Midori es una chica que invente, no sale en el anime.

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Shu caminaba por uno de los pasillos del instituto dirigiéndose a la sala de música, como siempre tenía puestos sus audífonos, cuando alguien toco uno de sus brazos, volteo y vio a una chica de cabello verde, sus ojos eran entre verde y azul, de piel pálida, llevaba unos audífonos los cuales puso en sucuello.

Midori: Hola vago ¿A dónde ibas sin mi? - caminaron juntos.

Shu: Donde siempre, pera – la chica inflo sus mejillas.

Midori: Deja de llamarme pera.

Shu: Lo hare el día que dejes de llamarme vago.

Midori: NUNCA – se cruzo de brazos.

Shu: Pues allí está tu respuesta, pera.

Midori: Vago – murmuro.

Shu: Te escuche.

Midori: Estúpido oído de vampiro.

Ambos llegaron a la sala de música, Shu se recostó en un sillón y la peli-verde se puso a tocar el piano que allí estaba.

Pasaron las horas, la chica se detuvo y se acerco al rubio, acomodo su cabello que estaba un poco desordenado, acaricio su mejilla y acerco su rostro al contrario, se sonrojo mientras sus labios se rosaban, cuando se iba a alejar, una mano empujo su cabeza asiendo que sus labios hicieran contacto con los del rubio, sintió como Shu la besaba e intentaba intensificar el beso, la oji-esmeralda cerró losojos y le siguió el beso, poco a poco el aire le hacía falta así que se separaron y se vieron a los ojos.

Midori: Pensé que estabas dormido.

Shu: Exacto, estaba – la volvió a besar – ahora pagaras las consecuencias por haberme despertado – la tomo de la cintura y la puso bajo suyo, empezó a besar su cuello mientras con una de sus manos masajeaba uno de sus pechos sobre la ropa.

Midori: Shu, detente, esto no está bien – intento apartarlo sin éxito – AH – había apretado un poco su pecho – alguien podría entrar.

Shu: Todos estén en clases y no hay presencias cercas – le empezó a quitar la parte de arriba del uniforme.

Midori: Alguien podría pasar por aquí – intento cubrirse cuando le quito la chaqueta y la camisa dejándola solo con el sostén.

Shu: Si alguien entra solo lo mato – aparto sus brazos – y me deshago del cuerpo sin dejar rastros – le quito el sostén, la chica se sonrojo todavía más, cerro sus ojos y volteo el rostro a otro lado – deja de quejarte y actuar como si fuera la primera vez que lo hacemos – se acerco a uno de los pechos de la joven.

Midori: Yo me quejo todo lo que me dé la gana – se metió el pezón a la boca – HYAA pervertido – el oji-azul le quito los zapatos y las medias, con una mano masajeo el otro pecho y la otra la metió dentro de la falda – saca la m-mano de allí – no pudo cerrar las piernas a causa del cuerpo del mayor.

Shu: Deja de quejarte, ruidosa – mordió y chupo el pezón sacando gemidos de la boca de la peli-verde.

Acarició la entrepierna de la joven, quien debido al repentino contacto, se enrojeció todavía más, el rubio le sonrió y aumentó la intensidad de sus caricias, lo cual hizo que Midori, sin poderlo evitar, sintiera un placentero cosquilleo en su parte intima. Shu, percibiendo la humedad en esa zona, introdujo uno de sus dedos, metiéndolo y sacándolo con mucha lentitud para estimular a la jovende cabellos verdes.

La oji-esmeralda ante tan atrevido contacto, casi liberó un grito del gusto, pero logró ocultarlo al morderse el labio inferior, mientras sentía el estímulo, permitió que el oji-azul continuara con sus atenciones en sus pechos, ella, involuntariamente, movía sus caderas al ritmo que el rubio movía sus dedos.

Midori: De-detente ah... estoy por correrme MM v-voy a enloquecer, p-por favor detente - Shu ignoró por completo su petición y metió dos dedos más, aumentando la velocidad mucho más que antes mientras mordía los pezones.

La peli-verde, sin poderlo evitar, abrió los ojos como platos mientras sentía que algo estaba a punto de explotar en ella, el oji-azul concluyendo que ya llegaría a su clímax, puso su otra mano en su nuca y le dio un candente beso, metiendo su lengua dentro de la boca de la chica, quien ahogó el grito de su orgasmo en aquel apasionado beso.

El rubio lentamente sacó sus dedos, asegurándose de tocar lo más que podía las paredes internas de Midori, quien solo pudo sonreír mientras disfrutaba de lo que quedaba del beso.

Después de haber quitado sus dedos, separó su cabeza y acerco aquellos empapados dedos a su boca. La oji-verde, con mucha atención, le vio separando los labios e introduciendo sus dedos uno por uno, lamiéndolos de tal seductora manera que Midori casi sintió llegar a otro orgasmo.

Midori: No ha-gas e-eso – dijo intentando recuperar el aliento.

Shu: Creo que podría acostumbrarme a este sabor – la joven se sonrojo por completo – ahora voy a saborear el platillo principal – se relamió los labios, se quito toda la ropa quedando desnudo encima de la joven.

