1. Tulipanes y Narcisos

Un chico de catorce años navegaba por las calles en su bicicleta, su padre recién se la había obsequiado dos meses atrás. El adolescente fluía con facilidad entre las curvas de la carretera, amaba tanto la sencillez de la naturaleza, amaba como el viento acariciaba su rostro y como hacía ondear su ropa, sintiéndose acogido por la primavera. Se inclinó hacia delante al bajar por la colina y pronto llegó al pequeño parque de la ciudad.

Se apeó de la bicicleta dejándola a un costado de la banca de color azul, se sentó en ésta y de su mochila saco un comic titulado "Leyendas de terror en Daegu y otros relatos" comenzó a deleitarse con las terribles historias que a veces al dormir le ocasionaban pesadillas, sin embargo, le fascinaba leerlas.

"El monstruo de alas verdes y dientes afilados como cuchillas se acercaba a la pobre chica que atemorizada intentó huir"...

Despegó la vista del cómic al escuchar unos pasos, miró en derredor y descubrió al responsable de interrumpir su lectura, era un niño, Jeon Jungkook de unos ocho años, cabello oscuro, tez clara, ojos grandes y oscuros, llevaba puesto una chamarra amarilla y unos jeans azules; se encontraba jugando en la tierra a unos cuantos metros del mayor.

—¿Qué haces, niño galleta? —El pequeño se sobresaltó al oír su apodo.

—Nada —Comenzó a silbar.

—Más te vale, solo no hagas ruido o ya verás —amenazó posando su vista en el cómic. Sin embargo una pequeña risa le hizo desconectar, intentó ignorarlo lo cual resultó un fracaso, ahora la risa se escuchaba más cerca de él así que levantó la cabeza.

Frente a él estaba el pequeño Jeon con una sonrisa inocente en su rostro.

—¿Qué quieres? —preguntó hostil.

—¿Cuál flor te parece más linda tulipán o narciso? —mostró las dos flores que entre sus manos descansaban e inclinó la cabeza hacia un lado y le miró con curiosidad.

—¿Qué te sucede mocoso? Las flores no se arrancan.

—¿Por qué? —Su sonrisa se borró y su cara expresaba confusión.

—Las flores están ahí por algo, su lugar esta en la tierra y si las separas de ella, éstas morirán y perderán su belleza.

—Uh —se tocó el mentón asimilando las palabras del mayor-. Pero mi mami dice que las flores están hechas para regalar a las personas que tengan la misma belleza que ellas.

—Tu madre es... —se abstuvo de insultar ya que no quería meterse en problemas con la señora Jeon que vivía a dos cuadras de su casa.

—¿Mi mami qué?

—Solo no vuelvas a hacer eso sino te voy a pegar —mintió ya que el jamás haría algo así, solo quería un poco de silencio.

—Pero es mi misión —dijo con expresión seria, pero segura a tal grado que infló el pecho para aparentar resistencia.

—¿Qué misión, niño galleta? —preguntó divertido.

—Entregar estas flores a la persona más bella de la ciudad —Colocó su mano derecha extendida en la frente como el soldado que saluda.

—Tan pequeño y ya andas en busca de damiselas —soltó una carcajada.

—¿Qué son damiselas? —le miró confundido, sus ojitos brillaban y su rostro transmitía ternura.

—Me refiero a chicas —rodó los ojos.

—Oh —abrió la boca denotando sorpresa— ¿Qué estas haciendo?

—Sabes que, ya vete de aquí —dijo exasperado, no toleraba a los niños y menos responder a sus estúpidas preguntas. Retomó su lectura ignorando al pequeño que seguía parado observándolo con curiosidad y un brillo travieso en sus ojos. Sin embargo la tranquilidad duró poco pues Jungkook carraspeó demasiado fuerte e hizo que el mayor se volviera hacia él.

—¿Qué no entiendes? —exclamó— Ya vete a entregar tus flores, a jugar o que sé yo.

El azabache tenía la mirada fija en el suelo, sus manos unidas tras la espalda, movía los pies, intranquilo.

—Te dije que te... —Dejó la frase incompleta en el viento puesto que el pequeño con semblante tímido le tendía las flores.

Taehyung quedó atónito, no sabía que hacer ni que pensar, le tomó de sorpresa como un giro inesperado en las historias que solía leer, le observó varios segundos y recibió las flores lentamente. Se sintió avergonzado por haberse portado grosero con él.

—Gracias —Dijo en tono de pregunta.

El pequeño se acercó al mayor y rápidamente deposito un dulce beso en la mejilla de Taehyung.

—Ahg —El mayor dio un grito que se escuchó en toda la zona, sus cachetes se tiñeron de rojo como un tomate. El niño galleta rio divertido.

—Adiós, Tae —sonrió y se fue saltando rumbo a su casa como un lindo conejito. Taehyung lo vio alejarse entre la maleza que resurgían del invierno pasado, se tocó la mejilla abismado.

Bienvenidos a otras de mis estupideces 😍

Espero y lo disfruten. Éste se me ocurrió porque debía de hacer algo sobre la primavera y me recoste pensando hasta que salió la escena de las flores y dije de aquí soy, y así quedo 🌻

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