No es un error es amor
La suave brisa movía su cabellera azabache mientras su mirada se dirigía al cielo que se encontraba en su atardecer iluminando sus ojos verdes con sus auroras rojo y naranja con un leve toque amarillento. Ella era observada por un hombre de pelo castaño claro quien portaba una armadura dorada. No podía despegar su vista de la bellísima diosa quien cantaba una bella melodía.
El se acercó hasta ella dándole una reverencia mientras su diosa se volteaba a verlo. Él le sonrió al instante mientras recibía la misma respuesta de su amada. Y aunque nadie lo supiera era verdad, el caballero dorado Aioria de Leo estaba enamorado de la encarnación de Athenea y más aún de la que antes en el pasado era su hermana menor.
- Aioria-nissan - le llamo la deidad - ¿sucede algo? -
- tranquila diosa Athenea - le tranquilizó el castaño claro - sólo he venido a informarle que los caballeros Milo de escorpio y Aldebaran de Tauro han vuelto de su misión-
- entiendo - respondío la azabache - alguna noticia sobre los caballeros de bronce
- no, lo siento - se desculpaba
- gracias por la noticia Aioria - agradeció la deidad retirando se para ver a sus recién llegados caballeros
Mientras el castaño se quedaba estático con la mirada baja. Y es que era verdad, él la amaba a pesar de todo lo ocurrido en el pasado antes de su llegada al santuario, cuando ella junto a sus caballeros de bronce entraron al santuario y derrotaron al patriarca maligno, o la ocasión en la enfrentó a eris diosas de la discordia, o cuando se enfrentó a Abel, eran batallas importantes en donde ponía a juego su vida. Pasaron días y meses en donde terminó dándose cuenta que estaba perdidamente enamorado de ella. Pero sus sentimientos no serían correspondidos, ella era su hermana menor, no de sangre pero lo veía así, además el corazón de ella estaba ocupado por el caballero que la defendió hasta el momento y así es, la diosa Athenea amaba a todos sus caballeros por igual pero la humana (Tn) le dio su corazón a Seiya de Pegaso.
Su valor y firmeza le hicieron admirarla
Su carisma y amor lo enamoraron.
(.......)
La noche era tormentosa y el se encontraba en su templo tratando de dormir pero las terribles pesadillas no se lo permitían
Se despertó de golpe causando un susto en la que se encontraba ahí
- lo siento, hermano - se disculpó la joven - no quería despertarte, sólo quería saber si podía dormir con tigo -
Se sonrojo pero la oscuridad lo ocultaba y recordó que los truenos eran su miedo número uno
- claro que si - respondío dejando un lugar para que su hermana menor entrada en su cama
Entro en su cama para luego abrazarlo al oir un fuerte trueno lo cual sonrojo más a su hermano
- tranquila - le acurruco en su pecho- yo te protegere- le consolaba su hermano
La azabache estaba más tranquila y se acurruco junto a su hermano y no pasó mucho tiempo para que se quedara dormida. Se sentía con el corazón a explorar, la persona que amaba estaba a su lado. Oh vida que misteriosa forma tienes de trabajar, tan inesperada e incomprensible, un día es tu enemiga y otro tu amor número uno.
Se volteó quedando cara a cara con su hermanita, ahí estaba, dormida profundamente, despreocupada por los truenos que sonaban. Se acercó a ella a su rostro y con su mano tocó su mejilla mientras unía sus labios con los de ella. Un suave rose al principio para ser reemplazado por uno más apasionado. La joven dormida como piedra no respondía al acto de amor que su hermano le ofrecía.
Un beso dulce y tranquilo, paró por cierto tiempo el desenfrenado corazón de Leo.
Era el único momento en el que podía ser sincero con sus sentimientos, sólo cuando ella estaba dormida.
(.....)
Su preocupación era grande, se estaba sacrificando por el mundo. Sentía rabia, furia, dolor. Su corazón de hermano ya no soportaría más tanto desastre. Para la peor de sus suerte el no podía ir en su ayuda, tenía que permanecer en el santuario.
