Entre Hierro y Corazón

Desde el primer encuentro entre Alphonse Elric y Tn estaba claro que no se llevarían bien. Aunque ambos compartían el mismo objetivo de ayudar a los demás y encontrar respuestas a las incógnitas de la alquimia, sus enfoques y personalidades chocaban constantemente.

Fase 1: Odio

—¿Crees que porque eres el hermano del famoso Edward Elric tienes derecho a darnos órdenes? —espetó Tn, con los brazos cruzados y una mirada desafiante.

Alphonse, aunque siempre calmado, sintió la frialdad en su tono. No estaba acostumbrado a ese tipo de confrontaciones, especialmente no de alguien como ella, que claramente era capaz y decidida.

—No es eso —respondió él, manteniendo su voz tranquila a pesar de la tensión—. Solo creo que deberíamos trabajar juntos.

—Entonces empieza por dejar de actuar como si tuvieras todas las respuestas —dijo ella antes de darse la vuelta y alejarse.

Desde ese momento, cada vez que sus caminos se cruzaban, la atmósfera entre ellos era tensa. Tn no soportaba lo que consideraba la actitud excesivamente complaciente de Alphonse, y él no entendía por qué ella siempre parecía estar tan a la defensiva.

Fase 2: Rivalidad

A pesar de sus diferencias, Alphonse y Tn empezaron a trabajar juntos en diversas investigaciones alquímicas, lo que pronto se convirtió en una rivalidad no declarada. Mientras que Alphonse era más metódico y reflexivo, Tn era impulsiva, confiando en su instinto y habilidad natural.

—Eres demasiado cauteloso, Alphonse —dijo Tn un día, después de que él sugiriera revisar una fórmula alquímica por cuarta vez.

—Y tú te arriesgas demasiado —respondió él con calma, aunque sus palabras llevaban una clara crítica.

—Es lo que se necesita cuando quieres resultados rápidos.

A partir de ese momento, los dos comenzaron a competir de manera silenciosa. Alphonse intentaba demostrar que la paciencia y el análisis eran la clave, mientras que Tn creía firmemente que su estilo más audaz y directo era superior. Cada uno intentaba superar al otro en cada misión, lo que solo alimentaba la tensión entre ellos.

Fase 3: Tolerancia

Con el tiempo, sin que lo notaran, la hostilidad entre ellos empezó a suavizarse. Alphonse comenzó a darse cuenta de que, aunque Tn era impulsiva, su intuición alquímica era increíblemente aguda. Y ella, por su parte, vio que, detrás de la calma y el control de Alphonse, había una gran sabiduría y compasión.

—No lo haces tan mal para ser tan meticuloso —admitió Tn después de que él evitara un accidente al revisar un detalle que ella había pasado por alto.

—Y tú eres increíblemente rápida para resolver problemas complejos —dijo Alphonse, soltando una ligera risa.

Aunque seguían con sus bromas y diferencias de enfoque, había algo nuevo en su dinámica: un respeto creciente que ambos reconocían a regañadientes.

Fase 4: Enamoramiento

A medida que pasaban más tiempo juntos, Tn empezó a notar algo más en Alphonse. No era solo un genio alquímico, sino una persona profundamente amable, con una fortaleza interna que la intrigaba. Alphonse, por su parte, comenzó a sentir algo más allá de la simple admiración por su compañera.

Un día, en medio de una peligrosa misión, Tn quedó atrapada en una trampa alquímica. Alphonse, sin dudarlo, corrió hacia ella, desactivando el peligro con rapidez.

—¿Estás bien? —preguntó, con preocupación en su voz metálica.

Tn lo miró, su corazón latiendo más rápido de lo normal. No por el peligro, sino por la forma en que él había corrido hacia ella sin pensarlo dos veces.

—Sí, gracias a ti —respondió, su tono más suave de lo habitual.

Desde ese momento, cada vez que sus miradas se cruzaban, había algo diferente en el aire. La rivalidad seguía allí, pero también una conexión más profunda que ambos empezaban a notar.

Fase 5: Declaración

Finalmente, después de semanas de tensión acumulada, llegó el momento inevitable. Alphonse y Tn estaban en una biblioteca, investigando una fórmula compleja, cuando, sin previo aviso, Alphonse rompió el silencio.

—Tn, hay algo que quiero decirte —dijo, su tono serio y calmado.

Ella levantó la vista de los libros, sorprendida por la seriedad en su voz.

—¿Qué pasa?

Alphonse tomó un momento antes de continuar.

—Al principio, pensé que solo eras una persona demasiado impulsiva. Pero... me equivoqué. Te he observado, y me he dado cuenta de que eres mucho más que eso. Eres increíblemente fuerte, y... bueno, me gustas.

Tn lo miró fijamente, sin saber qué decir. Aunque había sentido algo entre ellos durante semanas, no esperaba que él lo admitiera tan directamente.

—¿De verdad? —preguntó ella, aún asimilando sus palabras.

—Sí —respondió él, con su habitual sinceridad—. Y no es algo que pueda explicarse con alquimia.

Tn dejó escapar una pequeña risa, sorprendida por lo mucho que esas palabras la afectaban.

—Supongo que siempre me has impresionado, Alphonse. Tal vez por eso me irritaba tanto al principio. —Ella hizo una pausa, su voz suavizándose—. A mí también me gustas.

Alphonse, aunque su rostro no podía mostrarlo debido a su armadura, sentía una calidez que no había experimentado en mucho tiempo. A partir de ese momento, sabían que su relación había evolucionado más allá de la rivalidad, encontrando algo más profundo en el proceso.