¿Lo correcto? (Parte 2)
Bueeeno aquí va la siguiente parte y como digo en la anterior, en mi perfil continúa. Espero que os guste y por favor si alguien la lee me haría muy feliz saber que opina. Besos <3
NARRA JULIAN
Apenas he dormido una mierda pensando en cómo actuaré hoy si me encuentro con Alan. Se que no debería ni mirarle ni hablarle ni nada, pero me va a resultar difícil, muero de ganas de besar esos dulces labios. En fín, por la mañana la costilla ya no me duele tanto y los golpes de mi cara están algo mejor. Aun así el ojo morado y los moratones dejan ver claramente la brutal paliza que recibí anoche. Traté de disimularlos un poco con el maquillaje de mi madre, pero si usaba demasiado se notaría y no me apetecía que la gente pensara que estaba empezando a convertirme en una chica. Después de vestirme y desayunar un vaso de leche, me miro al espejo. No me he peinado, nunca lo hago y a mi parecer así estoy mejor. Alan siempre me decía que los mechones en la cara me hacían ver sexy, y no puedo evitar sentirme mal al recordar que no me volverá a decir nada bonito. Mi cara esta llena de moratones y el ojo pinta mal, se ve que el maquillaje no ha servido de mucho. No creo que a nadie le importe de verdad lo que me pase, así que cojo mi mochila y me voy así.
Por suerte o por desgracia, en el camino no me encuentro con Alan. Tengo ganas de verlo, quiero saber si esta bien o si le he hecho mucho daño. Seguro que estará bien, dudo mucho que se haya enamorado de mí hasta el punto de estar destrozado. Lo más probable es que me odie, y lo entiendo. Me he portado como un gilipollas con él, pero solo porque tenía miedo de que le hicieran daño y la verdad es que no se que va a pasar ahora.
Cuando llego a mi instituto me encuentro a los mismos idiotas de siempre esperándome en la puerta. No puedo expresar lo mucho que odio a esta gente ahora mismo. Sin embargo se que si me porto diferente con ellos, el haber dejado a Alan no servirá de nada. Saludo con la sonrisa más falsa que jamás he puesto con nadie y entro en el instituto, no sin antes echar una rápida mirada a la calle de enfrente. No tenía esperanzas de verle pero justo antes de girarme, distingo una cabellera negra y rizada que podría reconocer en cualquier parte. Estoy demasiado lejos como para ver su expresión pero lo que sí veo y no me gusta nada es que hay un chico que lo tiene abrazado, y desde aquí no distingo quien es. Se meten dentro y yo aparto la vista con ganas de llorar. No me puedo creer que me haya reemplazado tan rápido. Pensé que al menos me quería un poco, no puedes olvidar a alguien a quien quieres de un día para el otro, ¿no? Quizás lo estoy malinterpretando todo, o quizá no me quería tanto como yo a él. Siento una mano empujarme y entro al edificio con Nick a mi lado. Es de los pocos realmente agradables y buenos aquí. Va un curso por debajo de mi y es bastante mono. Tiene el pelo castaño, casi rapado al completo y los ojos verdes. No me apetece que vea mis golpes así que me tapo un poco con mi capucha.
-Hola Julian, te veo un poco apagado. ¿Estás bien?- También es muy atento, demasiado a veces. Por suerte estamos caminando y no me mira demasiado.
-Si, tranquilo. He dormido un poco mal pero no es nada.
-¿Y que tal con Alan? Me lo he encontrado esta mañana por el camino. Ahora que lo pienso, él tampoco tenía cara de haber dormido bien.- Esto me descoloca por completo, y él se toma mi silencio como algo bastante más lejos de la realidad.-¿No me digas que...?-Su cara pasa a un sonrojo increiblemente vergonzoso por lo que esta pensando.-Yo... Siento mucho haber preguntado, lo que hagáis como pareja no es asunto mío y...- Decido interrumpirle antes de que explote de la vergüenza. Ese color rojo de su cara no puede ser muy sano.
