abajo.

_

Cuando el despertó, se vio en una habitación blanca, estaba confundido, incluso llevo su mano a su vientre solo que el miedo y la tristeza lo inundó, sintiendo que sus esfuerzos no habían sido buenos, había perdido al pequeño nene.

Derrotado y entre lágrimas exclamó, la enfermera tiempo después vino, incluso le pedía que viniera su pareja pero simplemente recibió una negación, de que ese hombre jamás había venido. Krest finalmente se dió cuenta de todo, los malos tratos, ese amor que no era real, todo.

Durante mucho tiempo, su dinero iba a parar a los bancos, en dónde era aquellos que les debían por pagar el seguro médico y el funeral pequeño de su pequeño niño, a principio ya estaba cansando, pensaba que debía simplemente morir, caer en el sueño eterno para jamás despertar, pero lentamente comenzó a leer, comenzo a sentirse cómodo con cada lectura, creyó que sería espectacular tener esos lindos momentos como cada escritura representaba y eso le agradaba.

La gente que le tocaba un hombro o pasaba su brazo por sus hombros podían sentir el pánico del chico y de como este fácilmente alejaba la mano y le pedía amablemente que mantuvieran la distancia.

Todo aquello era nuevo, ya no quería estar sufriendo de la misma manera, por eso creyó que estaría siendo cómodo si no hacía nada, sino llamaba la atención de nadie, se mudo a ese pequeño pueblo, en dónde poco a poco comenzó a poner un pequeño negocio, conoció a su actual vecino y ahora conoció al cuñado de este.

-- Presente --

Zaphiri logro escuchar aquello y eso le hizo tan doloroso que incluso su furia le hizo notar, esto alarmo al más pequeño, quien bajo la mirada y comenzaba a temblar.

De nuevo esa sensación de culpa invadió a Zaphiri.

— Lo lamento, realmente solo venía a disculparme, por todo lo que te he hecho, ahora entiendo un poco más tu vida.

El moreno se atrevió a acercarse tanto, incluso le atrevió a alzar la mirada a ese castaño solo para dedicarle una mirada firme.

— No te dejes derrotar. Has sido fuerte a pesar de a ver tenido mucho tiempo ocultando tu sufrimiento.

Ese suave roce le hizo sentir temeroso, aunque no fue lo único, su pequeño cuerpo fue envuelto en los brazos del mayor.

— Se que te da miedo esto, pero al igual que yo, necesitas un abrazo.

Fue todo, Krest sintió esa necesidad, esa sensación, sintió la calidez que no había sentido, incluso lentamente sus delgados brazos envolvieron al más alto, mientras de sus orbes salían esas gruesas lágrimas que no se detendrían, incluso su cuerpo que había estado temblando dejo de hacerlo solo para centrarse en ese momento único.

Siguieron así por un largo minuto,  ya que estaban seguro que ambos serían así de necesitado, Krest quería más tiempo así, al sentir como el mayor se iba alejando aquel miedo de.no volver a sentir a esa calidez le hizo preocupar e incluso lo miro confundido y preocupado.

— Es mejor que me retire, tienes a persona que vienen a leer tus libros.

Sin decir más, se acercó de nuevo y beso la frente de este, solo así termino por salir, Krest con sorpresa se apresuró pero había sido demasiado tarde, el se había ido.

_

Ya más tarde, Krest caminaba hacia su casa, sostenía una bolsa seña de.a ver venido de la tienda de convivencia, de nuevo cenaría sopa instantánea, estaba seguro que vería de nuevo a Zaphiri sacando la basura, en cambio solo vio a alguien más, un hombre alto y más joven, cabellos azul y unos orbes del mismo tono, sin contar que parecía un tanto explosivo en el carácter.

Krest miro por unos minutos incluso lanzo la mirada hacia la casa pero no había seña de él.

— ¿Buscas a Zaphiri vecino?

— ¿Eh? No, no, no, no... Solo fue curiosidad.

Fue su respuesta, se sintió avergonzado, incluso camino hacia su casa con la intención de esconderse en ella. Pero antes de entrar su vecino le hablo.

— Pensé que se había disculpado, dijo que se iba a ir. No sé cuando vaya volver, aunque se que volverá, dejo a su hijo en casa.

El vecino parecía contento, tanto así que Krest no fue lo mismo, solo entro a su casa una vez que la puerta abrió, se encerró y no supo más, preparo su cena y en medio de la sala entre muchas cajas de libros recordaba aquello, ¿Cuando volvería? ¿Tanto así eran de grande sus problemas?