Shu levantó a la peli-verde para sentarla en su entrepierna, asegurándose de que su órgano viril se resbalara continuamente contra la más que húmeda cavidad de Midori, quien empezó a frustrarse debido al descarado intento del rubio de molestarla, lo cual obviamente estaba teniendo un resultado más que efectivo. Esto se extendió por los siguientes segundos, segundos que fueron como un calvario para la peli-verde, aún más porque había intentado iniciar con el acto por su propia cuenta, pero el oji-azul no era un tonto y no se lo permitió en ninguno de sus desesperados intentos.

El mayor detuvo sus movimientos para meter de un solo golpe toda la longitud de su miembro en la cavidad de la menor sacando un grito de placer de su boca, seguidamente, Shu colocó ambas manos en su trasero y la movió a su voluntad a una impresionante velocidad. Midori obviamente gritó lo más fuerte que pudo, disfrutando de cada segundo de aquello que había estado ausente en ella durante casi un mes.

Midori: AAHH MÁSS AAAHHH – movía sus caderas al ritmo que marcaba su pareja, después de unos minutos de constante golpeteo, Shu sintió que las paredes estrechas de la oji-esmeralda se contrajeron con tal fuerza que no pudo evitar cerrar los ojos y liberar un fuerte gruñido de placer junto con su potente orgasmo – AAAHHHMMMM.

Midori jadeo mientras sentía el espeso y tibio líquido escurriéndose dentro de ella, ambos siguieron unidos durante unos minutos, ninguno con deseos de separarse porque aún seguían disfrutando de las sensaciones que sentían, uno al estar dentro y la otra al tenerlo dentro, simplemente era una sensación de la cual disfrutaban.

Sin embargo, todo tenía que terminar, escucharon como la puerta se abría.

Subaru: Shu, Midori ya es hora de ir...----- se quedo de piedra al ver a la pareja, poco a poco se puso excesivamente rojo – los esperamos en la limosina – murmuro mientras cerraba la puerta.

Midori: Te dije que aquí no, que alguien podía vernos, idiota – le reprocho sonrojada, Shu retiró su miembro, el cual estaba lleno de sus fluidos, de la cavidad de la chica, ella notando eso, se retiró un poco y se agachó para lamerlo y succionarlo hasta dejarlo completamente limpio – vámonos – los dos se vistieron y fueron a la limosina, vieron a todos los Sakamaki, Mukami y Tsukinami mirando con atención al albino, quien parecía una cereza viviente.

Shu: Vámonos ya – dijo apenas llego con ellos.

Shin: ¿Saben que le paso al tsundere? Llego así después de que los fue a buscar – Shu, Midori y Subaru se miraron entre ellos, el albino bajo su mirada mientras se ponía todavía más rojo de ser posible.

Shu y Midori: No, ni idea – dijeron al unisonó.

Subaru: Va-va-va-amo-nos y-y-y-ya – se dirigió a la limosina entrando en ella y sentándose en un rincón la pareja se sentó a su lado poniéndolo tenso, Midori se le acerco y le susurro sonriente.

Midori: Tú no has visto nada – la pareja lo vio mientras el pobre albino solo asintió, se levanto de donde estaba sentado, se sentó entre Carla y Kanato y se oculto tras el oji-dorado dejando a todos sin entender nada, Midori sonreía como si nada y Shu se volvía a dormir.

Raito: Me pregunto ¿Qué habrá hecho que Subaru-kun se ponga así? - le pregunto al rubio ídol.

Kou: Buena pregunta – y volvieron a mirar al menor de todos quien, literalmente, casi usaba la bufanda del Tsukinami para ocultar su rostro.

Sin contar a Shu y Midori, los demás se propusieron a averiguar que ocultaba el oji-rubí, pero nunca lograron saberlo, la vergüenza era demasiado para el menor, quien juro nunca más abrir una puerta sin antes tocar.

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Zami: Muero de risa, pobre Subaru, fue el que más me atrajo por hacer eso, después de todo es el más inocente de todos, les diré porque lo elegí a él:

Raito: Se hubiera unido.

Kou: Les contaría a todos.

Kanato: Les hubiera gritado y todos se enterarían.

Ayato: Les abría dicho "Ore-sama es mejor que ese vago" y se lo contaría todo a los demás.

Yuma: Entraría como Subaru, pero se burlaría por un largo tiempo.

Reiji: Los hubiera castigado y dicho "No tienen modales"

Shin: Los molestaría por un buen rato.

Carla: No abría hecho nada.

Ruki: Les diría "Vístanse que ya nos vamos" mientras suspiraba y cerraba la puerta.

Zami: En cambio Subaru se sonrojaría y se traumaría por verlos en esa posición, no sé, me dio risa el pensarlo.

Tsuki: Y a ninguna chica le hubiera gustado que le contaran a los demás lo que hicieron.

Zami: Tú lo has dicho. Bueno espero les haya gustado porque me fundí el cerebro haciéndolo.

Tsuki: Hasta le pregunto a nuestros hermanos mayores sus fantasías sexuales con mujeres y ellos son gays.

Zami: También se lo pregunte a papá.

Tsuki: Él es el pasivo en la relación, mamá lo domina siempre – se cruza de brazos.

Zami: Sin más que decir, adiós y espero les haya gustado ya saben que cualquier pedido déjenlo en los comentarios, besos.

Tsuki: No cambies el tema.