¿Un Mal Día?
Advertencia: Aquí Lena es pequeña, pero su hermano aún no ha nacido.
POV Natasha
Suspiro; son las diez de la noche, la pequeña Lena está acurrucada encima mía, ambas en el sofá, viendo esos dibujos que ve mi niña y le encantan. Sinceramente los veo absurdos, pero si a mi niña le gustan...
Me estoy empezando a preocupar; Wanda sale de trabajar a las nueve y, como trabaja lejos de aquí, suele llegar sobre las nueve y media. Tengo la costumbre de esperarla para arropar a Lena, darle las buenas noches y sus besos correspondientes, y después ir nosotras a la cama (a veces no a dormir).
Pero ya son las diez y mi esposa no ha pisado esta casa desde las dos de la tarde, que es cuando se ha ido a trabajar. La he llamado hace unos diez minutos, atacada, mientras iba por un vaso de agua para calmarme (y porque hace mucho calor aquí en junio). Afortunadamente me ha cogido el teléfono y me ha contestado que llegaría un poco más tarde, apresuradamente y sin dar ninguna explicación, pero no pensé que tardaría más de quince minutos... Y hasta ahora ha sido media hora.
Es por eso que Lena y yo estamos en el sofá viendo sus dibujos, por la costumbre de esperarla... Pero, aunque mañana es sábado y Lena no tiene colegio, creo que ya es hora de mandarla a su cama. A demás, la noto muy relajada, hace tiempo que no se mueve. Su respiración es muy calmada, y ella suele moverse mucho en mis brazos; hace cosas como pellizcarme, hacerme cosquillas, tirar de mi cabello repetidamente y cambiar cada dos por tres de postura... Pero ahora no hace eso; está quietecita, acurrucada encima de mí y hundiendo la cabeza en mi pecho... Supongo que es una ventaja, ya está incluso con el pijama puesto, ha cenado y se ha lavado los dientes. Solo queda llevarla a la cama... Si se deja.
- Lena... - susurro mientras le acaricio el cabello. Sé que no está dormida, pero está a punto - Vamos a la cama.
Me dispongo a tomar el mando y apagar la televisión y después procedo a levantarme para llevarla, aunque sea en brazos, a la habitación. Pero freno mi acción en cuanto siento cómo se aferra a mi cuello y oigo en un susurro con su voz adormilada:
- No... - replica en un tono bajo aún con sus pequeños ojitos entrecerrados - Quiero esperar a mami...
No voy a negar que me enternece y me ablanda mucho el corazoncito cuando me habla así, cuando está medio dormida. Hasta que llegó Wanda solo había amado a mi hermana Yelena, ella fue la primera persona que amé, como hermana. Por ello no había experimentado otra forma de querer, y me costó lo suyo entender lo que era el amor, cómo comportarme y qué hacer. Después llegó Wanda y comprendí que también estaba esa manera de amar, y concluí que había esas dos. Y luego, cuando nació Lena y la vi por primera vez, tan pequeñita, tan adorable... Entendí que hay muchas maneras de amar, y ahora amo a esas tres personas; mi hermana, mi esposa y mi hija. He comprendido que a cada una la amo de una manera distinta, pero a las tres por igual. Y ojalá haber descubierto el amor mucho antes, habría sido genial.
- Lena, tu madre se va a retrasar y ya es muy tarde - se cruza de brazos y hace ese puchero tan característico suyo... Genial; no puedo competir contra eso, y ella lo sabe... -. Mira, hacemos esto: tú te vas a la cama y yo la sigo esperando y, cuando mami vuelva, vamos las dos y te damos cada una, no uno, sino dos besos. ¿Te parece?
Lena se queda unos segundos en silencio, sin dejar de observarme con esos ojos tan parecidos a los de mi esposa y, por supuesto, sin quitar el puchero... Eso me da miedo; cuando hace tal cosa, significa que está pensando en algo, lo he aprendido con los años. Y es obvio que le encanta ponerme nerviosa con su mirada, ella y su madre lo hacen y lo disfrutan mucho. Y siempre lo consiguen.
- Vale - habla por fin. ¿En serio va a aceptar por las buenas? Esto me suena raro... -, pero solo si me abrazas un rato - ah, ya decía yo...
- Bueno, está bien, vamos.
Ella se contenta y salta de mi regazo, me espera de pie junto a mí mientras yo apago la televisión. Subimos a su habitación, ella corriendo y yo alucinando por el drástico cambio enérgico de mi pequeña... Y, ¿Cómo es posible que esas piernecitas tan cortas hagan que corra tanto? También, ¿Cómo es que hace unos minutitos mi niña se estaba durmiendo en mis brazos y ahora está subiendo las escaleras corriendo? Tan activa y voluble como mi esposa...