Niego con la cabeza rápidamente y él se relaja. A pesar de como me encuentro, la situación es bastante divertida. Sonrío con ganas y le doy un pequeño abrazo por el mal rato que le he hecho pasar. No debe ser fácil insinuar sin querer que he tenido una noche llena de sexo desenfrenado con Alan. Que si que las he tenido, pero ese no es el caso. Lo que daría por poder seguir teniendolas... Nick se va a su clase con la cara un poco roja aún y no puedo evitar sentir ternura hacia él. ¡Que inocente!
Estoy a punto de llegar a mi clase cuando alguien me empuja hacia el aula vacía que tengo al lado. Cuando estoy dentro me doy la vuelta dispuesto a pegarle una buena paliza al que se haya atrevido a tocarme así y me quedo sin habla. Estoy seguro de que si mis ojos no estuvieran pegados a mi cuerpo ya se me habrían salido, y mi mandíbula también estaría en el suelo. De todas las personas que pensé ver aquí, Alan era la que menos esperaba. Estaba oscuro y le veía poco, pero pude distinguir que tenía ojeras, sus hermosos ojos estaban rojos y parecía haber llorado mucho. ¿Yo había hecho eso? Ahora me siento aún peor. Imagino que con la poca luz que hay y la posición en la que estamos, que le da toda la luz a su cara, él no podía verme con claridad. Me alegré, por nada del mundo quería que viera mis moratones. Tenía una expresión de furia en el rostro e iba dirigida a mi.
-¿Como has podido ser tan idiota?-Seguro que mi cara muestra a la vez sorpresa y miedo. Está muy enfadado y aunque se que jamás me pegaría, no puedo evitar andar hacia atrás hasta que choco contra la pared. Él por supuesto me sigue mientras no deja de hablar.- ¿Te crees que puedes decidir por los dos y yo me conformaré como si nada? ¿Crees que puedes hacer lo que te de la gana y yo me quedaré calladito? Se que no soy tan valiente ni tan fuerte como tu, ¡pero eso no te da derecho a hacer lo que has hecho! No puedes decidir lo que es mejor o peor para mi. ¿Acaso has pensado en lo que yo siento? ¿En que estar sin ti es mil veces peor que una paliza o doscientos insultos? Podías haberme preguntado, haberme dicho si quería o no alejarme de ti. ¡Yo sabía que juntos podíamos con todo! ¡Pero tú no tuviste confianza en mi! ¿De verdad creías que pararían si me dejabas? ¿Tan ignorante fuiste como para pensar eso? Entiende algo, Juli, porque no pienso volver a repetirlo: ¡te amo! Y si tengo que soportar mil y un insultos, palizas y torturas para estar contigo, ¡lo haré encantado! -En ningún momento paró de gritar y yo desde la tercera palabra ya estaba llorando. Tiene razón, en todo. He sido un gilipollas supremo, el rey de los gilipollas. No merezco a alguien como él. Las palabras no me salían y cuando fijó su mirada en mí, su expresión se suavizó. Se acercó y me abrazó. Le correspondí inmediatamente y lloré en su hombro. Noté como él también lloraba en el mío y no pude odiarme más. Había hecho llorar a la mejor persona del mundo.
-Alan yo... también te amo y de verdad lo siento. Solo lo hice por...-Me calló con un beso, un dulce beso y eso a mi parecer fue la mejor manera de silenciarme que se le pudo ocurrir.
-Lo sé.-Dijo cuando nos separamos. Mis labios estaban a centímetros de los suyos y notaba su aliento en mi boca. Junte nuestras frentes y me sentí el hombre más afortunado del mundo por tenerle así para mí. Sus mejillas estaban sonrojadas y mis palabras no hicieron más que aumentar ese sonrojo.
-Quiero sentirte por completo, mi amor.
Se puso como un tomate, pero sonrió y asintió.
