Lo mejor [AxSh]

Shaka está muy concentrado. 

Todos los días medita, todos los días hace sus labores como santo de Athena, todos los días entrena, todos los días escucha a Aioria quejarse. 

Pero hoy no. 

Es su cumpleaños y a base de eso no escucha queja en absoluto, Athena tuvo la gran dicha de darle ese día, un día en donde no trabajara como santo, que simplemente se tomará un descanso, estaban muy seguro que lo haría, pero no fue posible, puesto rápidamente pensó en meditar. 

Se replicó, no debía de pensar así. No por qué no quisiera, sino porque era un día de descanso, era su cumpleaños. Era un día que Athena les daba a sus santos, como recompensa de haber salvado su persona, inclusive les enviaba un pastel como muestra de agradecimiento y un pequeño regalo. 

Shun había recibido un obsequio, era increíble y eso no lo admitía, pero él estaba en su templo, solo. Son sus compañeros o algo, bueno, sus amigos venían a felicitarlo, pero ¿dónde rayos estaba Aioria? Se suponía que era su mejor amigo, muchos decían que eran novios o algo por el estilo. 

Y a decir verdad, a Shaka le gustaba creer eso. 

Últimamente había sentido cosas por el gato, sin embargo, piensa que son pensamientos mundanos que no tienen ninguna necesidad, puesto él es un santo de Athena y sabe que en cierto punto él morirá.

Pero, veía a Shun, su relación con ese muchacho ruso, no iba a mentir, pensó mucho en regañar al conejito, pero sin embargo no lo hizo, por el simple hecho que la misma diosa, le había mencionado que el ser humano tenía que querer a otros, a principio creyó poco, pero comenzó a meditarlo, recordando algunas conversaciones que había tenido con aquel espíritu celestial, Buda. 

Dejó esos pensamientos y se dedicó a buscar algo en que entretenerse, había ido a la cocina a preparar un aperitivo, para luego acomodar su habitación, aunque ya estaba bien acomodaba quería hacerlo, después limpiará el templo y finalmente dormiría un poco. Era complicado, pero cuando Athena les daba un descanso eso era lo que hacían, a menos el santo de virgo. 

Milo terminó por llegar al templo, en donde se encontró con Shaka que limpiaba unos jarrones elegantes, al principio estaba por asustarlo, pero cuando se acercó un poco había sido descubierto. 

— Hola Milo ¿que te trae por mi templo? 

— Oh Shaka, no dejas que uno se divierta asustandote, es como si supieras que estamos aquí. 

— Perdon Milo, es solo que mis sentidos estaban muy desarrollados, ahora puedo saber quien se aproxima desde muy lejos. 

— Bueno, pero al menos es un poco normal, por eso Athena te da un dia libre. 

— Lo sé, ¿Vienes de entrenar? 

— ¿Te parece? 

— Bueno... solo quiero preguntarte si has visto a Aioria. 

— ¡OH! La querida Virgen busca a su gato, realmente no lo se, el se fue mucho antes de finalizar los entrenamientos, dijo que tenía algo muy importante, sobre todo porque Marin vino por el. Lo más seguro es que ya están saliendo. 

Milo habló de manera calmada, detonando una sonrisa, en cambio Shaka estaba en silencio, mirando con sorpresa, mientras se imaginaba un mundo en donde Aioria era novio de la amazona de Águila. Cosa que su mente provocaba una guerra, al menos en su imaginación. 

— Bueno, mas tarde que lo vea le daré mi felicitación, por su relación y felicidades Shaka. Te abrazaría, pero estoy sucio. 

— Y terminarías congelado. 

Una tercera voz sonó en el templo, este era Camus quien subía con calma y sin ninguna preocupación. 

— Vaya que la hielera tiene sentimientos, pero no fuera en el coliseo que ni hace caso solo por obtener la mirada de Shura. 

— ¿Eso que tiene que ver? 

— Por favor, en mi templo no se discute, tomen un poco de respeto a Buda. 

— Lo lamento Shaka, nos vemos y felicidades. 

