BRIAM: Amor
El agua caía sobre mi cuerpo, hasta que termine de ducharme, Salí del baño desnudo y me dirigí hasta mi armario, cogí el primer bóxer que divise y me lo coloque, suspire largamente y estire mi cuerpo, mis huesos de la espalda tronaron, estaba súper cansado, había estudiado todos los días por una semana para los putos exámenes, de los cuales ya los termine y estaba a punto de irme a mi casa para pasar las vacaciones, pero decidí irme por la mañana, ya estaba oscuro y eran más de las nueve como para viajar dos horas y media hacia mi hogar.
Me senté en la cama con la espalda apegada al respaldar, vi la cama que estaba junto a la mía y no estaba el cuerpo que siempre solía estar por las noches velando mi sueño, suspire de seguro mi compañero de habitación ha de estar emborrachándose como siempre lo hace, ojala llegue tarde o que llegue por la mañana.
No sé cuánto tiempo estuve inmerso en el libro que había cogido del estante que está al lado de mi cama cuando la puerta de la habitación empieza a sonar, me acuesto y me arropo con la sabana y cierro mis ojos, tratado de hacerme el dormido, pero los sonidos son más fuertes y no quería tener problemas con los estudiantes de los otros cuartos, me levante dejando el libro en su lugar, cuando abro la puerta un cuerpo cae sobre el mío y trato de estabilizarme, Brett –mi compañero de cuarto- es más grande y musculoso que yo, pero lo agarro de los hombros y lo aparto un poco, sus ojos están entrecerrados y me observa como si no me conociera.
--¿estas borracho? — pregunto con el aire sostenido ya que pesa y se abraza a mí.
--si veo dos Liam Dumbar, ¿significa que estoy borracho?—sus palabras tropiezan una con la otra pero lo entiendo claramente, rio por su comentario y cierro la puerta antes que el vigilante lo vea en ese estado.
--si, muy borracho—le digo mientras lo dirijo a su cama y lo lanzo el cae boca abajo y luego se gira quedando de espalda a la cama, sus piernas cuelgan sobre el suelo, esta la mitad en la cama o el resto fuera de ella.
--o tal vez sea una bendición—dice sonriendo pero le sale como una mueca.
--está bien Brett—le digo mientras le saco los zapatos y los dejo de lado de su cama, le acomodo las piernas para que quedara toso su cuerpo de la cama—como tu digas.
--te he dicho... ¡hip! Que tienes los ojos verdes más hermosos que jamás haya visto?—no puedo evitar sonrojarme por su pregunta, saco su gorra y sus ojos verdes más claros que los míos me observan de una manera extraña.
--no, no lo has hecho—digo mientras me aparto de él para que no vea mi nerviosismo y la cosa que crece dentro de mi bóxer.
Cuando intento irme a mi cama siento su mano sujetando mi muñeca de forma que se aferra fuerte y lanzo un jadeo de dolor, el aligera el agarre pero me hala, y pierdo el equilibrio, caigo encima de él, enseguida me ubica mejor a su lado y se gira quedando lateralmente nuestros cuerpos, su mano ha soltado mi muñeca y ahora se aferra a mi cadera, su rostro está demasiado cerca y no puedo evitar ver sus labios, cuando alzo la vista, el me observa directamente a mis ojos.
--entonces te lo digo ahora—su otro brazo se mantiene debajo de mi cabeza y su mano peina mi cabello, me siento incomodo pero porque esto solo está sucediendo porque él esta borracho y porque hace dos meses termino con su novia—tienes los ojos verde más hermosos que haya visto en mi vida.
--los tuyos también son verdes—mi voz s ronca al igual que la suya, su mano acaricia mi hueso que hace formar una V en mi cadera y siento como mi piel se eriza y mi cuerpo entro se estremece.
--los míos no llaman tanto la atención como los tuyos—sus palabras salen nuevamente un poco atropelladas pero por alguna estúpida razón mi cerebro a activado el modo entiende-el-vocabulario-de-los-putos-borrachos. Sus labios están tan cerca de los míos, que puedo sentir su aliento golpeando contra mi rostro.
--creo que debo volver a mi cama—trato de soltarme de su agarre.
La mano que tenia sobre mi cabeza ahora se planta sobre mi nuca y siento como sus dedos me agarran fuerte, la mano que estaba en mi cadera ahora rodea mi cintura y me aprieta, su cuerpo choca contra el mío, y mi respiración se acelera al igual que los latidos de mi corazón, niego con mi cabeza y con mis manos en su pecho trato de empujarlo pero su agarre es como si fuera de metal y no me suelta más bien me aprieta mas contra el y lamento haber hecho ese movimiento porque mi erección choca contra su pierna y sus labios se abren un poco para soltar un leve gemido que va hacia mi conducto auditivo y destrozan mis tímpanos haciendo que de mi boca salga otro gemido igual o más fuerte que el de él.
