Kanon x Milo

Milo es el típico chico nerd de lentes, braques y lentes, pero de un momento a otro se siente diferente, algo extraño paso.

Y con ellos inicia una historia...

[...]

Milo abrió sus ojos, estaba algo cansando, aunque rápidamente se sentó, dándose cuenta que se encontraba en su casa, tomo sus anteojos y rápidamente se los puso, mirando el entorno, ¿Que había sucedido? ¿Que no se suponía que el estaba en la calle? ¿Recibiendo miles de golpes por los bravucones?

Logro ponerse de pie, solo para ir al espejo completo que estaba en la puerta de su armario, solo para ver su pequeño cuerpo sin ninguna marca o algo por el estilo.

Confundido por aquello decidió bajar, en dónde miro a sus padres. Degel y Kardia se encontraban tan concentrados en sus cosas, Kardia miraba el periódico mientras miraba con cierto reproche las noticias, mientras un Degel cocinaba gustoso y con una sonrisa materna.

Milo a principio quedó confundido, ya que usualmente su padre Kardia era demasiado explosivo y era quien mantenía el hogar debido al trabajo, pero su papá Degel era serio y así como Kardia en esos momentos, bebía una raza de café en lo que esperaba el desayuno.

— ¿Buenos... Días?

No fue un saludo, fue más una simple pregunta, intentando sonar como un saludo, pero en cambio solo recibió una sonrisa pequeña de parte de su papá, quien al verlo sentarse en la silla le dejo su desayuno.

— Has despertado más temprano querido, estás listo para iniciar tu primer día de clases.

— ¿Clases? ¿Iniciar? Pero apenas vamos a mitad de año...

Dejo de hablar, al notar como el duo no entendía, Degel había dejado sus manos sobre los hombros de su esposo, confundido por aquello, ya que no entendía porque su hijo decía eso.

— Creo que no estás bien Milo, supongo que no deberías asistir hoy a la escuela.

— Degel, no hagas que el niño pierda más tiempo, el debe estudiar como debe de ser. Así que no te mortifiques, Milo, comes y te llevo a la escuela.

Kardia dió su veredicto, el recordaba que Degel tenía la última palabra en todo, aún así siendo el papi de la familia, debía admitir que su padre Kardia no tenía un trabajo como tal, pero era superior, sin decir mucho solo afirmó, terminando su desayuno y se encamino a seguir a su padre.

[...]

Había llegado a la secundaria en dónde se encontró con sus compañeros de clases entre ellos iba su amor prohibido... Camus.

Camus es un niño bastante serio, demostrando una gran supremacía o algo por el estilo, pero para Milo ese chico es algo inalcanzable, es incapaz de hablarle ni decirle algo, sin embargo ese chico serio y lleno de amargura como muchos dicen se acercó a él, le brindo una cálida sonrisa, mientras se apegaba a él como si se tratara de alguien bastante importante, antiguamente Kanon no hubiera aceptado eso, ya que muchas veces el mayor lo había visto llorar por ese niño francés.

Pero hablando de el... La mirada del heleno lo busco por todos lados, no lo encontró por ningún lado, eso lo extraño tanto, que incluso intento hablar con Aioria debo ser por Camus.

Debido que Milo era inteligente, Camus se sentía muy tranquilo, ambos eran así, por eso mismo el niño francés decía que ambos estaban destinados, sin saber en ciertas preocupaciones del heleno.

Finalmente la clase inicio, Milo estaba sentando a lado de su ahora amigo Camus, quien estaba sonriéndole y dándole pequeños saludos, mientras su mirada se encontraba en el fondo, en un asiento vacío en dónde el recuerda que ahí tomaba asiendo Kanon.

Después de aquello el profesor entro, solo para iniciar la clase, en cambio, la presencia de otro estudiante dejo a cierto Milo sorprendido y es que se trataba de Kanon, este demostraba poco interés incluso podía verse la poca emoción que tenía por ir a la escuela, con un aspecto desalineado y poco formal. Pudo escuchar los reclamos del profesor, sin embargo Kanon no parecía preocuparse y simplemente los ignora, pasando y olvidandose de las quejas del mayor tutor.

Milo si quedo sorprendido, incluso espero un saludo de mano, pero no, solo lo miro irse, sin darle la cara, estaba más que confundido, desde esa misma mañana con sus padres, Camus y ahora su amigo.

[...]

Ya en la hora de salida, Camus espero a su "novio" sin embargo Milo simplemente le rechazó, diciendo que tenía que ir a buscar otros libros, a principio dudo, pero termino por aceptar.

A principio todo lo que vivió con Camus en ese día fue bueno, siempre quiso eso, pero ver a su amigo de esa manera era algo nuevo, tal vez estaba molesto por iniciar una relación después de lo cruel que era Camus.