Llego a la habitación y Lena está apoyada en el marco de la puerta, de brazos cruzados y esa tierna sonrisa adornando sus labios. De verdad que se ve adorable... Cada vez que veo esa sonrisa me recuerda instantáneamente a ella, a Wanda, a mi castaña. Haber formado una familia con ella es lo mejor que sin duda he hecho en mi vida. Estoy orgullosa.
- Mamá, eres muy lenta - me reprocha riendo -.
- Eso no es verdad - replico mientras me cruzo de brazos frente a ella y frunzo el ceño, ella ríe más -, es que tú eres muy rápida, peque - acompaño pasando una mano por su cabeza y revolviendo sus cabellos. Ella me regala una sonrisa -.
Resumo; el plan era tan solo quedarme con ella un ratito a abrazarla, nada más. Pero ella después, cuando ya estaba acomodada en su cama y me disponía a irme, se aferró a mí y me soltó: "Mamá, te dije que me abrazaras un rato, no dije exactamente cuánto tiempo. Así que te vas a quedar hasta que me quede dormida" y lo acompañó, por supuesto, con una de sus sonrisitas traviesas... Esta niña es tan retorcida... No me cansaré de decir que me recuerda a Wanda. Es que es verdad, todo. Es una versión pequeña de ella; es mi mini-Wanda.
Aunque creo que ya se ha dormido, y ahora mismo sería muy sencillo apartar su manita de mi pecho, dejar un beso en su frente y marcharme cuidadosa y lentamente de su habitación, he estado un buen rato así, abrazándola y tarareándole una canción (completamente inventada sobre la marcha) mientras le acaricio y revuelvo el cabello... Se ha hecho tan agradable que ya no quiero irme; se suponía que iba a abrazarla para que ella se sintiera cómoda y se durmiera. Sin embargo, la que ahora no quiere irse soy yo; creo que ha resultado más agradable para mí que para ella. Que mi hija se duerma en mis brazos... Me gusta la sensación, me hace sentir algo así como "buena madre", como que sirvo para ser madre... Wanda me lo dice mucho, pero siempre están las acciones, que no mienten... Espera, ¿Wanda? ¿Qué hora es?
Me levanto con mucho cuidado y, antes de irme, me volteo y me dirijo a ella para dejar un suave beso en su mejilla. Después la observo unos segundos; se acomoda y se acurruca bajo la frazada de su cama, y después solo se queda quieta, su respiración ya es más calmada, lo he notado antes pero... Ah, sí, Wanda...
Salgo y cierro la puerta. Bajo los escalones y, en cuanto llego al salón, tomo el teléfono; ¡¿CÓMO QUE LAS DIEZ Y MEDIA?! ¡¿Y WANDA AÚN NO HA LLEGADO?!
En ese momento, cuando estaba dispuesta a marcar su número y llamarla, oigo las llaves girar en la cerradura de la puerta y ésta se abre. Alzo la cabeza y observo a Wanda entrar y avanzar por el pasillo de la entrada, muy enfadada y cansada; lo sé porque deja el bolso en el mueblecito con mucha más fuerza de la necesaria, y de igual manera cierra la puerta. Se quita los zapatos a puntapiés, algo que no suele hacer habitualmente...
Como los ha dejado en medio del pasillo, al intentar avanzar tropieza y ha estado a punto de caerse, mi corazón en serio ha dado un vuelco; el solo pensar que se podría haber hecho daño me quema. Pero afortunadamente ha conseguido agarrarse al mueblecito y estabilizarse, sin caer ni lastimarse de ninguna manera.
Wanda ya está en casa, y está bien, sana y salva. Algo enfadada, espero que no conmigo (no creo, no hice nada malo, que yo recuerde), pero ya está. Está aquí, está conmigo... Ya puedo soltar todo ese aire que había retenido preso en mis pulmones, enjaulado, y respirar tranquila.
Sus ojos se clavan en mí... ¿Por qué parecen brillosos? ¿Por qué están vidriosos? Esa mirada me duele... Antes de poder entender lo que está sucediendo, ella camina rápido hacia mí y se lanza a mis brazos. Rodea mi espalda con los suyos y no sé exactamente cómo esconde la cabeza en mi pecho y sorbe la nariz brevemente. Sé que está triste, creo, pero también sé que no le ha ocurrido nada grave. Simplemente lo sé.