Krest se sentía solo, durante mucho tiempo no se había sentido así, incluso pasaba leyendo y eso borraba las horas de soledad, pero ahora ni siquiera la lectura la salva, quería tener a ese tipo cerca ese abrazo había sido el mejor de todos.

_

Durante los siguientes semanas Krest intento mejor, intento ser una buena persona y no atarse al pasado, dejando fluir y siendo más sociable, los pequeños gestos de las personas cada vez se hicieron menos molestas incluso le era cómodo, pero esa comodidad no era la que buscaba, sino sentir esa sensación que había sentido cuando Zaphiri le abrazo.

Así sucedió, durante semanas y semanas, pero al no ver al moreno, comenzó a sentirse un poco desanimado, incluso hablaba con su vecino, preguntando por el moreno, pero siempre obtenía una respuesta tan normal "Aún no concluye sus asuntos".

Esa era la típica respuesta de este y eso ya era algo triste para Krest.

Esa mañana fue caminando tranquilo, en manos sostenía una caja con libros eran los nuevos libros que ese mes estarían visible para todos, iba caminando tranquilo, abrió su tienda y acomodo algunos libros antes de irse a la parte trasera, el sonido de la puerta sonó, sin embargo tiempo después se pudo escuchar como era cerrada, eso lo confundió, salió de la pequeña sala de empleados a ver, solo para llevarse una sorpresa.

Zaphiri estaba ahi de pie.

Krest miro aquello, sus ojos estaban bien abiertos, no podía creerlo, incluso se le dibujo una sonrisa que rápidamente sus ojos se cristalizaron. Incluso dió un paso más, aunque al ver cómo el moreno extendía sus brazos solo para Krest corriera y le abrazara.

Zaphiri a principio se sorprendió, ya que no creyó que aceptara el abrazo, incluso creyó que lo dejaría con los brazos extendidos, pero ahora se sentía más contento.

— ¿Este abrazo es algo bueno o malo? Digo, me fui al saber que no te gustaba el tacto físico y ahora regreso y es todo lo contrario.

— Idiota...

Zaphiri sabía de eso, Degel le había explicado todo lo que sucedía durante los días que estuvo fuera, incluso se sentía orgulloso de él. Sin contar que ahora podría intentar hacer algo más.

— Me aceptarías ir a una cita. Digo, si quieres que vaya alguien más podemos hacerlo, puede ir Ecarlate o alguien conocido tuyo.

— Me gustaría que fuera tu hijo.

— Ecarlate, está bien, ¿has hablado con él?

— El viene aquí junto a su primo y Degel, todos los días. Dice que es porque le agrado.

Zaphiri quedó sorprendido, ya que no pensó que su hijo dijera eso, mucho menos que tuviera el valor de decirle, ya que en cierta forma era tímido con personas desconocidas.

— A menos me siento más tranquilo saber algo así.

Krest se alejo de aquel abrazo y es que pensar que ese niño había sido tan tierno y amable, incluso logro recordar e imaginarse en un futuro, algo distante a la realidad, en dónde su niño y ese niño, pudieran ser grandes amigos en el futuro, pero sin embargo si eso pasaba era más seguro que no pudiera conocer a Zaphiri.

— ¿Krest? ¿Sucede algo?

Krest solo negó con una pequeña sonrisa, de imaginarse aquello posiblemente su vida no sería como es ahora y de manera tranquila miro al más alto, acomodando sus grandes anteojos.

— Invita la cena, está vez.

— Sabes que no me molesta invitarte todos los días.

Krest no parecía negarse, aún así, tendrían una especie de salida familiar, aún no sabía que le deparaba el futuro o que posiblemente Zaphiri podría ser de la misma manera, sin embargo en el poco tiempo que lo había conocido, el temperamento de Zaphiri eras explosivas, pero no a la manera de golpes, a menos, no hacía él. Sino hacia otras personas, con él, fue suave gentil, amable era de todo y eso le hacía sentir mariposas en su estómago. Esperaba que en un futuro los tres pudieran ser una linda familia.

Recordó aquellos libros de romance en dónde a final terminaba siendo felices y que no había nada quien lo separe.

Zaphiri por su parte estaba feliz, su emoción era algo notoria, bueno, a menos eso piensa el, muchos creen que Zaphiri es un amargado, claro que lo es, pero es todo lo contrario con la persona que tiene a su lado, incluso fue tan caballeroso que colocó su mano sobre los hombros, por simples respetos y no causar incomodidad al menor.

Zaphiri había pasado por una ruptura y una serie de problemas legales ante los bienes que el tenía, sin embargo, todo esos vienes que posee aún los tiene en sus manos, la corte finalmente había hecho justicia. Sabe que Krest aún no sabe de su vida, por eso espera que durante las cenas y convivios que tengan se vaya enterando poco a poco.