NARRA ALAN
Me levanté, me vestí y desayuné como un zombie. Apenas había dormido dos horas y tenía unas ojeras descomunales. Mi padre y mi hermano estuvieron tratando de animarme hasta muy tarde. Les dije que ya estaba mejor, y me fui a la cama. No me entró el sueño hasta horas después, y me desperté muy pronto. El camino al instituto fue bastante insoportable, ya que solía hacerlo con él y lo echaba mucho de menos. Me repetía una y otra vez que ya no me quería, que no volveriamos a besarnos o a hacer el amor, o simplemente ir al cine. No podía llorar, tenía que ser fuerte y seguir con mi vida. Tan solo era un amor fallido de mi adolescencia, el primero concretamente. Julian había sido la primera persona de la que me había enamorado de verdad. Pero eso ya se había acabado y yo debía olvidarlo.
Llegué pronto al instituto y me quedé en la puerta un rato. No me apetecía entrar a clase todavía. Un chico que no conocía venía en mi dirección. Miré hacia atrás para asegurarme de que no había nadie. Efectivamente el chico se dirigía hacia mí. No pude evitar fijarme en su pelo, tan castaño como el de Julian pero más corto. Cuando se acercó un poco más distinguí sus ojos, tan profundos y misteriosos como los que me habían enamorado y tantas veces había mirado. En cuanto llego a mí, sonrió.
-Hola, tu debes de ser Alan, ¿no?
Asentí torpemente. ¿Para que me buscaría? Tenía pinta de amable y no parecía querer molestar. Lo que hizo a continuación me descolocó totalmente: me abrazó, y cuando se apartó un poco, sus brazos seguían sobre mis hombros.
-Cuánto me alegro de conocerte al fín. Mi tía me ha hablado mucho de ti, y todo cosas buenas.-Se rió. Yo no podía estar más confundido. ¿Su tía?
-Perdona pero no se quién eres.-Traté de sonar lo más agradable que pude, no quería que se ofendiera. Pero como parece que es su función aquí, me descolocó aun más. Su sonrisa se amplió y siguió hablando.
-Ya... Es que no me conoces y nunca me has visto.-Seguía riéndose. Parecía encontrar la situación tremendamente divertida.-¿Que tal si vamos a algun lugar más despejado? Te lo explicaré todo, lo prometo.
Dudé un poco. No conocía a este chico y no sabía que quería de mi. ¿Y si me hacía daño? No creo que sea mala persona, parece un buen chico.
-Tranquilo, no te pienso violar ni nada malo. Solo quiero explicarte algo sobre un tema que te interesa, confía en mí.
Decidí confiar. Se le veía sincero y la curiosidad me podía. Me llevó dentro del instituto todavía con su brazo sobre mis hombros. Subimos al segundo piso y nos metimos en una clase vacía. Se alejó de mí y se sentó en la mesa del profesor, yo le seguía con la mirada, totalmente intrigado y esperando a que hablara.
-¡Vaya! Pensé que las clases de este instituto serían diferentes, pero lo cierto es que son igual de sosas.
-¿No estudias aquí? -Era un poco obvia la respuesta teniendo en cuenta su comentario y que jamás le había visto, pero estaba demasiado nervioso como para pensar en una pregunta mejor.
-No, estudio en el de enfrente, como Julian.-Cuando mencionó su nombre salté de la mesa en la que me había sentado. ¿Era por él? Me puse aun más nervioso.
-¿Quién eres y que quieres de mi?-Se que estaba sonando como un paranoico pero estaba en una habitación con un desconocido y seguramente no habría nadie por los pasillos ya que las clases ya habían comenzado.
-Oye tranquilízate, de verdad que no te voy a hacer daño. Mi nombre es Cody y soy el primo de Julian. Su madre es mi tía.
Mi corazón volvió a latir con normalidad. Por eso se parecían tanto, eran primos. Por un momento llegué a pensar que mi imaginación estaba convirtiendo a todos los chicos en clones de Julian. La versión de Cody tenía más sentido. Pero después volví a la realidad. ¿Que quería de mi el primo de mi ex? Vaya, aun no conseguía acostumbrarme a esa palabra.