- Ey... - digo mientras le correspondo el abrazo y comienzo a acariciarle el sedoso cabello, sé que eso le agrada y la calma mucho - ¿Qué pasa, detka? - se limita a encogerse de hombros, aún abrazada a mí, su cuerpo pegado al mío - ¿Un mal día? - asiente con un sonido afirmativo.
- Un MUY mal día - corrige ahogando sus palabras en mi pecho, de nuevo sorbe la nariz brevemente -.
- ¿Me quieres contar? - niega con la cabeza - ¿Más tarde? - insisto y ella asiente - Vale, ¿Quieres cenar? - se limita a contestar con un sonido negativo - Ven, vamos a la cama y me cuentas.
Y eso hicimos; estamos en la habitación, tumbadas en la cama abrazadas. Llevamos un buen rato así, en silencio, abrazadas, yo con un brazo por debajo de su cuello y enredando mis dedos en sus castaños mechones de pelo, brillantes, suaves y finos... Mientras que uno de los brazos de Wanda está rodeando mi cintura y el otro se encuentra dibujando patrones suavemente sobre mi piel expuesta. No ha hablado desde que nos hemos tumbado así y, ya sé que está cansada, pero me gustaría saber qué tanto le ha pasado.
- ¿Me vas a contar? - comienzo y ella suspira, pero después asiente - Adelante, te escucho.
- En realidad... Ha sido una tontería, solo un mal día en el trabajo, ya sabes; muchos idiotas, mucho trabajo y... - deja escapar un leve suspiro y yo dejo un beso en su cabeza - Desde que entré ya había mucho estrés, sabía que iba a ser un mal día, pero no pensé que tanto. Solo quería volver, aquí, a casa, y siento no haberte dado explicaciones, yo... Estaba muy cansada, y cabreada y... - decido cortarla, porque su voz se comienza a quebrar -.
- Detka, no importa, lo entiendo - ella me sonríe -, pero me has preocupado.
- Ya... Lo siento - sorbe la nariz-, y siento no haber estado para arropar a Lena. Se veía tan hermosa durmiendo...
- Sí, hablando de eso... - me dirige la mirada con las cejas alzadas - Tenemos que hablar de tu hija - se extraña aún más -. No, tranquila, no es nada malo, es solo... Que es una pequeña manipuladora.
- Ah, eso - se vuelve a acurrucar en mi pecho -. Deberías decirme algo que no sepa - río -. Por cierto, me has asustado.
- Te la debía - me dirige una mirada asesina -. Era broma, amor...
- ¿Sabes qué pasa? Que todos en el trabajo se piensan que ellos son los más importantes y los más valiosos, que sus casos son los que deberían arreglarse antes que los de los demás - Wanda trabaja en un bufete de abogados -, y no tiene por qué ser así. Unos engreídos, egocéntricos y estúpidos todos... - susurra lo último y yo río contra su hombro - Sabes que tengo razón.
- No he dicho lo contrario - y dejo un beso en sus labios -.
- Además, me han retenido se suponía que unos segundos para contarme un poco sobre otro caso que llevaré en unas semanas, y es muy absurdo... Y al final nada más y nada menos que media hora... Así que he perdido el bus y he tenido que esperar otros quince minutos...- suspira de nuevo - Ni siquiera tengo hambre, solo quiero dormir...
- Pues durmamos - la beso tiernamente en los labios, le dirijo una sonrisa y apago la luz de la mesilla que ha alumbrado su bello rostro todo este tiempo -. Buenas noches - le digo y la vuelvo besar en los labios, ella corresponde y continuamos abrazadas, ella cierra sus ojitos y yo la observo mientras continúo acariciando su cabello -.
- Natty - dice ella tras unos segundos, aún con sus ojos cerrados, y yo sonrío; me encanta que me llame así, y ella lo sabe.
- ¿Sí?
- Gracias - susurra tan bajo que me cuesta oírlo y comprenderlo.
- ¿Gracias por qué, detka?
- Por todo... - es lo único que sale por sus labios adormilados - Te quiero...
- Y yo a ti, detka.
¡Holaa, volví! Otro OS tiernecito con mi familia ficticia favorita😍.
Tampoco hay mucho más que decir, solo que morí de ternura escribiéndolo y que espero que lo hayan disfrutado, por supuesto, aunque no creo que más que yo escribiéndolo.
Por cierto, este capítulo va dedicado a AntoanetaNikolova7, por haberme animado a subir mis historias desde que me uní a esta hermosa comunidad de Wattpad, por enseñarme que no hay que tenerle miedo al éxito y por siempre estar ahí. Gran amiga. 😍
~Ani
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