Radamanthys mira con tristeza, ve como ese hombre camina con calma en dirección opuesta, mientras a su lado se encuentra el hermano de este.

Se siente mal, un dolor le pulsa su pecho, no comprende que hizo mal, que hizo para ser castigado de esta manera.

— Perdón Kanon...

Susurró al ver al hombre alejarse de él.

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Radamanthys abrió sus ojos de golpe, logrando ver qué estaba en una habitación, sin embargo no se encontraba solo, estaba alguien más, Pandora había estado preocupada por su querido hermano y ver cómo el rubio había abierto sus ojos le había llenado el rostro de felicidad.

Con emoción corrió hacia afuera, en búsqueda de un médico, sin embargo Radamanthys no ansiaba por saber su estado, sino por alguien más.

Cuando regreso Pandora ni venía solo, sino con el doctor que lo había atendido.

— Que bueno que has despertado.

Hablo el médico, tomando los pulsos y checando al paciente, Pandora estaba sonriente, mientras lagrimillas brotaban de sus ojos.

— Si, pero, ¿Dónde está Kanon?

Ese nombre hizo sorprender a la mujer, quien poco después miro hacia otro lado, su rostro detonó enojo, no estaba muy feliz por ese nombre.

— Él bueno, se fue. Su hermano dijo que sería mejor que estuvieran separados por un tiempo.

Estaba por continuar, pero el médico dió sus resultados, indicando las leves heridas, seguido de pequeñas futuras quejas que tendría el paciente.

Después de una pequeña felicitación de parte del médico, aviso que pronto sería dado de alta, para luego así retirarse. Radamanthys miro a su hermana, con la intención de saber a qué se refería.

— El accidente que tuvieron, fue gracias a él. Yo le mencioné a su hermano el destrozó que había causado, sin embargo el acepto rotundamente en llevárselo, para que no hubiera más problemas.

— ¿Por qué lo hicistes?

— Porque él tuvo la culpa, iba borracho.

— ¿Que? No es cierto eso.

Radamanthys tomo asiento en la camilla.

— Kanon no podía beber. Tenía prohibido hacer eso.

— Pero lo hizo, lo hizo y provocó el accidente.

— No entiendes nada. No podrías entender lo que él está sufriendo, ¿Dónde se encuentra él? Quiero hablar con él.

— Será complicado, sabes dónde vive su hermano, ahí lo encontrarás, pero hay un detalle enorme.

— ¿Que?

— No sabe quién eres tú.

— ¿Como?

— Kanon perdió la memoria. Saga solamente ha podido conseguir que recuerde a su familia, nada más, de ahí en fuera, no sabe quién eres tú.

El inglés abrió sus ojos con sorpresa, la preocupación fue notoria, aún así estaba dispuesto a seguirle a dónde quiera que estuviera.

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Después de varios días, finalmente habia salido a la calle, era su momento para ir a buscar a la persona que tanto había deseado, cuando llegó al hogar se sintió nervioso, estaba sujeto a qué posiblemente Saga lo alejara, aún así, iba a suplicar  por verlo.

Cuando llegó y llamo a la puerta fue recibido por Saga, reconocía muy bien a los gemelos, por ende y de manera apresurada pregunto por el gemelo menor.

— ¿Dónde está Kanon?

— Kanon está bien, aunque ¿Que haces aquí? Pensé que Pandora odiaba la presencia de Kanon cerca tuyo.

— Nada de eso, quiero verlo.

Saga dudo, sin embargo no era capaz de dejar que aquel hombre siguiera sufriendo.

— Está bien, pero... El no sabe quién eres, el apenas sabe quién es su familia, aún no he hablado de ti.

— Descuida, quiero que él me recuerde, mientras yo le esté diciendo.

La sonrisa de Radamanthys fue nostálgica, llena de esperanzas por saber el estado de su amado.
Fue guiado hasta la sala, Saga los dejo solo y Radamanthys quedó en rotundo silencio, viendo a Kanon como veía con intensidad el libro de fotografía.

— Saga necesito...

Guardo silencio cuando finalmente dirigió su vista hacia el hombre, Radamanthys miro con una pequeña sonrisa, camino hasta quedar enfrente del gemelo menor.

— Kanon...

— ¿Quien eres tu?

— Soy yo, Radamanthys, tu pareja.