- al demonio las órdenes del viejo maestro - respondío Aioria dando la espalda a sus compañeros- iré a ayudar a seiya y sus amigos
- Aioria, comprendo que estés preocupado por Athenea y Athena pero no puedes irte - le reprendio Mü - no puedes desobedecer las órdenes del maestro
- Mü tú más que nadie sabes que nuestro deber es proteger a Athenea y Athena, no podemos dejar todo en las manos de los santos de bronce - el castaño claro estaba enfadado a más no poder por tener que quedarse en la seguridad del santuario sabiendo que su diosa estaba en peligro. Primero vio como ella se entregaba al reino de Asgar y ser congelada en hielo puro protegiendo a todos los humanos, y ahora sentía como su cosmo mantenía calmados a todos los hombres y mujeres soportando ella el dolor de cada uno de ellos, un dolor que recorría por todo su cuerpo agonizante, colgado en el sustento principal
- olvidarlo Mü - mencionó el caballero de la constelación de escorpio viendo a la armadura de Sagitario salir en ayuda de los santos de bronce - ni el viejo maestro puede detener a Aioros
Los caballeros vieron como las armaduras de Sagitario y acuario salían en alivio de sus corazones preocupados. Aioria se limitó a ver a su hermano nuevamente proteger a su hermanita menor. ¿Por qué él nunca podía protegerla?
(......)
Nuevamente esa linda melodía junto a esa majestuosa voz de deidad era lo único que podía calmar los corazones de los santos dorados.
Su canción de amor y tristeza que entonaban las notas que salían de su boca eran poesía pura.
(.....)
Nuevamente dormían juntos como una familia. El quería estar cerca de ella para evitar que algo malo le ocurriera. Durmió en la recámara de la diosa, otra vez acurrucados juntos dándose calor mutuamente.
No lograba conciliar el sueño pues pensaba en las palabras que le había mencionado su hermana, en sus actos tales como enviar a los caballeros de bronce lejos del santuario ¿ qué estaba planeando? Fuera cual fuera sus planes el estaría a su lado.
Nuevamente volvió a plantar un beso prohibido a su hermana está vez con la mente en el cielo soñando con una bella familia.
(......)
Si se encontraba ahí era porque quería estar á su lado, no importaba el precio. La barrera de Hades les dejaba en desventaja. Los tres caballeros eran derrotados por sólo un espectro, un juez del inframundo.
- que bello - el de una sola ceja sonreía soberviamente - tres enamorados vengando a su amada
Los caballeros le atacaban con todo su poder, con sus mejores técnicas pero más dibilatados se encontraban, la desventaja era de 1 contra 100.
- que linda se veía - seguía con sus burlas - en el trono vestida de su bello vestido color negro. Sin vida.
Esas palabras enfurecieron a los tres hombres vestidos de oro quienes se lanzaron en un ataque suicida.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
La pelea contra Loki se hizo más violenta, los doce dorados no podían hacerle frente. Las armaduras divinas no lograron derrotar a la deidad. Las esperanzas estaban por los suelos. Lifia oraba a Odín para que les ayudará pero la mayor parte de su cosmos se encontraba debilitado.
- ______ perdoname- se lamentaba el castaño - no fui capaz de protegerte.
"El llanto y el amor.