-Yo jamás he visto a tu tía, ¿por qué me conoce?
Sonrió.
-Bueno, eso es obvio, ¿no? Julian le ha hablado muchísimo de ti, y ella me lo contó a mi para que te encontrara.
-¿Para qué querías encontrarme?-Mi estómago dio un vuelco. ¿Julian le hablaba de mí a su madre? Eso me ilusionó más de lo que debería, total ya no estábamos juntos.
-Bueno, me dijo que el idiota de mi primo había cortado contigo y necesitaba encontrarte para volver a juntaros.
Me volvieron las ganas de llorar.
-Eso no va a ser posible, él ya no me quiere.
Se acercó a mí.
-Claro que te quiere, te quiere muchísimo. Deberías escuchar lo que decía de ti su madre, lo que él le contó. Está loquito por tus huesos, amigo.
-Si tanto me quiere, ¿por qué ha cortado conmigo?-Empezaba a estar molesto con su actitud.
Volvió a alejarse hacia la mesa. Este chico es muy inquieto, parece que tiene algo en el trasero que le obliga a sentarse y levantarse continuamente.
-Bueno esa es la parte que venía a explicarte. Él cree que lo hace por tu bien. Cree que si se aleja de ti, la gente dejará de molestarte e insultarte. Es tonta pero es la verdad: ha cortado contigo porque te quiere lo suficiente como para alejarse de ti por tu bien a pesar de saber que eso le va a destrozar. Romántico, ¿no?
Ahora mismo quiero gritar, chillar, correr y romperle algo a alguien. ¿Como se atreve a decidir por mi y ha dejarme por semejante estupidez? Con lo mal que lo pasé ayer pensando que no me quería, pensando que tan solo fui un juego para él... Este idiota se va a enterar, estoy tan cabreado ahora mismo que me da igual la hora que es. Salí corriendo de la clase, no sin antes darle unas gracias muy sinceras a Cody y ver su enorme sonrisa que me recordó bastante a las de Julian. Salí del instituto, por suerte no había guardias ni conserjes ni nada así por aquí cerca. Crucé la calle y entre en el instituto de mi amado e idiota chico de pelo castaño. Ví a algunos alumnos rezagados yendo a sus clases. Por fin encontré a Julian despidiéndose de un chico y cuando se quedó solo, le empujé hacia el interior de una clase y cerré la puerta detrás de mí. Por un momento pareció que iba a pegarme, pero en cuanto se dio cuenta de quien era, se relajó. Su postura reflejaba sorpresa, y no conseguía ver bien su cara por la falta de luz. Supongo que debía de verme realmente enfadado, y la verdad es que lo estaba. Retrocedió hasta darse contra la pared y yo le seguí.
-¿Como has podido ser tan idiota?¿Te crees que puedes decidir por los dos y yo me conformaré como si nada?- Su cuerpo se convulsionaba y me di cuenta de que estaba llorando. Aunque no quería que llorase por nada del mundo, continúe. Necesitaba decírselo todo.- ¿Crees que puedes hacer lo que te de la gana y yo me quedaré calladito? Se que no soy tan valiente ni tan fuerte como tu, ¡pero eso no te da derecho a hacer lo que has hecho! No puedes decidir lo que es mejor o peor para mi. ¿Acaso has pensado en lo que yo siento? ¿En que estar sin ti es mil veces peor que una paliza o doscientos insultos? Podías haberme preguntado, haberme dicho si quería o no alejarme de ti. ¡Yo sabía que juntos podíamos con todo! ¡Pero tú no tuviste confianza en mi! ¿De verdad creías que pararían si me dejabas? ¿Tan ignorante fuiste como para pensar eso? Entiende algo, Juli, porque no pienso volver a repetirlo: ¡te amo! Y si tengo que soportar mil y un insultos, palizas y torturas para estar contigo, ¡lo haré encantado!
