— ¡Escúchame Tanjiro!— Le gritó, intentando retener al menor— ¡Es peligroso!

— ¡Pero yo puedo cuidarme sólo, Giyuu-san!

Tomioka negó, intentando tomar sus manos, pero él menor evitó qué esto pasará golpeándoselas levemente. Entonces Tanjiro volteó su cuerpo y caminó lejos de mayor.

Despacio, despacio y tortuoso Giyuu observaba como él se iba de su lado, su manó aún estaba estirada. No quería qué se fuera, no quería qué Tanjiro se alejará, no quería qué lo dejará sólo... No quería qué él...

Y así se vio, nuevamente soló.

Pero los pasos resonaron, lentos, precisos, cercas y resonantes, hasta frenar en un silenció frente a él. Entonces Tanjiro lo abrazó y Giyuu se bajó a su altura, correspondiendo al abrazó con cariño y temor, Preocupación y Amor.

—Lo siento

Fin.