De una triste canción
Te quieren alcanzar
Necesito tu calor "
Los pétalos carmesí volaban con el viento cayendo en las armaduras de los doce caballeros dorados de Athenea y Athena
- Por oponerse a la voluntad de un Dios, serán aniquilados - soberbio como siempre Loki levantó su espada para atinar el último golpe
No quiero rendirle jamás
Uir así de la realidad escapando del dolor
La oscuridad en mi interior extingue mi fé
Rescata me
Rescata me
Escucha mi canción
El ataque que el Dios envío en contra de los caballeros fue mortal, más no les tocó ni un solo pelo. La deidad anonada miro como aquella lluvia de pétalos ensangrentados protegía a los desgraciados que impedían su cometido
- estas son..-
- Athenea....- mencionó Shaka mientras derramaba lágrimas
- Aún en su agonía nos manda su ayuda - el peliazulado comenzó a levantarse mientras su armadura era empapada con la sangre de su diosa
Sintió su corazón latir, el sentimiento por el cual seiya seguía luchando, el amor eterno de su persona - No lo lograrás, no te permitiré destruir este mundo que tanto nos a costado proteger, Athenea se sacrifica por nosotros justo ahora. Yo defendere sus ideales - el rugido del Leon resonó en la cabeza de todos sus compañeros quienes comenzaron a elevar su cosmos
- no se los permitiré- el Dios lanzó nuevamente un ataque potente antes de que estos pudieran defenderse pero nuevamente fueron defendidos esta vez por la silueta de una mujer.
Athenea estará donde la necesiten, velará y cuidara a los hombres. Loki no podrás contra esta diosa que ama a todos por igual.
El mundo cambiará si depende de los dos
El miedo vencere si me das tu corazón
-Athenea y Athena estarán a nuestro lado, siempre nos darán la victoria - Aioria encabezando a los dorados
"Te busco por doquier no te puedo encontrar
Ayúdame a seguir aparece por favor"
El cosmos de cada uno de ellos se elevaba venserían al marido que atentaba contra el mundo contra su diosa.
(.....)
Había acabado, todo. La guerra, el desastre y sus vidas. Odin sólo les dio vida para defender a Asgar y ya todo había acabado, pero con su victoria llegaria nuevamente el clima fuerte de ese territorio. Y no era todo, la guerra Santa aún estaba en curso.
La figura de la deidad esta en frente de ellos, a pesar de la crisis en la que estaban ella estaba ahí.
- con la derrota de Loki, Asgar volverá a su estado anterior de frío- el castaño había mencionado lo que todos pensaban
- Aún así, la gente de Asgar es fuerte y sabrá sobrevivir a ese clima - lifia trataba de sonar optimista sabiendo que el caballero dorado tenía razón
Lalalaaaaaa
Luruuu~~~
Luruuuuuu~
Lalala~~~~~
......
La bella melodía de su voz sonaba mientras los espectadores veían como de la tierra cubierta de nieve salía un hermoso árbol majestuoso, de hojas verdes brillantes, tronco café firme e imponente y unas fuertes raíces
"El futuro cambiará..
La vida pronto nos encontrará...
Es el destino se que llegarás...
Te buscaré y el tiempo cuidará...
Nuestro amor...."
Esa bella melodía, antes la habían escuchado, era el canto de su diosa que con sus notas hacía crecer aquel árbol. Oh bella canción que cantaba en el santuario, gracias Athenea por deleitarnos nuevamente con tu gentil voz.