Mueve su cadera hacia adelante y siento también un gran bulto entre sus pantalones que se apega a mi estomago y mis ojos se abren demasiado –esta duro ¿por mi?- esto no puede estar sucediendo, niego con la cabeza nuevamente y su agarre en mi nuca se hace más fuerte, me observa con su boca entre abierta y sus ojos entrecerrados.
--no sigas haciendo eso—dice y lo observo confundido—como si trataras de negar que esto está sucediendo—él hace nuevo aquel movimiento hacia adelante con su cadera y gimo—porque esta es la realidad.
----Brett estas borracho—digo sintiendo como mi pecho se oprime al decir esas palabras, el sopla sobre mi rostro y lo aspiro, me estremezco.
--hueles algún indicio de alcohol en mi aliento?—mis ojos se abren abruptamente y él lo nota, sonríe ladeadamente—sabía que si golpeaba la puerta como normalmente no te levantarías a abrirme, así que casi tumbo la puerta porque sabía que no querías tener problemas con los demás estudiantes.
Es como si hubiera estado en mi cabeza mientras yo estaba acostado en mi cama haciéndome pasar como dormido, me conoce tan bien que no me había dado cuenta de ese puto en nuestra relación de compañeros de cuarto.
--eso que significa?—pregunto mordiendo mi labio.
--que desde que llegaste dando traspié a la habitación me has traído loco—y besa mi frente, siento como la corriente recorre mi cuerpo—que tu nombre y tus ojos no dejan de rondar mi cabeza, tu risa no la puedo olvidar y sacar de mis oídos, tus palabras no las puedo borrar, son tan angelicales cuando te escuchaba hablándome de manera preocupada cuando venía con algún golpe por las practicas y tus manos sanándome tan temeroso de hacerme más daño como si eso fuera posible, y me preguntabas que porque no había ido a la enfermería, yo siempre te contestaba que...
--la enfermera estaba ocupada con mas alumnos o que estaba demasiado ocupada coqueteando con el coach que no prestaba atención a tus heridas—termine y fruncí el entrecejo.
--y la verdad era que no quería que nadie más me sanara, que no seas tú—su mano masajeaba mi espalda y sentía como mi cuerpo pedía a gritos ser domado por Brett tanto tiempo deseando esto, y pensando que solo era una estúpida fantasía mía que jamás se cumpliría—solo quería que tus manos me tocaran y que tus palabras regañándome llegaran hasta mi oído porque internamente sonreía como un estúpido al saber que te preocupabas por mí.
--no lo puedo creer—susurre con mi rostro ya relajado—pero cuando yo llegue t...tú tenías.... Ya sabes... Kira.
--ella no era mi novia—no me di cuenta que lo sujetaba de la cintura hasta que le di un apretón y el gruño levemente—es la hermana menor de mi mejor amigo y yo le gustaba pero jamás paso nada entre nosotros.
--pero los vi besándose—dije incrédulo con lo que escuchaba.
--porque le pedí que lo hiciera solo cuando estábamos frente tuyo, ella acepto porque dijo que mas que sea quería sentir mis labios aunque sea un beso irreal.
--Brett, porque no simplemente me lo dijiste?
--porque no sabía cómo te lo tomarías y cuando acabo el semestre y supe que te ibas a tu casa por las vacaciones no quería irme sin antes decírtelo.
--pero...
--¡Liam cállate y déjame besarte!
Brett ni siquiera espero a que le contestara cuando ya sentí sus labios sobre los míos, mi gemido fue algo desgarrador, sus labios eran finos pero tan calientes que los sentía claramente como se pegaban con los míos, delineo con su lengua el contorno de mis labios, como si pidiera permiso y no se lo negué, no dude, le di luz verde para su lengua diera una expedición por mi boca, sus manos se aferraron a mi cadera y pude sentir como entraban por el elástico de mi bóxer, nuestras lenguas luchaban sin buscar vencedor, moví mi cadera hacia arriba y hacia abajo contra su pierna y el gimió, fue un sonido tan excitante que sentía que terminaría sin siquiera masturbarme, su mano entre en mi bóxer y agarro fuertemente mi trasero, en ese momento supe que esto terminaría con ambos gimiendo el nombre del otro mientras nuestros cuerpos se reclamaban...
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