Admite que ese pueblo es tranquilo, incluso en muchas ocasiones está dispuesto a comprar una propiedad y quedarse ahi, su hijo, a final de cuenta podría irse cuando sea mayor a continuar sus estudios, sin embargo no sabe cómo lo tomaría el castaño o su hermano.

_

Una de sus tantas citas, Krest estaba un tanto nervioso, ya que su mente estaba jugando con él, ya tenían mucho tiempo saliendo, incluso su mente le decía que ya lo estaba aburriendo y todo era por no a verse metido con el, darle una noche de pasión como cualquier otro lo haría, ellos se amaban ¿No? A menos deberías a ver más caricias ¿No?

Durante el camino de regreso a casa, el menor estaba un tanto intranquilo, por ende se acercó lo suficiente, queriendo obtener más la atención, aún tenía miedo, miedo de que todo no fuera del color de rosa. Esos viejos recuerdos se hacían presente si hacía esos actos obsenos.

— ¿Que sucede Krest?

Krest no dijo nada, quedó frente a él ocultando su rostro ya que lo dejo recargado en el pecho del mayor, esperaba que de esta manera pudiera entender que debía haber cosas indecentes. Pero en cbio recibió un chaqueta del mayor, esto sorprendió tanto al menor que incluso alzó su vista hacia el rostro del moreno.

— Perdón, pensé que tenías frío, la noche es algo fresca.

Krest no podía ver la malicia de ese sujeto, incluso aunque quedará desnudo frente a él, termino por agradecerle, mientras sus mejillas ardían debido a lo lindo que era.

Ya en la entrada de la casa y con la puerta abierta hablo.

— ¿Quieres pasar a tomar un café aunque sea?

— No quiero molestarte, me gusta estar contigo, pero tampoco quiero ser tan molesto para ti.

— No, no lo harías.

Krest había tomado la mano del moreno, no quería dejarlo escapar, no quería que se fuera así sin más, aún tomando su mano le suplico con la mirada de que se quedara. Zaphiri lo noto, pero no sabía si era buena idea, después de unos segundos en disputa, finalmente lo acepto. Entro, miro el lugar, lleno de libros y unas que otras cajas, era evidente que Krest había pasado por un mal momento, pero ahora parecía más que seguro que estaba cambiando para su bien.

Su charla fue sencilla como últimamente había sucedido, incluso muchos alejaban que solo eran amigos, su poco tacto y pocas emociones eran tan escasas que era imposible darlos o emparejarse.

Pero Krest está vez obtuvo la iniciativa, se acercó a Zaphiri y finalmente plantó un beso en los labios del más alto, obteniendo el amargo sabor del café, Krest estaba un tanto avergonzado y con una voz temblorosa le hablo.

— Podemos hacerlo, siento que te aburro.

Dijo, Zaphiri entendió a la primera, cosa que tomando las manos del menor y besando las se negó. El no fue tan notorio y firme que incluso preocupo al menor

Krest estaba desesperado, su mente jugo de nuevo, tal parecía que no "serviría" no le hacía "feliz" esto asustaba al menor, perder la atención de ese moreno por no lograr darle el gusto carnal, incluso estaba por derramar lágrimas.

— Krest, no quiero aprovecharme, no quiero que pienses que porque no hacemos algo así te vaya a dejar, no te veo como algo así, solo quiero sentir lo bonito de una relación, en estás citas he sido respetuoso contigo, porque te lo mereces. Acostarme contigo no puede resolver nada, ya que estés más cómodo e incluso te sientas mejor contigo mismo, seguro y que nadie puede retenerte, prometo que cuando tú lo pidas lo haremos. Yo no voy a presionarte, los pequeños detalles son lo que puedo ofrecerte ahora, soy un hombre mayor de casi 50 años que no buscar acostarse a la primera con alguien.

Krest noto aquello, sintió esas palabras en su pecho, sus lágrimas salían incluso quitó sus anteojos para limpiarlas, sollozando a gran escala, Zaphiri se asustó, incluso no sabía cómo apoyarlo, lo abrazo esperando así darle un poco de calma. Krest parecía relajarse estaba feliz de a ver encontrando a alguien, que el fuera una persona así.

— Te... Te amo....

Susurró el menor, solo para dejar a un moreno sorprendido, mientras que su corazón lqtiera muy rápido, que fácilmente pudo ser escuchado por el menor, lo abrazo de manera protectora y no se atrevió a soltarlo por ese tiempo que siguieron ahí.

Todo podría ser perfecto de ahora en adelante.

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top