- Asgar a sido muy fuerte desde hacia ya mucho tiempo, soportando la carga de los fríos helados que no dejan que las plantas crezcan y sólo permiten que los ciudadanos perescan - su mirada se posó en aquel tronco café - este es mi regalo por haber pasado tanto tiempo en una constante tortura
- Athenea - todos los presentes estaban asombrados por el acontecimiento
-este árbol lograra traer fertilidad y fuerza a las tierras de Asgar, así mismo les permitirá ver una vez al año la primavera - se volteo viendo a los doce caballeros dorados reunidos nuevamente. Al fin podía verlos a todos. Y justo ahí estaban sus dos hermanos, reunidos, ahora estaban juntos como una familia - Gracias a ustedes caballeros, defendieron a esta tierra como lo arian con migo - no lo pudo evitar, estaba triste pues ellos sacrificaron sus vidas por la tierra y ahora debían irse - yo en verdad - a pesar de ser una ilusión y no su cuerpo físico derramó lágrimas, en ahí y en el inframundo - en verdad deseo que ustedes tengan una vida feliz, pero no esta en mis manos devolver la vida para siempre - bajo la cabeza, aun era una niña que quería salvar a todos - pero, quiero darles aun un unos días más. Con el poco cosmos que me queda aquí deseo darles una semana para que puedan disfrutar lo que no tuvieron en su infancia
- Athenea si hace eso como combatirá contra Hades -
- Mü - mencionó su nombre con gentileza - los caballeros de bronce y yo nos encargaremos de eso. Dejalo en mis manos - se levantó mientras se acerca a ellos - déjenme que por primera vez sea yo quien los proteja
- gracias por esta bendición Athenea - Hilda su antigua contrincante hizo una reverencia ante la gentil deidad
- debo de volver al inframundo, esta guerra aún no ha acabado - cerró sus ojos pensando en la situación actual. Tenía a sus dos hermanos juntos y aún no habían cruzado palabras
-¡¡Athenea!!! - la voz de la pequeña niña que había guiado a los caballeros dorados a la victoria se acercó a la diosa. Se notaba como el cabello negro de la pequeña volvía a su estado natural castaño así como sus ojos verdes comenzaban a esfumarse - ¡¿ahora me dejaras sola?! - impulsivamente le abrazo para no querer soltarla. Ella le había dado la misión de ayudar a los caballeros dorados dotándolo del cosmos de Dios que emanaba para convencer a los hombres, siendo de eso modo la razón por la cual su físico había cambiado brevemente - ¡¡no quiero!! ¡¡No quiero que me abandones tú también!! - su llanto hirió a los dorados quienes entendían el dolor que sufría al saber que nunca más podrían volver a verla - por favor...
- Seyko... - pronunció calmada - yo nunca te abandonaré, ni a ti ni a nadie - seco sus lágrimas con sus manos - estaré a tu lado en todo momento - y pego su frente con la de ella - solo ve en un espejo y verás que siempre estoy a tu lado - los ojos verdes intensos de la diosa fueron conservados por la niña quien desde ese día era la viva imagen del amor de Athenea por los hombres
- ¿volverás? - se atrevió a decir cáncer - después de tu pelea contra Hades - se acercó a ella imponente, desde la batalla en el santuario no había podido cruzar palabras con la mujer sólo cuando él y Afrodita estaban a punto de pereser por Radamanthys sintieron nuevamente el amor de la diosa - ¿volverás?
-no lo sé - todos se mantuvieron estáticos mientras sus miradas se posaron en la diosa - mi deber es luchar contra Hades, morir o vivir es voluntad del destino - vio atentamente a sus caballeros mientras se levantaba - si he de perecer protegiendo mis ideales entonces no me arrepentiré de nada - camino hasta el caballero de cáncer estando frente a frente - pero mi alma en vida o muerte los protegera, hasta el fin del mundo. Sin importar que
Poco a poco la figura de la más hermosa y gentil mujer se fue desvaneciendo, había hecho todo lo posible por salvar a todos los hombres, no era un milagro era el destino. El mismo y despiadado mundo era el que movía los hilos de las personas, los dioses sólo seguían esos caminos.
El eclipse aún continuaba, se notaba como el mundo se marchitaba cada vez más y la agonía invadía los corazones de toda la humanidad y se vieron entonces cinco estrellas fugaces muy resplandecientes color dorado. La batalla siguió quien sabe por cuánto tiempo pero el eclipse sucumbió y terminó. El sol se vio nuevamente dejando a todos felices.
Solo faltaban unos minutos más, solo unos más para que sus vidas al fin sucumbieran ante la muerte no se podían quejar vivieron todo lo que de pequeños nunca habían experimentado. Hablar de temas clichés, convivir con varias personas pero aún así la mayoría de estos se sentía vacíos, no sabían que le había pasado a los caballeros de bronce ni a las deidades de la tierra.
Aún esperaba que llegara, feliz y tranquila era una ilusión que su corazón no podía dejar, enamorarse de una diosa era prohibido solo causaría dolor entre ambos, no era un error haberla amado, fue lo más hermoso que había experimentado y entonces se sintió ese melancólico y cálido cosmos. No fue el único, los doce caballeros dorados corrieron hasta el lugar de donde provenía. El castillo de Asgar emanaba ese poder, pero cuando entraron vieron lo que deseaban ver de sierto modo.