Milo se va y Camus simplemente lo felicita, siguiendo al bicho quien a decir verdad estaban muy enojados más adelante. 

Shaka sigue ahí, ahora con duda enorme, realmente Aioria se había ido con Marin a hacer, quien sabe que... eso le daba mala espina y a decir verdad, bajo al templo del León dorado. Miro la zona, encontrando poca iluminación, seña que no había nadie al menos por el momento. Dio un suspiro, suponía que era cierto lo que Milo había mencionado. 

Estaba por irse, cuando escuchó los pasos de alguien, no hizo ningún movimiento, simplemente quedó ahí de pie, mirando atento a la persona que se acercaba, era Afrodita y Shura, quienes subieron con calma felicitando al hindu, quien siguió ahí de pie. 

No fue hasta después, cuando recibió un llamado, haciendo que de nueva cuenta mirara hacia enfrente, en donde estaba la entrada principal del templo de Leo. Ahí estaba Aioria, con una amplia sonrisa, quien se acercaba de manera rápida, mientras en sus manos tenía una especie de caja. 

— Que bueno es verte en mi templo, pensé que nunca salías del tuyo. 

— Bueno, quería estirar las piernas. Estaba pensando bajar al rodorio. 

— No es necesario, quiero invitarte a una cena y de paso esto. 

Quito la tapa de aquella caja, mostrando que era un pastel, Shaka quedó sorprendido, puesto en el pastel tenía escrito su nombre y un "Feliz Cumpleaños" a Shaka le pareció tierno, aunque no pasó mucho cuando Aioria lo llevó hasta la cocina. 

— Perdon si no te avise con tiempo, pero estuve con el pendiente del pastel, Marin me ayudó con la comida. 

— ¿Marin? Con razón. 

Susurro, aunque Aioria pareció haberlo escuchado. 

— ¿Cómo? 

— Milo menciono que te habías ido con Marin, mas no me dijo mucho, cree que ella y tu estan saliendo. 

— Vaya, qué dilema, Marin es mi amiga.

Shaka quedó en silencio, Aioria dejo el pastel sobre la mesa, le brindó una silla al rubio y pronto le sirvió la comida de Marin, ambos comieron juntos, parecían como si disfrutaran la presencia de cada uno, Shaka comenzaba a sentirse nervioso, puesto Aioria parecía verlo atentamente y los ojos del griego eran muy lindos. 

Quedaron viéndose por breves momentos, acercándose poco a poco, podían sentir la respiración del otro, para muchos era una escena poco convencional, pero para ellos era como si el tiempo fuera lento. Fue hasta después que Shaka reaccionó a lo que estaba por hacer, darle un beso a su amigo, compañero, no era bueno. Quito su rostro rápidamente, rojo por la vergüenza mientras miraba hacia el plato de comida. 

Aioria se percato de aquello, pensó muchas veces en quejarse, pero Virgo no tenía la culpa, era jóvenes, el muchacho nunca había salido con alguien que no fuera Aioria. 

— Shaka... 

— ¿Si? 

El rubio respondió con rapidez, al momento de responder, sus rostros estaban cerca, el santo de virgo estaba por quitarse, pero rápidamente fue detenido, unas manos en su mejilla detuvieron su acción, pudiendo así sentir aquellos labios. Shaka quedó sorprendido, sus mejillas ardieron y sus sentidos comenzaron a sentir de manera increíble aquel beso. 

Ambos se separaron una vez que faltó el aire, Shaka seguía siendo, Aioria por su parte sonrió victorioso y tomó con sus manos ambas mejillas, haciendo que lo mirara atento.

— Shaka... ¿quieres ser mi pareja? 

— ¿Eh? 

— Siempre has sido alguien importante en mi vida, por eso quiero que seas mi pareja y porque te prometí que seriamos novios el día de tu cumpleaños. 

— ¿Cuando dijistes eso? 

Esta vez Shaka sonó confundido, mientras tomaba las manos, quien aún seguían en sus mejillas. 