— Yo no tengo pareja, mi familia es lo único que tengo, ¿por que dices eso?

— Pero, soy yo, Radamanthys, acaso...

Guardo silencio. Miro con tristeza al hombre que tenía enfrente, aunque pronto se dirigió una vez más al hombre.

— Kanon, perdón. Se que debí protegerte... Pero no pude, yo fui el culpable de todo.

Dirigió su mano hacia la mano de Kanon. Tomando con suavidad hasta sujetar con firmeza la mano del gemelo.

— Perdón, debo de ser castigado por esto, porque perdí toda una relación contigo. Nuestro hijo...

Susurró con dolor.

— ¿Hijo?

— Esperas un bebé mío, nosotros íbamos a casarnos y mi regalo fue ese bello bebé... Pero yo tuve la culpa, sino fuera por mi, tu seguirás recordando conmigo y ese pequeño estuviera aquí.

— ¿Nosotros íbamos a tener un bebé?

Afirmó Rada.

— ¿Por qué Saga no me dijo eso?

— Pandora le dijo que se alejara, que te fueras con alguien mejor que yo, que yo provocaría molestias en ti.

Kanon quedó en silencio, mirando al hombre que estaba arrodillado, sufriendo enormemente. El gemelo menor siguió observando y de manera tranquila hablo.

— ¿Que sucedió?

— Tuve la culpa, porque fui un idiota me habías dado una noticia, pronto nos íbamos a casar, seríamos felices, la noticia fue repentina, que termine bebiendo.

Radamanthys rio con melancolía y prosiguió a relatar.

— Pensé que todo lo que hice iba a ser bueno, me sentía como una miseria, llegué a pensar que no sería un buen padre, alguien que toma por cualquier cosita no tiene la capacidad de tener ese bonito regalo. Se que es posible que no me perdones que ahora quieras que me aleje de ti vida, pero solo daba un pequeño perdón, perdón que necesito, para tratar de seguir adelante.

— Lo primordial, es de que te perdones a ti mismo, que no te culpes por un accidente.

Kanon hablo de manera calmada, le dolía a ver sabido tal situación, sin embargo no tenía el derecho de reprocharle, puesto no tenía recuerdo de aquel accidente o de la persona que tenía enfrente.

— Tal vez en un futuro nosotros nos veamos, hablemos y finalmente nos reconcilie, pero por el momento ansió mi regreso a Grecia. Querer tener mis recuerdos familiares y no seguir sintiéndome tan vacío una vez que regrese.

— P-pero...

Radamanthys se sorprendió, no quería que el gemelo menor se fuera, pero que caso tenía, el gemelo no lo recordaba en absoluto y si lo tenía a la fuerza no habría ese amor que había nacido desde hace mucho tiempo. Bajo su cabeza, estaba derrotado, ya no había nada que hacer, más que aceptar la cruda realidad de la situación, el había tenido la culpa, había perdido a sus dos grandes amores, a Kanon y a ese pequeño que jamás nacería.

Radamanthys se puso de pie, agradeció enormemente y camino hasta la entrada, en dónde miro a Saga quien no estaba solo.

— Lamento mi presencia Saga e inclusive la situación.

— No estoy molesto, escuché todo, sin embargo no estoy molesto, Kanon sabía de eso, yo le dije la primera vez, porque el estuvo ahí cuando Pandora dijo eso.

— ¿Que?

— Descuida, Pandora no sabía que estaba aún despierto, no guarda rencor en ti.

— Lamento todo esto Saga, creo que realmente me merezco que Kanon se olvide de.mi por completo.

— Te comprendo. Aunque se que el volverá a buscarte, en un futuro, ya que sus recuerdos regresen y su estado de ánimo sea mejor que antes.

— Si, eso espero.

Radamanthys termino por irse, estaba derrotado, sabía perfectamente que Kanon no lo iba a perdonar tan fácil, sin embargo no perdía las esperanzas por tenerlo de vuelta. Sabía que pronto regresaría y está vez iba a hablar.

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Con el pasar de los días, Saga había logrado comunicarse, indicando que si quería verlo una vez más, antes de partir, puesto en todos esos días no se atrevió a visitarlo, por tener a causarle problemas a ambos.

Dudoso de aceptar termino por ir, estaba tembloroso, se sentía como la primera vez que iba a salir a una cita, pero está vez era ver a su querido, aquella persona que no tenía recuerdos en absoluto.

