Hola.
Cómo ya ha pasado Halloween, es momento de regalar un OneShot pequeño, no sé si vaya a hacer un oneshot a la mexicana por el día de muertos, ya que ese día quiero descansar, pero la sincera verdad pensaré en algo, o tal vez ustedes me den una idea.

En fin, la historia... Pues.... Solo lean.

Pareja: ??? × Isaac (¿Crack?)

Creo que es un ships muy random.

____________

Isaac estaba tan nervioso, era su boda, ya llevaba más de cinco minutos peleando con aquel moño blanco que usaría, sus manos estaban sudando y sin contar que sus nervios le estaban jugando una mala pasada.

Su cabello acomodado y su traje bien limpio.

Todo estaba perfecto, excepto aquel moño.

La puerta se abrió, dejando ver a su padre. A principio no tuvo la cara para verlo, pero aquel hombre camino hasta quedarse a lado de ese chico.

— Tu padre me hizo entender cierta cosa, aún me duele saber que te vas a casar con alguien como él, pero, si tú eres feliz yo lo aceptaré.

El hombre de rasgos finos y cabellera aguamarina hablo con calma, su voz era tan delicada, se colocó a lado de su hijo, la altura era diferente.

— ¿Me has aceptado?

Su pregunta fue en un susurró, aún no creía lo que estaba escuchando, se estaba emocionando con cada palabra. Que inclusive proveniente de él, era poco creíble.

— Claro, ahora entiendo porque llorastes por él, tienes los mismos sentimientos que tú padre.

El hombre comenzó a atar aquel moño, de manera delicada, la altura era muy diferente a lo que muchos podría decir. Sin embargo, Isaac estaba más que feliz la noticia lo había dejado sin palabra.

— Quiero que seas feliz, he visto que él es el indicado, temía tanto que te hiciera daño, pero ahora, ahora veo tu emoción, tu calma que has demostrado.

— Si, él me ama como yo lo amo a él.

La sonrisa de aquel hombre al escuchar aquello le hizo recordar a su juventud, recordándole que su esposo y él se habían casado mucho antes de una edad apropiada.

— Debes seguir, no puedo detenerte, ya eres una persona adulta y no quiero ser alguien que  odia verte feliz.

— Gracias.

Susurró abrazando a su padre, dándole un beso en la mejilla, Camus comprendió aquel sentimiento, aún así lo tomo de ambas mejillas y brindo un pequeño beso en la frente, de un momento a otro, el chico sonriendo, dejo la habitación.

-

Una hora más tarde.

Isaac caminaba, toda la gente estaba de pie, la entrada del novio estaba haciéndose presente.

Todos estaban felices, todos veían con emocion la entrada de aquel novio y una vez a lado de su pareja, el sacerdote comenzó su sermón.

Isaac estaba calmado, disfrutando de aquella festividad que para muchos sería una fiesta más, pero no, era algo especial para él y entre discurso de aquel viejo sacerdote sintió el apretón en su mano, giro su vista encontrándose con su pareja.  No iba a mentir pero su pareja sonreía, estaba feliz de que la unión entre ellos fuera tan real.

Mientras el discurso seguia, Camus miraba atento, había buscado muchos motivos para que su niño dejara aquel sujeto, sin embargo no encontró ninguno, realmente lo amaba tanto, sin contar que su pareja le habían platicado cientos de cosas y a decir verdad, sentía ciertos celos de eso.

— Vamos Camus, Isaac ya es todo un adulto, ¿ya sientes la calma? Él no sería capaz de dejarlo solo.

— Perdón Milo, es solo, que es mucho mayor que Isaac, temo que de un momento a otro Isaac terminé abandonado por él.

— No creo que pase. Siempre he hablado con él, nunca ha tenido sentimientos por otra persona, desde que comenzó a salir con Isaac.

— ¿Por qué lo defiendes tanto? Debes defender a tu hijo, no a un desconocido.