— Si cuando éramos pequeños, no te mencione que cuando fuera tu compleños numero 20 podríamos ser pareja, aunque despues de eso, vi que tenias una amistad que Mü, pensé que habías sentido algo por él, así que simplemente me aleje, para verte feliz, pero a final de cuenta, me dijiste que son amigos y yo entendí y mira, estoy pidiendo que seas mi pareja y no se que respuesta me vaya a dar. 

— Si. 

— Aparte he estado... ¿como? 

— Si Aioria, si acepto ser tu pareja. 

Aioria quedó sorprendido, quien rápidamente abrazó a Shaka, quien siguió dándole pequeños besitos. Shaka reía debido al cosquilleo que sentía debido a los besitos, hasta que sintió como Aioria lo apretaba, era un abrazo fuerte, pero no doloroso, esto sorprendió mucho a Shaka quien lo hizo separarlo de aquel abrazo y verlo. 

— ¿Aioria? 

— Shaka, lamento eso, es que me haces feliz, me siento vivo, no me sentía así desde hace un tiempo. Ni cuando era un niño. 

Shaka sonrió con ternura y besó la frente de Aioria.

— ¿Me puedes dar pastel, querido novio? 

Aioria afirmó con gusto, logrando partir el pastel y dándole un trozo a su ahora novio, para Shaka había sido algo bueno, ya que esas ideas absurdas habían desaparecido. Sabía bien que Aioria es una persona impredecible en algunos casos y eso era uno de ellos. 

-

Para esa misma tarde-noche, ambos estaba en los aposentos de leo, dandose pequeños besos, mientras el castaño, quitaba con lentitud la túnica del rubio, Shaka estaba nervioso, pero realmente tenía esa necesidad, durante un tiempo había soñado con ese momento, había tenido sueños húmedos con aquel caballero y ahora que lo tenía enfrente se moría de la vergüenza, sentía vergüenza, que viera su pequeño cuerpo, no eran iguales, el de aioria tenia musculatura a comparacion de el, muchos pensarian que Shaka no entrenaba, el rubio si lo hacía pero a su manera, podía sentir como esos labios bajaron al cuello, mientras su cabello era levemente levantado pudiendo seguir sintiendo la humedad de esos besos. 

Entregar su cuerpo, con esos deseos era tierno, inclusive Aioria le dijo que no era necesario, sin embargo Shaka tenía claro que si no lo hacía, posiblemente perdería al león, más adelante, esa idea estuvo presente debido a Afrodita. 

El santo de piscis menciona que siempre tenía intimidad con Angelo, por el simple hecho de que lo dejara y de esa manera tenía asegurado al santo de cáncer. 

Eso mismo pasaba con Shaka, que podía ver mientras entrecerró sus ojos a Aioria quien chupaba sus pezones. Era su primera vez, esas caricias despertaban rapidamente a su miembro, pudiendo esuchcar la risita de Aioria quien de vez en cuando la tocaba por medio de su sexo. Siguiendo entre besos y caricias, Shaka gimió, dejando sorprendido al gato, quien nunca se imaginó que aquel gemido fuera tan suave, como si se tratara de una mujer. 

Shaka pudo ver la sorpresa de Aioria, rápidamente cubrió su boca, avergonzada por aquello, sin embargo Aioria sonrió con ternura al darse cuenta de lo que había pasado y se aproximo hasta el rostro del virgo.

— Shaka, podemos parar si deseas. No quiero... 

— Sigamos, por favor.

Los nervios de Shaka eran notorios, sin embargo Aioria veía la firmeza en sus palabras. Estaba seguro que Shaka así lo hubiera querido, aunque se muriera de vergüenza. 

Cada acción del griego era tan exquisito, la mente de Shaka se nublo al sentir esa sensación de placer, era tan parecido a sus sueños húmedos y esas veces en que se masturbaba solo, y todo por ver simples escenas de ese caballero, ahora, podía sentir mejor, podía sentir ese órgano entrar en su interior y como pequeños besos y caricias llenas de amor le dejaban sentirse mejor, sin miedo alguno. 

Era una sensación que nunca se imaginó, a duras penas pensaba en que sería bonito, pero era mejor, después de haber sufrido ese dolor, debido a que Aioria entró en él, comenzó a sentir el placer, una parte que lo llenaba con cada estocada. 