- Si vas ahí tal vez no vuelvas - decía la encarnación terrenal de Odin - Athenea
-...... - se quedó callada y continuó su paso. En sus brazos yacía pegaso inconsciente y mal herido. Ya había sido una semana desde la derrota de Hades. Nadie entendía por qué de esa situación
- Lo amas ¿no es así? - la azabache sonrió con el rostro rojo. Era verdad ella amaba a seiya y sólo a él. Ya lo sabía pero ¿por qué aún le dolía tanto? Si hasta ya lo había aceptado ¿por qué?
"lo amas"
Esas palabras solo lograron destruir más su corazón. Él la había amado y aún le amaba como ninguna. Su corazón se rompió en varios trozos que eran difíciles de reconstruir con un sentimiento deficil de destruir. Solo deseo, un momento el que él estuviera a su lado, que ella le viera no como un hermano sino como su amante, aquel hombre al que le entregará todo su amor, si tan solo el destino no fuera tan cruel. Con sus lágrimas empapando su rostro soñó por un momento que eran una familia feliz, en una casa feliz con una vida feliz. Rodeaba su cuerpo con sus brazos y ella le miraba dulcemente para darle un beso de esos que tantas noches le robaba. Era tan hermoso verla así, que su amor fuera correspondido por ella, era lo único que deseaba. Su cuerpo dejó de responder y sus ojos ya no se abrieron su vida temporal llegó a su fin pero dejó este mundo soñando que tenía una vida feliz.
Sus ojos se abrieron lentamente siendo molestados por la luz que no lo dejaba ver con claridad. La sombra del rostro de una mujer le ayudó a que viera claramente los ojos verdes esmeraldas que tanto le gustaba ver. Una sonrisa adorno el rostro de aquella bella mujer.
- te despertaste - era la misma voz - ¿te gusto tu siesta? - volvió a sonreír
- ¿eres tú ? - preguntó confundido. No recordaba nada solo un inmenso amor hacia esa mujer
- Aioria... - le beso, por primera vez le había besado y era la misma sensación del pasado, ella era real - como puedes creer que soy otra persona. Si soy la única que te ama con todo su corazón
Estaba acostado en sus piernas, rodeados de flores y un lago cristalino. Se levantó y la tomó del rostro
- lo siento - la volvió a besar esta vez con más intencidad que los hizo caer, el encima de ella - en verdad te amo mucho
- yo te amo mucho más - tranquilamente se fundieron en otro beso lleno de amor y cariño.
- ¡¡papá!! - se oyó a lo lejos. Un lindo niño a imagen y semejanza del hombre con el cabello negro y ojos verdes como su padre. Corrió hacia los mayores alegrando más ese sentimiento tan hermoso que comenzaba a crecer mucho más.
El caballero dorado sólo recuerda que compartió sus sentimientos a su diosa que en un mar de lágrimas aceptó feliz dicho compromiso de amor. El la sigue protegiendo de los dioses malignos pero con su amor encarnado en un bello niño.
Al final el destino no es tan malo, ya que a los héroes se les permite estar en el campo de los Elicios soñando con sus más grandes anhelos ¿por qué? Pues ellos son protegidos con el cosmos de una diosa que les ama mucho. Que con todo ese amor les dejo durmiendo un sueño en donde son felices, mientras ella espera reencontrarse con ellos y vivir al fin en paz.
Solo es una buena y tranquila mentira que compartían los doce caballeros dorados que ahora descansaban en paz soñando con el amor.
Misión cumplida. Esto lo dedico a una chica que quería que haga este oneshopt desde ya hace años. Espero y les guste.
No es un error es amor. Y así será hasta que su alma rencarne en un nuevo ser para al fin poder estar con ella
- ¿nos hemos visto antes? -
- Claro que sí. Aioria -
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top