Así que tomando mucho valor se aproximó hasta Kanon, quien se encontraba aún en el salón de clases.

— Kanon, ¿podemos hablar?

El chico acomodo sus ateojos, sabía que recibiría un si, era evidente que son amigos, pero aquello se vio olvidado, al notar como ese tipo solo lo mira con cierta irritación.

— ¿Tienes mucha confianza para hablarme de esa manera nerd?

— ¿Disculpa? Soy Milo, tu amigo, ¿acaso no me recuerdas?

— ¿Amigo? Yo nunca he tenido anun nerd como amigo.

— Deja de jugar Kanon, estás molesto porque ando con Camus, si es así por favor, solo aceptalo somos amigos y...

Kanon estaba algo molesto, cómo se atrevía a decirle eso, aunque esa molesta cambio a una sonrisa, solo para ponerse de pie, la estatura de ambos era diferencial y aún así podía notar la firmeza de ese chico de lentes.

— Le diré a Saga...

No dijo nada, su celo fruncido apareció, esto le hizo acercarse hasta el heleno, quien lo sujeto de ambas muñecas, estaba molesto por esa ridícula actitud de ese enano, así como si se tratara un juego, ya que había sabido de los gustos y preferencias de ese nerd, jugaría un poco con él.

— Acaso, quieres decirme que ese nerd francés no es como lo pintan muchos, que no se suponía que los francés suelen ser románticos al momento de enamorarse...

— ¿Que estás diciendo?

— Vamos, ahora vienes a mi, diciendo que me conoces tan bien...

Kanon comenzó a cerrarles sus salidas de escape, solo para poder contener esa mirada nerviosa del chico, pudiendo notar el leve rubor que los anteojos le impedian ver mejor, una de sus manos la dejo sobre la cintura del chico, haciendo que el menor se estremeciera.

— Q-Que... Estás...

— ¿Nervioso?

Milo estaba tan nervioso que incluso sus palabras no salían, solo simple balbuceos, aunque claro está, Kanon no dejaría esa situación a medias, se acercó tanto al chico que incluso le brindo un suave susurro en el oído, para Milo aquello era sumamente extraño, su cuerpo estaba reaccionando de manera extraña, esto asustó un poco, empujando al mayor de el, sacando un poco de fuerza, pudiendo así huir de ahí.

[...]

Ya en casa, estaba en su habitación, había terminado su tarea y solo estaba acostado en cama, estaba viendo su móvil, estaba jugando el típico juego de estrategias, de vez en cuando respondía los mensajes de parte de sus amigos y de su ahora pareja.

No sabía muy bien que estaba pasando, pero le estaba gustando, el simple hecho de que su amor platónico fuera su pareja, tener a sus amigos, aunque Kanon, recordarlo le hizo sentir un poco de tristeza, dejo su móvil y tomo asiento, incluso en el buró que tenía a un lado de su cama no estaba la imagen de él, sino una foto de Camus y él.

Dió un suspiro, tal vez aún faltaba mucho por arreglar las cosas ¿No?

Y así fue...

Durante los siguientes días Milo hacia todo lo posible para hablar con Kanon, incluso comenzaba a sentirse avergonzado cuando se acercaba, debido al repentino acercamiento y coqueteos que recibía, incluso termino por recibir algunos toques y pequeños besos, haciendo que su corazón latiera tan rápido.

Pero aquello, en dónde se desató un verdadero desastre fue en la hora de descanso.

Milo habia salido al jardín junto a Aioria, Mü y Camus para poder disfrutar de aire libre, su charla fue interrumpida cuando Kanon llegó, dejando ambas manos sobre los hombros de ese heleno, mirando con orgullo lo que estaba por hacer o hacia.

— Nerd, vámonos.

Milo no decía nada, estaba tan avergonzado que las palabras no salían en absoluto. Camus noto aquello y con un toque de celos en su hablar alejo las manos de ese tipo de su novio.

— ¿Podrías irte? Milo está demasiado ocupado con nosotros.

Parecía que Kanon no iba a rendirse, pero no quiso molestarlo más de una manera tan tranquila se despidió del pequeño grupo mientras le brinda una amenaza.

[...]

Después de aquello, todo el ciclo escolar fue tranquilo, Camus protegió a su amado, pero aquello no duraría, puesto sus padres se habían separado, logrando así que el pequeño francés regresará a su país de origen, Milo termino por dejar todo claro, que no hubiera problemas y que el francés lograra ser feliz.

Para esos momentos Milo había llegado a su nuevo hogar, tanto años lograron hacer que su vida de adolescentes y ahora un hombre joven, lo hiciera mejor, estaría estudiando universidad en Grecia, obviamente en su país, estaba dejando sus maletas, aunque estaba confundido, ¿En qué? Bueno... En él.