Cuando todo termino cuando finalmente se libero de toda esa tension sexual que su sexo habia acomulado, corriendose entre ambos, habia terminado sobre el griego, Shaka en esos momentos estaba sobre Aioria, disfrutando como el miembro del leo, se movia en su inteior, pero ahora, todo habia sido diferente, sentir como de su interior se habia liberado aquel liquido blanco, le hacia sentir comodo, se recosto en el pecho del griego, quien pronto fue abrazado, sabia que nadie lo molestarian a menos no por esos moentos posiblemente hasta mañana. 

Pero en esos momentos Shaka estaba cómodo, escuchando los latir del caballero de leo y sintiéndose cómodo ante la presencia y su nueva vida como pareja de este. 

La mañana llegó, Shaka despertó mucho tiempo después, aún seguía desnudo en la cama, sus caderas le dolían y su espalda igual, era evidente, anoche había hecho lo que nunca pensó hacer, no sabía si era bueno o malo, pero le pedía a Buda una disculpa. 

No fue hasta una hora, que Aioria entró, estaba por levantar a Shaka pero al parecer ya lo había encontrado despierto, simplemente que no encontraba una manera de ponerse de pie. Temía que sus piernas fallaron y cayera al suelo, puesto sentía como sus piernas temblaban como una gelatina. 

— Shaka, no es necesario, pudistes a verme llamado. 

— ¡Aioria! 

Aioria rio, había asustado a la virgen, finalmente alguien había sido capaz de provocar un susto, cosa que en algunos casos Milo no había logrado, camino hasta Shaka y lo tomo en brazos, como si se tratara de una princesa, llevándolo al baño y dejándolo cerca de una pequeña tina hecha de mármol. 

— En un momento vuelvo. Aquí encontrarás todo lo que necesites, iré a buscarte tu ropa. 

Dicho y hecho salió de aquel lugar, dejando que Shaka tomara una ducha, con agua tibia, aun sentía dolor, pero era poco que el anterior, sonrió con ternura al recordar lo bueno que era Aioria, lo servicial y atento que suele ser en casos muy importantes.

Después de unos minutos, Shaka estaba en una especie de sala ahí en el mismo templo, Aioria  y el estabas entrando juntos dandose besito y de vez en cuando una caricia pequeña que a decir verdad Shaka sentía ciertos nervios. 

— Ahora me puedes decir ¿por que me pedistes eso?

— ¿Pedirte que?

— Shaka no eres de esas personas que simplemente con intimidad puedan tener amor, pero que te hizo creer en eso. 

— Bueno, fue todo por una conversación con Afrodita, dice que siempre tiene un encuentro íntimo con Cáncer, para asi no ande buscando a alguien mas y como ellos son novios, pensé en hacer lo mismo, porque no quisiera que me cambies por alguien más Aioria. 

La mirada de Shaka fue de vergüenza y triste, realmente no quería que pasara poco tiempo su relación de novios, Aioria pudo entenderlo. 

— Nunca pasara eso, pero no hagas caso a lo que hacen otras personas, debes hacerlo a tu manera, yo no me enojare, ni buscaré a alguien más, puedo esperarte todo el tiempo que deseas asi como paso con esta relacion, por que te amo mucho Shaka, te quiero tanto como no tienes ideas. 

Shaka lo miró con sorpresa y una sonrisa surgió en su rostro, el rubio abrazo a Aioria, teniendo un momento tierno, sin la necesidad de ser alguien que no era y todo por ideas absurdas debido a sus compañeros, no podía culparlos, ellos solamente comenzaban cosas hacia Shaka, no métodos para tener a Aioria cerca.

-Fin.

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Hola.

He dejado este oneshot de Aioria y Shaka, su contenido fue algo "fuerte", pero como tengo mucho rato sin escribir lemon me costo un poco, pero espero les guste.

Ya tenía rato que no escribía de estos tortolitos, anoche se supone, que estuve corrigiendo, espero y no salga un error.

Espero le haya gustado.
Muchas gracias por leer.
♡♡♡

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