Absolutamente todas y cada una de las palabras que dije eran sinceras. Le amaba, le amaba muchísimo y haría lo que fuera con tal de que jamás se alejara de mi. Le miré, tenía la cabeza agachada y estaba llorando. No pude aguantarlo más y me acerqué. Lo abracé con todas mis fuerzas, y al notar como lloraba en mi hombro, se me escaparon todas las lágrimas que había estado conteniendo desde que hablé con Cody.
-Alan yo... también te amo y de verdad lo siento. Solo lo hice por...- decidí callarle con un beso. En ese momento para mí las palabras ya sobraban. Lo sabía todo y no le dejaría volver a alejarse de mi por algo así. Me sentía genial al volver a tener sus labios sobre los míos.
-Lo sé - Le dije al separarnos, juntó nuestras frentes y yo no pude evitar ponerme un poco rojo.
-Quiero sentirte por completo, mi amor.
Esas palabras, esas simples palabras que hicieron que toda mi sangre se posara sobre mis mejillas y que mi corazón latiera a mil por hora. No había nada en el mundo que deseara más que volver a sentirlo dentro de mí, así que sin pensarlo demasiado, asentí.
Y por primera vez en ese día pude mirarle realmente y lo que vi me dejo horrorizado. ¡Su cara estaba llena de moratones y su ojo tenía una pinta horrible! Me alejé un poco y le miré muy serio pero con mucha ternura. Le sujeté suavemente las mejillas para no hacerle daño.
-Julian, dime ahora mismo quién te ha hecho esto y por qué.
Se alejó de mi con movimientos nerviosos y yo fui hacia la puerta para encender la luz. Cuando me miró pude verlos bien. Tenía moratones en el pómulo izquierdo y en el derecho, una pequeña brecha en la ceja, el ojo morado y una parte de la frente algo hinchada. En ese momento parecía un cachorrito asustado.
-Julian...-Me acerqué de nuevo hacia él.
-Estoy bien- Me interrumpió. No parecía estarlo.
-No lo estás. Por favor, dime quien ha sido.
-¿Que mas da? Por favor Al, déjalo. - Parecía realmente agotado y triste, y yo no quería verlo así de ninguna manera. Decidí dejar el tema por el momento, y me aproximé a él para darle otro abrazo. Me separé, y le di un beso tierno y suave en el pómulo derecho, otro en el izquierdo, y así en cada una de sus heridas. Él solo suspiraba y cerraba los ojos y me atraía hacia él aún más. Empecé a besarle el cuello y el me agarró de la cintura con una mano mientras que con la otra me acariciaba el pelo. Volví a su boca y así estuvimos durante toda la primera clase. Cuando el timbre sonó, estabamos sentados en el suelo, yo con mis piernas alrededor de su cuerpo y él con sus manos en la parte más baja de mi espalda. No habíamos ido a más por si alguien entraba, pero los besos no habían parado. Besos inocentes y llenos de amor. Pero poco después de que sonara la alarma, la puerta se abrió. Un chico que debía de tener un año menos que nosotros estaba en el umbral de la puerta mirándonos con la cara totalmente roja. Tenía los ojos verdes y el pelo castaño casi rapado. Mi novio parecía conocerle.
-Hola Nick.-Saludó.
-Ho-hola y-yo l-lo si-siento muchísimo de v-verdad ya me iba.- Que mono, no paraba de tartamudear.
-Tranquilo, no pasa nada. -Traté de tranquilizarlo, el chaval estaba pasando un mal rato por nuestra culpa. Sonrió tímidamente y se fue cerrando la puerta.
-Creo que he traumatizado a ese pobre chico de por vida. -Dijo Julian.
Me contó el malentendido que había tenido antes con él y no pude parar de reír en un buen rato. Pobrecito...
Vale admito que Nick me da algo de penilla pero sobre todo me da risa jejeje ¡que mono! Y este Juli es un amor. Bueno en cuanto al padre imaginemos que un tren le atropelló al salir del trabajo, ¿vale? Hasta pronto!!!
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