Kanon estaba en la litera superior, acostado mientras sus manos quedaban en su cabeza, parecía estar durmiendo. Milo solo ladeo la cabeza y luego regreso a su idea inicial, acomodar sus cosas.

Estaba todo listo, las clases iniciarían al día siguiente, pero la incertidumbre le llegó y es que cuando termino la escuela e inicio otro curso antes de entrar a la universidad, Kanon, simplemente había desaparecido, jamás se enteró de el, ahora ese tipo se encontraba ahí.

Kanon no se movió ni un centímetro, solo siguió así, hasta que logro ver con cuidado y de como el nuevo estaba agachado, acomodando algo de ropa en uno de los cajones de esa mesita de noche.

Aunque sus ojos se sorprendieron, cuando logro saber de quién se trataba, Milo, aún teniendo esos grandes anteojos, sin embargo su cabello era más largo de lo que recordaba, su figura era pequeña, no tanto como lo sería Shaka, sin embargo eso le había dejado sorprendido, bajo con cuidado y de una manera suave y gentil, lo rodeó.

Lo abrazo de espaldas, cosa que asustó un poco al heleno, quien se movió para zafarse solo para después relajarse, aunque sus nervios seguían presentes.

— Me siento tan feliz de que estés a mi lado.

Esa palabra fue de sorpresa, Milo intento mirarle, ya que podía sentir el rostro del mayor sobre su hombro derecho.

— Sigues con ese francesito...

— ¿Te refieres a Camus? No, he sabido que está saliendo con alguien más...

— ¿Estás celoso?

— No... Estoy feliz por él, ya que lo he visto más feliz de lo que yo no pude hacerlo.

Kanon siguió así, abrazándolo, solo así logro escuchar una vez más a Milo.

— ¿Dónde estuvistes estudiando?

Kanon no parecía responder, incluso no quería decirle, se sentía tan avergonzado.

— Estuve fuera, en una especie de internado...

— ¿Por qué?

— ... Por... Saga...

— ¿Saga? ¿Que tiene Saga?

Kanon sintió un poco de celos, cuando el heleno logro separarse y mirarle esperando obtener una respuesta inmediata.

— ¿Por qué preguntas por él? Es más, ¿Por qué siempre me has hablado con tanta confianza?

Milo no supo que responder, aunque debía decirle la verdad ¿No? Así que lo llevo a la cama inferior y lo dejo sentando, el tomo la silla del escritorio y se sentó enfrente de él.

— Porque somos amigos, bueno, éramos, antes de despertarme un día de secundaria, me encontraba en una situación extraña, mis padres tienen papeles inversos, mi padre Kardia el que conozco bien, no trabaja, sino mi papá Degel, aquí es al revés, Aioria se quedó con Mu, cosa que no es así, de dónde yo recordaba, Aioria siempre estuvo enamorado de Shaka.

Kanon solo escucho, aunque a principio nunca creyó las palabras y estaba por detenerlo para comenzar a reclamarle, pero el menor siguió hablando.

— Camus, era mi amor platónico y aquí resultó que era mi pareja, ni siquiera lo imaginé así, ya que tú me cuidabas, incluso me decías que no era necesario andar con Camus, también conocí a Saga, me defendías de él porque podía sentir su enojo cuando hablaba con el...

Milo demostró una pequeña sonrisa al recordar aquellos viejos momentos, en ese mundo alterno por así decirle.

— Se que no vas a decirme si Saga está bien o no, solo espero que ustedes se lleven bien, a los dos los aprecio tanto...

— Saga... Murió hace mucho tiempo Milo.

— ¿Q-Que?

— No creo mucho tu comentario, pero, si esto te ayuda, Saga murió muy joven, Saga junto a mi padre tuvieron un accidente y desgraciadamente murieron ambos, padre Defteros se quedó conmigo, diciendo que todo saldría bien.

Las palabras que el mayor había soltado había sido tan repentinas que incluso dejo en shock al heleno.

— Si tú realmente me conoces... Yo... Lo lamento.

Kanon se disculpo, estaba tan avergonzado que incluso no se atrevió a alzar la mirada, aunque aquello no fue todo, Milo noto aquello y simplemente lo abrazo.

— Lo lamento, todo esto es tan confuso y repentino, pero me quedaré a tu lado... No importa lo que suceda cuenta conmigo para todo, cómo siempre.

Kanon abrio sus ojos con sorpresa, esas palabras parecían tan sinceras sus manos estaba temblando, que incluso tocarlo era extraño, aún así se atrevió a abrazarlo para así sentir ese cálido sentimiento que de había mucho tiempo había perdido.

Fin.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top