Llamo a la puerta, espero por segundo para ser atendido por Kanon, quien estaba vestido de manera adecuada, veía de manera idiota, encontrándose con todos esos bonitos recuerdos, aunque Kanon lo miraba de una manera confusa.

— ¿Puedo ayudarlo?

Salió de sus pensamientos, mirando ahora al hombre que tenía enfrente.

— Yo, bueno...

Intento buscar el motivo primordial, hasta que llegó Saga, quien lo invito a pasar, Kanon miro confuso, sin embargo no digo nada y siguió el camino.

— Saga pensé que solo sería una cena familiar, mañana nos vamos.

— Claro que es familiar, Radamanthys forma parte de la nuestra.

— Sigues creyendo que eso es posible.

— Saga, en serio, no es necesario...

— Calma Radamanthys, todo está bien. Eres mi invitado, así como tal Kanon debe de respetar.

Fue ahí cuando Radamanthys recordó la primera vez que Kanon lo llevo a conocer a su gemelo, en dónde prácticamente obtuvo esa misma frase. Solo quedó en silencio, sintiendo la mirada curiosa del gemelo menor, aunque a final de cuenta nada cambiaría en absoluto.

La cena fue calmada, tranquila, entre conversaciones y ciertos temas que para muchos habían sorprendido a la familia, puesto no se habian imaginado que el Inglés tuviera conocimiento de aquellos, uno de ellos fue en cosas de ciencias e historia.

La noche transcurrió normal hasta que Radamanthys, estaba por irse.

— Radamanthys ¿quieres acompañarnos en nuestro curso al aeropuerto?

La sorpresa de ambos, de Radamanthys y Kanon fue notoria.

— Eh... ¡Si! Me gustaría.

— Vale, mañana te espero aquí, no trates de llegar tarde por favor.

— Claro, estaré temprano, muchas gracias por la comida.

Salió de casa, sintiendo una extraña emoción, seguido de tristeza, nada había cambiado, sin embargo no iba a perder la esperanza, no importaba si está vida no era la adecuada.

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La mañana siguiente el inglés quedó miro a los gemelos salir de casa, fueron guiados hasta el aeropuerto, Saga iba atrás con su acompañante, mientras enfrente estaba Radamanthys conduciendo y Kanon como copiloto, mirando con aburrimiento el camino, Radamanthys sabía que Kanon no disfrutaba de su presencia, por eso trataba de no molestarlo mucho.

Cuando llegaron al aeropuerto, esperaron por su vuelo, que faltaban más o menos como 10 minutos. Saga se alejo por breves momentos hablando por teléfono, mientras que los tres tenían un intento de conversión.

— Espero y te vaya muy bien Radamanthys.

La sonrisa del castaño fue notoria. Dando buenos ánimos al inglés que seguía afirmando todo.

— Si, igual a ustedes, les deseo lo mejor.

— Gracias.

La sonrisa fue tierna, llena de amor, en cambio Kanon trataba de ser algo serio, no entablar una conversación con un "desconocido", fue ahí que aquella persona se alejo, dejando a ambos solos.

— Ya me he perdonado, solo espero y tú puedas recobrar tu memoria y comprendas el dolor, se que no sentiré lo mismo que tú, pero he tratado de disculparme por mucho tiempo.

Kanon quedó en silencio, miro de reojo al hombre para luego dar un suspiro.

— Lo tendré en cuenta, aún sigues en mi corazón, me preocupa en absoluto tu ausencia. Sin embargo no tengo los recuerdos que me hagan querer estar contigo, más que estos sentimientos.

Radamanthys estuvo por pedirle que se quedara, sin embargo el llamado de los pasajeros le detuvo, viendo cómo Kanon se ponía de pie listo para irse.

— Pero ya a quedado atras y cuando regrese nosotros podremos hablar.

Dicho esto, llamo a Saga, ambos terminaron su conversación caminando hasta el avión.

Radamanthys mira con tristeza, ve como ese hombre camina con calma en dirección opuesta, mientras a su lado se encuentra el hermano de este.

Se siente mal, un dolor le pulsa su pecho, no comprende que hizo mal, que hizo para ser castigado de esta manera.

— Perdón Kanon...

Susurró al ver al hombre alejarse de él.

-Fin.