— Cariño, yo conozco a las personas que me rodean y se perfectamente bien, que Kanon no es ninguna persona traicionera o buena para nada.

Camus miro atento a su esposo, pudiendo ver la seguridad al tener la mirada hacia enfrente. Esa sonrisa que brindaba seguridad en sus palabras era evidente que aquel heleno confiaba demasiado en ese sujeto.

El francés giro su vista hacia la pareja, que ahora se veían frente a frente, radiaba amor y felicidad, cosa que Camus había comenzado a notar desde hace un par de días, sus ojos brillaron, sintiendo como comenzaría a llorar.

Se acercó a su esposo, sintiendo los brazos de este, en seña de protección y brindarle calma ante los sollozos que salían en silencio, ver a su pequeño niño partir a otro rumbo, dejarles solo para posiblemente verlo poco.

En cambio.

La pareja estaba emocionada, habían empezado como una simple salida que habían sido abandonados a última hora, sus demás colegas habían cancelado su salidas y ellos habían sido los únicos que no sabían de esto.

Finalmente la orden de unión de pareja se dió, un beso que indicara que ambos ya eran pareja.

El beso fue tierno y suave, no iba a revelar sus más grandes deseos carnales en público, sobre todo cuando Kanon tenía a sus suegros a la vista, para él, era algo difícil, nunca pensó enamorarse del hijo de su mejor amigo, simplemente le había dejado sorprendido.

No le dejo de otra, más que continuar.

Disfrutando de una pequeña fiesta, en dónde los invitados pudieron celebrar más la unión de ambos, también para felicitarlos.

Los novios de encontraban en la mesa principal, en dónde se encontraban familiares de la pareja. Isaac agradecía, cada gesto y regalo era bien recibido, sin embargo, tener a sus padres enfrente le hizo sentir emoción y mucha calma.

— Gracias.

Agradeció, obteniendo una mirada llena de amor y sinceridad de parte de ambos padres.

— Queremos verte feliz Isaac.

— Si algo malo sucede, puedes decirnos, nosotros te vamos a defender.

— Claro, lo tendré en cuenta.

Camus hablo, de manera protector, aunque aquello rápidamente le lanzó una mirada de enojo hacia su yerno, quien simplemente sonrió con nervios.

— Kanon, cuida de mi hijo, que se perfectamente bien que está bien cuidado.

— Si, no te voy a decepcionar Milo.

La sonrisa de Kanon fue tal que hizo calmar los pequeños nervios de Milo, demostrando una sonrisa sincera.

La noche fue trascuriendo, Isaac había regresado a su asiento, el baile había sido agotador, una pequeña sonrisa fue demostrada, que inclusive su novio se percató, aproximándose y dándole un beso.

— Kanon, estamos en público.

Susurró con pena.

— ¿Que tiene de malo? Eres mi pareja, las parejas hacen esto.

Kanon sonrió, pasando su brazo por los hombros de Isaac.

— Está bien.

Susurró y beso con timidez al mayor.

Ambos parecían pareja de adolescentes, dándose amor de manera tan infantil, en algunos casos podrían ser peores que adultos tan serios. Pero esos momentos su amor radiaba amor.

Mucho amor.

— Kanon, me haces muy feliz, todo esto es espectacular, siento muchas cosas en mi estómago, emoción, adrenalina, sentimientos, todo.

Isaac hablo, mientras su vista fue dirigida hacia su alrededor, dejando aquello para ver a su esposo.

— Yo lo hice por ti, porque te amo demasiado Isaac, me hicistes ver el mundo de una manera tan diferentes, te amo demasiado, que no puedo olvidarte, no puedo odiarte. No puedo hacer nada para que tú te alejes. Quiere que estés conmigo siempre.

— Siempre lo voy a estar, no importa los sucesos.

Hablo dedicándole una sonrisa a su esposo y de nueva cuenta otro pequeño beso.

Demostrando el inmenso amor que tenían entre ellos.

Fin.